◜❝ UN DÍA CON MI CAPITÁN❞◞
•─────── CAPÍTULO 3───────•
UN DÍA CON MI CAPITÁN.
────────ᘛ•ᘚ────────
Luego de los eventos del consejo, Gine ya podía mantener sus pensamientos ocupados con ingresar a ese escuadrón de grandes guerreros, aunque su confianza estaba al tanto de la situación, ya que no sabía a ciencia cierta si Bardock era un guerrero de élite.
Terminó de ponerse las muñequeras y emprendió vuelo hacia las montañas rojas que parecían una línea nebulosa en el horizonte. Ahí era donde habían acordado encontrarse la noche anterior; cuando terminó la cena, Bardock se tomó el tiempo para hablar con Gine sobre su encuentro.
No estaba tan ansiosa por comenzar el día con Bardock, aunque si lo estaba por luchar y enfrentarse a nuevos guerreros. Sin embargo, sus emoción se atenuó cuando vio que en el lugar de reunión, en la gran barda empinada e irregular, no había nadie más que Bardock sentado.
Gine aterrizó frente a él, Bardock miró hacia arriba.
-Oh, Gine. Siento no haberte avisado antes, pero hoy no vendrá nadie. -Aclaró haciendo notar la pena en su voz.
Gine dejó escapar un suspiro.
-¿Por qué? -preguntó Gine, con voz trémula.
-Acabo de posponer el encuentro porque un par de soldados tenían asuntos que atender-dijo Bardock y se puso de pie-. Lo siento si te he hecho perder el tiempo.
Gine no hizo nada, solo siguió mirando alrededor, ahora se quedaría a solas con el capitán o simplemente se iría, no optó por la primera opción y se sentó en el suelo, justo en frente de Bardock; él la miró sorprendido, pensó que se iría.
-Si nadie vendría, ¿por qué tú sí? - preguntó Gine mientras se acomodaba en el suelo.
Bardock se tomó unos segundos para mirar alrededor antes de responder. El viento soplaba en su rostro y balanceaba su cabello rebelde con la brisa.
-Necesitaba descansar. -Terminó diciendo y volvió a mirarla.
Gine, sin saber cómo continuar la conversación, se calló y apoyó las manos en el suelo para sostenerse.
-¿Cuánto tiempo has sido amigo del rey? -preguntó Gine.
-Muchos años, no he sido amigo de él durante tanto tiempo como tu padre, pero se podría decir que nuestra relación es casi tan cercana. -Respondió él e imitó la acción de Gine, para acomodarse y estirar las piernas.
El silencio se hizo presente, nadie dijo nada. Así que fue un poco incómodo.
-Me estoy aburriendo y no es divertido. -Se quejó Gine.
-¿Y qué quieres hacer, niña? -preguntó Bardock.
Gine no respondió porque no sabía qué podían hacer. Millones de respuestas acaparaban su mente, ¿qué haría con Bardock?
Bardock se levantó comenzando a levitar, se mantuvo muy pegado al suelo, miró a Gine haciéndole una señal con la cabeza para que lo siguiera, ella aceptó y también comenzó a levitar. Siguió a Bardock en todo momento atravesando montañas, observando relieves y grandes mesetas llenas de flores, terminaron acomodándose en una. Tanto vuelo agotó su energía.
Gine observaba el cielo desde su lugar, amaba su color carmesí, pero lo amaba más cuando caía la tarde y el amarillo se apoderaba de gran parte del planeta. Sin duda, su planeta era hermoso, aunque no disfrutaba demasiado de la noche, le tenía miedo a la luna llena, los sayajin tenían la habilidad de convertirse en enormes monos cuando la observaban.
Bardock también estaba tirado en el suelo, el pasto estaba muy suave y las flores lo rodeaban, el sayajin adoraba el aroma que emanaba de los brotes de unos pares junto a él.
-Tú y tu escuadrón para ser soldados rasos han llevado al príncipe a diferentes planetas para entrenarlo, eso me parece un poco sorprendente. -Oyó decir a Bardock.
Gine articuló algo en respuesta, pero su capitán no la escuchó decirlo.
-Tus compañeras también se unirán a mi escuadrón, el rey no permite que los asaltantes que no superan el número de más de dos personas vayan a asediar o tomar planetas. -Bardock habló de nuevo y Gine asintió ante la información.
-¿Cuántos guerreros hay en tu escuadrón? -preguntó Gine.
Bardock miró hacia otro lado como si estuviera memorizando o dando cuenta de sus soldados, pero no respondió y se encogió de hombros.
-No importa, los conocerás muy pronto.
Gine asintió y volvió a mirar a Bardock, antes estaba mirando las flores a su lado. Así pasó el tiempo.
Gine se divirtió mucho con Bardock, aunque ya era hora de irse. Ambos se propusieron volver a verse al día siguiente, y así sucesivamente. Gine estaba muy feliz por eso, había conseguido un tercer amigo, que era su capitán, lo que significaba que podía establecer una buena relación con su voz de mando.
• • •
-Mañana es mi primer día en el escuadrón -informó Gine con entusiasmo mientras comía.
-Pensé que era hoy. -Su madre la observaba desde su silla, ¿dónde había estado su hija entonces?
Ante la mirada expectante de su padre, Gine sonrió cohibida.
-Es que el capitán no me dijo que los demás no irían hoy, fui y me quedé con él todo el día. El es una linda persona. -Gine respondió con una sonrisa.
Sus padres se miraron.
-¿Y cuál es el nombre de tu capitán, hija? -se atrevió a preguntar su padre, él no sabía que era Bardock quien estaba con su hija.
-Bardock.
-¿¡Bardock!? -preguntaron sus padres al unísono.
Gine cerró los ojos con fuerza y frunció los labios ante el sonido de las sibilancias de sus progenitores. Después de eso, ella asintió algo divertida.
-Es mi mejor amigo... -su padre se preocupó, su amigo era un hombre bastante serio y de carácter fuerte.
-Sí, lo sé, él ya sabe que soy tu hija.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top