Capítulo 42
#NOBREATHINGDAY
POV RACHEL
Verla salir completamente de mi vista me hizo darme cuenta de que ahora mi corazón estaba roto. No sabía qué hacer, no tenía a quién contarle lo sucedido o cómo me sentía, ya no tenía nada.
―Rachel, ¿estás bien? ―Preguntó Sam y yo asentí. Sabía que me preguntaba acerca del golpe y sin importar el dolor no permitiría que Finn pasara algún tiempo en la comisaría.
―Ha sido un accidente, no debí atravesarme. ―Dije en voz baja. ―Sólo necesito ir a casa, ¿puedo irme?
―Permíteme llevarte.
Se despidió de todos los que seguían en la entrada y lo vi darle un buen golpe a Finn en su cabeza, podía notar que estaba enojado más con él que con nadie. Blaine vino y se despidió de mí susurrando un pequeño "lo siento" y dándome un cálido abrazo, lo peor de todo fue el momento en que pasé mis brazos por su cuello porque realmente necesitaba ese abrazo.
―Diablos Rachel, ese moretón en tu mejilla se verá peor por la mañana. ―Mencionó Sam cuando íbamos de camino al auto. ―No puedo creer que lo protejas después de lo que ha hecho.
―No quisiera hablar de eso. ―Pronuncié en voz baja intentando que no saliera entrecortada, estaba aguantando todas mis ganas de llorar. ―Estoy tan enfadada con Finn, él no entiende que está pasando realmente. Yo sólo intentaba ayudar a Blaine, no estoy con él de la manera en que él y Kurt imaginan, sólo...
―Sólo quisieras que escucharan. ―Me interrumpió, Sam Evans parecía un chico completamente cerrado respecto a sus sentimientos pero parecía entender a la perfección lo que estaba diciendo. ―Finn es testarudo y eso lo sabes, pero ten por seguro que se le bajara con el tiempo. El sigue completamente enamorado de ti y eso no va a cambiar con gran facilidad.
No respondí, sólo dirigí mi vista a las calles que estábamos atravesando hasta llegar a mi edificio. Le agradecí con una sonrisa fingida y Sam tomó mi mano diciendo:
―Todo mejorará.
―Quisiera tener tu optimismo.
Salí del auto rápidamente y subí las escaleras lo más deprisa que mis piernas me permitían, pero cada escalón que me acercaba a la puerta más pesadas se me hacían las piernas. Estaba nerviosa.
Marley estaba sentada en el sofá con las piernas cruzadas y sus brazos descansando en sus piernas, en su rostro aún se notaban las lágrimas que había estado derramando y su cabello estaba desordenado.
―Hola... ―La saludé aunque era tonto, ella no necesitaba que la saludara. Necesitaba respuestas.
―Sólo habla.
Le expliqué desde el momento en que acepté ese trabajo, de las veces que más le mentía, acerca del trabajo extra que ahora estaba haciendo y de las veces que fui golpeada por mi jefe. Mi hermana solo permanecía allí: callada y con la mirada perdida, sabía que no sería fácil volver a recuperar su confianza.
―Todo lo hice para que viviéramos bien, Marley. Para que tú vivieras bien.
―¡No me importa vivir bien! ―Gritó con las lágrimas resbalando por su rostro. ―¡Mil veces hubiera preferido ser pobre a que mi hermana tuviera que ser una zorra que se acuesta con sus clientes para vivir! ¿Piensas que debo creerte que nunca hiciste nada de eso? ¡He visto el bar! ¡Mi novio trabajó siempre contigo! ―Estaba enojada y quería interrumpirla y pedirle que me creyera cuando le digo que nunca tuve nada que ver con algún cliente, pero no podía. ―¿De esa manera pensabas adoptar a una niña? ¡Qué vergüenza hubieras pasado! Ya no me sorprender la razón por la que Finn se estaba agarrando a golpes con aquel sujeto, quizá era uno de los que te pedía sexo y él escuchó.
Dejé que el nudo de mi garganta se deshiciera y lloré por las palabras que mi hermana había pronunciado. De todo lo que había dicho, esto había sido lo que más me había dolido; ella realmente creía que era una zorra, al igual que me lo habían estado diciendo dos personas más en estos días.
―Ya no estoy más con Finn. ―Informe haciéndola callar y mirarme con la boca abierta. ―No desde hace unos días. Y no, Blaine no estaba ofreciendo nada de lo que te imaginas aunque ya no estoy segura si vayas a creerme, pero te juro... Que todo lo que he hecho ha sido por ti.
―Puedes dejar de hacerlo, me voy de aquí.
― ¿A dónde irás, Marley? ¡No puedes hacerme esto!
―Debiste pensarlo antes. Hubiera preferido vivir en comunidad antes de tener una hermana que se prostituyera para vivir, me da tanta vergüenza tan sólo decirlo. No sé cómo es que estabas tan cómoda con ello.
―No lo estaba.
―Entonces tuviste que haberme dicho la verdad. Podíamos haber encontrado una solución juntas, no me importaba que mostraras tu debilidad ante lo sucedido. Tú también perdiste a mamá, no sólo yo.
Quería que me abrazara, que me dijera lo mismo que me había dicho Sam y que se quedara a mi lado. Pero no lo hizo.
Tomó la mochila entre sus manos y salió de la casa cerrando la puerta detrás de ella. No tenía nada, estaba tan vacía como aquella vez...
POV FINN
Después de todo no se trataba de ninguna mentira o engaño, entendía que estuviera molesta conmigo pero jamás pensé que se desquitaría con uno de sus amigos haciéndole tanto daño. Kurt ya no era el mismo, al menos no desde aquella noche.
―Flashback―
Era lo suficientemente tarde como para que alguien llegara a tocar desesperadamente mi puerta en esta lluvia, aún en pijama ―suponiendo que unos pantaloncillos largos y una camiseta vieja se pudiera catalogar como una― tomé mi arma en mano dirigiéndome cautelosamente hacia la puerta pero de repente el golpeteo se detuvo, rozando el gatillo con mi mano abrí la puerta de golpe derrumbando a Kurt Hummel ante mis pies emitiendo un grito ahogado cuando vio mi arma frente a él.
―Maldita sea Finn, ¿así recibes a todas tus visitas? ―Chilló mientras apartaba el arma y ponía el seguro nuevamente. Algo había de diferente en él, sus ojos estaban a un rojo vivo y sostenía una botella de tequila como si fuera su vida: estaba ebrio.
―A todo aquel que toca mi puerta como un condenado a estas horas junto a el clima, si. No me puedo fiar de mucho.―Extendí una mano para ayudarlo a levantarse pero sus torpes movimientos lo hicieron caer nuevamente. ―Kurt, que haces bebien... ¡Pero solo queda mucho menos de la mitad! Kurt ¡¿Te has bebido esta botella tu solo!?
―No... ―Lanzó una pequeña risa socarrona que expresaba todo lo contrario a sus cristalinos ojos. ―Esta bien, tal vez solo un poquitín.
―¿Qué te pasa Kurt? Tú no eres de ese tipo de persona, es más, tú mismo me dijiste que el alcohol es veneno. ―Lo tome con ambos brazos para levantarlo nuevamente y evitar que caiga. Pero un sollozo se hizo presente, uno tras otro fue saliendo más fuerte hasta que se apegó a mi pecho mientras lloraba desconsoladamente. ―Kurt... puedes decirme lo que sea, somos hermanos, ¿no? ¿Recuerdas eso?
―No es solo sobre mi FInn...―Y así paso la noche entre sollozos y lágrimas relatando toda su noche y alterando la mía.
―Fin del Flashback―
―Pensé que solo ibas a hablar. ―Kurt llegó a mi lado sentándose desanimadamente rato después de que la multitud volviera a lo suyo.
―Supongo que ganaron los instintos. ―Reímos amargamente sin siquiera mirarnos. ―No esperaba que fuera real... y mucho menos que terminara así.
―Al menos le has dado una buena paliza a Blaine, gracias por eso supongo. ―Sin haberlo notado antes voltee a verlo mientras bebía directamente de una botella de tequila como la noche anterior. ―¿Qué? ¿Quieres?
―En otras circunstancias te habría arrebatado la botella de las manos junto a una charla de no superar las cosas con el alcohol. ―Un bufido seco salió de sus labios interrumpiéndome. ―Cállate que aún no termino. En fin, te acompañaré en tu resaca mañana.
Una vana sonrisa irónica se formó en su rostro mientras servía mi trago.
―Ningún dolor que supere todo lo que ha pasado este par de días. Incluyendo ese labio roto que traes.
―Tú también tienes uno. ―Encogí los hombros restándole importancia al asunto. ―Por cierto ¿De dónde salió el tuyo? No fue Blaine, ¿Verdad? Te juro que si fue él lo que le hice es poco comparado de lo que le pasará ahora.
―Fue Rachel. ―No podía estar más sorprendido aun. ―La abofetee, me abofeteo, no tiene mayor relevancia, lamento eso.
―Bueno, al menos no le has dado un puñetazo en la cara. ―Bufé mientras tomaba mi trago de un solo sorbo. ―Me siento idiota. ¿Pero sabes qué? No me preocuparé por eso, al menos no ahora. Levanta el culo y pide a alguien que te cubra el turno: Vamos a beber, beber... Y conseguir chicas.
Una ceja arqueada y molesta me hizo denotar lo obvio
―Y un chico. ―Añadí logrando oír una carcajada mientras me seguía el paso, hoy la pasaríamos como nunca, los lamentos serán para mañana...
POV SAM
El fin de semana había pasado de la manera más loca posible y ahora teníamos trabajo en la oficina. El interrogatorio a Puckerman continuaba y teníamos que sacarle la sopa a como diera lugar.
―¿Dónde diablos está Finn? ―Gruño Schuester. Tragué un poco de saliva para que mi voz nerviosa no saliera, intentaría cubrirlo aunque la realidad no tenía idea en donde estaba metido.
―Se ha atrasado y me pidió que tomara su lugar hoy.
Hizo un sonido de frustración y se dirigió rápidamente a la sala. Sabía que estaba enfadado por la falta de responsabilidad que había tenido Finn.
―Muy bien Evans, sé que el trabajo en el bar no les ha traído prueba alguna y sobre todo no ha ocurrido nada que pudiera llevarnos a él, así que tenemos que depender una vez más de Puckerman.
―¿El interrogatorio tiene que ser más severo o cuál es el plan?
―Creo que lo único que nos queda es negociar un poco con él, atraer su atención de alguna manera.
Cuando nos quedamos en silencio, posamos nuestra vista a través del cristal donde un hombre con el cabello ya crecido y algunas marcas de las peleas ocasionadas en este lugar se notaban.
―Buenas tardes, Puckerman. ―Dijo amablemente Schuester indicándole que tomara asiento. ―Perdón por tardar tanto en llamarte, pero me temo que eres nuestra única opción en estos momentos.
―Deberían darlo por caso perdido, oficiales. De igual manera, yo no saldré de aquí en un gran tiempo con o sin culpable de los asesinatos.
―Eso crees Puckerman. ―Dije con gracia en mi voz. ―Podríamos llegar a un acuerdo si estás dispuesto a ayudarnos.
―Los escucho.
―Tenemos entendido que tus crímenes que tienen que ver con las drogas han sido viejos y llegaste a pagar en su momento por ellos, así que lo único que te tiene aquí es el intento de homicidio que hiciste contra Kurt Hummel y el estar impidiendo el paso a una investigación. ―La voz del jefe era relajada, pero estaba cien por ciento seguro que tomaba todas sus fuerzas para no gritarle un sinfín de cosas. ―Podríamos negociar tu primer crimen mencionado dándote la oportunidad de una fianza, quedarás libre en menos de lo que canta un gallo.
―Es tentadora la propuesta, pero anteriormente les he dicho que no sé quién es el verdadero asesino. ―Reí sarcásticamente pero al ver su seriedad me callé. ―No lo mencioné, ¿verdad?
―¿Entonces cómo por qué cubrir a alguien?
―Por dinero. Claro esta que lo disfrutaría más si no hubiera caído en esta pocilga, pero créame Evans que no tengo idea de quién es el asesino. Todos los tratos los hice vía telefónica y los números eran privados, lo que se refiere que no era gente tonta.
―Pero las voces... ¿No le eran familiares? ―El de cabello rizado miraba al acusado como si quisiera matarlo y lo entendía. Si desde el principio hubiera empezado con ello las cosas serían diferentes.
―Para nada, pero le puedo asegurar una cosa: no solo hablé con una persona, eran dos voces diferentes. Puede que hasta tres.
Con la mirada nos decíamos todo. Desde el principio teníamos la creencia de que ese tipo de crímenes no podían ser hechos por una sola persona y ahora lo teníamos.
―¿De cuánto es la fianza? ―Preguntó esperanzadoramente el acusado.
―Ya habrá tiempo para eso. ―Dije mirando a Schuester que reía levemente. ―McCarthy, regrésalo a su celda.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top