Desde el tejado de una de las casas de un barrio pobre, un hombre alto y de físico imponente observaba el firmamento nocturno.

—"Yo soy Kraven, el cazador. Soy aquel que ha luchado múltiples veces contra Spider-Man pero ahora buscó a una presa muy diferente en un territorio desconocido para mí. Ahora cazo a un murciélago".

La comúnmente llamada batiseñal iluminó el firmamento nocturno frente a los ojos del cazador.

—"Ra's al Ghul me ofrece ser su heredero como líder de la Liga de Asesinos y la mano de su hija pero eso poco me importa. Mi verdadero interés es cazarte a ti, Batman. Pero antes de vencer a la bestia alfa de esta jungla de asfalto debo probarme digno del honor de hacerlo. Antes, debo cazar a dos bestias que te han desafiado innumerables veces".

En la azotea del departamento de policía, Jim Gordon esperaba lo que parecieron minutos eternos cuando su invitado finalmente apareció.

—Comisionado —exclamó Batman desde detrás del oficial que brinco de la sorpresa.

—En serio odio que me hagas eso —afirmó Gordon algo molesto—. Se ha reportado que Man-Bat ha vuelto a sus vuelos nocturnos. Parece que el doctor Langstrong insiste en experimentar consigo mismo. No quiero sumarte presión entre esto y el escape reciente de Killer Croc pero...

—Yo me encargaré —afirmó Batman—. Dile a tus oficiales que estén atentos y no los intenten enfrentar ellos solos.

Sin decir más le dio la espalda al viejo policía y saltó del techo mientras extendía su capa para planear con esta.

Por otra parte, Kraven se encontraba caminando por el alcantarillado de Gótica con suma cautela pues sabía que aquel al que casaría era una de las bestias más peligrosas. A paso lento pero firme se fue acercando a una criatura que trituraba gustoso los huesos de una víctima reciente. Killer Croc se detuvó súbitamente mientras olfateaba algo y volteo rápidamente cruzando su mirada salvaje con los ojos penetrantes del cazador.

—Carne fresca —exclamó el cocodrilo con una sonrisa.

—Yo soy Kraven el cazador y tú no eres más que una presa para mí.

Croc le conectó un zarpazo a Kraven que terminó chocando de espaldas contra la pared. El cocodrilo se abalanzó al ataque pero el cazador dio un salto, sujetándose de una tubería, para esquivarlo. Con gran agilidad le conectó una fuerte patada en la nuca haciendo que el rostro de Croc se estrellara contra el sucio suelo. Ambos combatiente se apartaron y los ojos furiosos de la bestia se posaron sobre el cazador que sonreía con confianza y un dejo de emoción. Killer Croc saltó al ataque pero Kraven lo atrapó con sus manos desnudas solo para arrojarlo bruscamente al suelo. El cocodrilo se alzó con una mirada llena de furia.

—¡Te voy a arrancar la garganta! —vociferó Croc.

—Te equivocas, bestia —declaró Kraven con seguridad—. Tu cabeza terminará en mi pared.

Croc le lanzó un zarpazo a la cabeza pero Kraven se agachó para esquivarlo antes de conectarle un fuerte izquierdazo ascendente en la mandíbula seguido de un golpe de antebrazo en el cuello. Killer Croc retrocedió y le propinó una patada frontal que apartó a Kraven, casi haciéndolo caer. El villano de Batman le propinó un fuerte zarpazo en el rostro seguido de un gancho al higado haciendo que Kraven escupiera algo de sangre. Finalmente le lanzó una mordida al rostro pero el cazador logró cubrirse a tiempo con su antebrazo derecho, recibiendo con este toda la fuerza de las mandíbulas del cocodrilo. Kravinoff clavó rápidamente una daga en el estómago de su enemigo y cortó de forma ascendente con gran fuerza hasta llegar hasta las costillas del villano, logrando atravesarlas. 

Croc abrió la mandíbula por el dolor y la sorpresa, cosa que Kraven aprovechó para sacar su antebrazo de entre los dientes de la bestia y conectarle un feroz golpe sobre el ojo derecho antes de dar un salto hacia atrás. Killer Croc retrocedió mientras se tomaba de su sangrante herida.

—¿C-Cómo es posible? —se preguntó el humanoide.

—Un viejo recuerdo de las selvas wakandeanas —afirmó Kraven poniéndose en pose de pelea, con el cuchillo delante de su rostro—. Tu error es pensar que estabas peleando con Batman. Yo no vine aquí a capturarte con vida; yo vine a cazarte como el animal que eres.

Croc se sentía cada vez más débil por la pérdida de sangre pero aún así gruño con furia y se arrojó a un combate cuyo resultado estaba más que decidido.

A la manaña siguiente, la televisión no dejaban de pasar la noticia que había conmocionado a la ciudad: Killer Croc había sido encontrado muerto, sin cabeza y con múltiples cortes a través de su carne y huesos.

—¿Quién sería capaz de algo así? —preguntó Alfred que se encontraba de pie al lado de Bruce.

—No lo sé —respondió Bruce que se encontraba con su traje pero sin la máscara—. Revise yo mismo las garras de Croc en busca de ADN pero alguién las limpió extremadamente bien.

—Entonce no quiere ser descubierto —afirmó Alfred—. ¿Pero por qué le cortaría la cabeza?

—Tal vez Killer Croc logró morderlo y no pudo limpiar sus dientes o su asesinó la tomó como un trofeo.

—¿Cómo si fuera un cazador?

—Sí —afirmó Batman sumamente pensativo.