4. The mother Show.

FECHA: 10/8/2023 bebé. (Fecha de realización.)

PROPOSITO: Una recopilación de One-shots que jamás actualice de nuevo.

NOMBRE: The Mother Show . One-shots , TV Series!

FECHA DE ABANDONO: Tampoco se.

SHIPS: NESSCAS, CLAUSTEN, JEFFTONY etc.

TEMATICA: ONE SHOTS COMO SI FUERAN UN PROGRAMA DE TV.

Contexto: gdjhgd No lo actualice y ya no me gusta, chaan chaan.

Desc: SIN RETOCAR. 

¡Bienvenidos al nuevo Show de Mother! Aquí abran dramas, parodias, historias nuevas, y obvio, ¡Todas protagonizadas por nosotros! Espero que les guste. - Att la dirección.... ¡Y hay más! Solo que se nos acaba el tiempo... (Earthbound / Mother Fandom.)Shigesato Itoi - Nintendo Characters.


:3.

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— ... Ya estamos en el aire... — Dice un chico con pelo rosaceo oscuro.

— Oh, ¡H-hola a todos! Soy Lucas, su presentador del día de hoy, y quería anunciar nuestra apertura del programa, e-espero que les guste... Todos en la dirección están emocionados... Sin más que decir, comencemos con la historia principal...

...

- Erase una vez, un joven príncipe vivía en un hermoso castillo, aunque tenia todo lo que pudiese desear, el príncipe era malcriado, egoísta y poco amable. Una noche, de frío invierno un viejo hombre llego a las puertas de su castillo, era un hombre de la mediana edad con bigotes, lleva puesto un traje blanco con una chaqueta y un gorro color café, junto a una manta que tapaba su cara del frío, le pedía a cambio de sola una rosa un refugio para el frío, repugnado por su intercambio, no dejo entrar al hombre, se burlo por intento de acuerdo y lo hecho a la calle, pero el hombre le dijo, que no se dejará engañar por las apariencias, porque la belleza esta en el interior. Después de declinar la flor, el hombre se fue sin dejar rastro, el príncipe aliviado se fue a la cama. Un grave error, despertó en un lugar oscuro, era un laboratorio, donde lo tenían atado por todos lados, estaba lleno de gente con mascara de cerdo junto a un científico, el príncipe suplico y suplico que lo liberaran de esa camilla, pero el hombre hizo caso omiso, al ver la maldad en su corazón, quiso darle una lección. Horas después, el príncipe despertó de su letargo, el cual noto que se había convertido en una Quimera Humana sin sentimientos, o una maquina para matar sin recuerdos, noto la rosa la cual agarro junto a un espejo en la mesa, y horrorizado el príncipe escapo de allí, siendo perseguido por los Puercaretos, yendo a una casa abandonada en lo alto del monte Itoi, donde lo único que tiene es ese espejo y la rosa. Pero esa rosa era mágica, y podría salvarlo de su perdición, con una condición, antes de sus 21 años debía buscar a una persona a quien amar, y que lo amará también antes de que cayera el último pétalo, si quería volver a ser el mismo príncipe, con sus recuerdos, sentimientos, y todo lo que alguna vez tuvo sobre sus manos.

Su humanidad.

...

- Al pasar los años el cyborg perdió toda esperanza de romper el hechizo, ya que, ¿Quién iba a amar a un monstruo como el? Nadie.

Si quiera creía poder amar a alguien algún día...

...

- Ninten salía de su casa de lo más tranquilo, con un bolso, iba a comprar nuevas partituras hoy, ya que desde muy pequeño siempre quiso ser un conocido músico en el pueblo de Podunk, el cual se llevaba bien con la mayoría de personas en el pueblo, muchos decían que era un rarito que nunca iba a salir adelante por el medio de la música, pero el joven Ninten tenía esperanzas de conseguirlo algún día. Fue a la tienda de música de su gran amigo Teddy, el cual tenia los mejores precios y mejores instrumentos del pueblo, su cliente favorito era el amable de Ninten, el cual abrió la puerta del sitio y saludo con una sonrisa.

— Buenos días Teddy. — Dijo el joven chico.

— ¡Ninten! ¿Qué hay? ¿Vienes por lo mismo de siempre? — Dijo Teddy con una gran sonrisa.

— ¡Si! Necesito aprenderme "Las ocho melodías." Compuesta por María esa gran amante de la música... — Dijo con un suspiro.

— ¿De nuevo? ¡Ya la haz devuelto 4 veces por decir que no podías hacerlo! — Dijo sorprendido.

— Lo se... Pero debo intentarlo, es tan hermosa... Y tan significativa para el mundo musical en Podunk, ¡Es una pieza de historia que quiero retratar como hubiera querido la difunta autora! — Dijo con entusiasmo. — Definitivamente con este bebé podré hacerlo. — De su mochila saco su Ocarina, su confiable instrumento de viento el cual le costo aprender, pero lo enamoro perdidamente desde la primera vez que escucho su melodía.

— Eres muy soñador Nin, me inspiras muchacho, ¿Sabes una cosa? Si tanto estas dispuesto a tocarla, te regalo la partitura. — Dijo con una sonrisa, y le entrego las partituras originales a Ninten.

— ¡P-pero Teddy! Eso es mucho... ¿Y si alguien quiere hacer lo mismo y le quito la oportunidad? — Dijo dudoso.

— Bah, dudo que alguien quiera unas viejas hojas de papel, además, ¿Porqué no ser el primero en tocarla después de años? El pueblo ha olvidado su melodía, y quiero que seas tu el que restaures sus memorias. — Dijo dándole un abrazo a su pequeño amigo.

— ¡GRACIAS TEDDY! ¡TE JURO QUE NO TE FALLARÉ EN ESA MISIÓN! Cada uno de este pueblo oirá la majestuosidad de esta autora y mi nombre estará en alto, ¡Es una promesa! — Con seguridad en sus palabras correspondió el abrazo y se fue corriendo de la tienda con los ojos brillosos de inspiración, Teddy dio un suspiro, y cerro la puerta con alegría de haberle hecho el día mejor a su pequeño cliente favorito.

- Ninten sin importar de los comentarios de los demás fue hasta el centro de la ciudad, y con su Ocarina, leyó las partituras en silencio las dejo a un lado y empezó a tocar la melodía, era tan majestuosa, los chicos del pueblo refunfuñaban a ver a las chicas conmovidas por las notas del chico, hasta que... Lo que le impedía avanzar sucedió, su ataque de asma vino al poco tiempo al quedarse sin aire, esa era la barrera que le impedía esta carrera, la cual no iba a perder con facilidad, al ingerir su medicina, la gente preocupada fue a ver su estado, y como de una reina se tratase, una chica de pelos rubios sujetados por dos coletas un sombrero y un vestido glamuroso de ojos azules llamo la atención de la gente.

— Ay no... — Dijo en sus adentros el joven Ninten.

- Esa era Ana, la chica más famosa y rica del pueblo, se especializaba en el canto y su voz era increíblemente deslumbrante, Ninten y ella son buenos amigos, pero no quería hacer un alboroto para causarle problemas a Ana, ya que era la voz del pueblo y ella era la que resolvía los conflictos, al ser hija del alcalde de Snowman, y haberse mudado a Podunk por decisión propia. Estaba acompañada por Lloyd, mano derecha de Ana, también daba la cara por Ana en ocasiones, pero esta vez el inventor tuvo que acompañar a su amiga por petición de Ana. La mencionada se acerco a Ninten a paso rápido y con una sonrisa lo abrazo.

— ¡No hay nada que ver ciudadanos! Todo esta correcto, Ninten esta bien. — Dijo calmando a la multitud. — Lloyd, ¿Podrías hacerte cargo mientras hablo con Ninten? — Dijo en un tono dulce.

— Por supuesto Ana, me alegro que estés bien Nin. — Dijo mientras veía que se alejaban.

— ¡A mi también me alegra verte Lloyd! — Fue correspondido con una sonrisa de su contrarío, el cual empezaba a hablar con la multitud, convenciéndolos de que solo era una condición medica y nada más. Después de todo, el joven Ninten no estaba tan bien encaminado a la música que digamos.

- La muchacha de cabellos de oro se alejo de la escena junto a las pertenencias de Ninten, yendo a un lugar más tranquilo fuera del pueblo.

— ¡Hola Ninten! Perdona el escandalo, se ponen delicados. — Dijo divertida.

— No pasa nada Ana... Es un gusto verte.

— ¿Qué tal vas en tus prácticas?

— Nada mal como podrás ver. — Dijo burlándose de si mismo.

— Por favor... — Ana tomo las partituras y vio toda la información. — Eres aburrido Ninten, ¿Lo sabias?

— Lo se, muchos me lo dicen al leer el abecedario chino en vez de las partituras. — Dijo en un tono de sarcasmo.

— Ay tu... — Dijo riendo la muchacha, estaba encantada de conocer a un chico como Ninten, tan terco como una roca, le había pedido miles de veces unirse a su coro en la iglesia, siendo rechazada múltiples veces por este último. — Deberías descansar de esto... Te matará algún día, podrías retomar otra rama de la música, llamada canto, tienes una voz preciosa y en el coro te recibirían con los brazos abiertos. — Dijo devolviéndole las partituras.

— Ana, sabes muy bien que el canto no es mi camino a seguir, no soy feliz allí, entiendo que tu seas excelente en eso, pero no es lo mío, soy una cabra intentando hablar. — Ninten las tomo y las puso en su pecho. — Es mi sueño Ana.

— La muchacha suspiro. — Lo se... Pero tu enfermedad te lo impide, y lo sabes, ¿Porqué no vamos a la iglesia a conversarlo? — Dijo tomándolo de las manos para llevarlo.

— No... Debo regresar con Mamá, se me hace tarde para la cena. — Dijo soltándose del agarre de la muchacha.

- Lloyd se acerco a los chicos.

— Pero Ninten, Ana tiene razón, además con la música no podrás pagar las cuentas de tu madre enferma. — Dijo preocupado.

— ¡Mi madre no esta enferma! E-ella... S-solo necesita unos días... ¡Debo ir a cuidarla!

— Lloyd, ni digas eso... La señora Carol no esta enferma... Solo tiene... Problemitas.

— ¡YA DIJE! ¡MI MADRE NO TIENE NINGUN PROBLEMA MENTAL! E-ella... Estará bien, no me importa si la música no me dará dinero por ahora, ¡Lo verán cuando sea un músico famoso y no un cantante de Opera! — Dijo corriendo hacía su vivienda.

— No tiene caso... — Le dijo Lloyd a Ana.

— Mejor volvamos a la iglesia...

- Ana algo triste va con el de lentes hacía la iglesia, pero regresando con nuestro protagonista, este entro a la casa de su madre desesperado, al ver que se escuchaban gritos dentro, con desesperación fue a ver a su madre, más conocida como Carol, que padecía de demencia, cocinando como siempre, aunque la hoguera de la que estaban dependiendo para cocinar, estaba desbordándose, lo que hizo que sus dos hermanas Mimmie y Minnie se pusieran como locas, Ninten apago el fuego y con un gran alivio ayudo a la dulce de Carol a servir la comida.

— ¡Al menos la comida esta en su punto! — Dijo la dama probando una cucharada de sopa caliente.

— A costa de morir incinerados... — Dijo en voz baja Mimmie, Ninten le dio un codazo a su hermana.

— Pero no es tan malo, ahora estamos bien. — Dijo Ninten con un gran amor hacía su madre.

- La mujer sonrió a su hijo mayor y comieron plácidamente, hasta acabar y la mujer estaba limpiando todo el desastre.

— Ma- digo... Señorita Carol, ¿Podría hacerle una pregunta? — Dijo su hijo con inquietud, a pesar de amar a su madre, ella no recordaba tener hijos, y no lo aceptaba, creía ser una chica joven igual que ellos, así que tienen el rol de compañeros de cuarto de la señora Carol.

— Dime joven Ninten. — Dijo con una voz intrigada.

— Bueno... ¿Usted cree que soy raro?

— No claro que no cielo... ¡Eres genial! ¿Qué te hace pensar eso?

— Bueno yo... Padezco de asma y, soy el único en el pueblo interesado en los instrumentos musicales, además de Teddy... Y por eso todos creen que soy un tonto por ello, nunca he sido feliz aquí, ¿Sabe? No hay nadie con quien charlar...

— ¿Y qué me dices de tu amiguita Ana? Es muy simpática, además de ser muy bonita,

— Si... Es bonita, adorable, amable, algo insistente y... Tiene otras intenciones, ¡No es mi tipo Carol! — Dije de brazos cruzados. — Merece a alguien mejor.

— ¡No digas eso! ¿Quieres ser feliz? ¡Tengo la manera! — Dijo la mujer sacando un montón de panecillos del horno. — Recién hechos, y listos para vender. Iré por todo Podunk vendiéndolos, ¿Qué te parece?

— ¡Señora Carol! No quiero molestarla... Además usted se ve cansada...

— ¡No digas tontearías! Estoy mejor que nunca, ¡Iré a vender estos panecillos hasta el monte Itoi si es necesario! Además... — Se acerca al oído del chico. — La receta de los arándanos me sirvió mucho, ¡Les encantará!

— Seguro que si Carol... — Río el muchacho. — Si tu insistes...

— ¡Genial! — Agarro los panecillos y con ayuda de Ninten los puso en el canasto. — Hasta luego Ninten, cuida a las gemelas. — Dijo despidiéndose, mientras se iba con su corcel favorito, Giegue.

— ¡Hasta luego Carol! Te estaremos esperando. — Dijo con una gran sonrisa.

- Y así la hermosa mujer con su tierno corcel, fueron por todo Podunk reuniendo dinero para mudarse de pueblo, solo le faltaban dos panecillos por vender y tendría el dinero, gustosa se metió en un camino que nunca había visto, lleno de arboles y unos carteles, uno decía "hacia el monte Itoi" eso fue lo único que vio la señora para querer ir, aunque Giegue no era tonto, el camino estaba oscuro al estar anocheciendo, y convenciendo a su ama de regresar, más bien consiguió un regaño. Siguieron por el camino indicado por Carol, hasta que Giegue vio a unos sabuesos con dientes afilados, que llego a su limite, el corcel corrió y corrió como nunca antes llegando a un acantilado, cosa que asusto a Carol y intento tranquilizar a Giegue, cosa que no funciono y se fue corriendo dejando a la pueblerina con apenas una mantita para la lluvia y uno de sus panecillos en el suelo, muy triste lo miro y recogió la canasta, solo tenia uno, este lo iba a cuidar, ya que gasto mucho dinero haciendo los pastelillos, y este era su única esperanza.

- La mujer de buen corazón decidió buscar un refugio para pasar la noche, ya que empezaba a llover, y en su camino los lobos volvieron, y asustada corrió hasta la cima del monte Itoi, donde encontró una reja abierta de una gran mansión, la cual abrió y se metió dentro, la señora vio los alrededores con asombro y toco la puerta.

— ¡Hola! Soy Carol... Vendo panecillos y- — Antes de que la señora dijera mucho más las puertas se abrieron solas.

- Con algo de temor, la señora Carol entro en la mansión.

— ¿Hola? ¿Hay alguien aquí? — Decía la señora, la cual se quito la mantita y la dejo en el perchero.

— Esto es ridículo, esta hablando solo. — Dijo un reloj con voz enfurecida y rodando los ojos.

— Emm... Vine de muy lejos para completar una meta para un amigo... Y yo venía a ofrecerle panecillos... Ya que también perdí a mi caballo Giegue...

— No seas mala Paula... Mira a la pobre señora, esta perdida. — Dijo una vela de mesa con un tono triste.

— No inventes Ness, no podríamos-

— ¿Q-quien dijo eso? — Tomo a la vela llamada Ness en sus manos para alumbrar.

— Fui yo. — Dijo la vela traviesa.

— La mujer al ver a la vela hablar la tiro al suelo. — ¿T-tu? ¡Increíble! ¡P-puedes hablar!

— Claro que puede hablar, ¿Acaso no escucho vieja loca? — Dijo de brazos cruzados el reloj llamado Paula, mirando a la vela con enojo. — ¡Mira en que lio nos has metido Ness! Ella debe ir-

— La mujer tomo entre sus manos al reloj. — Wow, hasta pueden moverse... — Esta jugo con el reloj hasta abrir su compuerta, ya Paula cansada no dejo que fuera a más. — Lo siento...

— ¡No es nada! Pero váyase de aquí... — Dijo con un tono amenazador.

— No seas descortés Paula, venga señorita, debe tener mucho frío acompáñeme.

— Oh, ¡Gracias! — Dijo la dama.

— ¡No! ¡No puedes dejar que se quede!

- Dijo Paula mientras Ness y Carol iban a la sala principal de la mansión.

— Siéntese, esta es la silla del dueño.

- La mujer se sentó muy complacida, mientras nuestro adorado reloj maldecía a los tres vientos la estupidez de su amigo. Los demás salieron de sus sitios dándole atención a la señora, ignorando completamente las protestas de Paula.

— ¿Quieres té? — Dijo una tetera muy gentil.

— Si no es molestia...

— La tetera le sirvió el té en una de las tazas vivientes de allí, la cual tomo por sorpresa a la dama. — ¡Qué bonita tacita!

- Pero las advertencias del reloj fueron en vano, viniendo el peligro inminente para la señora Carol. De la nada se apagaron las luces, y todos estaban aterrorizados, Carol trato de tranquilizarlos pero ya era tarde, esa cosa en forma de humano ya estaba allí.

La quimera había encontrado a la mujer. Esta se levanto del asiento rápidamente, y vio a la quimera a los ojos, carente de alguna pizca de vida en su ser, la maquina se acerco a paso rápido apuntando con su brazo armado.

— ¿Qué haces aquí? ¿No le han enseñado a no husmear en las casas? — Dijo con una voz carente de empatía y humanidad.

— N-no era mi intención... Me perdí en el bosque y-

— La quimera tomo a la mujer con gran fuerza. — ¿¡Y A QUÉ VINISTE AQUÍ!?

— ¡Y-yo solo quería vender mis pastelillos y tener un refugio! — Dijo tiritando de miedo, cada vez apretaba más su brazo.

— ... ¿Quieres refugio? Yo te daré refugio. — Dijo llevándose a la mujer a la fuerza, mientras pedía ayuda sin éxito algo que ni Ness, ni Paula, ni nadie pudo evitar.

...

— ¿Crees que sea buena idea Ana? — Dijo Lloyd en el porche de la casa de Ninten.

— ¡Claro! ¿Cómo crees que no? Ya sabes, cuando yo-

— Si... Si, cuando tu salgas con Ninten yo haré que empiecen a cantar.

— Exacto, bien chicos, espérenme aquí, ¡Iré a buscar a Ninten para al fin tener su apoyo! Y también su corazón... — Se escucharon risas al escuchar el último tramo, el cual Ana dijo con un sonrojo visible. La gente de la iglesia estaba muy feliz por la confesión de Ana, junto a poder convencerlo de ir a cantar en el coro de la iglesia. — No se angustien... — Dijo en un tono dulce, todos asintieron, y Ana toco la puerta.

- Ninten con una sonrisa fue a abrir, ya se había preocupado por su madre, tenía un día sin volver a casa, seguro trabajo duro para la felicidad de el. Vio por un ladito de la puerta y noto que era Ana, no su madre, se decepciono un poco, pero abrió la puerta, a fin de cuentas era la rubia.

— ¡Hola Nin! A que no adivinas el porque estoy aquí.

— Bueno... Hay muchas opciones Ann. — Dijo con simpleza para invitarla a pasar.

— Paso con una sonrisa y se sentó en la mesa. — ¡Hoy tu sueño se hará realidad!

— ¿De cual sueño estamos hablando? — Dijo arqueando una ceja.

— El de poder incursionar en la música. — Dijo alegre, cosa que entusiasmo a su contrario. — En el mundo del canto, deberías dejar de lado los instrumentos y... — Agarro las partituras de "Las 8 melodías" y las aparto de la mesa. — Las partituras, para poder unirte a la iglesia.

— Oh, y era eso... — Suspiro con pesadez.

— ¡Y no es todo Nin! Tendremos una hermosa gira por todos lados, y bailaremos bajo las estrellas.

— Bueno... Debería pensarlo.

— Ana se acerco, prendió la radio poniendo un jazz movido y empezaron a bailar. — Podremos ser tan felices nosotros juntos, cantando con el coro y siendo los próximos alcaldes de la ciudad.

— Podría ser una opción. — Dijo dándole una vuelta a Ana.

— ¡Y nos casaremos y tendremos hijos! y, y, y... ¡Te amo Ninten! — Dijo mientras seguían bailando.

— ... Me dejas sin palabras Ana... — Dijo el pelinegro.

— Por favor dime que si Nin. — Dijo cuando paro la música y se quedaron agarrados de las manos, con sus rostros muy cerca.

— Veras Ana... Yo... — Dijo con dudas mientras la rubia se acercaba y lo tiraba de la pañoleta para plantarle un beso. Hasta que empezó a sonar un flamenco. — ¡No creo que seas mi tipo y el canto me va fatal! — Dijo dándole tantas volteretas y soltándola hacía la entrada. Por donde mismo vino, se fue dando vueltas.

- La chica termino mareada fuera de la casa con un portazo y una disculpa de parte del azabache. Lloyd empezó la canción del coro sin querer, haciendo que ellos le dieran la bienvenida con el canto, pero al darse cuenta de que Ana estaba sola, Lloyd fue a consultarle si estaba bien.

— Ana, ¿Estas bien? ¿Dónde esta Ninten?

— Levantándose gracias a Lloyd dijo. — Me rechazo de todo. — Dijo con tristeza. — ¡Pero se que el algún día podrá asimilar la oportunidad que se esta perdiendo! Y podrá sentir algo por mi... — Dijo yéndose de la escena, dejando a Lloyd confundido, y con un largo suspiro se fue junto a ella con el coro.

- Ninten con cuidado por la puerta de atrás de su casa, junto a su ocarina y las partituras de "Las ocho melodías" partió de allí y se topo con su perro, para dar un paseo mientras sus hermanas iban a la escuela.

— ¿Unirme al coro? ¿Casarme con Ana? Uh... Tantas cosas que pensar... ¿Puedes creerlo Mick?

— Guau. — Dijo Mick acompañando a su amo.

- Este fue a la parte de atrás de su casa, donde había un lindo césped y podías divisar un poco las montañas, junto a su perrito se sentó en el lindo césped.

— Me gustaría que alguien me entendiera... Ana es una gran persona, pero no aprecia mis esfuerzos por cursar en el mundo de la música... ¡Quiero componer canciones! Pero no cantarlas yo... — Suspiro agitado. — Quiero a alguien que me ame por lo que soy... Y que no cuestione mis decisiones, o que me las quiera arrebatar, no me importa quien sea o como sea, solo quiero a esa persona, que necesite un poco de música para su corazón. — Con un tono triste, empezó a tocar la canción que tanto le hacía feliz, y la que inicio con su sueño interminable, ya se quedaba sin aire, pero quería poder terminarla, pero alguien conocido interrumpió su tranquilidad, era Mick ladrándole a Giegue, el tierno corcel de la dama. — ¡Giegue! ¿Dónde esta mamá? ¿Qué le ocurrió? Hay que buscarla... ¡Mick! Ve a casa y espera a que Minnie y Mimmie vuelvan, y cuéntales que paso... Volveré. — Ninten se monto en Giegue mientras Mick corria hasta la casa del azabache, con valentía y poca experiencia con los caballos, fue guiado por Giegue hasta llegar a el lugar donde se había quedado su madre.

- El caballo paro en la puerta de una mansión en lo más alto del monte Itoi... Ninten bajo sin miedo y tranquilizo a Giegue. Acto seguido entro a ella, y se topo con la manta de su madre, era inconfundible, fue bordada por ella misma hace años...

— ¡Tenias que invitarla a pasar! "Ven si vi qui tienis frii." ¡FUE MEJOR DEJARLA EN LA LLUVIA QUE ESTO! — Dijo Paula con molestía.

— No seas así Pau, ¡Qué sabia yo que el amargado de nuestro amo iba a aparecer de la nada!

- Paula lo miro con extrañeza, como alguien podía ser tan idio-, pasos se escucharon por todas partes, Ninten con gran valentía subía por las grandes escaleras con mucho enojo y preocupación.

— ¿Carol? ¡Carol! ¿Dónde te encuentras? ¡Me tienes hasta la coronilla de la preocupación! — Dijo subiendo aquellas escaleras.

...

— ¡Kumatora! ¡Kumatora! — Dijo una tacita llamándole la atención a la tetera. — Hay un niño en la mansión.

— ¿Qué? No juegues conmigo... Eso es imposible. — Dijo suspirando. — No mientas, ve a bañarte. — Dijo rodando los ojos.

— ¡Es un chico! ¡Yo lo vi! — Dijo una pequeña escobita.

— No inventes Lucas, ¿En serio?

— Yo te lo dije. — Dijo la tacita.

— ¡No me interrumpas! — Reprimió Kumatora.

...

— ¡Eres un tonto! ¡Irrespetuoso! ¡Irresponsable! ¡I-! — Una voz algo aguda parecida a la de una chica dio por terminada su reprimienda hacía la vela.

— ¡No puede ser! — Dijo Ness al ver pasar al chico de ojos avellana. — ¡Es la chica que hemos estado esperando!

— Pero Ne- — Antes de reaccionar fue tomada de la mano por Ness y llevada a la fuerza con el azabache de pañoleta.

— ¿Hay alguien aquí siquiera? ¡Hablen inútiles! — Dijo enojado, y subiendo otra escalera de las tantas que habían. — ¿¡Esto es un laberinto o que!?

— No creo que sea la indicada... — Musito Paula.

— Lo es, te enseñare.

- Mientras el joven se dirigía hasta donde creía estar su padre, con ayuda de Ness y de "Paula" aunque ella no quisiera, llego hasta Carol corriendo, estaba en una especie de calabozo y le llamo la atención agarrando sus manos.

— ¡C-Carol! Estas helada... ¿Qué haces aquí?

— ¡Ninten! Me encontraste... Necesito que te vayas...

— ¿Qué? Estarás bromeando, ¿Quién te hizo esto para partirle los huesos? — Dijo con mucha irá.

— No puedo decirte... El- ... El... ¡Solo vete!

— ¿Y dejarte aquí? No, vendrás conmigo e iremos a casa con Minnie y Mimm-

— ¿Quién irá a casa? — Dijo con una voz imponente la quimera, entrando a la habitación.

— ¿¡Quién diablos eres tu!? ¡Y qué quieres de Carol! — Dijo poniéndose en pose defensiva.

— Ninten no...

— Ella entro en mi castillo a molestarme... Y es mi prisionera, no irá a ningún lado. — Dijo entre las sombras.

— ¡Déjala ir maldito! Ella se resfriara, necesita irse. Si tanto la quieres haré lo que sea para que la dejes ir.

— Bah, ¿Y de qué me servirás tu? Un muchacho de mal carácter y bien enano...

— ¡MIRA HIJO DE TU-! — Fue tomado por su madre, la cual lo reprimió con la mirada, este rodo los ojos y miro a la quimera. — Se que me quedaré sin dignidad por esto, pero me quedaré por ella.

— ¡No! ¡Ninten no lo hagas estaré bien aquí!

— ¿Qué? — Dijo algo desconcertada la quimera humana. — Estarás aquí para toda la eternidad si aceptas.

— ... — Dio un largo suspiro y miro a su madre por última vez. — Déjame verte en la luz.

— La quimera obedeció, era un humano de ropajes a rayas algo rotos, con un largo pantalón marrón y zapatos rojos gastados, tenia partes robóticas por todos lados y alas en la espalda, completamente inexpresivo. Tenia un casco que le cubría los ojos. Ninten engullo saliva ante el shock que le produjo ver a la criatura y dijo. — Lo haré.

— La mujer quedo perpleja. — ¡NINTEN NO, YO VIVI UNA VIDA TU TIENES UN FUTURO POR DELANTE! — Dijo siendo agarrada por el desconocido y llevada a la fuerza.

— ¡T-TEN CUIDADO CON ELLA! ¡CUIDATE CAROL! — Dijo conteniendo las lagrimas.

- El enmascarado llevo a la fuerza a la mujer afuera a pesar de sus suplicas, donde la amenazo con matar al muchacho si no se retiraba del lugar pronto, esta llorando abandono el lugar, dejando al enmascarado fuera de la mansión, mientras este la miraba desde lejos. Este volvió donde se topo con la vela.

— ¡Hey hola...! Ya que tu invitado se quedará en la mansión... ¿Porqué no darle una linda habitación...?

— El enmascarado lo vio con su típica mirada vacía. — Era una sugerencia...

— La quimera asintió y se dirigió a donde estaba Ninten. — ¡ERES UN BASTARDO! Ni siquiera me dejaste ir por mis cosas... NI DESPEDIRME DE ELLA NI MIS HERMANAS, NI MICK, NI GIEGUE, ¡SI VOY A SER TU CRIADA AL MENOS DEJAME VERLOS POR ÚLTIMA VEZ!

— ... —

— Además, ¿Qué pensara Teddy? Le debo dinero, y Ana, y Lloyd... ¡INCLUSO PIPPI! Le agarre prestado para comprar mi tonta ocarina por fin, ¿Y qué conseguí? QUE ME RAPTARAN Y NO USARLA JAMÁS. — Le dijo a la quimera sollozando falsamente. — ¿¡NO DIRAS NADAAA!?

— Eres un verdadero fastidio, solo quería llevarte a tu nueva habitación.

— ¿Habitación?

— Si niño, ¿Quieres dormir con las arañas o qué?

— Ya voy. — Dijo poniéndose derechito y siguiendo a la quimera, la cual tomo a la vela parlante para poder ver en la oscuridad de la mansión.

— Etto... — Dijo la vela. — Creo que se ve incomodo, dile algo agradable. — Musito.

— El cyborg asintió y miro a Ninten mientras caminaban, estaba muy enojado. — Espero que te sientas cómodo, ya que estarás toda tu vida aquí...

— La vela apoyo a el enmascarado. — Podrás ir a donde quieras, menos a el ático.

— ¿Porqué no puedo ir al át-?

— PORQUÉ NO QUIERO QUE LO HAGAS. — Levanto su voz. Dejando a Ninten aún peor que antes, haciendo que mire a otro lado, mientras rodaba los ojos. Al llegar a su destino, lo dejo pasar.

— Invítalo a cenar... Es todo lo que podrás hacer por hacer un escandalo. — Dijo en tono sarcástico la vela.

— El enmascarado apago a la vela con su dedo, esto haciendo que se acobardara un poco y se fuera. — Y cenaras conmigo. Es una orden. — Cerro la puerta con todas sus fuerzas.

- Ninten intento abrirla, pero lo único que pudo hacer es llorar de coraje, ya que además de mendigo era una horrible... Cosa, ¡Ni siquiera era completamente humano! Ninten se sintió pequeño y con ganas de golpear a ese mal nacido.

...

— Lloyd, en serio debemos pensar en algo...

— Claro Ana, ¡Pero se que podrás encontrar una solución! — Dijo dándole esperanzas.

— Si tan solo... Ella llegara por la puerta...

— Las puertas se abrieron de golpe en la iglesia. — ¡HERMANOS, HERMANAS! ¡NINTEN ESTA EN PELIGRO! ¡UNA CRIATURA DE SATANÁS LO TIENE EN LA MANSIÓN EMBRUJADA! — Dijo la madre de Ninten.

— ¿Carol? ¿Hablas del monte Itoi? — Dijo el padre de la iglesia.

— ¡Si ese mismo! Necesito que me ayuden a recuperarlo... ¡Ana muchacha necesito que me ayudes! — La mujer fue a abrazar a Ana con todas sus fuerzas. — Necesito que convenzas a todo el pueblo en ayudarme, hazlo por Ninten...

— Ana sintió pena por la mujer, además de tratarse de su mejor amigo, se dispuso en ayudarla, además de poder conseguir el corazón de Ninten por medio de su rescate y de su madre. — ¡No se preocupe Carol! Yo iré a ayudar a su hijo. — Dijo con una sonrisa.

— ¿Lo harás? ¡Gracias muchacha eres lo mejor! Mi hijo merece tu corazón tan puro...

— Ana con un plan llevo a la mujer afuera dando la excusa de que se fuera a cuidar a sus pequeñas mientras ella encontraba la manera de ayudarla. Entro a la iglesia y se encontró a un Lloyd muy dudoso de la situación. — Ya tenemos la solución.

— No se Ana...

— Por favor Lloyd, solo salvaremos a Ninten y luego yo lo enamorare por mi cuenta, no pasará nada. — El joven de cuatro ojos suspiro. — Solo debemos esperar... — Sonrío y suspiro como enamorada al imaginar a Ninten caer en sus encantos.

...

- Se escucho la puerta del cuarto de Ninten ser tocada, con mucho enojo abrió.

— ¿Qué diablos quieres? — Dijo el joven pensando en el enmascarado.

— Con permiso, pensé que tendrías sed. — Dijo la tetera Kumatora entrando en la habitación.

— ¡UNA TETERA QUE HABLA! — Este retrocedió aterrado y se topo con un armario.

— Auch, que descortés. — Dijo el armario.

— ¿¡QUÉ!?

— Bueno, ¿Quieres té o que? — Dijo rodando los ojos por el escandalo.

— ¡NO QUIERO FUERA DE AQUÍ! — Saco de la habitación a la tetera y sus tazas y suspiro tranquilo.

— Abre la puerta. — La cena esta list- — Dijo Paula siendo interrumpida por una lluvia de almohadas, la cual salió corriendo de allí.

— ¡ADEMÁS DE FEO ES BRUJO! — Dijo maldiciendo al cyborg.

— Uh, ¿Pero iras a comer?

— Si claro armario parlante. — Rodo los ojos. — ¡CLARO QUE NO! ¡NO IRÉ CON ESE RARITO Y SUS COMPINCHES LA BANDA DE CARTÓN! — Dijo exaltado.

— Por favor cálmate... Debes tener hambre... Te cambiaremos. Aunque aquí solo hay vestidos... — Dijo avergonzado el armario.

— Ay tu estas loco donde vayas, ¡NO PIENSO PONERME ESA COSA! YA PERDÍ MI DIGNIDAD YENDO A VIVIR CON UNA PUTA MAQUINA.

...

— ... Porqué diablos tarda tanto... — Dijo caminando en circulas la "maquina".

— No se, supongo que debe estar asustado...

— ¿ASUSTADO DE QUÉ? ¡QUÉ DEJE DE SER TAN LLORICA! — Dijo enojado.

— Oye no seas tan grosero, puede ser que sea el que rompa la maldición. — Dijo la vela llamada Ness.

— Si, ¿Crees que no lo pensé? Solo que es un... Hombre.

— Es mejor qué nada. — Se encogió de hombros la vela parlante. — Lo tratas lindo, lo enamoras, y rompes tu hechizo, todos felices.

— No creo que sea así de fácil, ese niño lo odia. — La vela le dio un codazo a Kumatora.

— ¡No creo eso! El señor Claus es todo un galán. — Sonrío, y volteo a verlo, con otra ropa bastante gastada y una larga capa para tapar sus alas. — Ehm... Si.

— El enmascarado suspiro irritado. — ¿Y qué se supone que tengo que hacer...?

— Primero que nada, ser más amable. — Dijo Ness.

— Segundo que nada, ser más paciente. — Dijo Kumatora.

— ¡Y POR DIOS CÁLMA TU IRÁ! — Dijeron al unísono.

— ... —

- La puerta de la sala se abría, si la quimera pudiera sonreír lo haría, hasta que vio que no era Ninten, si no Paula.

— ¿Dónde esta el niño? — Dijo frunciendo el seño.

— B-bueno vera... Esta por v-venir osea... Esta en camino, b-bueno... No vendrá... — Se tapo los oídos para lo peor.

— ... ¿¡QUÉ!? — Dijo el enmascarado rompiendo un cuadro cualquiera y yendo hacía donde Ninten con sus demás secuaces.

— ¡ABREME LA MALDITA PUERTA!

— ¡NI LO SUEÑES ROBOCOP! — Dijo Ninten del otro lado de la puerta.

— ... Te dije... ¡QUÉ ME ABRAAS!

— No creo que sea lo mejor, recuerda que quieres que se enamore, no que te odie más. — Dijo Ness con simpleza.

— La quimera llamada Claus suspiro. — ¿Qué quieren que haga? ¿Qué le de un ramo de flores y chocolates?

— Eso sería de ayuda... — Dijo Paula.

— Solo ten paciencia. — Dijo Kumatora.

— Hey... Emm... Nintendo... ¿Querrías cenar conmigo por favor?

— ¡VETE A LA MIERDA!

— ... Ven. — Apunta hacía la puerta.

— Se llama Ninten.

— Oh. Ninten, ¿En serio no vas a bajar?

— ¡NOO! NO QUIERO VER A UN MONSTRUO COMO TU.

— ... ¡ENTONCES QUEDATÉ PARA SIEMPRE ALLÍ! MUERETE DE HAMBRE. — Dijo yendose.

— Esto será difícil. — Dijo Kumatora.

- El cyborg había ido al ático a observar la flor, no tenía más remedio, nunca lo iba a amar aunque lo quisiera, nunca se libraría de la maldición, ya que sabía que a Ninten le daría igual su sufrimiento, después de todo lo detestaba...

...

- A media noche el joven Ninten despertó a comer, por más orgulloso que fuera, un estomago vacío no ayudaba a nadie, con sigilo fue a la cocina, o al menos creyó eso.

— Mmm... Lucas... ¿Viste eso? — Dice la vela abrazando a la escobilla.

— Mhm, ¿Ese no es Ninten?

— ¡Vamos hay que seguirlo! — Ness agarro la mano de la escobilla para llevarlo a la cocina.

— Ahm... ¿Quién de aquí me da comida? — Dijo Ninten.

— Oh, ¡Joven Ninten! — Corrió Paula para presentarse. — Soy Paula, el reloj... Y... Estoy para servirte, si necesitas algo para mejorar tu estadía solo dime.

— ¿Gracias? Ah... ¿Y quienes son los demás?

— Oh, la tetera es Kumatora, y-

— ¡He vuelto! Un gusto yo soy Ness y el es Lucas.

— Lucas saludo tímidamente. — H-hola...

— ¡Hola! ¿Me darán comida verdad?

— ¡Claro! Duster...

— Ya voy... — Dijo de mala gana la estufa.

- Ninten comió gustoso su comida muy rápido y muy contento pidió conocer el resto del castillo.

— Por allí tienes el baño... Y- — Explico el reloj.

— ¿Qué hay en el ático?

— Amm, eso no deberías saberlo. — Dijo Paula.

— Concuerdo, te quiero mucho Nin pero no podríamos dejarte subir.

— Aww... Okay... — Ninten se devolvió un poco pero después empezó a correr por las escaleras para ir a las del ático.

— NO PUEDE SER NOS VAN A LINCHAR.

— ¡Y YO NI SIQUIERA LLEGUE A CONFESARME! ¡VAMOS!

- La vela y el reloj fueron corriendo a toda velocidad hacía el ático, donde encontró la flor, era tan divina... ¿Porqué le querría ocultar algo así de inocente? Casi Ninten iba a tocarla hasta... Que el entro por la ventana del ático con sus alas roboticas.

— ... ¿¡NO TE HABÍA DICHO QUÉ NO ENTRARAS!?

— ¡TU NO ME MANDAS! — Dijo casi tomando la flor, antes de Claus golpearlo fuerte en la cara con su brazo robótico, dejando un gran moretón en la cara del joven Ninten.

- Con todas las ganas Ninten se abalanzo a Claus y le quito el casco, viendo su pelo naranja y sus ojos verdes sin alma, este se cuestiona en hacer lo que hará, pero agarra una mesa que estaba allí y se la tira encima al enmascarado, dejándolo brotando sangre de su cabeza del impacto, Ninten no dudo en irse de allí, ni un segundo, el joven corrió abajo y evitando a Ness y a Paula fue afuera de la mansión y tomo la manta que había llevado, y cuando salió estaba lloviendo horriblemente, y habían truenos, este encontró a su corcel llamado Giegue corriendo a su rescate, este lo mimo un poco y se monto en el para escapar de allí, cosa que se vio interrumpida por una manada de lobos de más adelante, Ninten era valiente y capaz, pero esto se le salía de las manos, no quería que Giegue sufriera daños por un descuido suyo, así que se bajo de el y con un palo cercano intento defenderse, pero Claus había alcanzado a Ninten por los cielos y bajo en su rescate, sabía que era peligroso pero debía de hacerlo.

— Ninten... ¡ALEJATE!

- El mencionado se alejo con su fiel corcel a una distancia prudente, hasta que pudieron divisar que el enmascarado sacaba una espada, la cual se prendió y con todas sus fuerzas tiro un rayo bastante fuerte de esta, causándole daños a su sistema, pero electrocutando a los lobos, los cuales algunos perecieron y otros escaparon. La quimera se cayo al suelo sin fuerzas por la descarga eléctrica, el joven Ninten no sabía que hacer, si irse o volver con el. Por una parte quería ir con su familia, pero por otro, se sentía mal por el muchacho de ojos verdes, había dado su vida por alguien que si quiera lo respeto en ningún momento, con algo de fastidio y un notorio sonrojo llevo al enmascarado detrás de el mientras tenia al corcel caminando hasta la mansión, con Claus aferrándose a el con la manta que había tomado, estaba con algo de frío pero el de cabello zanahoria le daba el calor que necesitaba, eso lo calmaba, pero a la vez de que en su mente quería tirarlo en un río, su cuerpo quería seguir a su lado... Una grave discusión que se limito a llegar a la mansión y dejarlo en el sofá de la sala descansando, junto a la chimenea.

...

- Ninten estaría en la sala con Claus despierto, el azabache se acerco para revisar sus heridas, ya que el estaba muy herido, además del rayo tenía todavía sangre en la cabeza, por suelte Ninten tenía un parche en el lugar del golpe que le había dado Claus, respiro profundo y con cuidado reviso y curo sus heridas.

— ... ¡AUCH ESO DUELE! — Grito Claus.

— ¡Cállate! Estoy tratando de ayudarte y tu me escupes en la cara. — Rodo los ojos.

— Ay no se... Tal vez porque el señorito me tiro una maldita mesa en la cabeza...

— ME PEGASTE PRIMERO, SERÉ SEÑORITO PERO COBARDE NO SOY. — Le pego un golpe en la cabeza.

— ¡HIJO DE PERRA! — Dijo al sentir una punzada en su herida.

— Ay- perdón. — Dijo el pelinegro para seguir curándolo, donde le había dado el golpe le dio un beso de consentimiento.

— Ya que... Gracias. — Dijo de mala gana, a pesar de no tener sentimientos, Ninten creía entender que quería transmitir.

— No, gracias a ti por salvarme el pellejo, Giegue esta más que agradecido robocop. — Dijo con una sonrisa. — Renuncie a mis sueños por ti para salvarte el pellejo en respuesta bobo.

— ... No es nada, era lo menos que podía hacer. — Dijo el de cabello naranja.

— No eres tan mala zanahoria... — Dijo en tono divertido.

...

— ¿Entonces lo harás? — Dijo Ana con nerviosismo.

— Claro. — Dijo Pokey, era un tipo de malos modales y tenía negocios turbulentos, como simulacro de secuestro, drogas, y otras cosas ilícitas. — La señora Carol estará fuera de linea por un tiempo para que el regrese tu querido Ninten.

— Asintió Ana. — Necesito que la encierres en algún lugar, y que ruede la voz, no creo que no vuelva por algo así. — Ana estaba desesperada de encontrar a su amigo, estaba preocupada, y la única manera de saber su paradero exacto sin peligros era esa forma. O al menos en la cabeza llena de preocupación de Ana era así.

— Pan comido, aunque... Necesito que me acompañes.

— Okay... Lloyd, quédate en casa de Ninten, alguien tendrá que cuidar a Minnie y Mimmie.

— Lloyd asintió. — Mándenle saludos a Carol antes.

- La joven y el chico fueron rumbo a buscar a Carol, ya que hace unas horas corrieron la voz de ir sola a buscar a su hijo... Era un buen plan, ¿No?

...

- Ninten jugaba con un reposa pies llamado Boney, era el "perro" de Claus, el cual ya por fin le había contado su nombre a Ninten, eran algo más cercanos, pero el príncipe debía ver resultados.

— Quiero hacerle algo especial...

— ¿Porqué no haces algo que le apasione? No se... Lleva mucho tiempo aquí, según escuche ama la música. — Dijo la vela llamada Ness.

— Mhm, escuche que tenía una ocarina, supongo que quería ser un gran músico, una lastima que sea asmático.

— Pero... ¿No crees que quiera recibir algo de ese calibre?

— Eso dejo pensativa a la quimera, esta asintió y fue a trabajar en el regalo. — Gracias Ness.

- Más tarde, la quimera tenía a Ninten con los ojos vendados frente a una puerta gigante.

— Espero que te guste eh. — Dijo la quimera.

— No lo se Claus... Esto me esta asustando.

- El robot guio a Ninten a una sala, la cual estaba llena de instrumentos y libros sobre música, si quería podría formar una orquesta.

— ¿Y? — Dijo quitándole la venda.

— E-es... Maravilloso. — Sonrío y agarro una ocarina, la soplo y empezó a tocar una canción que se sabía de memoria, "Las ocho melodías", le recordaba a sus amigos y a su madre, y todo su sueño, por obvias razones no llego hasta el final pero al menos lo intento.

- Claus se quedo cautivado por la música, y desde entonces comienzan a sentir cosas el uno para el otro, cosa que era buena señal para Claus, ya que hace mucho tiempo que no sentía un sentimiento tan bonito en su vida. Todo gracias a Ninten...

...

- Es un día especial, Ninten y Claus bailaron esa noche, están en el balcón viendo las estrellas como siempre, el baile fue algo torpe claro esta, pero fue divertido, aunque, un sentimiento de soledad dio con el pelinegro, el cual tenía un vestido amarillo puesto a la fuerza, cosa que a Claus si pudiera reír claro esta que lo haría.

— Hey Claus... Se que nos lo hemos pasado genial todo este tiempo, pero... Extraño Podunk. — Dijo con tristeza.

— Oh, entiendo eso. — Dijo sin mirar a su contrarío. — ¿Quieres ir con Carol?

— Ninten asintió. — Solo por esta vez.

— No te preocupes, puedes ir cuando te plazca. — Dijo con su voz neutral.

— Gracias Clausy... — Este le dio un abrazo a Claus y se fue a cambiar.

— ... — Claus estaba contento por lo sucedido, realmente le alegraba ver a Ninten feliz, y más porque su maldición sería rota...

- Pero diviso gente con antorchas gritando afuera, cosa que desconcertó a este después de un rato de espera, Ninten estaba junto a una rubia, parecían discutir, pero no veía a la madre de Ninten en ninguna parte, este corrió a dentro y yo lo recibí, pero la rubia también había subido en consecuencia.

— ¡ALEJATE DE EL MONSTRUO! — Dijo la rubia.

— ¡ANA NO ES LO QUE CREES! EL ES BUENO.

— No... Ninten, te ha lavado el cerebro, vamos a casa por favor...

— ¡No! Soy feliz aquí Ana, solo fui a visitar...

— La tal Ana tenía una espada en las manos la cual acerco a Claus. — ¡NO DEJARÉ QUE CONFUNDAS LA MENTE DE MI MEJOR AMIGO!

- Y así empezó el forcejeo, Claus no quería hacerle daño a Ana, ni Ninten quería eso, pero ella se oponía a razonar, llego a un punto donde ella le había dejado muchas heridas a Claus, el emprendió vuelo al techo de la mansión, donde Ana lo agarro de la pierna y subieron juntos, Ninten no sabía que pasaba, solo oía un poco.

— Vas a morir bestia horrenda... ¡POR TU CULPA PERDÍ MI OPORTUNIDAD DE SER FELIZ CON EL! — Dijo poniendo su espada en el cuello de Claus.

— ... Hazlo, pero aunque lo hagas, así no tendrás el corazón de Ninten.

— Eso la rompió, y con toda la irá clavo la espada en su pecho, y lo pateo fuera del techo, al ver lo que hizo se arrepintió, al ver a su amigo sollozando al ver a Claus de tal forma, tan mal herido... Lo abrazo fuertemente y Ana bajando del techo por unas escaleras, se acerco y le dio su ocarina, la que había dejado en la parte de atrás de su casa. — Lo lamento Ninten... Yo...

— Ninten le sonrío. — No te preocupes Ana... — Y este empezó a tocar las ocho melodías, con naturalidad, estaba haciéndolo... ¡La tocaba sin problemas! Por primera vez... Y retrato lo que quería dar a entender la autora. Un cumulo de sentimientos, los cuales te hacen sentir vivo. Y nostálgico. Sellando la canción con un beso. Cosa que hizo que Claus pudiera vivir de nuevo, y portando todo lo olvidado, lo quitado.

— Ninten...

— ¡CLAUS! — Lo abrazo.

- Los de abajo habían cesado y habían entendido, obviamente llevaron a Claus al hospital y Ana se disculpo con lo ocurrido con su madre... Lo cual Ninten acababa de enterarse y reprimió a su amiga, Lloyd, Ana y Ninten hicieron una canción juntos, retratando el amor que Ninten y Claus tenían. ¿Qué paso con los secuaces de Claus? Después de haberse roto la maldición pudieron salir de sus objetos inanimados, y vivir como seres de luz en la tierra, mientras que los tortolos vivieron en el castillo de Claus de nuevo, donde Ninten se volvió un gran músico, demostrando su talento al mundo.

Fin.

...

— E-espero que les haya gustado, los escritores fueron Tony y Paula, y todos los que participaron están agradecidos de que hayan visto nuestro programa... ¡Hasta otra!

- Cortaron la transmisión.

— Genial que les salió el guion Tony. — Dijo Jeff que grababa junto a Lloyd.

— Gracias... — Tony se puso rojito.

- Mother Show 1.

8018 palabras.

.................................................................................................................................................

LO ÚNICO QUE ME GUSTO FUE QUE JEFF HALAGARA A TONY, MÁS NADA.

Y la portada que no la tengo alv, se me perdió para siempre.

Menti, la tengo. **Se va corriendo como Pokey.

---------------------------------------------------Cap 2----------------------------------------------------------------

...

— ¡Hola! Soy Lucas... Bienvenidos a su nuevo programa favorito de los Lunes, ¡Si! Creemos tener un horario, de Lunes, Miércoles y Viernes, y tal vez otro día de fin de semana... ¡Cómo sea! — Dijo el rubio del copete. — Espero que disfruten la programación... Y les presentamos...

¡LA RULETA DE SEGMENTOS!

— La dinámica es simple. — Dijo para después tomar aire. — La ruleta tiene varias cosas... Cómo...

+ ¡PARODIAS!

— Segmento presentado por Ninten.

+ ¡ENTREVISTAS!

— Segmento presentado por Jeff.

+ ¡DEBATES!

— Segmento presentado por Fuel.

+ ¡COMERCIALES!

— Aquí todos colaboramos...

+ ¡DRAMAS!

— Segmento presentado por Ana.

+ ¡HISTORIAS!

— Segmento presentado por Tony.

+ ¡UN MINUTO DE HISTORIA!

— Segmento en medio de la programación hecho por Lloyd.

+ ¡ONE-SHOTS del día a día!

— Segmento hecho por Pippi.

+ SUPER CENTRO.

— Este es sorpresa...

— Ahora si, ¡QUÉ PASE EL ELEGIDO! — Dijo el rubio.

- Acto seguido un chico algo regordete, de cabello rojo, y un ratón se acercaron al escenario.

— ¡Bienvenido Chico Manzana! O AppleKid... — Musito lo último.

— Es un gusto estar aquí. — Hizo una reverencia.

— Chiii chi... (El gusto también es mio.) — Dijo el ratón.

— No sean tan formales... Dudo que alguien vea esto... — Dijo con un leve tono de tristeza. — ¡Pero dejémonos de tonterías! ¡GIRA LA RULETAA!

- El chico y su ratón giraron la ruleta con mucha intriga, hasta que toco la casilla de...

. SUPER CENTRO .

...

- Las puertas del centro comercial fueron abiertas por un grupo de niños de un internado que venía de visita, cada cierto tiempo venían a comprar en grupo. Ya que a veces en el internado se les gastaban muchas cosas a la vez y decidían sacar a los estudiantes para aprovechar el viaje, la verdad es que era emocionante para un chico de cabello fucsia oscuro, el cual tenia la mirada perdida entre todos los lugares del edificio.

EP 1: ¡SUPER MERCADO!

- Un rubio y el niño de cabello fucsia estaban expectantes, ya que los tutores de los niños estaban pasando la lista de los presentes, para así contar a los estudiantes.

— Bien. — Dijo un profesor. — Ahora, hagan grupos de dos, ¿Entendido? No deben perderse, tenemos un limite de una hora aquí, ¿Cada uno tiene sus 100 dólares? — Los jóvenes enfrente al profesor asintieron. — diviértanse

- Los niños corrían despavoridos por el lugar, a excepción de los niños antes mencionados.

— ¿Dónde deberíamos ir primero? — Pregunto el niño de color de pelo aparentemente "natural".

— Deberíamos ir por allí. — Señalo el rubio de lentes el área de útiles escolares. — Creo que me hace falta una nueva caja de bolígrafos.

— ¡Excelente! Siempre tienes ideas tan buenas Jeff... — Suspiro en un aire enamorado.

- Los niños tomados de la mano fueron a la zona escolar, la cual estaba llena de color y cosas bonitas, Jeff se detuvo para revisar los packs de bolígrafos, eran bastante baratos.

— ¡Jeffy! — Dijo el niño.

— ¿Si Tony? — Respondió el llamado sin mirarlo, con el pack de bolígrafos en sus manitos de cristal.

— ¡Traje un carrito! — Dijo deslizándose con el carrito, hasta "chocar" con Jeff, pero fue tan despacio que fue un toque lo que tomo por sorpresa al rubio. — ¡LO SIENTO TANTO!

— No te preocupes... Ni siquiera dolió. — Dijo el rubio consolando a Tony, respuesta el pelirosa sonrío tranquilo.

— En ese caso, ¿En que te había interrumpido?

— Oh. — El rubio mostro los bolígrafos.

— ¡Los encontraste! Eres tan bueno en todo Jeff, además son los de mejor calidad... ¡Eres un genio! — Decía con una gran sonrisa.

— Jeff se sonrojo por los comentarios de fan girl de Tony, no le molestan, pero no le gusta que los haga cada 5 segundos. — Gracias Tony... Eres muy considerado, por eso, puedes comprarme una cosa "bonita" para mi.

- A Tony se le dibujo una sonrisa mucho más grande que la anterior, amaba comprarle decoraciones a Jeff para su cara, cabello, o ropa, la última vez que lo hizo fue en la última vez que vinieron a este lugar, le compro una cadena de estrella, la cual sigue usando en este mismo instante, eran obsequios, como los que le daría una admiradora a su ídolo, o como alguien enamorado le daría a su crush... Cosa que en la mente inocente de Jeff no esta presente.

— ¡Bien!

- Tomo el paquete de bolígrafos de Jeff y los coloco en el carrito, acto seguido corrieron al área de "Belleza" o "Moda" donde Tony veía a detalle cada producto, con sumo cuidado.

— ¡Mira esto Jeff! — Grito Tony mientras el rubio veía si comprarse una nueva corbata... Nunca quedaba de más.

— El rubio volvió con la corbata. — ¿Qué encontraste?

— ... — Tony le enseño unas orejitas de conejo y unas de lobo a Jeff, con los ojos llenos de estrellas. — ¡PROBEMOSLOS POR FAVOR!

— Amm... Bueno yo... — Dijo dudoso el rubio. Pero Tony puso una carita de penita.

— Ay por favor Jeffy, ¿No me quieres ver como conejito?

— Qué.

— ... ¿No lo has pensado? Seguro debo verme adorable.

— No lo se, parecen de Playboy.

- La cara de Tony estaba mezclando tres expresiones diferentes, enojo, por el comentario, confusión, ¿Cómo Jeff sabia sobre eso? y por último, de vergüenza, ya que había gente en el lugar y Jeff comparándolo con los trajes de Playboy, ¡Todo un desastre en su mente había! Y lo peor de todo es que tenía un sonrojo.

— ¿Y-y...? ¡¿Cómo sabes que es Playboy?!

— Lo he visto en anuncios, no se de que es, pero he visto el logo y veo que es de conejos. ¿Tu sabes de que es?

— Si, pero fue por accidente, vi un anuncio y pregunte a Maxwell y bueno... No salió bien. — Dijo musitando lo último.

— ¿Me dirás que es?

— Solo puedo decirte que es algo muy inapropiado... Y es entretención para adultos.

— ¿Es una revista porn-?

— ¡Jeff! — Se sonrojo mucho ante el comentario, ¿Cómo podía decirlo a la ligera? — ¡Eres un sin vergüenza! Perdón que lo diga... — Se disculpo de inmediato.

— No te preocupes... Pero no creas que no me avergüenzan esas cosas... — Dijo con un leve sonrojo.

— Ya veo... Pero, ¿Te lo pondrás o no?

— Los de conejo ni muerto. — Dijo el rubio.

— Tony río. — Claro que no, el de lobo.

- Jeff tomo las orejas y se las puso a Jeff, y el se puso las de conejo.

— ¿Qué tal? — Dijo Tony satisfecho.

— Están bien. — Dijo el rubio.

— Sabes... Los lobos y los conejos puede ser que sean diferentes, o tener gustos diferentes, pero... Eso no significa que no puedan estar juntos... — El pelirosa tomo las manos de su amigo con una gran sonrisa.

— Tony...

— Jeff...

- Se vieron a los ojos y el pelirosa se acercaba a la cara de su amigo, siendo detenido por este último.

— Si sabes que los lobos y los conejos no pueden llevarse bien, ¿Cierto? Al menos en condiciones normales no, ya que el lobo es el depredador natural de los conejos, a menos de que por alguna razón decidas tener un perro y un conejo desde pequeños tal vez puedan convivir.

- El de sombrero de copa suspiro derrotado, como siempre, no entendió la indirecta, aunque fuera una muy simple debía explicarla.

— Ehm, ¿Pasa algo?

— ¡No! No pasa nada, ¿Si? — Dijo el pelirosa soltando las manos de Jeff y quitando las orejas de los dos para dejarlas en el carro.

- Los dos avanzaron un poco y Tony noto unos lindos stickers faciales, tenían fresitas para los labios, estrellas para la nariz, y más estrellas para otras partes no especificadas, y los tomo.

— ¡MIRA ESTO! Me veré muy bien así.

— Tony...

— Este lo abrió y se los coloco en la cara. — Me encanta... Mis labios también saben un poco a fresa. — Dijo el de sombrero de copa.

— ... Ahora si o si lo compraras... Supongo, pero, ¿Porqué me dices lo de la fresa?

— Por si de casualidad quieras probar... A ver como sabe. — Tony extendió sus labios haciendo un piquito, pero Jeff para ese punto no lo noto, y tomo el sobre, y se puso una fresita.

— Si saben a fresa, ¡Qué rico!

— Si... Es muy rico el sabor... — Dijo, no sin antes hacer una mueca de frustración.

- Los dos niños lo metieron al carro.

Corte comercial---

...

— Odio tanto caminar...

...

— ¿No tienes ganas de ir caminando al trabajo? Se lo que se siente eso...

— ¿Qué hace en mi casa?

— Soy Ness, y usted la señorita Tracy, ¿No?

— Amm... Señor que hace en mi casa.

— ¡Pues te tengo la solución! Usa revoltinos. — Ness saca unos resortes pegados a unos zapatos y unos propulsores.

— ¿Qué es eso?

— ¡Es para poder despegar al cielo! — Se los pone a la niña.

— Oiga... ¡QUITEME LAS MANOS NO QUIERO ESTO SALGA DE MI CA-! — Antes de poder decir lo último activo los zapatos y salió volando hasta el cielo impulsada por los cohetes.

— Oh bueno, creo que literalmente despegas al cielo...

- Revoltinos, para despegar a cualquier lado.

No nos hacemos responsables de accidentes o muertes, es bajo su responsabilidad.

--- FIN DEL CORTE COMERCIAL AJAJAJA.

- Los niños fueron al último lugar donde comprarían algo, lo demás lo dejarían para la alcancía.

— Me gusta... — Dice el rubio.

— ¡Es perfecto Jeff!

— Lo se.

- De lo que tanto hablaban eran unos lentes de repuesto para el rubio, por si las moscas.

— ¿Te quitarías los lentes?

— No... No puedo, soy completamente miope.

— Por favor, te ves muy lindo así.

- Jeff asintió y se quito los lentes, sus ojos eran azules, y sus pecas eran el adorno más lindo de su rostro, aún tenia la fresa en el labio, era muy adorable... Tony se acerco a su cara y le dio un beso en la mejilla, y le puso los otros lentes.

— ¿Cómo te sientes ahora?

— ...

— ...

— ¿Me pusiste carne fría en la cara? Fue desagradable.

— ...

- Esto era el colmo, Tony se fue disgustado y Jeff "intento" pararlo, pero solo lo llamo, cuando volvió estaba sonriendo.

— ¿Qué diab-?

— ¿Sabes Jeff? Mira lo que encontré. — Puso un muérdago encima de sus cabezas.

— ¿Eso no es un muérdago?

— Si... ¿Sabes lo que hacen las personas debajo de el?

— ...

— ...

— ¡Se dan besos en la boquita!

— ¿¡QUÉ!?

— Ven aquí Jeffy...

— ¡¿NOO ESTAS LOCO?!

- Jeff salió corriendo como si estuviera escapando de Jeff the Killer mientras lo invocaba a las 3:00 am, como una bala, Tony lo perseguía con toda prisa.

...

...

— Y hasta aquí el programa de hoy amigos, les agradezco a la dirección por esto, ¡Los quiero!

- Dijo Lucas despidiéndose y las luces se apagaron...

EXTR . !!

— Ana: Qué día más movido... Escribir guiones no es lo mejor que me ha pasado.

— Paula: Ni a mi.

— Claus: ¡Sigan trabajando duro! Ustedes son las siguientes.

...

¡Gracias!

......................................................................................................................................

ME ENCANTO PERDÓN AJKAKJA. Ósea el segundo ahre.

.... No lo termine esto pero.

...

+ Ya estas en el aire... + Musito Ana.

+ ¡O-oh! ¡Buenas tardes! O noches... O días... Soy su presentador favorito, ¡Lucas! Y hemos vuelto otra vez con la programación, los extrañe, y extrañe este programa, aunque ya saben, ¡Todo a su tiempo! Cómo sea, hoy también haremos la...

RULETA DE SEGMENTOS.

— Quiero empezar con jugo el asunto, al no vernos en algo de tiempo... Veamos... ¡QUÉ PASE EL ELEGIDO!

- Corriendo vino un perro muy adorable que llevaba un sombrero rojo con una camiseta verde, ¡Y en dos patas!

— ¡Y es! ¿Boney? — Lucas se quedo boquiabierto.

— ¡Bark woof! (Yo también quiero ser famoso.)

— Bien, si tu dices. ¡Girala!

- El perrito se acerco a la ruleta y trato de girar la ruleta con sus patitas delanteras, después de algo de tiempo funciono, aunque se le cayo la gorrita y se quito la camisa.

— Woof woof, bark. (No me pagan suficiente para esto.) — Se acostó en el suelo y empezó a dormirse.

- Lucas se acerco a su perro y lo acaricio, y toco...

.........

Wn amo a Boney. A LLEGAR A LAS 10000 PARABRAS WOOOOOOOOOOOOOOOOOO WDJBDJ IUWEHWI JHDJHSF. 

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