40. Estas intenso, ¡estas turbio!

¡Se viene, se viene, se viene! ¡El P3, caballeros! ¡No meta cuele, mi tía!

Oígame, las tías hoy en día son la candela. Y después dicen que Juan, el nuero del delegado. ¿Qué tiene Juan? Que está en candela, en candela: Palicroque, poste de luz, dientes delante de la encia, 46 pisando granito y nariz de cotorra.

Coño, mi negro, está en llama. ¡Llamen a la llama qué esto está en llama!

Y si, el mal chiste de la llama que llama. A ti te gusta, al bombero le gusta, a la llama le gusta, a Jin y a Yoongi le gustan las llamas, a ti te gusta Jin y Yoongi, a Namjoon y a Jimin le gusta Jin y Yoongi, a Jin y a Yoongi le gustan ellos mismos. En fin, una gran cadena que se rompería por culpa de esas personas que no se aman a si mismo. Ven, siempre cagándola. ¡Tienen que mejorar ese carácter de mierda que ni comunales los va a querer!

Bueno, en lo que estábamos, es que yo me meto en unos canales, pero, Jin también se va a meter en una canal.

Ustedes saben que el anda mal, necesita consulta. Pero no es consulta en las Católicas. Es otro tipo de consulta que se mete en canales espirituales con conexión rápida. ¡Niña, la conexión se monta rapídisima!

Etecsa mirando con mala cara como los babalawos tienen su propia conexión y que cobran más que ellos.

¿A dónde había llevado la yabó a Jin? Pues a su casa, en su casa es en donde está la conexión más rápida y directa.

Al principio, Jin dudó en entrar (esto me recuerda a cuando el Ceo toh durako les presentó el apartamento toh shopping), pero entró. Cuando entró, una de las yaguadas colgada en el marco de la puerta, se le metió en el ojo.

La yabó lo invitó a sentarse en su sala mientras llamaba a su mamá, que era la de la conexión.

La sala de la casa era bastante amplia y confortable, el amarillo claro de las paredes daba esas características. Con sus buenos muebles regalados por el ahijado que tiene el restaurante, un plasma de esos voladísimo regalado (también) por la ahijada, hija de Yemaya; en el fondo antes de llegar a la cocina, había una cómoda con varias muñecas vestidos de varias deidades. Por decir que por la sala había regado varios artículos religiosos y fotos de la yabó cuando sus quinces. Jin a su vista tenía un gran cuadro con una de esas fotos. La chica con su pelo con los gatitos hechos en ese momento (hoy en día está de rojo, aunque siempre tenga puesto el pañuelo) acompañado de una corona dorada, de vestuario un vestido amarillo de vuelos, con adornos de piedras tornasol en la parte del escote. Haciéndole honor a su santo, Oshún.

Jin miraba todo, pero esencialmente la habitación a la cuál había entrado. Se encontraba la puerta cerrada, al contrario de la de entrada. Estaba que tú podías entrar, ponerle una vela y pedir salud.

Como está la cosa.

Para hacer corta la espera, Jin se pone a tararear cualquier canción que se le ocurre.

-¡Yabó! -llama una muchacha jaba' de ojos claro. Sostenía en la mano derecha dos mangos bien grandes y bonitos, que te dan unas ganas de comértelos a mordidas como los magos de BTS.

El mango de Jin se tomó tremendo susto. Imagínate, alguien que venga de momento así, gritando el nombre por todo lo alto de uno de los convivientes de la casa (en esta casa viven la madre, el padre, el marido de la yabó, la yabó y los eggún, ¡cómo hay que alimentar a gente en esta casa!), y prácticamente la dentro que fuera, ¿qué tu piensas? BTS en ropa interior.

La chica estuvo revisando la ausencia de la yabó, pero se encontró con la cara de susto de Jin.

-¿Está la yabó? -preguntó sin más. En vez de preguntarle si le había pasado o algo, nada, por lo menos ARMY en Vlive es más educada.

Seok se quedó un poco perdido, no sabía bien a quien se refería, pero sacando y sacando lajas y congelándolas, puedes hacer después un rico jugo de mango.

-Ella está en esa habitación -señaló hacía la puerta cerrada.

-Oh, está bien. Yo sólo vine a dejarle estos mangos a la madrina -le comenta. Se acerca a él.

-Oye, mangón, ¿le puedes dar los mangos por mi? Es que tengo los frijoles puesto.

Ahí es cuando las Jin biased van a desear que se te explote la olla con los frijoles. Qué fresca, es nuestro mango. Las que podemos llamar mango somos nosotros, en fin, el fandom frutal. ARMY es un fandom multifácetico. Pueden ser pandilleras hasta futuras madres.

Eso ningún fandom lo tiene, sólo nosotros.

-Pues sí... -dijo encogido en hombros y sin más opción.

La chica sonrió al ver que él cedió. Se los dejó en sus manos y le dió una palmadita en el muslo.

A esa alguien le va a meter un piano que ni Chucho Valdés.

-Gracias, mangón -le dió un besito en la mejilla y se fue por donde mismo entró.

Acabo de ver el parte meteorológico y dice que se acerca una galleta categoría 5 para esa chica. Cojan paraguas si van a salir.

Ahora, en esa sala hay tres mangos. Y de momento asomada a la puerta.

-Oye, ven.

Kim SeokJin le hizo caso. Se levantó con los mangos en sus manos.

Ella se percató y le preguntó por ello. Kim respondió que una chica se lo había dejado, hasta la describió (para su búsqueda y captura) para que tuviera una idea de quién era.

-¡Ah, esa es Yuneysi! -exclamó contenta.

El mango mayor sólo movió la cabeza preocupado. La yabó tomó los mangos.

-Bueno, ve entrando -hizo la seña con la cabeza -Voy aprovechar que para hacer un juguito de mango. Espero tener hielo, para que quede más frío.

Sin más de dirigió a la cocina hacerlo el juguito de mango. ¡Qué rico!

Con cautela entró.

Se topó con una habitación mediana, pintada de blanco. Había algo de frialdad, tenían un split (¿y ese quién lo regaló? Yo también quiero tener ahijados), las ollas religosas por orden en una de los costados. En el medio de la habitación, una anciana mulata blancuza. Tenía un pañuelo en la cabeza y una saya de varios colores.

-Siéntate, mijito. Yo estoy aquí para ayudarte, no para poderte hacerte mal -con tono místico, le dijo. Ella se había percatado del pendejismo de Jin.

En donde le había señalado que tenía que sentarse, era en el piso. La señora estaba sentada en un pequeño banquito.

Él se sentó como chino tomando té.

-Bien.

Fijándose bien, la mujer alrededor de ella tenía varias cosas, como un mazo de algún tipo de planta. Tenía pinta de perefil o de cilantro, pero yo le digo eso y ustedes ni me entienden. Una botella de Santero (experiencia propia, eso está malísimo) y unas otras cosas como caracoles y eso. Detrás de ella estaba el trono de Shangó y el tablero de Ifá.

-Mi hija me dijo que tú estás muy mal -lo dijo serio en tono serio.

-Pues sí, desde que me levanté me han pasado cosas malas -le explica.

La mujer lo miró a los ojos y se quedó en silencio por un buen rato. Como tal el silencio no era incómodo, por el ruidito del aire del split.

-Tú estás obsorvo, es por eso que estás mal -le asegura -. Tú eres una persona con mucha carga e importante. Llevas acumulado mucha energía mala desde hace mucho.

¡Cómo ella lo sabe! Pensó como piensa Jin (yo pienso como yo pienso, tú piensas como tú piensas, Jin piensa como Jin piensa. Así de fácil muchachos).

-¿Cómo lo sabe? Llevo seis años prácticamente así. Pero, ahora es que todo me sale mal.

La mujer abrió los ojos de asombro.

-¡Tú necesitas una limpieza urgente mijito! ¡Tú estás mal! ¡Tú estás intenso! -gritó. La cosa estaba mala. Mala como las torticas que vende una ahí, en la esquina de de La Favorita.

Con torpeza tomó una campana de madera y la tocó.

-¡Mal, mal! -siguió repitiendo ese adjetivo negativo.

ARMY siempre está en modo subjetivo. Todo lo de nosotros es posibilidad... duda. Pero niguna ARMY duda, que sus hijos le salgan feo, no que va. Hay una alta posibilidad de que salgan mangones como los padres.

En lo que estábamos.

-¡Levántante, levántante! -le exigió. La mujer se estaba montando. Y ni siquiera tomó un poco de Santero, entonces, es que la conexión está buena

Jin se levantó enseguida y le preguntó por curiosidad nerviosa para qué.

-Para una limpieza, necesitas... -la mujer, Aurora, coño, no habías dicho el nombre es interrumpida por su hija.

-¡Juguito de mango! -anuncia sobre el jugo de mango desde la puerta.

Si ustedes me disculpan, yo si voy a tomar jugo.

¿El jugo estará rico? ¿La limpieza que necesita Jin es profunda? ¿Necesita detergente o algo? ¿La conexión está buena? Yo no sé, yo lo único que sé es que no hay detergente, además, para una limpieza espiritual no se necesita eso.

Espero que les haya gustado el capítulo. Si fue así, que no se les olvide dejar su voto y comentario. Al hacerlo se les dará unos manguitos para hacer juguito.

¡Hola, Patria Bangtan! Hace tiempo que nos nos veíamos, los datos y mis quehaceres no me lo permitieron. Perdón por eso.

Esta semana intentaré publicar otro capítulo. Ojo con el intentaré.

¡Ah! Si se fijan, tenemos un separador y banner que combina con la portada. ¡Me lo hizo la editora de la portada! Ella es un dulce. Besos para ti, querida koalateacher.

Ahora, los capítulos son más caros. Hahaha, broma mala.

Los quiere su escritora ocupada, Trisha.

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