Advertencia: hoy he hecho doble actualización. Si has llegado directamente aquí, es que te ha faltado el capítulo anterior. En esta ocasión, he decidido poner la "nota de autora" aparte.

https://youtu.be/pce-KGGUYaM

Os preguntaréis qué tiene que ver la canción del Colacao con "el Pasaje del Medio". Es posible que, de forma inocente, la hayáis tarareado en más de una ocasión (yo incluida), pero creo que es una de esas cosas que pocas veces nos hemos parado a pensar en todo lo que esconde.

Quizá la letra esté equivocada; quizá, y solo quizá, habría que cambiarla por algo así:

"Yo soy aquel esclavo, del África tropical, que entre latigazos cantaba para resistir un día más".

Y es que, aun con la de siglos que han pasado, seguimos sin comprender el alcance y la gravedad de lo que representa la esclavitud.

No es necesario viajar en el tiempo. A día de hoy, dentro de la industria cacaotera, hay miles de niños esclavizados. Esto es una realidad, y es el presente. No solo en las plantaciones cacaoteras, obvio. Podríamos hablar del litio, del tabaco, etc. He elegido mencionar las cacaoteras por la idealización de la esclavitud que nos mostraba esta marca en concreto (tengo entendido que, gracias a la presión social, cambiaron la letra).

La esclavitud ha existido siempre, aunque el trato hacia los esclavos ha variado según la época y geografía. Sin embargo, no estoy aquí para relatar la historia de este hecho tan repugnante, sino para centrarme en uno en concreto: "El pasaje del medio".

En la época colonial se inició un negocio triangular en el cual países como Inglaterra, Francia, España y Portugal enviaban grandes barcos mercantes cargados de tejidos varios, alcohol y armas, que intercambiaban en África por esclavos. Estos esclavos eran llevados a las Américas y, allí, los subastaban por lotes. Luego, los barcos mercantes volvían con enseres como cacao, tabaco o, sobre todo, azúcar.

"El pasaje del medio" o "pasaje del terror" era, como habéis visto, el punto intermedio.

En estos barcos no había lugar para la humanidad.

No eran personas; eran mercancía.

Solían hacinar en exceso, incluso más de los que podían soportar, porque contaban con que muchos iban a morir durante el viaje. Las pérdidas eran asumibles y se estima que oscilaban entre el 12% y el 33%.

Algo muy duro, y que creo que es necesario contar, es que nos han vendido "la caza de esclavos" como quien caza animales salvajes. Eso sucedía, sí, pero la realidad era mucho peor: era un negocio en el que ambas partes participaban. Para mí, descubrir eso fue como una puñalada, porque por más que quiera, no puedo vestir su piel y vivir lo que vivieron, no obstante, creo que para mí sería mucho más duro saber que he sido vendida por los míos.

Si os imagináis un barco lleno de gente, os quedáis cortos.

Mujeres y niños estaban en las cubiertas superiores, donde, a menudo, sufrían malos tratos y abusos sexuales. Los hombres descendían hasta la quilla, de dos en dos y con una especie de grilletes en las piernas. Allí los colocaban cual palés de supermercados, intentando aprovechar el espacio al máximo.

Para preservar "su salud" se les obligaba a subir a cubierta por las noches, y allí debían cantar y bailar. Quienes no participasen en esas actividades eran cruelmente castigados.

Las mujeres viajaban con poca ropa y los hombres completamente desnudos.

Como podréis imaginar, la excesiva falta de higiene y la forma de transporte, era una cuna de enfermedades. Si eso sucedía, para evitar problemas con las aseguradoras, lanzaban a los enfermos por la borda, ya que estas no cubrían las pérdidas dentro del barco. También los marineros, a los que se les consideraba "esclavos blancos" sufrían ciertas consecuencias. Muchos perecieron debido a la fiebre amarilla y se les obligaba a trabajar de forma continua.

Existían casos de rebelión, por lo que los barcos estaban preparados para ello por medio de redes y tablones.

Creo que no existen suficientes palabras ni imágenes para poder representar el horror que suponía "el pasaje del medio".

Gran parte de los piratas (de hecho, se estima que más del sesenta por ciento) venían de la esclavitud. Algo chocante, si se tiene en cuenta que si bien algunos navíos "liberaban esclavos" (o lo que es lo mismo, se les instigaba a unirse a su tripulación) otros tanto se dedicaban, también, a comerciar con ellos.

Supongo que estaréis de acuerdo conmigo en que la esclavitud es uno de los peores lastres de la humanidad, algo que, como privilegiados que somos, no podemos llegar a entender de una forma real.

Algo que produce vergüenza.

Yo misma tiemblo al escribir cada palabra, pues siento que por más que quiera, no estoy haciendo justicia a lo que en verdad suponía.

Algo así perdura en la sangre y, ese dolor, esa humillación, es demasiado intenso para quedar relegado a una generación.

He dicho que me iba a limitar a hablar del "Pasaje del medio", pero no olvidemos que este, tan solo era el principio. 

Una vez llegaban a tierra, se les depilaba, se les curaban las heridas (para que se vieran más sanos) y se les vendían por lotes.

Algunos barcos negreros cuyos nombren han perdurado en la historia han sido:

La Amistad

Adelaide

Le Saphir

Guerrero (hundido con 561 esclavos a bordo

Le Concord (al que, seguro,  conoceréis como "The Queen Anne's Revenge")

Whydah Gally (en el que me inspiré para el capítulo del abordaje. Al igual que El Revenge, este también fue convertido en barco pirata)

Enlaces de interés:

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/esclavos-trata-humana-a-traves-atlantico_8681/4

https://www.elconfidencial.com/mundo/2019-11-28/masacre-barco-zong-esclavos_2351368/

https://www.wikiwand.com/es/Pasaje_del_medio

http://quimicalaboratorios.com/medio-pasaje-en-el-comercio-de-esclavos/

Nota de autora (dentro de la nota de autora):

He considerado que este tema es lo bastante importante para merecer su propio espacio. Cuatro líneas rápidas al final del capítulo, no me parecían justas. Espero que no os haya molestado.

El próximo capítulo «Déjala, Tom. Déjala» saldrá este fin de semana.