Capítulo 51

#NOBREATHINGMARATON 2/3

POV FINN

Me había tomado mucho tiempo regresar a este lugar que por poco y olvido el camino. No me sentía listo para verla directo a los ojos y decirle que lo sentía por no poder formar parte de su vida diaria.

Sue estará muy contenta de verme, sin embargo las preguntas por mi desaparición tanto tiempo no serán excluidas de nuestra conversación.

Llegué al edificio y estacioné el auto en el lugar de siempre, dejé mi celular en el cajón y salí. No quería algo que me interrumpiera o hiciera que mi plática con la pequeña fuera menos satisfactoria.

―Hola, me gustaría hablar con Sue Sylvester.

La secretaria asintió y por el intercomunicador llamó a su jefa, quién en menos de dos minutos estaba frente a mí.

―¡Finn Hudson! Un gusto verte igual que siempre. ―Me atrajo en un fuerte abrazo. ―¿Por qué has llegado tarde? Sarah lleva esperando unos 20 minutos tu llegada.

―¿Sarah sabía que vendría? ―Pregunté confundido.

―¡Por supuesto! Vamos, no pierdas más el tiempo. Cuando salgas quiero hablar contigo.

Me parecía extraño su entusiasmo, pero preferí no preguntar más y aprovechar que no me había hecho firmar algún tipo de papel para poder verla. Ahora que no era oficial, se me haría un poco complicado el acceder.

La puerta de su habitación estaba emparejada y unas cálidas voces se escuchaban al otro lado. Al principio creí que lo correcto era regresar y preguntar si su habitación seguía siendo la misma, pero no lo hice. Al contrario de eso, miré a través de lo abierto y la vi; estaba riendo al mismo tiempo que aplaudía, pero lo que más me sacó por completo del momento fue verla a ella: Rachel estaba frente a la niña sentada con una pequeña sonaja en su mano siguiendo el ritmo que Sarah hacía con sus manos.

―Hola.

Dije con voz baja para no interrumpirlas del todo, aunque fue en vano pues Sarah llegó a mi lado con rapidez y estiró sus brazos para que la alzara.

―Hey pequeña. ―Besé su mejilla levemente y por el rabillo del ojo observé a Rachel levantarse y sacudir sus prendas nerviosamente. ―¿Qué estaban haciendo?

―Rachel intentó cantar la canción que cantaba mamá.

―Pero fallé en ello, no conozco la letra. ―Intervino Rachel en nuestra conversación.

―La aprenderás, sólo es cosa de tiempo y práctica. ―No pensé en mis palabras, a decir verdad, me encontraba igual de nervioso como posiblemente lo estaba Rachel. Quiero decir, no me imaginaba esta situación por nada del mundo. ―Sarah, ¿te parece jugar un momento con tus juguetes mientras hablo con Rachel?

―Sí, pero recuerden que los vigilo.

Su comentario nos hizo reír al igual que a Sarah. Tomó sus juguetes y se fue al lado del lado del escritorio dejándonos a nosotros en la entrada.

―Rachel yo... Yo no sé qué decir, no esperaba que siguieras viendo a la niña y mucho menos esperaba encontrarte aquí.

―Sentí que debía hacerlo. Y para serte sincera, la extrañaba.

―¿Cómo has logrado entrar? No es que me moleste, sino que realmente se me es extraño...

―He dicho que tú vendrías. ―Respondió en voz baja luciendo completamente apenada. ―Por esa razón he logrado entrar, aunque después de todo no fue una mentira. No tenía idea alguna de que realmente vendrías.

Ahora tenía sentido la razón por que Sue creía que había llegado tarde.

―Creo que tenemos una conexión. ―Dije sin molestarme en ocultar la alegría que sentía. ―O podría ser que el destino quería que ambos estuviéramos aquí, hablando y mirando hacia lo que podemos recuperar.

―No creo que sea posible. O sí lo es, no sería sencillo.

―¿Y eso qué más da, Rachel? ¡Intentarlo no nos haría daño!

―Hay cosas que no sabes de mí, Finn y tengo miedo de que cuando las sepas decidas alejarte mi vida para siempre. ―Su tono de voz me preocupada, ¿qué podía ocasionarle todavía dolor? ―Será mejor que me vaya. Te juro que no creí que tendríamos que pasar por esto.

Se dio media vuelta y comenzó a caminar directamente a Sarah para despedirse de ella.

―Rachel no, no te vayas por favor. No ahora. ―Se detuvo y volteó a verme, sus ojos comenzaban a cristalizarse y me odié más por esta situación. ―¿No crees que es momento de que dejemos el pasado atrás y comencemos de nuevo?

―Es lo que más me gustaría, pero...

―Nada de pero, ya no hay ninguna excusa que valga la pena ser escuchada. ―Di unos pasos hasta quedar frente a ella y tendí mi mano. ―Soy Finn Hudson.

―¿Qué estás haciendo? ―Rió ignorando por completo mi mano.

―Estoy comenzando desde cero, así que anda, no seas grosera. ―Volví a tender mi mano hacia ella. ―Soy Finn Hudson.

―Rachel Berry.

―Señorita Rachel Berry, ¿aceptaría salir a cenar conmigo?

―Sería un placer.

Le di un leve apretón de mano y me acerqué para darle un cálido abrazo. Sentí que ambos lo necesitábamos y fue algo bueno, pues la tensión había desaparecido.

―¡Yo también quiero abrazarlos! ―Llegó Sarah a nuestro lado y no la ignoramos para nada, pues ambos nos pusimos a sus estatura y nos dimos un fuerte abrazo.

Iniciar de cero a veces era bueno y por ahora las cosas de mi lista estaban saliendo bien. Con esto me di cuenta que realmente la había extrañado con todas mis fuerzas.

POV RYDER

―Marley, ya te dije que no necesito que hagas todo esto. Estoy bien.

―Tu cállate y come. ―Volvió a insistir introduciendo la cuchara a la fuerza en mi boca.

Desde que había despertado del coma Marley no se había apartado de mi lado, aunque tuve que forzarla a ir a la escuela aun sin mi compañía. Ella venia todas las tardes en el horario de visita a traerme comida, regalos, los trabajos de la escuela y todo lo que se consideraba "interesante" de lo que hubiera pasado en clase. Aun con toda su atención no había podido olvidar a quien me había puesto en esta camilla y sabía que debía hablarlo pronto con algún oficial antes de que alguien más salga herido.

Y hablando del diablo...

―Disculpen si interrumpo pero supongo que es mi deber. ―Un hombre rubio se adentraba en la habitación: Sam Evans si mi memoria no falla, el oficial que detuvo a Hudson y Anderson en aquella pelea. ―¿Cómo va tu recuperación?

―Estaría mejor si se dejara cuidar sin protestar. ―Respondió Marley inflando sus mejillas tiernamente como reproche.

―Deberías seguir los consejos de tu novia, no se ha despegado de ti en ningún instante. ―Caminó lentamente hasta sentarse en el sillón junto a mi camilla. ―Pero supongo sabrás porque he venido.

No era nada del otro mundo: información, y era lo más prudente siendo el un oficial.

―¿Recuerdas quién te hizo esto?

― ¿A aquel bastardo? Si, lo recuerdo bien. ―Respondí tratando de bloquear el recuerdo junto a la ira. ―Ese fue...

POV SAM

Jodida mierda, por más que lo repitiera y jurara no traía ningún sentido. Muy bien podría tratarse de un efecto secundario del impacto que recibió pero la expresión en sus ojos llamaba a mi instinto policial para indagar más, no tenía nada que perder, si de sospechas iríamos a iniciar nuevamente no sería ningún retroceso a comparación de lo poco que hay ahora.

―Bien, no te aseguro que consiga una autorización de mi jefe debido a lo descabellada que resulta la situación. ―Sus ojos quedaron bajos mientras sostenía la mano de su chica, era lindo supongo, tener a alguien para ti después de todo... Me hace pensar en Quinn, debo resolver que bastardo le hizo aquella cosa. ―Pero él no tiene por qué enterarse.

Tras una pequeña charla de cual serían exactamente nuestras opciones habíamos llegado a una subjetivamente viable: infiltración. Si no podíamos obtener información a plena vista sería más sencillo desenterrarla desde las sombras, una chica pasaría perfectamente en el perfil de preferencia de nuestro objetivo principal. Luego de aclarar las dudas estaba listo para irme, había obtenido más de lo que esperaba y con ello me sentía satisfecho pero un jalón a mis espaldas me detuvo.

―Lo haré yo, no intente disuadirme oficial, soy lo que necesitan para estar dentro y es lo que importa en el momento. Lo sabe muy bien.

No tenía palabras, esta chica tenía tanto o más coraje que su hermana. Sabía que negarme me era imposible ante ella, pero nada me impedía ponerle obstáculos, Rachel me mataría si algo le pasara.

―Umh, Marley ¿no? Mira, por mucho que necesite a una candidata, bueno, eres menor de edad, no puedes hacer nada si no tenemos el consentimiento de un adulto que se haga responsable por ti. Es mejor si dejas que hagamos nuestro trabajo sin ponerte en peligro.

―Oficial Evans, soy joven más no tonta, si la única forma de hacer esto es conseguir el consentimiento no me será difícil.

―Rachel no te dejaría y lo sabes Marley, te lo digo, no es un trabajo para un menor de edad. ―La tomé de sus hombros para hacerme sonar más claro. ―Lo atraparemos.

―Exacto, lo atraparemos. Porque yo también soy parte de ese plural. Nos vemos pronto oficial.

Bien... Artie Abrams, será mejor que te cuides.

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