Chibi Batman vs Superman 2/2


Superman lanzo a Bruce contra la cama, el jovencito tenía la mirada extraviada sin saber por qué estaba en ese lugar, y aunque su lógica gritaba una alternativa alarmante y grotesca, su razonamiento le decía que estaba errado por el simple hecho de que estaban hablando de la Liga de la justicia, a pesar de todo, el hombre de acero tenia ética y moral, él no se atrevería a lastimarlo.

—Ahora si Bruce, tenemos que hablar muy de cerca.

Sin miramientos Clark sujeto ambas manos por sobre la cabeza del joven millonario arrancándole un gemido de dolor que para el kriptoniano sonó afrodisiaco. Bruce era tan deseable que incluso a pesar de que su cordura gritaba: "Suéltalo, si lo fuerzas va a odiarte y lo perderás. Es un niño, no merece esto, no puedes hacerle esto". Otra parte más atávica se enardecía de deseo y lujuria.

Bruce abrió grandes los ojos no queriendo creer su situación actual. Superman no podía estar planeando dañarlo.

Por su parte Kal-El delineaba a Bruce, sus bonitos ojos azul eléctrico destellaban en incredulidad y una pisca de rebeldía, aun así se podía leer en ellos la inocencia y el miedo que le provocaba estar sometido, Bruce le temía y con toda razón, pero...

—Pierdes tu tiempo mastodonte, la guerra la ganare yo. Volveré con Jasón y tú vas a hundirte —amenazo Bruce con una sonrisa satisfecha en su rostro imberbe intentando ocultar el temblor de su cuerpo.

Mientras Clark sintió una ganas asesinas de matar a Jasón, aborrecía a ese hombre, pero odiaba aún más cuando Bruces hablaba de él con tal adoración, con un sentimiento que él deseaba con todas sus fuerzas reflejara en su persona. Debía recuperar a su Bruce así fuera por la fuerza y la opción que tenía delante no era para nada desagradable.

Superman sonrió tristemente silenciando y sepultando en lo más profundo de su mente la voz de su conciencia un segundo antes de tomar por asalto aquella boquita podrida que le causaba tan dolor y deseo. El destino le estaba marcando una sola alternativa y la tomaría, se aferraría a ella como un náufrago a su tabla de salvamento, ya después de haber cumplido con su anhelo más preciado afrontaría las consecuencias.

Delicioso, simplemente sublime era el sabor de aquellos labios, de la piel que ahora degustaba con hambrienta devoción y que demandaba probar al entero. Era un más exquisito tenerlo, poseerlo a esa edad porque sería el primero, marcaria a Bruce Wayne como suyo para que nadie osar siquiera mirarlo, le pertenecía porque lo amaba y no aceptaría un NO por respuesta como la vez pasada cuando deseoso y caliente en la cama del millonario cometió el error de formular aquella pregunta que los llevo a la guerra.

—¿Me amas Bruce? —Un silesio ensordecedor fue el antes y después de su duda expuesta.

Bruce se levantó de la cama abrió la puerta y corrió al hombre de acero con un simple "lárgate". Claro que Clark se negó y con todo derecho reclamo explicación, obteniendo solo una mirada furiosa y la rectificación de aquella orden llana de marcharse.

Dos días rogando por una respuesta que nunca llegaría, reclamando la aceptación de una relación que era unilateral porque al parecer para el dueño de Wayne Tech no existía, y nunca imagino que su desquiciado acoso fuera contestado con un reto.

—Tu exiges que te acepte como algo más que un amigo con derechos, pero la verdad es que nunca hablamos de formalizar nada. Nunca prometí algo más allá de la calentura, la lujuria que todo individuo siente, pero si tanto empeño pones te daré una oportunidad. Tú piensas que eres el mejor, que no existe nadie que puede ocupar el lugar de mi pareja mejor que tú, entonces demuéstralo; una semana, tienes una semana para hallarme, si consigues acorralarme accederé a tu petición, te doy mi palabra de que cumpliere esa cursi promesa de "hasta que la muerte nos separe" pero si por el contrario yo gano, entonces te jodes y me dejas de fastidiar.

Batman siempre fue hiriente y sarcástico pero aquellas palabras le habían dolido mucho más porque ese "te jodes" le hizo pensar que todo el cariño que puso, que cada gesto de amor que dio nunca fueron apreciados ni bien vistos.

Le hizo considerar que si mientras el entrega en la cama el cuerpo, alma y corazón, Bruce solo le pagaba permitiendo tomar, a medias, su cuerpo.

Ahora tenía la oportunidad de desquitar toda ese frustración emocional y sexual que Bruce solo acrecentaba con la mención del nombre de Red Hood.

—Bruce. —Gimió Kal-El antes de abrir la camisa del chico y lanzarse en forma desesperada a deleitarse con los dulces botones rosas del jovencito. Sus manos no soportarían mucho antes de con vertiginoso desenfreno deshacerse del pantalón y todo aquello que cubriera el enervante cuerpo del pequeño Batman.

Solo por una vez seria suyo de todo a todo. Sin máscaras, sin mentiras... sin Batman.

&&&(...)&&&

Green Arrow salió a todo correr de la sala apenas escuchar lo que aquellos a quienes llamaban líderes de la JLA le respondieron cuando pregunto por Bruce. Sus pies resbalaron en una esquina debido a la velocidad que le impidió dar adecuadamente la vuelta pero logro mantenerse en pie debido a sus manos, casi llegaba, ya podía ver el pasillo que daba al ala de alojamiento.

Y jadeo de sorpresa escapo de su garganta cuando su cuerpo impacto contra otro.

El rubio arquero meneo la cabeza, ¿contra qué había chocado?

—¿Estás bien? —Pregunto Kara angustiada. Nunca había visto a su compañero tan altero y cuanto menos con tal miedo dibujado en su rostro. Si algo distinguía a Green Arrow era su carácter carnavalesco y liviano.

—Bruce. —Gimió Queen aun algo aturdido. —Superman, debemos detener a Superman —dijo con apremio intentando levantarse.

Kara no sabía a qué venía esa oración, ¿detener a su primo de hacer qué? o ¿por qué? Y ¿Bruce?

Un gemido ahogado y las suplicas de un chiquillo le llenaron la cabeza a la chica, el súper oído de Kara acaba de captar la voz del Chibi Batman. Ella se tapó la boca para no dejar salir una exclamación al encajar las piezas y Oliver supo que cada segundo era valioso para el joven Wayne que seguramente peleaba con uñas y dientes.

Kara salió volando como si su vida dependiera de ello y sin detenerse a tocar como marcan las buenas costumbres embistió con el hombro la puerta mandándola a volar. Sus ojos azules se afilaron con una rabia que no sabía podía sentir contra su primo y alzo los puños con desprecio al ver la escena frete a ella.

Ahí sobre la cama se escuchaba un compungido Bruce que gimoteaba intentando alejar al hombre sobre él. Las piernas denudas del pequeño Wayne ordenado las caderas del Súper Hombre eran lo único a la vista de Kara o eso fue hasta que Clark elevo su torso descubriendo a un Bruce escasamente cubierto por la camisa vierta que intentaba mantener su porte duro y que no lograba engañar a nadie porque sus mejillas rojas y las lágrimas surcando su rostro delataban el terror y angustia que lo embargaban.

Kara rechino los dientes antes de asestar un puñetazo en el rostro desconcertado de Kal-El y separándolo de forma efectiva del niño.

—¡Cómo has podido! —Grito Supergirl decepcionada, dolida, molesta y muchas cosas más.

—Kara, espera no es lo que parece. — Logro decir Clark antes de que otro puñetazo de la chica lo callara.

Bruce apenas verse libre cerro con sus manitas la única prenda que lo cubría y corrió a refugiarse en la esquina más alejada de la habitación haciendo ovillo su cuerpo en un intento vano de resguardase, de repeler el calor que aun sentía sobre su piel y que no le pertenecía a la única persona que amaba, no era de Jasón.

Oliver apareció en escena jadeante y completamente perturbado al ser testigo de la paliza que Kara le estaba poniendo a Clark. Y se hubiera quedado mirando con gusto pero había algo más apremiante.

—Bruce —llamo el rubio al no ver al niño por ningún lado. —Bruce. —volvió a nombrar esta vez ubicando al pequeño Wayne gateando pegado a la pared en un intento de salir de la habitación sin llamar la atención.

Oliver de inmediato corrió a su lado deseando internamente que el chico no hubiera sufrido más allá de un susto.

—No me toques, no te acerques —grito Bruce fuera de sí dejando al descubierto su pecho lleno de marcas rojas que Oliver Queen identifico como chupetones y luego para su horror un poco más abajo, a unos dos dedos de su ombligo varias manchas de un líquido blanco.

¿Qué era lo que ese hijo de perra le había hecho al niño? Se preguntó Green Arrow apretando los puños con odio.

Oliver jadeo trastocado, su ira no tenía límites y sin embargo se contuvo debía ayudar primero a chiquillo.

—Bruce —llamo con la mayor delicadeza de la que fue capaz.

El chico lo miraba con sus redondos ojitos todos cristalinos por el llanto, su cuerpo de piel blanca temblaba como una hoja al viento y así como estaba escasamente cubierto por esa camisa le inspiraba un sentimiento protector que jamás llego a sentir por nadie. Quien hubiera creído que el heredero Wayne a esa edad era tan lindo.

—Bruce. Deja que... —solicito despacio, con suavidad estirando su mano para ayudar al chico a salir de ahí, empero su mano jamás llego a tocar al joven.

Bruce Wayne se colocó en pie por su propia cuenta. Su cuerpo había dejado de temblar y cada movimiento estaba sellado con una seguridad y fuerza avasalladora digna del Caballero de la Noche. Y sin embargo sus ojos, esas ventanas a su alma, estaban completamente vacíos sin brillo alguno.

Con un movimiento de judo Green Arrow fue lanzado con facilidad y sin remordimiento hasta el otro lado de la estancia.

Kara que hasta ese momento se mantenía ocupada con su primo detuvo sus golpes al escuchar el impacto quedando muy sorprendida de ver al arquero tirado en el suelo. De inmediato se dispuso a socorrer a Oliver y dejando salir un suspiro de alivio al ver que solo parecía haberse desmayado por el golpe. La verdad sea dicha, Kara pensó que debió ser arrojado con bastante fuerza porque Oliver Queen era un hombre duro que no fenecía fácilmente.

Supergirl se movió veloz, aduras penas había logrado esquivar un bulto que paso silbando a su costado derribando varias paredes y que solo cuando se detuvo puedo identificar como Superman.

—¿Que sucede Kal-El? —Bruce se mantenía flotando a unos centímetros del suelo muy cerca en donde Kara socorría a Oliver. —Puedes someter a un niño pero a no a Batman. Vamos extraterrestre degenerado intenta tocarme. Vamos Clark intenta matarme porque de otro modo seré yo quien acabara contigo maldito pedófilo. —Sus palabras aunque fuertes estaban siendo susurradas, Batman sabía que no necesitaba gritar por que el kriptoniano lo escuchaba a la perfección.

Kara no sabía qué hacer, esto era una locura, ¿desde cuándo Bruce volaba?

—Estás muerto Kent. —Aseguro Bruce antes de salir disparado hacia donde había arrojado a Superman.

Sus ojos en ese momento no eran taciturnos como normalmente se mostraba el Caballero Oscuro, no, su mirada reflejaba odio, ira y deseo de venganza, eran la de un asesino dispuesto a tomar la vida de un semejante sin atrición.

Continuara.

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