Capítulo 15
POV KURT
A medida que transcurría la noche se terminaban los cantantes voluntarios cómo los malos recuerdos. Aunque mentiría si dijera que no me aburría, la idea del jefe fue tan útil —sorpresiva de igual modo— para aliviar la tensión del lugar pero en estos momentos me encontraba solo observando como todos reían y bailaban. Rachel se había ido con el Oficial Hudson y Yusia estaba tan ebria que bailaba cómo epiléptica en frente de todos.
Recorrí mi vista por todo el lugar y observaba de lo más bizarro (Yusia agitándose como lagartija) hasta lo más candente (cosa que prefiero no describir).
Y ahí estaba Blaine junto al chico nuevo "Ryder", podría decir que estaban teniendo una plática normal si no fuera por mirada que tenía fija en mí cómo si me señalarán.
POV BLAINE
La fiesta era divertida, para todos menos quien estuviera pensando las 24 horas al día en Kurt Hummel y sus finos labios, no había podido olvidar el sabor de su boca.
Me encontraba con Ryder, sin embargo por más que intentaba no podía escuchar nada de lo que salía de su boca, solo podía mirar a la distancia y contemplar a Hummel. No entendía que me pasaba, nunca me había sentido así por alguien y mucho menos un chico. No era gay... O al menos es lo que me he estado repitiendo a mí mismo los últimos días.
—¿No has notado lo sensual que es el trasero de Kurt? —Espera un momento, alto ahí. Mi sorpresa se acabó cuando Ryder empezó a reír con suficiencia —Bingo, él es en quien piensas.
—C-claro que no imbécil. —Mierda, esté chico sabía cómo sacarme de quicio.
—Entonces dime de que te he estado hablando todo este tiempo —Retó divertido, yo no tenía palabras así que solo bajé la cabeza. —gracias y para tu información hablaba de una chica de mi escuela, es linda.
—Ya veo, ¿cómo se llama? —Pregunté rápidamente con la esperanza de que olvidará el tema de Kurt.
—Luego campeón, no sabía que eras gay.
«Gay» ¿era eso lo que me describía? Todo lo que había vivido, todo lo que había pensado, todo lo que mi padre me había enseñado... Todo eso se derrumba ahora, no sabía que pensar o que hacer, simplemente me sentía perdido no en locura sino en el por qué sentir algo no te hace loco, te hace loco es no entenderlo y eso era lo que le sucedía.
—No tengo problema alguno ¿ok? Creo que en que cada quien es libre de hacer con su trasero lo que lo haga feliz junto a la persona que ama. —Siguió diciendo y reí.
—Eso fue lo más noble y estúpido que he escuchado. —Trataba de acomodar un poco sus palabras en mi mente. —Y estoy siendo muy generoso con lo de poner la palabra noble.
—Ahg, soy un genio incomprendido. —Levantó los brazos en desespero fingido, hilarante sujeto. —Ahora ve y háblale
—Estás loco infante, no me jodas.
—¿Me estas retando a obligarte?
—No lo lograrás —No iba a hablarle, no porque no quisiera sino porque no sabía que decirle. No planeaba profundizar el estado de confusión mental en que me encontraba.
—¡Anderson cantará con Hummel! —Maldito día en que a sus padres se les rompió el condon.
Toda la atención se giro hacia nosotros y poco a poco empezaron a surgir pequeños murmullos que se fueron multiplicando al mismo tiempo que mis nervios, mi mirada rápidamente fue a encontrarse con la de Kurt quien aparentaba que su sorpresa era igual a la mía. Me perdí entre los brazos de la multitud que nos empujó hacia el escenario para luego mirarnos fijamente.
—¿Alguna sugerencia? —Preguntó con la mirada baja, algo de esperarse al haberlo evitado tanto tiempo.
—No lo sé, escoge tu —Mi mente estaba en blanco, la presión era mucha.
La melodía empezó a escucharse por el lugar, podía reconocerla de un largo paseo con mamá en el auto escuchando la radio.
Made a wrong turn
once or twice.
Dug my way out,
blood and fire.
Bad decisions,
that's alright.
Welcome to my silly life
Su voz era simplemente indescriptible, escucharlo cantar tan sólo unas pocas palabras de la canción podía sentir una conexión. Era simplemente angelical.
Pretty pretty please!
Don't you ever ever feel
Like you're less than,
Less then Perfect
Pretty pretty please
If you ever ever feel like you're nothing
You are perfect to me
Me uní a su voz logrando armonizar a la perfección, poco a poco perdimos el pudor de estar cerca y olvidar lo ocurrido, olvidar nuestro alrededor. El era la definición de la canción, totalmente "perfecto"... Una pena que una bestia cómo yo no podría cumplir sus estándares o más bien no debía.
You are perfect to me...
Y ahí mis labios volvieron a sentir el sabor de los suyos como si de una droga se tratara, todo perfecto hasta que el golpe de la realidad llegó espontáneamente.
El silencio del público se vio opacado por mis veloces pasos alejándose y mi difusa mente luchando consigo mismo.
Al llegar a la salida miré a todos lados en busca de algún habitante que da un paseo por la noche, pero no había nadie. Aproveché esa soledad y grité; grité como nunca en mi vida lo había hecho y me tiré por un segundo al suelo hasta que sentí que alguien estaba detrás de mí. Se trataba de Kurt, quien con una mirada esperanzadora y algunas lágrimas resbalando por sus mejillas dijo:
—¿Qué diablos es lo que planeas, Anderson? —Me asusté por su tono de voz, nunca pensé que alguien con cara angelical tuviera ese carácter. —¿salir del closet usándome de rehén?
—¿Quién dice que soy gay? —Grité enojado y me regañé mentalmente por mi estupidez, ¿no podía haber usado mejores palabras? —y si así fuera... ¿qué te importa a ti?
—¿Eres tonto o qué? ¡Me estás usando a mí! Una persona que por mal no recuerdo, siempre has llamado marica, ¿es por qué tú también lo eres? ¡Sí ya sabía yo que los homofóbicos solo eran intentos de olvidar que lo son!
No pude más con mi enojo y lo empuje con tanta fuerza que cayó al suelo, escuché un quejido de su boca y jalé mi cabello como si no existiera dolor alguno.
—Lo siento... —Estiré mi mano para ayudarlo a levantarse pero él la ignoró, ¿y cómo no lo haría? Si yo era un estúpido que intentaba defender la verdad con enojo. Me tiré a su lado sin ni siquiera mirarlo a los ojos, escuchaba como su respiración trataba de relajarse y eso me hacía que yo mismo me relajara. —mira Kurt... me gustaría que habláramos acerca de todo lo que ha pasado entre nosotros, puede que hoy no quieras hacerlo o quizá nunca, pero yo realmente espero que tengamos tiempo.
—Podemos hablar ahora... —Me tomó de la mano y eso me obligó a verlo directo a los ojos, los cuales ya no tenían rastro de alguna lágrima que quisiera salir. —yo quiero escucharte.
¤¤¤
Le conté absolutamente todo: desde el primer encuentro que tuve con un chico hasta aquella paliza cuando mi padre nos descubrió y él no hizo nada más que escuchar y apretar mi mano en los momentos en que me veía afectado, y por primera vez en mucho tiempo... Me sentía bien.
—Y ahora —Reí. —no sé qué sigue.
—El primer paso es la aceptación, Blaine.
—Ok, debo aceptar que soy gay ¿qué sigue? ¿Aceptar la humillación y ver como todos se alejan de mí? No podría soportarlo.
—Ya veo el problema —Kurt se puso frente a mi sin soltar mi mano ni un segundo y me alzó un poco la cara para poder verlo más a los ojos. —debes aceptarlo por ti, no por los demás. Si a tus amigos no les gusta cómo eres ¿qué importa? Hay mejores personas que ellos y tú eres una de ellas.
—Kurt... ¿por qué haces esto? —Pregunté y él me miró confundido. —¿por qué eres bueno conmigo si yo siempre te he tratado del asco?
—Porque no voy a negar que me gustas Blaine. —Admitió rápidamente y sin vergüenza alguna en su voz. Si tan sólo me fuera tan fácil admitir lo mismo a mí. —Y tampoco te negaré que ahora veo más oportunidad que nunca, aunque claro... suene algo egoísta.
No pude evitar reír y apretar su mano con más fuerza. No podía negarme a mí mismo que esto también se sentía bien y que sin importar lo que dijeran los demás, esta vez no tenía miedo. Sabía que Kurt estaría ahí y de la misma manera en que lo dijo él, los que realmente son mis amigos también lo estarán...
—Hagamos algo —Le empecé a decir poniéndome de pie y ofreciéndole mi mano para que él haga lo mismo. —me gustaría que nos conociéramos, así que... ¿aceptas una cita conmigo?
Kurt sonrió de oreja a oreja y asintió alegremente, parecía un niño de 12 años enamorado de su primer amor. Aunque si era sincero, ni siquiera sabía qué edad tenía.
Me acerqué para tomarlo entre mis brazos y con ganas de jamás soltarlo, respiré profundo y noté como él hacía lo mismo. No sabía cuantos minutos habían pasado y realmente no me importaban, pero la puerta abrirse hizo que ambos nos soltáramos del abrazo, no se trataba de nadie importante, sólo eran el oficial Hudson y Rachel, quienes se despidieron alegremente y caminaron como si ellos no hubieran visto nada.
—Lo ves, nadie juzgará acerca de lo que eres, Blaine. —Sonrió y me guiñó un ojo.
—Ok Kurt, comenzaré a creerte.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top