6. Divina situación

Di-vi-na estaba la situación. Casi seis de la tarde, sin luz y con tremendo calor. Sin duda alguna la situación de ellos estaba envidiable, y sobre todo divina.

Dividamos en sílabas la palabra: divina. Vamos, di-vi-na.

La pandilla Pirulí estaban que se derretían como el helado del Coppelia cuando está listo para llevártelo pero no te lo llevan. Como ya había dicho, nuestro servicio en cualquier área de la economía es la mejor, ¡se tenía que decir y se dijo! ¡Y seguimos!

Esta pandilla andaba con toda la casa abierta para que circulara un poco el aire en esas de esas cuatro paredes, pero para su desgracia, lo único que entraba era la gritería de la gente hablando guayaba de la empresa eléctrica. Normal, la gente de la empresa eléctrica son mangos.

Todos andaban sin pullover y echándose fresco con lo primero que se habían encontrado. Ya se imaginan la vista. Hoseok tenía el honor de echarse fresco con nuestra honorífica y falta de respeto: libreta de abastecimiento. No sé que fresco echaría eso, porque hasta para echar fresco es una falta de respeto, con lo flaca que está. Pero corrijo algo, la falta de respeto como tal no es ella, es lo que nos dan, pero sin ella no lo podemos coger así que cuenta.

RM que se había encontrado nuestras muy informativas Páginas Amarillas estaba muy feliz leyendo lo que decía, ¿qué ustedes pensaban? ¿Qué se estaba echando fresco? Pues no, leer es crecer. El único que andaba bien era Yoongi que tenía un pequeño ventilador de mano, este sí va preparado para los apagones. Jimin que estaba al lado Yoongi cogiendo cajita. Y así chicos y chicas es como estaba Centro Habana y sus chinos ¡candela y picapica!

—¡Qué calor! —gritó desesperadamente la pájara pinta que andaba con tremendo calor. Bueno, todos andaban con calor pero las plumas le dan más calor.

—Jin, ya lo has dicho más de veinte veces —dijo RM sin quitarle la vista a una cosa que decía: Nauta hogar, nueva facilidad de pago en el saldo de la cuenta nauta. Muy interesante sin duda alguna.

Jin al ver la despreocupación que tenía su negrito se le soltaron las plumas y le cogió nuestro directorio telefónico de una forma muy agresiva, y sin más se comenzó a echar fresquito bien amarillito. El negrito sólo se le quedó mirando, que lo del nauta hogar estaba muy interesante.

—¿Cuándo va a venir la luz? Mi celular no tiene carga —habló el guayabito, que ese es otro que andaba desperado por la guayaba de la empresa eléctrica. Para que no piensen mal, la guayaba es la electricidad. Y lo digo en el sentido de que imagínense que van por la calle gritando ¡Bultourune fire! Porque fue la canción que venía ahora, y se encuentran una casa de algún un compañero cederista con un árbol de guayaba, ¡qué rico! Yo sé que le quieres coger una porque hasta yo, pero tienes un problema, que tus habilidades para escalar son pésimas y la única opción que tienes es esperar a que el buen compañero cederista salga de la casa y que tu amablemente le pidas la guayabita, pero para eso tienes que esperar porque sabes que el buen compañero cederista está metido en el cuarto viendo su buen Telemundo con la doctora Polo, y eso tú lo sabes. Literal es algo así con lo de la luz.

Dejando lo de la luz aparte, el negrito como buen líder del grupo comenzó a pensar en algo para ver como salía de esta. Pensó y pensó, y el bombillo se fundió, parece que alguien tendrá que ir a la TRD a comprar bombillo con lo perdidos que están. El negrito siempre cagándola, y no digan que es porque es negro, que la culpa siempre se la queremos echar a ellos, a los pinareños, al bloqueo o a la vaca de la finca de tú abuelo Juan. Yo siempre se la echo al bloqueo para sentirme contenta. ¡Sigamos!

—Veo, veo... —no hay mejor forma de quitar el aburrimiento que con una adivinanza, muy bien pensado Tae. Vieron y después Tae es pinareño.

—¿Qué ves? —contestaron todos los demás con las mismas ganas que tú te levantas para ir a la escuela el lunes, el martes, el miércoles, el jueves, el viernes y los que estamos en el pre-universitario los sábados. Nosotros los del pre somos unos puntos.

—Una cosa... —pues yo veo chinos sin pullover todos sudados y desesperados que te hacen orgasmo visual y sobre todo que te hacen poh. El poh no puede faltar.

—¿De qué color? —dijeron todos.

—Azul —cuando el pinareño de Tae dijo azul todos comenzaron a mirar a todos lados.

—Ehm... ¿mi pullover? —dijo dudoso fin de curso. Yo no sé ustedes pero estoy loca porque llegue y yo sé que ustedes también.

—No.

—¿Ese adorno? —Jimin señaló a un adorno que se encotraba en el multimueble.

—No.

—¿Los azulejos de la cocina? —dijo Yoongi.

—No.

—¿Las letras del libro? —nereida RM. Tae le negó con un gesto.

—¿Entonces qué es? —preguntó Jungkook que ni se había inmutado en decir algo.

—Pues son mis calzoncillos —respondió con una pícara sonrisa de guataca a guataca. No se preocupen que eso yo lo hubiera descubierto rápido con sólo desvestirlo.

Toda la pandilla Pirulí pusieron unas caras de: este es pinareño sin duda alguna. Y no es para ofender, todos sabemos la mala fama que tienen. Que yo no sé cómo se la ganaron, pero se la ganaron.

—Tae, ¿quién iba a saber eso? —preguntó con cara de pocas novias, cariño aquí tienes a una. Y yo sólo soy un más del millón, que triste al pensar eso.

—Pues Jungkook —los rasgados ojos de cinco chinitos se dirijieron a mirarlo. ¡Vkook más real que tu fraude en la prueba de matemáticas!

El guayabito se quedó en silencio y con una cara de: yo no fui.

—Jungkook... —el negro mencionó el nombre del acusado.—¿Qué hiciste?

—Nada, es broma de Tae —fusila a Tae con la mirada. Sus ojos pueden llegar a ser un pelotón de rayaditos.

—Es broma, no se lo crean —comentó Tae antes de mearse de la risa. Por favor una voluntaria para limpiar el orine de Kim Taehyung.

Ninguno hizo un gesto, al final, daba igual porque todas sabemos que todos los shipps son real y la palabra de Army hace fe.

El silencio volvió a la sala, Tae se limpiaba las lágrimas.

—¿Qué hora es? —preguntó Jimin.

—Las seis y cuarenta —dijo el Yoongi viendo la hora en su celular.

—La luz no viene —lloriteó Jungkook.

Todos soltaron bufidos antes de mandar a la pinga a Cuba. Bueno ya ustedes nos mandan mucho.

—Ya verán que vendrá pronto —así es como es Hoseok, tu abuela es la última que se pierde.

Y... ¡Tín un rayito de luz para ti! ¡Vino la luz!

Ustedes saben todo el barrio más alegre que en la fiesta del Comité por la luz. Vieron les dije que la abuela de Jhope es la última que se pierde, y sí se pierde hay que ir a buscarla.

—¡Por fin! —ahora la luz es la razón de la euforia de Jungkook. ARMY, fuimos cambiadas. Se fue rápido a la habitación a cargar su celular.

—¡Me pido el baño primero! —Jin fue volando al cuarto a buscar sus cosas para ir rápido al baño.

Todo el mundo en la casa se movilizaron. Menos Jimin y Yoongi que se quedaron en la sala viendo "Un príncipe enano" que tenían puesto Voltrón. Que mísera y más mierdera copia de Voltus V.

El águila y mi cotorra pasaron por el malecón y se quedaron en el Dimar tomando una cervecita Cristal...

Todos se habían bañado y ahora estaban en la mesa comiendo lo que les había preparado Jin: pan con tortilla, porque después de todo lo pasado, él no tenía ni este puto deseo de cocinar. Además que los chamacos habían almorzado bien, como dioses.

Amén.

—Mañana vamos a ver lo de las líneas, escucharon.

—Sí —afirmaron todos, ninguno en contra.

Mañana va a ser tremendo día.

¿El pan con tortilla está bueno? ¿La luz no se irá por la madrugada? ¿De qué color será el calzoncillo del pinareño? No sé, yo lo único que sé es que el calzoncillo era azul.

Espero que les haya gustado el capítulo. Si fue así, que no se les olvide dejar su voto y comentario. Al hacerlo harán que la causa de la euforia de Jungkook no sea la luz.

¡Qué sea ARMY, no jodas! Ah, este Jungkook no es fácil.

Los quiere su escritora eufórica, Trisha.

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