POV RACHEL
Mi respiración estaba comenzando a estar a su ritmo normal. Aun sentía la necesidad de salir corriendo a gritarle barbaridades a Brody pero sería aprovecharme y huir de lo que estaba pasando.
Finn estaba sentado, dándome la espalda mientras su respiración subía y baja con velocidad.
Supe que estaba nervioso, sin embargo no podía entender si estaba nervioso porque podría perder su empleo o por las palabras que aquel chico de ojos verdes había dicho.
—Deberías regresar a trabajar —Me dijo con voz apagada sin mirarme. —podrían estar preguntándose por ti y no queremos que te castiguen. Aunque siendo sincero, no sé qué tipo de castigos usan aquí.
—No son malos —Me acerqué a él y toque su hombro. No hubo reacción alguna, sólo se quedó en la misma posición. —¿te gustaría hablar de algo?
—Sí, ¿cómo te sientes con los insultos de aquel idiota? —Por fin me miró y en sus ojos pude notar que quería evitar el tema, cosa que no permitiría. Lo miré de mala gana y él siguió diciendo —: ¿no es eso de lo que quieres hablar?
—Finn...
—Mira Rachel..., realmente no sé qué decirte. No tengo claro si lo que hice solo fue por ser un policía y que mi deber era proteger a quien fuera o porque tengo un interés en ti porque... —Frotó su cabeza con nerviosismo y se sentó en la silla que estaba detrás de él mirando hacia donde estaba yo esperando que siguiera con su plática. —nunca me había sentido de esta manera.
—Entonces aquel beso... ¿fue real? —Pregunté tontamente.
—No sé si se le pueda llamar beso a un solo rose de labios —Bromeó. —pero sí. En afirmativo logró quitarme el sueño pensando en que había pasado.
Sin despegarnos la mirada, ambos nos quedamos en silencio y con nuestras respiraciones nerviosas sonando en la habitación.
—Te diré algo —Fue él el primero en hablar. —me gustaría que volviéramos a salir y así seguir conociéndonos porque siéndote sincero, soy un desastre en estos momentos y me gustaría que supieras el por qué. Así que, ¿pasear por el parque u otra cena?
—Sería más fácil hablar en un parque que en un restaurante abarrotado de gente. —Reí e hice que él imitara mi gesto. —creo que pensamos igual, ¿sabes?
—¿A qué te refieres?
—Nunca me había sentido de esta manera, porque bueno... también soy un desastre.
—Entonces necesitaremos más que una salida.
Asentí y la presencia de alguien más en la habitación me hizo quedarme en shock. Voltee hacia la puerta y me encontré con Sam Evans, otro de los oficiales y compañeros de él.
—Te he estado buscando —Le dijo a Finn, quien rápidamente se levantó de la silla y se puso a su lado. —no sé qué ha pasado pero Brody se ha marchado. Quedamos tú y yo.
—Me parece perfecto. —Dijo Finn sin esconder un poco su orgullo por recordar aquel golpe. Reí, lo que hizo que el rubio me dedicara una pequeña mirada de confusión.
—D-debo regresar a trabajar —Me despedí con la mano de los dos oficiales y salí de la habitación.
POV SAM
Siendo honesto esperaba llegar y celebrar con mi compañero la marcha de su "competencia", pero no contaba de que estuviera en su propia celebración.
—Creó que interrumpí tu pequeña fiesta. —Comenté pícaro, aunque por el orden de sus ropas sabia que no habían intentado nada, solo me gustaba ver el rojo en sus mejillas.
—¿De qué hablas malpensado? —Exclamó ruborizado. —Yo s-solo le pedí una segunda "cita".
—Me alegra saber que tu pequeño amigo empiece a hacer tic-tac al acercarte a ella.
—¿Pequeño amigo? —La verdad no sabia si su inocencia me impresionaba o me preocupaba.
—¡SAM!
—Pues mi amigote va un paso más adelante que el tuyo, escucha y aprende.
*Sex alert, no nos hacemos responsables de lo que se lea a continuación, si no se es apto para leerlo parar aquí y esperar al siguiente capítulo*
—Flashback—
—¡Oficial Sexy! —Me llamó una rubia ahora conocida.
—Quinny, me alegra verte ¿Que puedo hacer por ti? —No respondió, simplemente tomó mi mano y me llevo a una de las habitaciones privadas, solo había una cama pero no nos sentamos. Quedamos de frente a frente, ella me miraba de manera lujuriosa.
—La verdad he estado pensando en ti, ¿sabes? —Lentamente poso su mano sobre mi pierna y empezó a recorrer en ella suavemente mientras mantenía su voz coqueta que tanto me encendía en el poco tiempo que llevábamos. —En las noches es cuando más frecuentas mi mente, eres como una imagen fugaz que se desvanece dejando placer... ¿Sabes qué hago cuando eso pasa?–Finalmente su mano llega a dónde está mi entrepierna, en donde las palabras y caricias estaban empezando a hacer su efecto.
—¿C-contar ovejas? —Respondí con la voz entrecortada por la sensación de placer que me invadía en el momento, ya no había vuelta atrás y tampoco estaba dispuesto a hacerla sino que simplemente me dejaría llevar.
Quite su mano de mi entre pierna y la lleve directo a mi cuello para obtener un poco más de concentración.
—¿No te gusta el roce de mis manos? —Preguntó con su voz sensual, no le respondí.
Simplemente ataque su boca en un beso que poco a poco iba tomando su ritmo apasionado.
Mis manos comenzaron a bajar por su cuerpo lentamente hasta encontrarme con su trasero, donde no me importó que estuviera bajo la tela del vestido pues rápidamente la subí y así acariciarla sin despegarla ni un segundo de mí. Un leve gemido se escapó de su boca en el momento en que desaparecí su vestido de nuestras vistas quedando así solamente con su ropa interior a juego, ella quiso tomar revancha al deshacerse de mi camisa y comenzar a desabrochar el cinturón de mi pantalón.
Sin separarnos del beso, caminamos hasta la cama donde ella se dejó caer para yo ponerme encima. Comencé a dar besos en su cuello, barbilla y más abajo hasta toparse con su sostén y con un ligero levantamiento de la rubia hizo que aquel artefacto saliera de su cuerpo arrojándolo junto a lo demás. Podía ver toda la excitación que ella sentía en sus ojos, unos ojos que me miraban con un deseo incapaz de describir, cuando mi pantalón se encontraba a la mitad de mis piernas decidí quitarme y así estar a la par de la chica que ahora mordía su labio intentando aguantar todo el tiempo que la estaba haciendo esperar.
Trepe a la cama e hice que la única prenda que nos quedaba en nuestros cuerpos no estuviera más y con paso lento pero seguro me acerqué a ella. Una pierna en cada lado, yo entre ellas y mis manos inquietas que no dejaban de acariciarle sus muslos mientras que nuestras bocas seguían devorándose.
Todo cambio en el momento en que empezamos a ser uno mismo, con gritos y jadeos en toda la habitación. Estaba tratando de llevar el control, sin embargo no era algo que me funcionaba pues ella tampoco era de mucha ayuda, enredó sus piernas alrededor de mi cintura para que fuera más directo el encuentro y evitar algún paso en falso.
—Me vuelves loco —Dije con la voz entrecortada y descendiendo mis labios de su boca su cuello donde deje una pequeña marca de lo que había sucedido ese día hasta que ambos llegamos al clímax.
En sus ojos se veía todavía el deseo por lo que acaba de ocurrir, sin embargo no dijimos más palabras. Ambos estábamos agotados, pero había algo que no me tenía tranquilo. Sin importar toda la magia que habíamos hecho en la cama, sentía algo más profundo por aquella rubia y nuestra química era sencilla de hacerme querer luchar por ello.
—Fin del flashback—
—¡Oh dios Sam! —Se quejó Finn. —realmente no quería saber lo que hiciste con Quinn.
—Es sólo para que sepas que vas muy lento. —Dije orgullosamente. —A parte de próximamente tener citas con la guapa rubia tendré algo más.
—Lo mío es en serio, Sam.
—¿Y quién dice que lo mío no? —Dije rápidamente, pero leí mejor sus palabras. —Espera... ¿estás enamorándote de ella?
—¿Qué habría de malo en eso? —Levanté mi ceja para que notara que estoy esperando su respuesta. —no lo sé, Sam. Pero mentiría si te dijera que no quiero verla más, es como se lo dije a ella: no me había sentido así.
—Necesitas relajarte, has estado pensando demasiado en el trabajo que no tienes cabeza para otra cosa. Dime, ¿Qué harás cuando salgas con ella?
—Iremos a dar un paseo por el parque. —Abrí mi boca para decir que eso era tonto, pero me calló. —antes de que digas cualquier cosa, iremos al parque porque necesitamos conocernos antes de dar pasos en falso a cualquier cosa que vaya a resultar. Son muchas cosas que ni tú conoces de mí y me gustaría ser honesto antes de nada.
—Wow, eso ya se escucha serio. —Dije sin más, aunque sentía curiosidad de ver que se trataba todo eso no quise meterme en su vida personal. —Vale, salgamos de aquí antes de que piensen que nos estamos enrollando. Aunque tengo que decir que usted oficial, es hermoso, pero no es de mi tipo.
—Cállate Sam. —Dijo entre risas y salió de la habitación seguido por mí.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top