009
— ❈ 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐠𝐢, 𝐇𝐨𝐬𝐞𝐨𝐤
Caminaba tranquilamente por los pasillos del colegio, hasta que siento que alguien me empuja. No tuve tiempo de reaccionar pero mi cuerpo ya había estampado contra el suelo. Las risas no tardaron en hacerse presentes a mi alrededor.
Suspiré pesadamente y me levanté.
—Para la próxima fíjate por dónde caminas idiota —habló alguien a mis espaldas.
Me giré y miré que era Yoongi, estaba a punto de hablar pero Hoseok llegó hacia mi y se adelantó a hablar.
—¡Hey! ¡No la trates así idiota! —habló el mientras empujaba a Yoongi.
Yo me levanté rápidamente y me pusé en medio de los dos antes de que comenzaran a pelear.
—Hoseok no vale la pena, vámonos por favor —supliqué.
Hoseok sujetó mi mano y me miró.
—¿Estás bien?
—Sí Hobi, gracias —sonreí levemente.
—Idiotas —Yoongi rodó los ojos y me miró—. Eres tan inútil que no puedes defenderte tu sola, hazme un favor y desaparece. ¡Vete de este maldito colegio!
Hoseok iba a golpearlo, pero lo tomé de la muñeca y comenzamos a alejarnos de él.
[...]
—Oye ___, te alcanzo después — habló Hoseok—. ¿Está bien?
—Claro —asentí.
Hoseok salió disparado hacia quien sabe dónde y terminé de guardar algunas de mis pertenecías en mi casillero, tomé mi cuaderno de dibujo junto a mi estuche y cerré el casillero. Suspiré pesadamente y caminé hacía el jardín del colegio, me senté bajo un gran árbol y comencé a dibujar.
A parte de Hoseok no tenía más amigos o amigas. Para todos era una rara, pero ellos no entendían porque era tan aislada, solo Hoseok me comprendía, por eso era mi mejor amigo.
Estaba dibujando tranquilamente hasta que alguien me arrebató mi cuaderno.
—Que dibujos más feos —rió Yoongi—. Creo que hasta un retrasado dibuja mejor que tú.
Varias personas comenzaron a reír y las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.
—Por favor dame mi cuaderno —susurré.
—No quiero —respondió Yoongi—. No creas que desaprovecharé la oportunidad de ver que Hoseok no está junto a ti. Es peor que una garrapata.
—¿Por qué me molestas?
—¿Por qué no hacerlo? —respondió sarcástico—. Eres fea, además eres una rara y aislada social. Hoseok está contigo por lástima niña. Así que haznos un favor a todos y desaparece de nuestras vidas.
Yoongi comenzó a arrancar las páginas de mi cuaderno partiéndolas en pedazos. Yo comencé a llorar desconsoladamente, no aguanté más y corrí hacia el tejado del colegio.
• Yoongi •
Vi como ella se alejaba y quise correr tras ella para disculparme, pero uno de mis amigos me detuvo.
—Suéltame idiota —lo miré enojado.
—Tranquilo Yoongi —palmeó mi hombro—. Solo es una rarita cualquiera, no te sientas mal por ella.
—¡Ya me harté de tratarla así! —grité—. ¡Ella me gusta! Y no me gusta hacerla sufrir así.
Mi amigo iba a decir algo pero llego Hoseok hacia donde estábamos.
—¿Dónde está? —preguntó Hoseok preocupado—ñ.
—No lo sé —habló otro de mis amigos mientras se encogía de hombros.
—¿¡Qué le hiciste imbécil!? —preguntó Hoseok molesto.
—Rompí sus dibujos —susurré apenado.
Él me miró alarmado y escuchamos los gritos de algunas personas, nos acercamos a ver porqué tanto escándalo.
Había alguien a punto de lanzarse del tejado del colegio, era _____. Hoseok y yo corrimos rápidamente hacia el tejado. Al llegar, Hoseok comenzó a gritar su nombre.
—¡___! Esta no es la solución —se acercó a ella—. Por favor ven conmigo.
—Lo siento Hobi —susurró la chica—. Ya no puedo más.
—Claro que puedes pequeña, yo estoy aquí para ti —sonrío Hoseok mientras limpiaba sus lágrimas—. Recuerda que prometí cuidarte.
—Hiciste lo que pudiste y te lo agradezco —respondió ____—. No te preocupes por mí, yo estaré bien. —soltó una de sus manos del barandal.
—¡___ no lo hagas! —grité yo.
—Te perdono Yoongi, sé que en realidad no eres malo —me miró a mí y luego a Hoseok—. Pero por favor, perdóname tú a mi Hobi.
Fue lo último que dijo para luego lanzarse. Corrí hacia dónde ella estaba pero ya era muy tarde, su cuerpo ya había impactado contra el suelo.
Comencé a llorar pero Hoseok me miró furioso.
—¿¡Ya estás feliz cabrón!? —me tomó por el cuello de la camisa—. ¡Ella no se suicidó, tú la mataste!
Me tiró al suelo para luego comenzar a golpearme. Yo no me opuse, pues era mi culpa. Había hecho que la chica que me gustaba se suicidara.
—¡Yo la amaba! —gritó Hoseok para luego pegarme en la nariz—. ¡Ella nunca te hizo nada! —me pegó una patada en las costillas.
Me revolqué de dolor en el suelo.
—Yo también la quería —solté.
—No te creo, eres un imbécil —iba a pegarme una vez más pero se detuvo al ver que yo también estaba llorando—. Yo solo pierdo el tiempo contigo... a ella no le gustaría verme hacer esto.
Me soltó y se acomodó el uniforme, luego bajó las escaleras y corrió hacia dónde estaba el cuerpo de ella. Cómo pude me levanté y me apoyé en el barandal y me quedé llorando por lo idiota que era.
—Lo siento tanto ___ —susurré en un hilo de voz.
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