23. Leche en polvo fresca.

¿Qué día es hoy? Matemática, mija.

Que bonito día, sin duda alguna. Se me parece a un miércoles mezclado con un lunes con algo de domingo.

Otro día más en Cuba en esos dos meses de estadía para nuestros coreanitos, y otro día más de nuestra resistida existencia en este país. Que linda es Cuba y yo sé que todos la quieren. Y el que no, perdonate que te disculpes.

Bueno nuestros coreanitos estaban en lo suyo. Por ejemplo el ínteres científico de Taladrí andaba con la compresa de hielo todavía, ya la pequeña loma se había bajado pero le faltaba (subir lomas es pesado).

-Ay, ¿por qué aquí no hay Internet?-preguntó el guayabito mientras usaba su celular con desgano (parece que ya se cansó de Piano Tiles, pero no se preocupen, él lo retoma de nuevo). Hizo un puchero.

-No sé, aunque me acuerdo que el chico de la empresa de telefonía dijo algo sobre eso.-comentó Yoongi (oh, el Suga atendió a Roberto. Tal vez nuestros amigos tengan que visitar a Roberto de nuevo. Oye Roberto, mijo, ¿cuándo ponen una recarga ahí?)

Todos se quedaron pensando sobre eso. Sí, desde que habían llegado no se habían conectado, estaban desconectados del mundo (sí ellos se quejan por estar unas semanas, dime tú nosotros que estuvimos años. Mejor, ustedes no digan nada, sí quieren decir algo que lo digan ustedes. ¡Cien y se acabó con eso!)

-¿Y cómo uno se conecta aquí?-preguntó preguntando la pregunta que preguntó Jimin.

-¿La vecina tendrá Wi-fi?-ya tú sabes, conéctate por la Wi-Fi negrito (tú vieja confiable y casabe cuando se te acaba el pan).

Todos se quedaron pensado.

-¿Creen qué nos de la contraseña?-dijo con la cara bien dura Jin. Jin que cara más dura, pero, sobre todo linda.

Bueno no sé, vamos a ver un momento en el departamento de Daysi...

En el departamento cinco estrellas con ubicación en Centro Habana y cerca de BTS...

Daniela estaba jodiendo con su primo Maikel.

-Daniela, ¿sabes lo qué traje?-¿jutía? ¿la sombrilla amarilla? ¿el mosquito que se fugó? Tal vez, que maravilla Marcolina con su sombrilla amarilla.

-Maikel, ¿me ves con cara de adivina?-comentó media chusmona la tipa que vive al lado de BTS.

-Te veo cara de monga.-dijo serio y serio fue la galleta que Daniela le dio a su primo, que por cierto es matanzero (¡arriba esa mano la gente de Matanza! No saben que envidia le tengo a la gente de Matanza, que cerca tienen Varadero. Y aquí uno teniendo que dar un viaje de horas para llegar).

Y Daniela le dió una galleta tan rica a su primo, que él andaba lamentándose de lo rica que había estado. Ahora tenía en su cara la marca de la mano de esta (cuidadito con ella, sabe karate y otras palabras asiáticas).

-Eso me dolió.-Daniela sólo lo miro.

Daysi apareció en escena, pero con un problema.

-Daniela, nos quedamos sin leche. Ve a la lechería un momento.

Cuando la vecina de BTS escuchó eso, comenzó a hacer berrinche.

-Ño, abuelaaaa, está Maikel aquí. Tú sabes que el casi nunca viene.-no era mentira, es que ella quiere tanto a su primo.

Daysi pusó los ojos en blanco. Ella no tenía ni este deseo de ir tampoco. Por eso se lo daba a la nieta, aunque no sólo por eso sino porque tiene juventud. La justificación que siempre nos da nuestras abuelas.

-Coño, Daniela.-puso sus manos en la cintura (te pones de pingamente).

La susodicha le hizo un puchero.

-Ahora veo que hago.-Se quedó parada en su sitio a pensar (¡vamos Daisy piensa!). Y se le ocurrió una magnífica idea. Fue rápido a la cocina a buscar una java y el dinero.

-Ahora vengo.-se dirigió hacia la puerta y al departamento de los coreanos. Y sí esa era la idea que se le había ocurrido, por qué no usar a los vecinos que se llevaban muy bien y estaban jóvenes. Daysi usted sí sabe sacarle el agua al coco (gente al final, ¿de dónde viene el agua al coco?).

Y a su paso lento pero seguro, se puso delante de la puerta de la casa shopping. Tocó la puerta y enseguida Hoseok le abrió la puerta.

-¿Sí?

-Hola mijito, soy la vecina de al lado. Mira es que necesito un favorcito.-Daysi si va directo al grano.

Jhopeeeeeeeeeeee se le quedó mirando, así que se giró a ver al mayor del grupo haciéndole una seña para que viniera.

Jin se puso las chancletas mientras se acercaba, casi se come un boniato (¿frito o hervido?). La pandilla Pirulí se estaban riendo (los amigos siempre están para ayudarse).

-Buenas Daysi, ¿cómo está?-este Jin que atento es.

-Pues bien mijito, oye necesito un favor. Es que me quedé sin leche pero no puedo enviar a mi nieta porque anda con el primo. Ay, ¿tú crees qué me lo pudieras ir a buscar?

Claramente no le iban a negar el favor (eso es por lo del Wi-Fi) pero Jin no era el que iba a ir. Así que miró a la Pandilla y piti piti fú vete al carajo, Jungkook. ¡Jungkook Felicidades eres el que va a ir a buscar la Leche!

-Jungkook, ven acá.-el guayabito se acercó. Jin le puso la mano en el hombro.-Mira Kook, está señora necesita leche pero no puede salir, sé que le vas hacer el amable favor de ir a buscarlo.

Jungshook.

La abuelita de Daniela le dió la javita que decía Caracol (ustedes saben que nosotros los cubanos sí ayudamos al medio ambiente) con el dinero.

Jin cogió cajita y fue a buscar dinero para que también comprara leche.

Jungshook.

-Pero, ¿dónde es eso?-preguntó el guayabito.

-Niño, aquí en la esquina a la izquierda, lo vas a ver ahí con la bodega. La lechería te vas a dar cuenta por qué tiene un letrero todo oxidado que dice lechería.-no te quejes que es cerca.-¡Ah! Y me compras dos.

-Compras dos igual para nosotros, Kook.

Tomó la información y dió un pasó fuera del departamento, dispuesto a salir del edificio.

Todos se les quedaron mirando de chismosos, Hoseok se quedó hablando con Jin y Daysi.

Y ahora seguimos con el Jungkook. Salió del edificio y se quedó quieto.

-¿Cuál era la izquierda?-Tanta cosa y no sabe quién es Marcolina con su sombrilla amarilla.

Empezó hablar con el mismo, ustedes saben haciéndose preguntas con que mano escribía y eso. La suerte es que logró encontrar su izquierda (este le aprobaron el preescolar, ¡oigame ni a los negües!). Como ya había encontrado cuál era la izquierda se lanzó para allá (¡adelante mis nobles hispanos!).

Camino ahí, ya tú sabes. Guachinea tata. Tú sabes su caminao al estilo Guachinea tata hasta la esquina.

Como dijo Daysi, la lechería estaba a la esquina con su letrero oxidado (que no se veía nada. Coñó Daysi, usted tiene 20 20).

Cruzó la calle mirando a los lados sin dejar de Guachinear.

La lechería era un lugar pequeño. Era prácticamente la calle y un pedacito del lugar.

El guayabito que te mata porque el negrito no es el único que te mata, a ti te matan todos. Te silve cualquiera. Entró, pero tropezó porque no vió la losa levantada y se dió tremendo golpe en la frente. Pin Pon Pin Pon tú eres un muñeco de cartón.

-¡Mierdaa!-le había dolido.

Estuvo un rato masajeándose en dónde se había dado.

El piso está muy sucio pero la cara del lechero daba miedo. Cuando ese Jungkook adolorido (Tae estás intenso) vio la cara de violador del lechero por poco se va de ahí. Se quedó en Jungshook.

-¿Cuántas bolsas de leche?-le preguntó el lechero con mala cara. Su voz era algo aguda y muy ronca.

Jungkook tragó en seco y le dijo que cuatro. Con la mano temblante le dió el dinero.

El lechero le dió el vuelto y fue al almacén a buscar cuatro bolsas. Al venir el le lanzó una mirada letal.

-Coge.-se las puso en el mostrador.

-Gracias...-susurró poniendo las bolsas en la jaba.

Y más rápido de lo que sacan un comeback, se fue para su residencia.

Ya lejos y cerca de la casa se sentía bien. Pero, ¿cuántas veces le he dicho que tienen que mirar hacia arriba?

Entonces una masa de agua con talco tirada desde el departamento de Daniela, le calló a Jungkook.

Maikel y Daniela andaban muertos de la risa.

Jungkook al verse mojado y con algo blanco en cuerpo, le dió algo (se le montaron). Ahora tenía que darse un baño completo. Bueno mijo, cuántas veces yo te dije que tenían que mirar hacía arriba. Estas en Centro Habana, no Seúl.

Jungkook entró para adentro (salir para fuera se puede), había dejado la puerta abierta. Al entrar la cerró y subió de mala gana.

Jin, Hoseok y Daysi todavía andaban dando muela, pero cuando vieron al guayabito adicto a Piano Tiles, se sorprendieron.

-¿Jung, qué te pasó?-preguntó bien preocupado el nieto de Esperanza (Ay Esperanza, su nieto es tan atento).

Él no contestó, le dió la java con las bolsas de leche y el vuelto a Jin. Y como era lógico, se fue a quitar lo blanco que tenía.

Al entrar la pandilla se le quedó mirando y comenzaron a reírse sin dejar de preguntarle qué le había sucedido. Pero él no contestó (andaba empigao, ya tú sabes).

La conversión entre los tres se terminó bien. Ya saben calabaza, calabaza cada uno para su casa.

Cuando entró se le quedó mirando a sus dos bolsas de leche.

-¿Qué es eso hyung?-indagó Jiminshi.

-Bueno, Daysi pidió leche pero yo veo esto como un polvo.-dijo Jin mientras revisa la bolsa.

Ya tú sabes, Mesa Redonda sobre la leche en polvo (¡Leche, leche en polvo fresca!).

-Eso es leche en polvo.-comentó Yoongi.

Todos dijeron a la misma vez un Ahhhh. El conocimiento es poder, atentamente el bocadito de helado.

-¿Pero y la leche líquida?-buena pregunta RM.

Nadie sabía la respuesta, así quedaron callados (¡apagón que pena!). Bueno todos siguieron en lo de ellos, pero Kim Taehyung tenía mucho calor (¡quítate la ropaaa, enseña carneee! Ay, se me olvidó que es ilegal tanto aquí como en Corea). Así que cogió una de las sillas y se la llevó al balcón. Y se sentó ahí, bien cómodo con su compresa y las patas en alto.

Ya tú sabes con lo de las patas, ahora miremos a casa de Daniela...

Y tan anormales son Maikel y Daniela que los dos seguían riéndose.

Vaya, hasta Daysi los miró raro.

-Viste que los condones no sólo sirven para evitar embarazos.-comentó entre risas el trigueño.

-Pues, aunque no es la primera vez que hacemos eso. ¿Te acuerdas lo del calvo y el shampoo?

Al recordar eso las risas se intensificaron. Ya les debe estar doliendo el estómago (pal' baño).

Pero de momento a otro la vecina que tiene su pasatierra sintió un olor raro. Era un olor inteso a peste a pata, que invadió sus fosas nasales.

-¡Coñó Maikel lávate las patas!-dijo tapándose la nariz, el olor está a full.

Maikel se ofendió.

-Estas patas que calzan un cuarenta y dos siempre tienen olorcito a talco. Cuidao.

Daniela para que el viera que no era mentira, llamó a su abuelita. Y su abuelita fue más rápido de lo que esta gente sacaron un álbum.

-¿Qué pasó Danie...? ¡Coño Maikel que peste!-hasta la abuela lo siente. Dos personas no pueden estar equivocadas y menos con esto. Un olor a peste a pata, es un olor a peste a pata. Y así de fácil muchachos.

-¡Qué no soy yo!-exclamó al que le echan la culpa, porque es cierto la peste no es de él, es de los pie de Tae (Tae, atiéndase).

A Maikel le había llegado el olor. Estaba intenso.

-¡Ño, de pinga que peste!

Nosotros los cubanos tan expresivos.

¿Leche en polvo fresca? ¿El lechero violará a Jungkook? ¿Ahhh? ¿Tremenda peste? ¿Maikel tiene la pata tan grande? Yo no sé, yo lo único es que Maikel usa un cuarenta y dos.

Sí les gustó el capítulo no se les olvide votar ni comentar. Recuerden que sí lo hacen, ayudaremos a Tae con su problema de peste a pata que tiene. Aunque la tenga, lo amamos.

Saluditos a la gente bella. @Mahobiee gracias por aportar unas frasesitas. Se te quiere, como usted aporta.

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