El Armagedón
Luthor le regalo una sonrisa triunfal a Batman, quien a pesar de estar apaleado y con varios huesos rotos parecía tener un as bajo la manga y eso molestaba a Bruce.
—¿Crees que has ganado? Pues te equivocas... —murmuro apenas inteligiblemente Luthor —Porque mientras tú perdías el tiempo jugando conmigo tu preciosa hija ha caído en mis manos. ¡Oh! ¿Creíste que no lo sabía? Que pasaría por alto algo tan importante.
—Ni siquiera lo pienses Luthor...
—No te tengo miedo. Y ahora menos que sé cómo controlar a Superman.
Batman torció la boca antes sentir como lo golpeaban por la espalda haciéndolo caer boca abajo contra el suelo, sometido por el peso de su atacante sobre su espalda.
—Lexy al fin entendió que mi Bats es lo mejor del mundo —murmuro rijoso el payaso paseando su lengua húmeda por una de las orejas puntiagudas. —Quien quiera tener al mundo, primero debe tenerte a ti. ¿Verdad?
—No sé, nunca he comprendido tu estúpido razonamiento —escupió con desprecio Bruce.
—Y crees que no me he dado cuenta... lo tengo bien presente, pues de lo contrario entenderías cuanto nos pertenecemos el uno al otro y no andarías permitiendo que supertonto se pavoneara diciendo que eres su pareja.
—¿Te lo dijo o solo lo supusiste? —cuestión Batman con tono burlón picando el orgullo del payaso.
—¡Qué más da! Ahora estas aquí y ya no te iras.
—Me quedare aquí...¿para quién? —arremetió el Caballero de la Noche dándole una mirada significativa a Luthor. —Soy un juguete prestado porque en cuanto a Lex se le ocurra...
—Eso no pasara. Cocoliso no volverá a tocarte.
—No estés tan seguro. Quien sabe, tal vez me acostumbre más pronto a su presencia que a la tuya y....
—Con que esas tenemos no —gruño el Joker golpeándole la cabeza a Batman para evitar algún ataque de su parte y poniéndose en pie se dirigió hacia Luthor. —Sabes Lexy, eres un niño muy malo. Has querido robarme el amor de Bats y eso sí que no te lo puedo perdonar.
—Estas demente. ¿Que no ves que solo te está poniendo en mi contra? —exclamo Luthor intentando alejarse del payaso psicópata.
El Joker chasqueo los labios haciendo un sonido chistoso para inmediatamente después sonreírle ampliamente a su "socio".
—Lo sé. Mi Batsy ha recurrido a darme celos. Pronto estaremos viviendo juntos en una casita junto al mar y tendremos hijo... un millón de ellos gracias a ti Lex.
Lex frunció el ceño al darse cuenta de su verdadero error. El Joker jamás estuvo de su lado, muy por el contrario lo había utilizado para hacer realidad su maniático deseo. El guasón solo había estado esperando pacientemente a que Luthor diera por bueno su experimento para poder adueñarse de Batman.
—Serás....
—No, no Lexy.... Nada de insultos. Mira, como soy un hombre agradecido te voy a permitir ser el padrino de Jokerlina o Batboy si prometes no hacer escandalo mientras nos vamos. ¡Quizá hasta tengamos gemelos! Nada me haría más feliz que tener una gran familia. ¿Qué dices Batyamor?
—Digo que pides demasiado —y las ramas de un arco fue lo último que el Guasón vio antes de etas se estrellaran contra su cara.
—Bats... vamos, arriba —pidió Oli tomando por las axilas al Caballero de la Noche para ponerlo en pie.
—Por qué tardaste tanto —reclamo Batman entrecerrando los ojos.
—Porque me dejaste afuera jugando con un cachorro carnívoro.
—¿Y la maquina?
—Cyborg está encargándose de ella. Tranquilo. La peor parte se la llevaron tú y Red Hood. Por cierto... ¿En dónde están los chicos?
Bruce torció la boca y masajeo su mandíbula antes de responder. —Déjalos. Terry venía a busca otra cosa y lo más seguro es que se haya llevado a Jasón con él.
Bruce gruño intentando sostenerse a duras penas sobre sus pies. Luthor había conseguido herirlo severamente y sin embargo, lo que hora le preocupaba era...
—Diana... aquí B. responde —siseo abriendo el canal de comunicación con el equipo de Wonder Woman.
—Batman. Aquí Diana. ¿Qué sucede?
—¿Todo en orden? —cuestiono Batman rezando por una respuesta positiva.
—Sí. Todo está bajo control. Una leve inclinación terrestre que pronto corregiremos. Nada de lo que debas preocuparte.
—Y Lucifer.... ¿Dónde está?
—Tranquilo, tu hija esta... —y un silencio aterrador sello los labios de la princesa amazona.
—Diana ¿En dónde está? ¿En dónde está mi hija? —gruño sintiendo como su tráquea se constreñía impidiéndole respirar normalmente.
—Yo... no lo sé. Ella....
Wonder Woman no tuvo tiempo de intentar dar una mejor explicación porque en ese preciso momento un seísmo hizo sacudirse a la tierra de manera brutal.
Las alarmas que aullaban a todo volumen alertando del terremoto se convertían poco apoco en solo un grito más opacado por las miles de personas que desesperadas que corrían buscando donde refugiarse.
—Tenemos que salir —índico Green Arrow tirando de Batman.
—No, primero debo reconfigurar el Ecogravinizador o la tierra perderá por completo su órbita y no habrá nadie que... —un obseso de tos lo hizo doblarse del dolor mientras sus labios dejaban salir una gran cantidad de sangre —Luthor lo había lastimado más de lo que pensó.
—No amigo, lo tú debes hacer es ir al hospital para...
—Suéltame —ordeno con voz amenazante.
—Cyborg puede con eso. Déjaselo a él —intento razonar Green Arrow, le dolía en el alma ver como Bruce siempre se ponía en peligro sin pensar en nada que no fuera solucionar el problema, salvar al mundo.
Con paso tambaleante primero y luego más afianzado comenzó a correr mientras se sujetaba el costado derecho en donde sentia el ardon de un fuego interno, quizás tenia las costillas rotas, otra vez. ¿Cuántas veces se las había roto? Ya había perdido la cuenta.
No tardó en dar con la sala en donde Víctor luchaba por descifrar el código de Luthor y así reprogramar la máquina infernal.
—Víctor, Oliver, saquen a Luthor y al Joker de aquí —ordeno Batman con tono firme.
—Eso lo podemos hacer nosotros dos, deja que Cyborg continúe... —suplico Oliver una vez más, porque la posibilidad de perder a Bruce no estaba entre sus planes.
—Luthor quedó atrapado dentro del traje, tendrán que cargarlo con todo, y yo no estoy en condiciones ni siquiera para arrastrar a ese payaso infernal. Hagan lo que les digo y no me quiten tiempo —dicto con toda la autoridad que ser un miembro fundador y Batman le daba.
El sismo hizo una pausa que le concedió a los héroes un respiro, una calma que solo precedió a un movimiento aún más intenso.
Cyborg y Green Arrow no lo dudaron más, salieron a toda prisa hasta donde se encontraban los villanos. Oliver se hecho al hombro al Joker y Víctor a Luthor con todo y ese armatoste que lo mantenía prisionero.
Oliver apenas estar fuera del edificio intento volver, de verdad quería regresar por Bruce sin embargo en las calles la situación era por demás desastrosa. Batman había dejado a la mayor parte de la Liga para hacer frente a la contingencia que se les venía encima. Sin embargo este desastre de proporciones bíblicas no podía ser controlado al cien por ciento.
Sin darse apenas cuenta Green Arrow ya se encontraba socorriendo a niños, mujeres y hombres que entre gritos histéricos y pánico intentaban ponerse a salvo.
Los edificios se colapsaban con un estruendo estremecedor y los pedazos de escombro del tamaño de auto amenazaban con sepultar a cuanta gente se encontrara cerca.
—A este paso tendremos un tsunami —expreso en voz alta Cyborg apenas logrando sostener un muro de concreto para darle tiempo a las personas de salir de sus autos en donde habían quedado atrapados.
—Aquí Green Arrow. Responde Flash.
—Oli. Que gusto saber de ustedes —dijo Wally en una comunicación entrecortada y apenas entendible para el arquero verde. —¿Pero qué ha pasado? ¿Por qué el maldito planeta tiembla como gelatina?
—Este no es momento para explicarte, lo que quiero saber es si necesitas gente en algún lugar en específico.
—En todas partes amigo. Practicante toda la tierra está vibrando. No hay lugar seguro en este momento...
El movimiento seso de golpe y tanto Oliver como Víctor miraron al cielo. La bóveda celeste dibujaba corrientes extrañas acentuadas por las formas que adquirían las nubes en forma de espiral, una vista que podrían estremecer hasta al más valiente.
—Que Dios nos ampare —suplico Oliver Queen al ver como el azul se extinguía para dejar paso a manchas de cielo nocturno. Podía verse las estrellas a través de esos huecos y eso solo quería decir que el ozono y parte de las capas superficiales de la atmosfera estaban siendo seriamente afectadas.
Oliver apretó los dientes hasta hacerlos rechinar y luego tomo a Lex por el cuello del traje para que pudiera ver.
—¿Esto era lo que estabas buscando? —gruño rabioso el rubio. —Eres un maldito imbécil Luthor —insulto al tiempo en que asestaba un fuerte golpe en su cara.
—Arrow ya déjalo —pidió Cyborg apartándolo del empresario. —No nos ayudara en nada golpearlo.
—A mí sí. Me va a relajar mucho usarlo de pera de boxeo.
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—A ellos no les debe nada, ya se los diste todo. Y aun así... se empeña en salvar a este mundo podrido y corrupto que no valora su sacrificio.
Clark elevo dificultosamente la cabeza para mirar la puerta de su celda en donde a duras penas lograba distinguir la difusa sombra que le hablaba. Aunque eso no le impidió saber de quien se trataba y con ello hacer latir su corazón aceleradamente. Se parecía tanto a él.
—Yo sí. —Aseguro Kal-El dejando ver en su tono de voz el enorme afecto que le profesaba. —Atesoro cada lágrima y cada herida. Mi amor por Bruce se acrecenta con cada cicatriz en su hermoso cuerpo. Con cada gemido ahogado y brillante idea que nos corona como vencedores.
—Y será que puedo confiar en que serás capaz de darle eso que tanto busca. Eso que tanto desea en secreto —reprocho ella con la boca torcida y la incredulidad en la voz.
—Tendrás que concederme el beneficio de la duda. Una oportunidad. —Clark con gran esfuerzo giro su cuerpo para quedar boca arriba.
—No está entre mis cualidades dejar las cosas a la suerte o al destino, cuanto menos colocar mi vida en las manos de otro.
—Pero no es la tuya. Es la de Bruce. Solo él puede... —remilgo Kent sufriendo un Déjá Vu. Sí, se parecía tanto a Bruce. Tan necia... tan difícil de contradecir... tan endemoniadamente linda.
—Él es mi padre —reto Lara apretando los labios.
—¿Y? eso no te da derecho a tomar decisiones que afecten su vida. Nada en ningún momento o época es perfecto. Todos los días tomamos decisiones que afectan y cambian el futuro y nuestra única alternativa para vivir lo mejor posible es aceptar las consecuencias de las mismas y corregir los errores cuando se pueda. Debemos luchar, de eso no hay duda... pero lo que vale la pena es esa vida fuera de este traje. La vida no de Superman, sino la de Clark Kent. La que puedo disfrutar gracias a que entre todos protegemos este planeta. No puedo prometerte que Bruce nunca volverá a llorar, porque nadie sabe los peligros y riesgos que enfrentaremos, lo que sí puedo jurarte por lo que más amo es que nunca lo hará solo. Siempre estaré ahí para enjugar sus lágrimas o compartirlas. Para tomar su mano y consolarlo, o para destruir aquello que lo lastima si está en mi poder.
—Eres un tonto sentimental —insulto ella acercándose lo suficiente para que Kal-El pudiera verla.
—Lo sé. Por eso soy el complemento perfecto para el hermético Batman.
La luz solar roja se apagó dándole un respiro a Clark. La puerta de la celda se abrió y para sorpresa de Superman fue recibido por una potente luz amarilla.
—Espero que cumplas tu promesa —gruño Lucifer desde las sombras.
—Lo hare, lo juro —respondió Superman y antes de escuchar los remilgos de la chica salió disparado al espacio.
Lara torció la boca de lado en amago a una sonrisa, ya más serena abrió el canal de comunicación.
—Terry. Superman está en camino a socorrer al equipo de Wonder Woman.
—Bien, por mi parte, también me he hecho de la Kriptonita roja. —Respondieron del otro lado de la línea. —Pero me preocupa que no será suficiente con él. Lara, es hora de romper el último lazo que te ata.
—Pero Bruce dijo que...
—El Bruce que te prohibió hacerlo está muerto. Y el de esta época también lo estará si no te quitas esos malditos anillos que mantienen tu lado Kriptoniano a raya.
Lara contemplo las dos pizas que adornaban sus manos. Dos Disruptores de Poder permanentes para evitar que su descendencia Kriptoniana saliera a flote. Primero deslizo uno y luego el otro. El cambio fue casi inmediato.
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—Batman. Aquí Diana. ¿Qué sucede? —pregunto la amazona.
—¿Todo en orden? —cuestiono el Murciélago de Gotham con voz pragmática.
—Sí. Todo está bajo control. Una leve inclinación terrestre que pronto corregiremos. Nada de lo que debas preocuparte —informo Diana mirando a sus compañeros. Shazam asintió y Kara le sonrió tranquilamente.
—Y Lucifer.... ¿Dónde está?
—Tranquilo, tu hija esta... —y un silencio aterrador sello los labios de la princesa amazona al buscar la jabalina y no hallarla remotamente cerca de ellos. Un escalofrió le recorrió la columna al comprender que se le había escapado.
—Diana ¿En dónde está? ¿En dónde está mi hija?—insistió el héroe oscuro con mayor aplomo.
—Yo... no lo sé. Ella....
Wonder Woman no tuvo tiempo de intentar dar una mejor explicación porque en ese preciso momento la tierra la hizo retroceder, empujando con una fuerza descomunal.
—Kara, Shazam —nombro y ellos supieron que debían imprimir más fuerza.
Un esfuerzo inútil porque el planeta comenzaba a ganarles terreno. No supieron cuánto tiempo fue, para ellos una eternidad sin duda, cuando con una enrome embestida Superman freno de tajo el desplazamiento.
Diana no lo podía creer y Kara entusiasmada por la presencia de su primo comenzó a empujar con mayor ahínco. Stuart apoyado por Hal Jordán quien se presentó de manera sorpresa ídem a Clark; mantenían el campo de fuerza sobre el planeta, siendo esa barrera de energía verde sobre la que empujaban los héroes con la intención de regresar el planeta a su sitio correcto.
Diana sonrió y se unió a los esfuerzos igual a Shazam. Sin embargo parecía no ser suficiente pues tan pronto como se detuvo el movimiento por un instante intento arremeter con mayor fuerza. Eran dos poderosas fuerzas midiéndose.
Dos manos más se unieron a la causa y esta vez el planeta poco a poco fue regresando a su órbita.
Los seis presentes estaban anonadados. Era sorprende el poder que poseía ese pequeño cuerpo y Diana en cierto grado sentía alivio al poder abrir el canal de comunicación e informarle a Batman que su hija estaba con ellos.
Continuara...
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