Narra Mari

Después de la clase de “Matemáticas Avanzadas” que por cierto se me hizo muy fácil, al igual que a una pelinaranja con anteojos y a un chico pelinegro con gafas del mismo color de su cabello. Nos tocaba “Educación Física”, que era una materia que me gustaba y creo que era buena.

Salí del salón de clases, no sin antes guardar todas mis cosas en mi mochila.

Antes de ir al gimnasio me pase por mi casillero para buscar él uniforme de la clase y buscar botellas con agua.

Una ves busque eso fui a los vestidores del gimnasio para cambiarme. Él uniforme consta de una camisa blanca con Mangas azul marino con rayas rojas y ir short del mismo color que las mangas, solo que sin la rayas, y todo con botas deportivas blancas.

Me recoji él cabello en una coleta alta con una liga roja y salí a poner mi bolso en las bancas.

Iba pasando tranquila mientras tarareaba cualquier ritmo que inventaba o se me venía a la mente. Iba tan concentrada en mi mundo que choque con alguien mas grande que yo.

Alcé mi vista para ver con que orangutar me había cruzado, pude visualizar a un chico rubio, por lo que parecía ser mayor que yo ya que él era mas alto, ojos de un color esmeralda vivo y de tes pálida.

Lo había visto en la clase de “Matemáticas Avanzadas ”, era él rubiesito ese cabeza hueca que le tuve que hacer la tarea por su amenaza.

–Oye Azabache, ten cuidado por donde Caminas–Dijo él rubio.

–Lo.......Lo Siento–Me disculpe cabizbaja.

Él solo se empezó a reír al igual que sus perros calderos, digo, amigos.

¡Asgh, tanto quisiera tener él valor para enfrentarlo!.

Seguí caminando ignorándolos, puse mi bolso en una de las bancas del gimnasio y me fui a la cancha con los demás.

–Bien chicos, hoy repasaremos lo del año pasado, pero como veo cara nuevas lo diré, jugaremos un partido amistoso entre chicas contra los Chicos–Dojo él entrenador.

En eso todos nos acomodamos como lo dijo, digamos que me tuve que poner como delantera con otra chica de cabello azabache como yo solo que más alta y otra chica morena con anteojos negros, es decir, la que atrapa y lanza los balones, y ya se podrán imaginar quien era uno de los delanteros, él rubiesito hueco, un moreno con gafas negras y un chico igual al rubiesito, solo que él era más alto que él.

–Que empiece él Juego–Dijo él entrenador tocando su silbato iniciando él juego.

🐞(...)🐱

Ya él juego había terminado, él partido extrañamente termino empatado, digo la palabra “extraño” ya que en mi antiguo colegio no se dejaba de jugar hasta que se diera un perdedor y un ganador.

Estaba En mi cuarto, por suerte mis compañeras de habitación no habían llegado, me di una pequeña dicha y me cambie, acomode todo y salí de la gran habitación en dirección a la cafetería.

Iba pasando tranquila hasta que me choco con alguien.

Se que no era él rubiesito ya que esa persona era un poco mas baja que yo.

–Lo Siento–Dije apenada a la chica o a al chico con él que me choque.

–No te preocupes Marinette–Dijo la persona con la cual choque.

Esa voz, me resulta conocida.

Baje la mirada y la chica era pelirroja, tes pálida y ojos azul cielo, como los mios y portaba un vestido rojo con lunares negros, zapatillas rojas y él cabello liso y suelto.

–¿Tik Tikk Tikki? ¿eres tú?–Pregunte sin poder creerlo e impresionada.

–Así es Marinette, él maestro nos enseño otra forma de estar con nuestros Portadores–Explicó la chica.

–Y por lo que veo esa forma es convirtiéndote en humana ¿cierto?–Pregunto con una ceja levantada mientras seguía caminando en dirección a la cafetería.

–Bueno ¿tu no eras la que decías que no querías ser descubierta?–Dijo soltado risas.

–Sí, Sí–Rodé los ojos ante su comentario y le di una pequeña sonrisa.

Llegamos a la cafetería y Tikki me acompaño a realizar la fila para la comida, agarre una bandeja y empecé a colocar la comida en la bandeja.

–Y ¿como fui tu día hoy Mari?–Pregunto Tikki tratando de sacar tema de conversación.

–Eehhhhh pudo salir Mejor–Dije yo dirigiendome a una mesa vacía con Tikki.

–¿Problemas?–Pregunto ella.

–Algo así, supongo, no lo Se–Suspire–Lo que se es que le tuve que hacer la tarea escondidas en “Matemáticas Avanzadas” a un rubiesito engreído, presumido y creído que me Amenazo–Dije mientras comenzaba a comer.

Tikki se dio un “falce plam” en la mente.

–Ay, por favor Mari, tienes que aprender a Defenderte–Me dijo.

Y aquí vamos otra vez con este tema.

–Tu eres LadyBug, tu te sabes Defender–Me miro seria.

–Claro, me se defender pero solo con las máscara, sin la máscara soy torpe, nerd y un montón de califativos Negativos–Dije comiendo.

–Mari ¿no entiendes? Tu con o sin la máscara eres la misma, solo que lo tienes oculto, no lo has Descubierto–Me dijo Tikki poniendo su mano en mi brazo.

–Gracias Tikki–Dije algo más tranquila.

Ya habíamos terminando de comer, en realidad yo fui la que comí, ya que Tikki solo comió sus galletas.

Íbamos caminando, yo con un licuado de fresa, estaba caminando y hablando muy animadas hasta que no me di cuenta, me metieron él pie y caí y por su puesto mi licuado se derramo encima de mí, y creo que Tikki le hicieron lo mismo, solo que a Tikki no se le derramo nada.

¡¿Por que todo me tiene que pasa a mi?!.

Y lo peor, EN MI PRIMER DÍA.

Luego risas se empezaron a escuchar, y pude diferenciar la rosa del “cabeza de maní”.

Tikki fue la primera que se levanto y luego me ayudo a levantarme.

–¿Que quieres rubio teñido?–Dijo Tikki desafiante.

–Nada tomate, solo queríamos disfrutar un poco y reírnos de la nerd de tu amiga y la cabellera de Tomate–Dijo un chico pelinegro.

–Mejor dejate de tonterías Plagg, deja de meterte con mi Amiga–Dijo Tikki a la defensiva y cruzándose de brazos.

–Sera mejor que te alejes de nosotros pelirroja o si No–Dijo él rubio.

–¿O si no que? ¿que nos vas a hacer rubio oxigenado? Y para iniciar, ni siquiera sabes nuestros nombres–Pregunto Tikki desafiante.

Nunca la había visto de esa manera.

–Le haré la vida IMPOSIBLE a tu amiga azabache que al parecer le comió la lengua él Gato–Dijo él rubio burlón.

Yo solo agache la mirada.

En este momento desearía ser fuerte.

–Nite Atrevas–Dijo Tikki.

–Ya lo Hice–Dijo mostrando mis manchas del licuado de fresa derramado en mí.

No lo soporte más y salí corriendo.

–¡Mari espera! ¡no le hagas caso al descerebrado!–Dijo Tikki mientras corría atrás de Mi.

Me encerré en él cuarto, me di otra ducha y me puse mi pijama roja de lunares negros y me acosté boca abajo en la cama, hundí mi cabeza en la almohada y empecé a llorar Desconsoladamente, y no me importaba que iba perder clases.