Capítulo 55


#NOBREATHINGDAY

*Narrado en tercera persona*

Cuando la vida te pone en una situación de la cual no puedes salir, llega el momento de aceptarlo y continuar con ello. Pero ya no quería que esa fuese su única opción. 

—Estoy en la cuerda floja al igual que tú, ¿me entiendes? —Su voz era retadora y no se molestaba en ocultarlo ni un poco. —Quiero que seas mis oídos siempre, en especial si estás cerca de la enana Berry. Ella debe saber todo acerca de el infante Ryder.  

—No entiendo que tiene que ver Berry en esto.  

—Por eso te he dicho que te mantengas al margen de buena persona. La enana Berry está familiarizada con él, resultó ser su cuñada.  

Sabía a lo que de refería desde el primer momento, pero solo ignoraba. Ya no quería formar parte de su equipo, quería seguir con su vida y ser completamente feliz como siempre lo había deseado.  

—No quiero. —Se había animado a decir. —Me he cansado de esto, quiero continuar con mi vida sin preocuparme de que puedan arrestarme.  

—Es muy tarde para eso, ¿no lo crees? Tu vida ya no puede seguir de manera tranquila sin importar que te vayas ahora. Además, sólo hay una manera de salir de aquí...  

—¡Cállate! ¿Crees que te tengo miedo? Adivina que, genio: ¡no te temo! Estás consciente de que puedo hacer lo mismo que tú, ¿verdad? No has sido el único culpable de las muertes de este patético lugar.  

Una risa sarcástica se extendió por sus labios y comenzó a aplaudir de manera tranquila pero al mismo tiempo triunfante. 

—Bravo. —Sacó su celular y paró la grabación. —¿Ahora entiendes por qué me necesitas? Si te vas sin más y me hundo, te hundirás conmigo.  

—Eres despreciable. —Había caído en una trampa y era algo con lo que no contaba. —¿Puedo irme ahora?  

Se levantó de su asiento y fue directamente a la nerviosa persona que tenía en frente. Acarició su cabello y fue dejando rastros de besos por su cuello, en su mente solo pasaba la idea de tener un buen rato pero su enojo no se lo permitía.  

—Estoy cansado de ser el malo de la historia, ¿quieres ayudarme un poco con eso?  

—¿Qué quieres que haga?  

—No te preocupes, solo tendrás que encargarte de un pequeño detalle. 

Asintió con pesadez ante cada palabra que le era indicada y caminó lentamente por la oficina cuando le fue permitido irse, pero en el momento en que iba a tocar la perilla de la puerta el hombre le alcanzó y le obligó a darse la media vuelta recibiéndole con una cachetada dura. Su mano se fue directamente al lugar golpeado y tuvo que morderse la lengua para no gritar al ver el rostro de su agresor sonriendo. 

—Espero que no vuelvas a ponerte a la negativa.  

POV FINN  

Si creía que el trabajar con Figgins sería fácil estaba completamente equivocado. No me quejaba por el hecho de que pasaba todo mi tiempo en una misma oficina que él, sino por el tipo de tareas que tenía que hacer: No era nada relacionado con ser un oficial, al contrario de ello; parecía que yo era el encargado de limpieza de su oficina pues para lo único que me llamaba era para cualquier servicio que él necesitara.  

―Hudson, no has estado mal este día. ―Sonrió sin sentido del humor. ―Aunque sé lo que has de pensar, no es lo que estaba esperando.  

―Está en lo cierto, señor.  

―No desespere, en realidad lo he hecho porque no quería que te quedaras sin trabajo tanto tiempo y al salir a buscar no ibas a encontrar nada que no fuera mediocre.  

―Sí, supongo.  

Nos quedamos en silencio por unos segundos mientras Figgins recorría los papeles que tenía sobre la mesa.  

―Debo arreglar un asunto, puedes retirarte Hudson.  

No pasaban de las 7 de la noche y creí que esto sería más tardado. Aunque no puse objeción alguna, podría ir al bar, tomar una copa y pasar a ver a Rachel por unos minutos.  

―Claro, hasta mañana.  

Salió de la oficina con un puñado de cosas entre sus manos. Guardé mis cosas en la pequeña maleta que había traído por si necesitaba llevarme algo a casa.
Conduje por las habituales calles de New York en dirección al bar y estacioné el auto a unas cuantas calles de ahí. No importaba que ya no fuera un encargado más de aquí, pero tampoco necesitaba que se reconociera mi auto o alguien podría hacer algún juego sucio en el.
Como de costumbre, el bar se encontraba abarrotado de gente que necesitaba saciar su sed para poder continuar con sus vidas al día siguiente. Todas las chicas trabajaban trayendo y llevando tragos por doquier mientras que Kurt Hummel permanecía en la barra sirviendo lo que ellas pedían y por suerte, se encontraba un lugar disponible allí.  

―Kurt, gusto verte.  

―Finn, ¡no esperaba verte por aquí! ―Habló casi a gritos, quizá por todos los murmullos que había en el lugar. ―¿qué tal va todo?  

―Acostumbrándome, supongo. ―Aunque no se lo pedí, me sirvió un trago de lo que normalmente tomaba cuando venía a este lugar. ―¿qué tal va todo contigo? 

―No puedo quejarme, realmente las cosas van bien después de todo.  

Aunque Kurt esperaba que le preguntara que había sucedido de cambio en su vida, no pude hacerlo porque mis ojos se dirigieron a la única persona que no esperaba encontrar en este lugar: Figgins. Lo seguí con la mirada por todo el lugar, platicaba con una de las empleadas e incluso parecía molesto, sentía que en cualquier momento llegaría a golpearla, pero no sucedió. Al parecer, la chica había decidido darle lo que él quería ya que salieron completamente de mi vista.  

―Finn, ¿sucede algo? ―Preguntó Kurt.  

―N-no, para nada. Regreso en un instante.  

No escuché más de su parte porque salí corriendo de la barra e hice todo lo posible para que mi presencia en el pasillo no se hiciera notar. Ambos entraron en la oficina de Artie, cerraron la puerta y segundos después la chica salió con una bandeja vacía dejando la puerta entre abierta.

―¿Necesitas algo? No puedes estar aquí. ―Me avisó.  

―Vengo con el hombre que acaba de entrar a la oficina, no tienes de qué preocuparte.  

La chica asintió felizmente y se alejó por completo de mí. Internamente agradecía que no preguntara más y que con cualquier excusa se le pudiera convencer. Mi siguiente paso fue acercarme lo más posible a la puerta, necesitaba ver que era todo lo que estaban tramando y, tal vez de esa manera podríamos llegar al fondo de esto.  

―Te he dado lo que querías. ―Escuché decir por uno de los hombres, aunque sabía a la perfección que se trataba de Artie. ―Viniste por dinero a este lugar, eso es lo que se te ha dado. Prometiste jamás regresar, ¿qué te ha traído aquí?  

Estaba boquiabierto, Figgins había venido en busca de una comodidad económica y eso le había dado el dueño de este lugar. 

—Teníamos un trato, ¿recuerdas? No lo has seguido al pie de la letra. La gente está empezando a sospechar y bien lo sabes, no querrás que tu teatro se caiga por completo, ¿o si? Porque si me hundo yo, te hundes conmigo Abrams.  

—Me encargaré de mis asuntos, sólo dime que es lo que quieres para que te largues de aquí.  

No hubo más plática, solo existía el movimiento de hojas e incluso las agitadas respiraciones de ambos.  

—Tú padre estaría decepcionado de ti.  

—No metas a mi padre en esto. Su muerte nunca fue resuelta. 

—Porque tu padre fue asesinado por un policía, ¿crees que iba permitir que la investigación se llevara a cabo?  

No podía creer lo que estaba escuchando y apostaba que Abrams estaba igual de absorto que yo.  

—Largo, ahora.  

La voz enojada de Artie hizo que me moviera de mi lugar un poco y viera algo que jamás estaba en mi mente: el chico de silla de ruedas estaba de pie, sin la ayuda de un bastón o de cualquier cosa que lo pudiera mantener en pie. Ahora entendía a que se refería con teatro.
Figgins sonrió a sabiendas y comenzó a caminar en dirección a la puerta haciéndome tomar ese gesto como mi escape.  

Llegué lo más rápido posible a mi lugar de la barra dónde por suerte aún se encontraba mi trago. 

—¿Qué ha sido eso? —Preguntó Kurt. —Creí que habías ido tras Rachel pero al verla hace un minuto cambié de parecer.  

—Realmente no sé que pasará ahora Kurt, pero las cosas cambiarán.    

No pude decirle más y agradecía que tampoco me lo pidiera. Estaba en shock todavía, ahora que Figgins era mi jefe tenía la oportunidad perfecta para saber toda la verdad.

POV SAM

 El ambiente en el bar no había sido alterado en lo absoluto desde que había puesto un pie dentro cuando inició la investigación, e incluso se podría especular que los meses llenos de sangre les habían dado una popularidad increíble entre los idiotas que buscaban placer y peligro juntos cosa que para mi no había resultado nada bien. Precisamente por eso es que continuaba aquí, no podía dejar el caso sin haber encerrado al responsable de tal perdida. 

  ―¿Deseas beber algo Sam?

Rachel quien al parecer llevaba una jornada atareada se encontraba frente a el sin preocupación alguna de dejar algún cliente en espera. 

  ― Solo agua Rachel, gracias―Respondí amablemente antes de preguntar lo que de verdad quería saber, supongo que es la celestina que llevo dentro―¿Como van las cosas con Finn? ¿Esta llevando bien su desempleo?

―Estamos juntos de nuevo aunque de ello creo que ya estabas enterado― Respondió ella alegremente, realmente me alegraba por ambos― Y esta trabajando con el superior de tu jefe, ¿no te lo dijo?

¿Figgings? ¿Exactamente porque lo contrataría como trabajador privado si simplemente lo podría haber reincorporado a la policía con tan solo chasquear los dedos? Incluso sin el consentimiento de Schuester su veredicto sería absoluto, no tiene sentido. Planeaba preguntar a Rachel si sabia que trabajo desempeñaba Finn pero un fuerte grito interrumpió mis palabras. 

 ― La terraza―Dije antes de empuñar el arma en mis manos y correr al deber. La puerta estaba bloqueada y no parecía ceder ante ninguno de mis golpes, entre más me esforzaba más fuertes eran los gritos.

―Juntos―No me sorprendí al ver a Finn a un lado, su novia trabajaba aquí después de todo así que simplemente asentí.― Uno... Dos... ¡Y tres!

De un solo golpe la puerta fue derribada para darnos una de las vistas más rojas que habíamos presenciado en el bar, Santana Lopez yacía en el suelo perdiendo más sangre de lo que posiblemente tendría.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top