Capítulo 5



"Henituse".

La voz ronca hace que su piel se erice. Cyril puede escuchar un poco de hostilidad, mucha sospecha y mucha confusión en esa voz.

Que siniestro.

Nota del autor

Menciona la muerte una vez más (esta involucrando osos, puedes adivinar) pero no entra en detalles.

Otra actualización!! Realmente me gusta este porque finalmente presenta un personaje fuera de la familia y el personal de Henituse;)))))









Todavía no se llevan tan bien.

Cyril le ha explicado a Cale todo lo que tenía que hacer en este mundo, y Cale le ha contado toda la información que necesita saber, y si Cyril necesita saber algo más, Cale se ha ofrecido voluntario para ayudarle.

Pero es más forzado si cabe, porque Cyril necesita a Cale para derrotar al dios sellado, y el único apoyo de Cale para intentar enmendar todos los errores de su vida pasada es Cyril.

Uno de los errores que ha corregido recientemente es el de su familia. O mejor dicho, cómo trataba a su familia.

El cambio repentino de su comportamiento basura durante sus días de juventud fue un poco preocupante, pero aún no ha caído completamente en la desesperada madriguera de la inutilidad, en esta línea temporal.

"Feliz cumpleaños, Bassen".

Cale entrega una caja rectangular elegantemente envuelta al cumpleañero. El cumpleañero parece estar entre la sorpresa y el éxtasis.

Cale lo entiende. Después de todo, desde que Bassen llegó a la finca Henituse, todos los regalos que Cale le ha hecho a Bassen eran anónimos.

Lo que obviamente tenía que cambiar. Así que ahora, aquí están, Cale obsequiando a Bassen con un elegante regalo justo en medio del gran salón de baile de su finca, delante de toda su extensa familia y de todos los vasallos del condado que pensaban que podían seguir burlándose de Bassen y de su madre.

Cale no protegió a Bassen la última vez. No volverá a fallar.

Nunca quiere ver la escena de Bassen separado de él. De todos los caballeros y sirvientes asignados a él fallando en protegerlo. Estando atrapado en una zona de la finca donde los enemigos ya habían entrado, y siendo mutilado justo delante de los ojos de Cale y Lilly.

Fue una escena enfermiza. Una que atormentaba a Cale en todas sus pesadillas, en todas las noches en las que realmente conseguía dormir.

No dejó que su sonrisa se convirtiera en algo más oscuro mientras se sacudía de encima sus pensamientos morbosos, centrándose únicamente en lo feliz que parecía Bassen, rodeado de su familia.

Y Cyril.

"Feliz cumpleaños", dice Cyril, entregándole a Bassen un regalo rectangular más pequeño que sacó del interior de una mochila que llevaba envuelta. Estaba sentado junto al cumpleañero, en un asiento decorado de forma más sencilla. Había muchos sirvientes rodeándolo, ya que su salud no ha mejorado mucho desde el día en que lo transmigraron.

Cale cree que no quiere mejorar. Cyril se pasa el día sentado o tumbado, holgazaneando. Solo se levanta para comer y si sus padres le llaman.

Si Cale no hubiera sabido, porque ha estado pensando en planes sobre cómo deberían proceder con toda la información que Cale le dio, pensaría que no quiere volver a su viejo mundo en absoluto.

"Gracias, Hyung-nims..." dice Bassen, en un tono como si todavía no pudiera creerse que realmente le hubieran hecho regalos. Inconscientemente, tanto Cale como Cyril fruncen el ceño.

Deberían darle más regalos a Bassen, entonces.

Violan sonríe desde donde ella y Deruth están detrás de Bassen. Luego, dirige su atención a Lilly.

"¿Lilly? Es tu turno de darle tu regalo a Bassen".

La chica mencionada se estremece y aparta la vista de donde estaba mirando. Se toma unos segundos para recuperar la conciencia de su entorno antes de sonreír ampliamente a Bassen.

"¡Feliz cumpleaños!" Corre hacia donde él está sentado, empujando un maravilloso cuadro de un paisaje (desordenadamente) pintado de su finca. "¡Lo he hecho yo!"

La sonrisa eufórica de Bassen no hace más que ampliarse, y sus manos se posan en las mejillas regordetas de Lilly. "Gracias, Lilly. Me encanta".

Cale puede oír a los invitados cuchichear sobre lo armoniosa que es su familia, algunos con sus palabras impregnadas de clara envidia. Toda su familia los ignora mientras se dirigen a una plataforma elevada donde hay una mesa circular bellamente decorada.

La mesa exhibe una gran cantidad de comida, reservada solo para la familia Henituse. Bassen se sienta en el centro, con Deruth y Violan sentados a ambos lados de él. Cale, Lilly y Cyril los reflejan en la otra mitad de la mesa circular, de espaldas a los invitados.

Esta vez, en esos susurros, Cale no es rechazado como el niño problemático de una familia, por lo demás perfecta. No, esta vez forma parte de ella.

Se deleita en sus felices emociones de hoy, ignorando placenteramente a Cyril y escuchando atentamente la alegre charla de sus padres y Bassen, cuando siente un tirón en la manga.

Cale gira la cabeza hacia la derecha, inclinándose cuando Lilly le hace un gesto para que se acerque.

"Orabuni", empieza ella, la voz, un susurro tranquilo comparado con el fuerte ruido del salón de baile, solo lo bastante alto como para que lo oigan las personas sentadas a su lado. "He visto a una persona en nuestros jardines".

Todo el cuerpo de Cale se paraliza.

Siente que el corazón se le acelera en el pecho y agarra con más fuerza los utensilios que tiene en la mano.

¿A qué se refiere? ¿Qué persona?

¿Un aliado o un enemigo?

"Estaba herido", suena preocupada. "Creo. No estoy segura, porque estaba cubierto de negro. Incluso su pelo y sus ojos eran negros".

Finalmente, siente que puede respirar de nuevo, pero no suspira aliviado. En su lugar, ahoga un gemido.

Estupendo. Son las dos cosas.

"Orabuni, creo que deberíamos ayudarle".

"Absolutamente no", dice, un poco demasiado alto, llamando la atención de todos los que están sentados en la mesa.

"¿Cale?" Pregunta su padre a modo de aclaración. O preocupación. Probablemente ambas cosas.

Lilly pone la cara de desaprobación más adorable que Cale haya visto jamás. "Orabuni, eso está mal. Debemos ayudar a los demás cuando podamos".

Intenta sentir un poco de vergüenza, pero no puede. Lilly regañándole es demasiado mona. Y además, si el bastardo herido de ahí fuera es realmente quien sospecha, probablemente estará bien.

Después de todo, no todo el mundo puede luchar en una guerra de dos décadas y seguir pareciendo que apenas envejece.

"¿Ayudar a quién, Lilly?" Violan pregunta esta vez, pero Cale la aparta cortésmente.

"No es nada, madre", le sonríe dulcemente. "¿Pudding?"



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Sin duda, Cale les ocultaba algo.

Cyril no esperaba que fuera un noble amable, por supuesto. Ya había conocido otras muchas facetas horribles de Cale. Sin embargo, por la forma en que rechazaba firmemente la idea de ayudar a alguien a quien Lilly había visto, Cyril tiene la sensación de que esa persona está relacionada con Cale.

Cale no le dijo los nombres de la mayoría de la gente que conoció en su anterior turno. Basándose en la información que tiene en este momento, combinada con la información que Lilly le susurró a Cale, todo lo que puede hacer es hacer una suposición aproximada.

Si su suposición es correcta, tiene que conocer a esta persona ahora mismo.

Está más que contento de que Ron no sea su sirviente personal, y de que solo se haya quedado con criadas menos severas. El viejo mayordomo le da unos escalofríos inexplicables. Duda que pueda hacer algo bajo su mirada sospechosamente aguda.

Cyril se asoma a la barandilla del balcón con el ceño fruncido. El tercer piso de su habitación está demasiado lejos del suelo para que él salte, y para ser justos, con este tipo de constitución física, tampoco se arriesgaría a saltar por una ventana desde el primer piso.

Probablemente, podría bajar si va lo suficientemente despacio. Se lo piensa un momento mientras agarra la mochila que ha preparado en caso de emergencia o peligro (Cale). Pronto decide que bajar es lo que debe hacer y se apresura a buscar algo que le ayude a bajar.

Acaba atando sus sábanas y otra sábana de repuesto y las tira por el balcón, cerca de la pared. La ata con suficiente fuerza alrededor de la barandilla desde una pequeña sección del extremo de la cuerda improvisada. Todavía no es lo bastante larga como para llegar al suelo, ni tampoco para que vuelva a subir después, pero sí para que salte y no se haga daño.

Se ocupará de cómo volver a subir más tarde. Por ahora, necesita encontrar a la persona antes de que se le acabe el tiempo.

Después de bajar todo lo que le permiten las sábanas, apoya el pie en la pared y salta ligeramente, aterrizando en el suelo y a punto de caerse.

Suspira aliviado cuando no lo hace y vuelve a levantarse lentamente. Luego se ajusta la mochila y se dirige hacia los jardines, donde Lilly estaba mirando antes.

Escucha el jadeo de la luz a través de la silenciosa medianoche antes de que se le ocurra decidir en qué dirección dirigirse.

Cyril se adentra en el minilaberinto de rosas, dobla unas cuantas esquinas y encuentra una figura ensangrentada apoyada en la pared de un arbusto.

Se detiene frente al desconocido justo cuando hacen contacto visual. Unos ojos oscuros se encuentran con los marrones rojizos de él.

Bingo.

Una sonrisa de satisfacción se dibuja en el rostro de Cyril, que descorre el pestillo de la mochila y mete la mano para coger algo.

"No deberías estar aquí", dice en lugar de preguntar por qué un extraño se atreve a invadir el territorio de un noble. Tampoco pregunta por qué este hombre de rostro fresco parece salido directamente del infierno.

En lugar de eso, le ofrece una pequeña bolsa llena de suministros médicos y algunos aperitivos envueltos que sacó del banquete de cumpleaños de Bassen.

El desconocido no se mueve. Solo mira fijamente a Cyril con una expresión irreconocible en el rostro.

Da miedo, piensa Cyril, los ojos del hombre reflejan un abismo sin fondo. No puede leer en absoluto la expresión de su rostro, a pesar de que la luna lo resalta bastante bien.

Y realmente, debido a la luz, Cyril está seguro de que este hombre es coreano.

Duda un momento antes de colocar la bolsa y los bocadillos delante de donde está sentado el hombre, y saca otra bolsa de su mochila.

Tintinea con el sonido de las monedas.

La coloca junto a la bolsa médica y los tentempiés, se endereza una vez más y se dirige al hombre por última vez esta noche.

"Tienes un aspecto lamentable", es una excusa pésima, pero Cyril realmente piensa que el hombre tiene un aspecto lamentable. "He decidido ayudarte y pasar por alto tu intrusión por eso. Vete antes de que te encuentren los guardias. Esto de aquí..." Señala los objetos en el suelo. "-son tuyos. Si necesitas algo de la casa Henituse, acude a mí".

Luego se da la vuelta y se marcha.

Cyril canturrea para sí, satisfecho. Según los recuerdos de Cale de su vida anterior, el coreano Choi Han se convierte en un héroe muy importante. Aunque Cale menciona que no se llevaban bien (de todos modos, es difícil no darse cuenta con la forma en que habla del maestro de espadas), Cyril pretende cambiar eso.

Y utilizar a Choi Han como parte de su plan de venganza.

Sin embargo, Cale también mencionó que Choi Han solo apareció cuando tenía 18 años. Y actualmente, tanto Cyril como Cale tienen todavía 15 años.

Extraño.

De todos modos, probablemente no importe. Cuanto antes pueda Cyril empezar a desarrollar una buena relación con el todopoderoso héroe, mejor para sus planes.

Al cabo de un rato, se detiene frente a la pared donde está la ventana de su habitación.

Tiene razón. Las sábanas apenas son lo bastante largas para que pueda trepar con ellas. Probablemente, podría alcanzarlas si saltara lo suficientemente alto.

Justo cuando frunce el ceño y acepta que tendrá que malgastar su energía intentando saltar lo suficientemente alto varias veces, siente una presencia silenciosa detrás de él.

"Henituse".

La voz ronca le eriza la piel. Cyril puede oír un poco de hostilidad, mucha sospecha y mucha confusión en esa voz.

Qué siniestro.

Quizá no debería haberse acercado a él a medianoche.

Enmascara su miedo y se da la vuelta para mirar a Choi Han con la misma indiferencia de antes.

"Te dije que te fueras. ¿Qué haces todavía aquí?"

Choi Han le mira durante largo rato, escudriñando cada detalle de su aspecto con el ceño fruncido.

"... Pagarte..." Gruñe.

Cyril se estremece ante eso. Choi Han lo dijo con tanta frustración, como si prefiriera darle una paliza a tener que deberle un favor.

En serio, ¿así actuaba el héroe en su día a día? No me extraña que Cale le odie a muerte.

Hm.

El hombre es más alto que él y mucho más corpulento...

Cyril señala el balcón abierto del tercer piso, donde hay sábanas colgando de las barandillas.

"Llévame arriba lo más silenciosamente posible".

El hombre echa un vistazo al balcón, luego a la cuerda improvisada y, por último, a Cyril.

El hombre lo levanta con un brazo como si no pesara nada y corre hacia la pared y la cuerda. Su pie empuja la pared frente a él, pero antes de que pueda lanzarse más lejos, se agarra a las sábanas lo más rápido posible.

Lo hace sin apenas hacer ruido.

Cyril se aferra a los hombros del hombre para salvar su vida, mientras ajusta su agarre sobre el noble y comienza a trepar por la pared con un brazo.

Prácticamente, camina sobre ella, con lo despreocupado y sin esfuerzo que trepa.

En cuanto tiene la oportunidad, Cyril abandona con fuerza el agarre del hombre y sale sano y salvo a su balcón, donde puede suspirar, aliviado.

Por fin puede descansar.

Pero antes de que pueda entrar en su habitación, se da la vuelta para enfrentarse al hombre que le ayudó a levantarse.

"Espera. Te lo devolveré. Más."

Habla como un cavernícola, observa Cyril con un bufido.

"No hace falta. No necesito nada más de ti", pero no lo dice. "Cualquier asunto que tengas con la casa Henituse puede esperar hasta mañana. Preferiblemente, no en mi balcón, donde la gente puede ver y especular sobre lo que estoy haciendo con un extraño herido y ensangrentado".

Antes de que el hombre pueda responder, Cyril entra en su habitación y cierra las puertas del balcón. Luego saluda con la mano al desconocido al otro lado de las ventanas y cierra las cortinas.

Ahora, por fin, puede descansar.











Notas:

Estoy en mi agenda Lilly = Sunshine y nadie me detiene

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