Ustedes saben que el cubano es todo lo que se proponga —cierto, el absolutismo es malo—, casi todo; porque presidente no puedo ser. ¡De pinga asere, yo te juro tocando madera, que si iba a mantener los 15 sabores en el Coppelia!

El cubano es el tipo, pero tu tipo es un coreano.

Cuando un cubano toca madera es que lo está jurando por lo más sagrado: La madre. Mere en francés, madre en español e italiano, mutter en alemán, mai en portugués, mama en kisuajeli, umame en zulú, umm en árabe, imeh en hebreo, moeder en holandés, moder en sueco y danés, amn en hindi y urdu, mitir en griego, mor en noruego, mat´en ruso, me en vietnamés, mu en chino. Esa mujer que puede con todo, menos con tu bobería. Tú mamá que te dice que dejes la bobería y Formell que dejes la bobada; pero, existiendo Kim Namjoon, Kim SeokJin, Min Yoongi, Jung Hoseok, Park Jimin, Kim Taehyung y Jeon Jungkook —resumiendo, BTS—, no puedes dejar la bobería. La bobería no se quita fácilmente. Esos tres nazgatones que pronostica tu mamá son sólo chubascos ocasionales en la zona norte y centro del país. Con un chubasco no rellenas un embalse.

El cubano tiene el problema ese que cree único. Pon los pies en la tierra que no estás en la Terminal 2 del Jose Martí, la bobería no es exclusiva de Cuba.

Y dejando la bobada que era lo quería Formell —y tú mamá también, pero entre tú mama y Juan Formell, él que la inmortalizó fue él; lo siento, mamá, no cantante en los Van Van—, ya eran como las doce del mediodía. ¿Qué toca ahora? La cartelera de Cubavisión, el canal de la familia cubana. Veremos que tiene preparado su cartelera para este fin de semana.

Yo no sé que tenía preparado, no pude ver a Barbarita porque era horario de almuerzo.

Lo que tocaba era horario de almuerzo. Jungkook esperaba hambriento como el león del Zoológico de 26 —entre los dos, el más hambriento es el león; pero esto es sólo una comparación para intentar hacerte reír— por ese pan con tortilla que estaba preparando Pilar. Tenía buen olor, tenía loco al ratón.

Ahora que ahora mención de estos dos animales, ¿saben que hay una fábula que se llama así? ¿Quieren que les cuente la fábula de «El león y el ratón»? Les juro que les va a gustar más que «El cuento de la buena pipa».

Antes de empezar, déjenme aclararme la garganta como hacen todos los narradores. Eso me da profesionalismo. Bueno, dice la fábula:

«En un día muy soleado, dormía plácidamente un león —en un día no, todos los días; los leones aquí en Cuba siempre están durmiendo— cuando un pequeño ratón pasó por su lado y lo despertó. Iracundo, el león tomó al ratón con sus enormes garras y cuando estaba a punto de aplastarlo, escuchó al ratoncito decirle:

—Déjame ir, puede que algún día llegues a necesitarme.

De esa frase es que BTS sacó ese temazo en japonés llamado «Let go». Ya me ando desviando y ustedes lo que quieren es escuchar la fábula.

Me vuelvo aclarar la garganta.

Fue tanta la risa que estas palabras le causaron, que el león decidió soltarlo.

Al cabo de unas pocas horas, el león quedó atrapado en las redes de unos cazadores. El ratón, fiel a su promesa, acudió en su ayuda. Sin tiempo que perder, comenzó a morder la red hasta dejar al león en libertad.

El león agradeció al ratón por haberlo salvado y desde ese día comprendió que todos los seres son importantes.»

Moraleja: No menosprecies a los demás, todos tenemos las cualidades que nos hacen muy especiales. Esto se lo dedico a mi mamá. Yo sé que mis cualidades no son las mejores, pero estar en la bobería es lo que me hace especial; y mi estar en la bobería ayuda a mi banda.

Y mientras estábamos valorando la enseñanza de este cuento, Pilar terminó de preparar los panes con tortilla. Cuando esta mujer le plantó el plato ese, a Jungkook se le hacía agua la boca. Imagínense, a este nuestra agua no lo sostiene. Aquí en Cuba nadie desayuna por las mañana leche, aquí se toma agua.

—Pilar la tiraste buena —dijo con entusiasmo, El Tanke. ¿Te acuerdas de por qué el se llama así? Recuerda esto: El Tanke porque asimila cualquier tipo de líquido.

Ya su compañero —fuera del bonche, se me olvidó el nombre—, estaba saboreando ese pan duro con tortilla.

—Que rico, tía —alagó con la boca llena.

Su tía Pilar lo miró con mala cara por maleducado y lo regañó. Jungkook sinceramente no entendió porqué el regaño, no estaba haciendo nada malo. Sólo demostraba que le gustaba mucho la comida.

El guayabito tomó ese pan con las dos manos, lo aguantó bien —pero bien— y se lo llevó a la boca arrancándole un buen pedazo.

¡Ay, Dios, vuélveme tortilla, por favor! ¡Cocíname, cocíname, que quiero ser tortilla para ese pan!

No tan alto Mario Hugo, que Dios te puede escuchar.

Lo que ahora me quedé pensando. Si quieres ser tortilla, primero tienes que ser huevo, ¿no?

El pan con tortilla estaba tan rico que ese Jungkook se lo estaba comiendo a desaforadamente.

La Chef Pilar vió con sus propios ojos, la excelente aceptación de su platillo más único y especial. Fue un platillo que tardó en dominar en un pestañear.

Al El Tanke parecía que le habían puesto el agua y a Jungkook que el león se lo iba a comer. Tranquilo papi, muerdo suave.

—Oye, coman despacio, que te vas a atragantar —alertó, con voz grave. Con su corpulento cuerpo, se acercó a ellos —. Que los artistas tienen que cantar, y con un pedazo de tortilla por la garganta no pueden.

Si Jeon Jungkook de atraganta —en su caso particular— es por la pasión que tengo de ser atravesada.

—Cierto —habló, lo que hace falta en tu casa —, tienes que comer lento para que no sé te arruinen las cuerdas vocales.

¡Ja! Ya sabes porque se te van los gallos esos a cada rato. Ves, tú pasa pena porque quieres. Eso te pasa por estar en la bobería. Kim Namjoon no te paga repaso ni va estudiar por ti.

—Nunca había escuchado eso.

Pilar más rápido de lo que vino la PNR, golpeó al asiático en el antebrazo. Fue un golpecito que le sorprendió, había sido como un latigazo con la pañoleta —yo no extraño la pañoleta, aunque jugar el juego sí—. La fortaleza en las manos de Pilar son por la exquisita preparación de los omelets.

—Con la boca llena no se habla.

Asintió éste algo apendejado y no dijo nada, pero él sabía que no había hecho nada.

Durante esos minutos, alguien entra a la cocina de forma escandalosa.

—¡Qué bola! —saludó a todos en la cocina, incluido a ti. Sí, a ti, tú estabas ahí. A medio comer entre pan y pan, no hay croqueta.

Todos miraron y resultó ser Yamilé de la Caridad, ya tú sabes.

—Que bola, la mía —saludó con aguaje El Tanke.

—Ahí mijo, vengo de la cola del pollo. Esa bodega es un infierno. El bodeguero me da un miedo.

Pilar cogió la jaba que cargaba Yamilé y la colocó dentro del fregadero.

Yamilé se quedó mirando a Jungkook y puso buena cara y buena pose —ella es modelo de la Mason—. Nunca lo había visto por la casa, y eso que ella había visto desfilar gente por ahí. Esa gente famosa, famosa en su casa.

—¿Y este es tu nuevo cantante? —preguntó. Me entró el olor de satería por mis fosas nasales, esto huele a peligro.

El Tanke afirmó con un gesto, estaba tragando y ustedes saben que en esa casa la educación ante todo.

—Que bien... —ese tono intrigante, huele a peligro. Esta no sabe con qué stans se va a meter.

—Yamilé de la Caridad García Villanueva, no empiece con la satería —ahí, ahí, ahí, Pilar, como le descargo, ponga el respeto que ese tiene dueño con nombres y apellidos. A ver, la listica de las JK biased, por favor.

Indignada y haciéndose la ofendida, cruzó los brazos y comenzó con su alegato: «La Historia está mal contada».

—Yo no he hecho nada. Para ti siempre estoy en la putería con todos.

No la culpo, la que no es puta no disfruta. Pero, ese coreano tiene ya sus putas.

—Es la verdad —lanzó una bola rápida que los jardineros de los elefantes no pudo atrapar, los alazanes van dos carreras por uno, —Fuera de bonche, otra vez, se me olvidó el nombre de este personaje—.

Yamilé le dió un sopapo por la cabeza.

—Cállate.

Frotándose la cabeza, se volteó a verla y expresó con mucha inconformidad y empingue:

—¡Ay, chica, tú siempre estás en la mala forma esa! ¡Por eso ninguno se queda contigo por buen tiempo, es por eso que tienes que estar puteando!

—¡No me hables así, singao!

Ya la cosa comenzaba a ponerse buena, como la bronca no era con él, permaneció en silencio, comiéndome y viendo el play...

Esta historia refleja una pequeña síntesis de cómo algunos siguen centrando su atención en los problemas más banales en lugar de buscar soluciones a aquellos que realmente importan. Es lo que los cubanos de a pie llaman "estar en la bobería".

¿Cómo terminó el partido? ¿Los alazanes lograron la victoria? ¿Dios me escuchó? ¿Cuándo despierte seré un huevo o una tortilla? ¿De cuánto es la esperanza de vida de las tortillas? ¿Dónde están las concubinas del harem de JK? Yo no sé, yo lo único que sé es que yo no estaba en la bobería.

Espero que les haya gustado el capítulo. Si fue así, que no se les olvide dejar su voto y comentario. Al hacerlo te daré una consulta privada con Dios para qué le digas qué es lo que quieres ser. ¡Ay Diosito, cásame, cásame, con Park Jimin!

Hola, Patria Bangtan, ¿qué vuelta? Re bien ahí. Aquí en casa cuidándome, espero que ustedes también.

Recuerden el grupito de whatssap, link en mi descripción.

No tengo más nada que decir, sinceramente.

Espero que les haya gustado el capítulo, el próximo es cuando la rumba se pone buena.

Los quiere su escritora re bien ahí, Trisha.