Sabía que la decisión sobre el casamiento de Jimin ya había sido tomada y no había vuelta a atrás, por lo que los siguientes días me dedique a encontrar un buen prospecto, le prometí a Jimin que lo haría feliz, incluso si no es a mi lado, aún cumpliría la promesa, no iba a dejarlo solo a merced de su padre para conseguirle un esposo. Busque entre mis conocidos más cercanos, tenía que entrar en el rango de edad de Jimin, alguien a lo mucho mayor por cinco años, no permitiría que estuviera con un pedófilo o algo por el estilo.

Estos días fueron demasiado estresantes por varias razones, en primera no quería que Jimin se casará con alguien más, pero tampoco era justo para él seguir estancado conmigo, cuando yo no tenía nada bueno que ofrecerle. En segundo lugar era una tortura buscar prospectos para él, nadie me parecía bueno ni merecedor de su cariño, él que sólo quería para mi. Por otro lado estaba planeando vengarme de Hoseok, tenía demasiadas ganas de verlo sufrir y de verlo humillado, así que tuve que encargarme de arruinar todo lo que supuestamente teníamos.

Al menos, todas estas cosas, junto con el trabajo, me tenían lo suficientemente ocupado y la casa está tan grande que apenas y había cruzado palabra con Hoseok. No siquiera sabía que estaba haciendo, todavía no estaba trabajando y eso era bueno para planear mi venganza, el dependía económicamente de mi y así tenía que seguir siendo.

Finalmente despues de meditarlo por semanas, tenía al mejor prospecto posible. Alguien en quien confiaba, alguien que tenía los recursos suficientes para darle a Jimin lo que merecía, alguien de buenos valores y alguien a quien Jimin conocía.

Me encontré con él en un café del centro de la ciudad, Jackson llegó a la cita cinco minutos después que yo, me sonrió desde la entrada cuandoe encontró, ya bebiendo una taza de un americano. Parecía bastante animado.

Empecé un plática trivial, hasta que me di el valor de sacar el tema a colación.

—Quiero ser sincero contigo sobre la razón por la que te he contactado amigo.

Jackson dejo su bebida de nuevo en la mesa y se cruzó de brazos, también cruzó la pierna. —No me gusta nada tu expresión, de repente te volviste más serio.

—Es un tema bastante importante, al menos para mí, pero será tu vida la que cambiaría por completo si aceptas. No hay muchas personas a las que quiera pedirle esto, demonios no se lo pediría a nadie más ciertamente.

—Qué es hombre, me estás poniendo nervioso —Jackson empezó a ponerse serio e incluso un poco preocupado.

—¿Qué te parece Jimin?, digo ahora que tu madre insiste en que te cases, Tal vez deberías hacerlo con alguien que ella no escoja, que tú escojas. Y que mejor que un Omega hermoso y de buenos modales y valores.

—Me estás pidiendo que le pida matrimonio al chico que tú amas. El matrimonio con Hoseok te ha vuelto loco ¿No es así?

—Sé que es extraño que te lo pida yo, pero Jung Byunghee, ya está buscandole un marido a Jimin me temo que todos los que ha buscando son personas mucho mayores que él. Haría muy infeliz a Jimin.

Cuando note que Jackson lo estaba pensando, hubo un poco de esperanza, probablemente era la propuesta más extraña que mi amigo había recibido.

—No lo sé Taehyung, creo que el chico de verdad te ama, no quiero estar con alguien que no me ame a mi, tampoco nos conocemos, al menos no en persona. Sé que Jimin es atractivo y muy lindo pero no creo que esto sea posible. Es un favor muy complicado de cumplir.

No tenía recursos para convencerlo, pero no había nadie más que él.

—No me acercaré a Jimin, si haces esto por mi, nuncae acercaré a él, así que no vas a temer que algo pase entre nosotros. Y el amor puede venir después, piensalo, estoy seguro que Jimin es mejor que cualquiera que elija tu madre. No hay que engañarnos sabes que tu madre hará que te cases muy pronto, al menos debe ser a alguien que tú elijas y no ella. Crees tener el tiempo suficiente para encontrar a alguien amarla y que te ame de regreso antes de que tu madre elija.

—Diablos no pero... ¿Qué tal si Jimin no está de acuerdo?

—Jimin lo estará, porque eres a quien yo elegí. Él sabe que nunca haría nada para lastimarlo, en su contra o perjuicio.

Finalmente Jackson asintio contra todo pronóstico, por lo que al día siguiente ambos nos reunimos con Jung Byunghee para pedir el permiso del cortejo. El maldito de Jung Byunghee se negó diciendo que ya lo había prometido a Park Wonhe, un alfa viudo que tenía alrededor de cincuenta y tantos años. Era inaudito, casi quise golpear al hombre contra el estante hasta que sangrara. Pero Jackson terminó ofreciendo un beneficio económico, como si se tratara de una maldita compraventa.

Dios santo, se trataba de Jimin, una persona. Me sentí tan asqueado, al final el desgraciado iba a terminar ganando. Una vez que salimos de su oficina, Jackson paso su brazo sobre mi hombro.

—Sé que no te parece, es poco ético e inmoral. Jimin merece algo mejor; sin embargo al menos el hombre acepto. Sólo falta que Jimin me acepte. No me lo tomes a mal Taehyung, pero de ahora en adelante he decidido hacer esto solo, no quiero que no te inmiscuyas, será problemático si están en medio de esta relación si queremos que funcione.

Le di la razón a Jackson aunque fue terriblemente doloroso, le estaba entregando mi primer amor a alguien más y en bandeja de plata. Suspire y puse mi mano en su hombro.

—Debes hacerlo feliz por mí.

Jackson asintio y me dió un abrazo reconfortante. No pude ocultar las lágrimas. Me despedí y maneje de regreso a casa. Lo primero que hice fue buscar el licor que mi papá guardaba en su oficina.

Tome una botella, un vaso y empecé a consumir como si estuviera bebiendo agua en algún momento de la noche me percate que golpee algunos muebles y estrelle algunas botellas en el suelo.

La puerta se abrió de repente. Hoseok se detuvo en el marco de la puerta, mirándome confundido. Era la persona a la que menos quería ver en este momento, así que tire la botella que tenía en la mano muy cerca de donde estaba para asustarlo y que se fuera.

Pareció asustarse y se dió la vuelta, pero no avanzo ni un paso, luego volvio a voltearse.

—¿Paso algo? —pregunto como si no supiera que todo era culpa suya. Sólo por él no podía estar con Jimin.

—Debí morir yo y no Namjoon —confese, mi voz se quebró y me derrumbe en el piso, ocultando mi cara entra mis piernas.

—Sabes qué, yo opino lo mismo —dijo Hoseok cruelmente y lo escuché caminar hacia mi.

—La sorpresa sería si no lo hicieras —dije con ironía, Hoseok se sentó a mi lado y me volví para verlo, él también se había servido un trago.

—Namjoon no era tan irritante como tú, además él sí reaccionaba a mis feromonas. Siempre fue un hombre apuesto, inteligente, caballeroso, era amable con todos demasiado diferente a mi, y aunque trataba de sacarlo de quisio nunca reaccionaba mal. Aunque intuía que muchas veces se imagino dándome una buena tunda —esbozo una sonrisa melancolica—, tampoco estaba enamorado de alguien más. No puedo decir que me amaba con todo su corazón pero demostró que si quería estar conmigo. Nada como tú; sin embargo, él que está aquí eres tú y tengo que vivir con ello, lo mismo para ti, él que está aquí a tu lado soy yo. Supéralo.

Parecía bastante serio mientras hablaba, no quería recibir un sermon, de él menos que nadie.

Lo atraje hasta mi y lo bese con fuerza, mordí sus labios, succione y trate de que correspondiera, no lo hizo. Finalmente me empujó.

—No hagas esto, yo no seré el remplazo de Jimin, la persona con la que te conformes sólo porque no puedes estar con él. Tampoco soy idiota, sé que tarde o temprano tengo que cumplir con mis deberes de esposo, pero no será así, contigo borracho y apestoso.

Finalmente Hoseok se levantó y sacudió su ropa.

—Lo siento Hoseok.

—No te disculpes, no necesito las disculpas de un borracho. De todos modos necesitaba decirte que mi celo será dentro de dos días, me he percatado que el mayordomo es el único alfa por los alrededores, así que será mejor que lo eches fuera esos días.

—Esta bien. Hoseok, ¿Quieres que esté contigo esos días?

Hoseok bufo, parecía resignado.

—¿Qué podría hacer un beta por mi?

Aunque ya sabía la respuesta y era lo que estaba esperando, fue ridículamente doloroso.

—Perdona por ser un marido inútil.

La mirada que me dió Hoseok fue de lastima, bien, no la necesitaba. A la mierda, no es como que quisiera ayudarlo de todos modos, sólo sentí que debía hacerlo. Me dió la espalda, pero antes de marcharse dijo:

—Sí aún quieres intentarlo. Ya sabes dónde está mi habitación.