7° Función: Too Late
Too Late
Después de una exención por un tiempo de su servicio militar obligatorio, SeokJin es llamado nuevamente para cumplirlo, así que decide contárselo a su ex pareja. Sin embargo, con el pasar del tiempo termina volviéndose un hábito dejar mensajes al correo de voz de TaeHyung.
Género: Bélico, epistolar.
Directora: Jlucie_write
Reparto: JinTae
Clasificación: B/C
Función: 7
Tomó de nueva cuenta el celular, dudando si llamarlo. Se encontraba debatiéndose si decirle o no; hace muchísimo tiempo no hablaban y tampoco es como si su relación hubiese terminado en las mejores condiciones. ¿Debería hacerlo?
No podía ignorar el inexplicable sentimiento anacrónico que en su pecho burbujeaba; y es que, aún con el pasar de los años las sensaciones, momentos y recuerdos seguían intactos. Le han dicho en incontables veces que tenía un estilo de pensamiento retrógrada, por el simple hecho de no superar el pasado y aferrarse a él. TaeHyung fue un pilar importante en su vida, era en pocas palabras su confidente; acostumbraba a contarle todo y escuchar sus consejos o comentarios tontos. A decir verdad, su extravagante personalidad le hacía falta para darle luz a su monotonía. Fue difícil terminar de aceptar el hecho de que Tae ya no lo quería, y había encontrado a alguien a quién amar.
Aunque suene cruel, Jin terminó entendiendo que nada puede ser para siempre y que las personas son cambiantes; y para él era más que suficiente si su lindo chico "rulitos" —como solía llamarle— era feliz.
Por eso es que ahora mismo dudaba si llamarlo, y mirando su contacto se cuestionó si era buena idea. ¿Cómo debería decirle?
"Oh, hola Tae, cuanto tiempo, solo llamaba para decirte que finalmente me han llamado a prestar servicio. Sé que no te importa pero solo decía."
No, sonaba ridículo. Sobre todo por el hecho de que sabía que a Tae no le importaría en lo más mínimo, sin embargo, esa incesante necesidad de querer decirle no se iba. Su abuela le comentó hace unos días que TaeHyung se había ido de viaje a Busan con su actual pareja; llamarlo sería un gran problema. ¿Qué se supone que debía hacer para no causar descontentos, y a la vez, calmarse a sí mismo?
Deslizó un poco su dedo por la pantalla y justo debajo del contacto "rulitos" se encontró con un contacto más interesante: "rulitos casa".
Y la idea que cruzó por su mente probablemente sería la solución y la respuesta a su necesidad.
[...]
"¡Hey! Este es TaeHyung, ahora mismo no me encuentro en casa, pero seguro puedes dejarme un mensaje después del pitido…"
El famoso pitido sonó, y SeokJin aceptando que no había vuelta atrás aclaró su garganta y comenzó a hacer figuras deformes en su pantalón. De repente feliz por escuchar esa voz que tanto le había hecho falta.
...H-Hey, ¡rulitos! Cuánto tiempo… ha sido… ¿un año y medio, tal vez? Para mí ha sido una eternidad, si te soy honesto…
Optó por intentar "aligerar el ambiente", entre comillas porque el ambiente incómodo lo estaba creando él solo, después de todo el destinatario no lo estaba escuchando y no había nadie en su casa.
A ver, cómo lo digo…
Suspiró exhausto, probablemente su saldo le saldría por las nubes y todo por no ser capaz de ignorar esa extraña necesidad y bloquearse totalmente solo para dejar un pequeño mensaje.
Sé que no te interesa, probablemente; y que no tendría que estar llamando solo para hablarte sobre mí. Suena egoísta, y tal vez lo sea, pero siento un vacío en el pecho enorme y ya no aguanto tanto esa necesidad de… comentarte. Mi único consuelo es que no estás en casa y no me escucharás hacer el ridículo hasta que vuelvas…
Rió un poco, dándose cuenta de que lo que está haciendo es tonto. Sin embargo, ahora se siente ligero y una pequeña felicidad se instala en su pecho, reemplazando al vacío.
El punto es que, hace unos días tuve un llamado para cumplir mi servicio, después de todo ya he pasado la edad máxima y no pudieron darme más plazo. Mis hermanos ya cumplieron la mayoría de edad, por lo que mi excepción para no ir era porque tenía que cuidarlos al no tener nuestros padres vivos y un familiar que se encargara, creo que eso lo sabías.
Suspiró aún en la línea, era consciente de que no podía demorarse mucho. Recostó su espalda al respaldo de la cama y con las cobijas tapó hasta sus rodillas.
Si te soy honesto… me da un poco de miedo. Ya sabes, los grupos armados que están en contra del gobierno últimamente se han alborotado más que nunca. Pero supongo que es mi deber, ¿no?...
Bufó e inclinó su cabeza hacia atrás. Se le estaba complicando muchísimo hacer eso, y para ese sentimiento influyó la idea de que si la pareja de TaeHyung escuchara esto probablemente se enojaría con él, no quería causarles ningún problema.
No hago esto con segundas intenciones, aclaro. Solo… solo quería decirte, no quiero causarte ningún problema. Espero que todo esté marchando bien en tu vida, te lo dije la última vez que nos vimos y lo haré de nuevo: te deseo la mayor felicidad…
Y luego de unos segundos colgó. ¿Qué rayos estaba haciendo? Ahora lo interpretarían mal; pero aunque tenía la opción de borrarlo no lo hizo, simplemente porque luego no tendría valor para enviar otro.
[...]
¡Rulitos! Otra vez yo, es la… ¿quinta vez? Discúlpame por llenar tu correo de voz con mensajes tontos últimamente. He descubierto que es una buena manera de racionalizar y exteriorizar las cosas que pasan en mi vida…
Curiosamente, ya había tomado confianza para enviar mensajes. La primera vez que lo hizo prometió no volverlo hacer, pero fue irónico que al día siguiente una paloma ensuciara su outfit y él llamara de nuevo a la casa de TaeHyung para dejarle un mensaje de voz contándole a risotadas cómo su día había comenzado mal y terminado mal.
Finalmente se volvió un ciclo, no dejaba mensajes todos los días, pero sí de vez en cuando y extrañamente, servían muchísimo como monólogos: le ayudaban a tomar buenas decisiones o reflexionar sobre esas situaciones a las que se enfrentaba a diario. Y dejó de importarle también, el hecho de que su saldo llegaba por las nubes.
Tomó una maleta y teniendo el celular sostenido con la oreja y el hombro comenzó a empacar ropa.
Es decir, es tonto porque sé que cuando regreses vas a escuchar todas las estupideces que hago y digo. Pero se ha vuelto divertido para mí hacer esto, fuiste durante bastante tiempo mi confidente así que supongo que es psicológico y al saber que dirijo mis palabras a ti puedo conectarme un poco más con la realidad y analizar las cosas.
Y era verdad, el solo hecho de fingir que hablaba con él le ayudaba en gran manera a sobrellevar lo que es la vida diaria. TaeHyung siempre tuvo un tipo de magia en él, un impacto supremamente fuerte pero reconfortante. Aún se preguntaba por qué las cosas tenían que salir de esa manera; ellos dos tenían una bonita relación, llena de comunicación y confianza. Probablemente si no hubiese estado tan ocupado con sus obligaciones y responsabilidades, podría haberle brindado la atención que el chico de rulos negros se merecía; quizás por ello terminó aburriendose y buscando consuelo en alguien más.
Aunque era un poco injusto.
Ahora mismo estoy empacando mis cosas para irme, rulitos. Fue un poco doloroso ver a mis hermanos llorar porque me iba y no podrán verme durante dos largos años; aunque intenté consolarlos con la excusa de que podríamos hablar por celular, pero me dijeron que no era lo mismo. ¡Pues claro que no es lo mismo! Es decir, nadie puede vivir sin ver mi hermoso y maravilloso rostro durante dos años.
Rió un poco debido al comentario lleno de ego, sin embargo, al darse cuenta que no era tan cierto porque con Tae ya iba para dos, terminó disminuyendo lentamente su risa hasta apretar los labios y tragando fuertemente para disipar el nudo que se había comenzado a formar en su gargante.
Aunque contigo ya casi son dos…
Dijo en un susurro, debatiéndose si hacer el comentario o no.
Escucha, no quiero que me malinterpretes, pero tengo que decirlo…
Un silencio se instaló en la línea, y SeokJin suspiró sonoramente para intentar calmar su corazón latir a mil por hora.
Te extraño.
Lo dijo, por fin lo dijo, e intentó felicitarse a sí mismo mentalmente por dejar de tener tanto miedo.
No lo digo en mal plan ni con segundas intenciones, te extraño como amigo. Los últimos días me he sentido… solo, vacío. De algún modo lograbas aliviar ese incesante sentimiento de soledad y ese mal presentimiento que tanto me perseguía, ¿recuerdas?
Después de que sus padres murieron, SeokJin comenzó a sentirse extraño, una ansiedad lo invadía todas las madrugadas y en las constantes pesadillas se veía a él, pero había algo diferente en su reflejo que no lograba entender. En ese entonces, TaeHyung era quien despertaba y se dedicaba a calmar al mayor; en medio de sus brazos intentaba transmitirle paz y hacerle entender que era probablemente la inquietud de saber que sus padres ya no estaban.
Bueno, ha vuelto. Las pesadillas no, pero ese… ese extraño sentimiento que presiona mi pecho sigue allí latente. Tampoco creas que lo digo por interés, solo… te extraño.
Pronunció la última palabra en un susurro, sintiendo que su voz iba a quebrarse en cualquier momento. Sin darse cuenta por mucho tiempo ignoró todo lo que había perdido: trató de pretender que sus padres seguían vivos, al menos en sus recuerdos. Pretendió y se convenció a sí mismo de que Tae aún lo quería y lo anhelaba de la misma forma que él, solo que se negaba a aceptarlo, comenzando a depender totalmente de ese pensamiento para poder subsistir.
Giró su cabeza un poco y tomó el celular con la mano, ya su cuello se comenzaba a cansar de sostenerlo. Entonces, miró su reflejo en un espejo al lado suyo, observando con detenimiento su aspecto un poco descuidado; ese tinte rubio que ya comenzaba a desaparecer lucía fatal, y sus ojeras eran notables en su piel trigueña. SeokJin era mayor que TaeHyung por unos cuantos años, a veces pensaba que realmente dejó de verse atractivo ante los ojos del pelinegro y no era porque como él había dicho: "se merecía a alguien mejor que un crío inmaduro".
Apretó los labios, tratando de suprimir las lágrimas que querían escaparse de sus orbes.
Lo siento…
Su voz se quebró y sabiendo que ya no podía pronunciar palabra alguna y para evitar llorar en el mensaje, colgó.
Al día siguiente no recordó cuánto lloró, ni a qué horas se durmió. Tampoco le importó verse fatal, solo tomó un baño, se alistó y sin pensar en nada más subió al bus que lo llevaría al batallón.
Había entendido una cosa: estaba realmente solo en este mundo.
[...]
Nuevamente tomó el celular, decidido de que ya era justo y necesario un mensaje. Necesitaba desahogarse luego de dos semanas de haber entrado al ejército y por supuesto, disculparse por lo de la última vez. Así que marcó el número y esperó el ya familiar pitido; reconfortando solo el hecho de que gracias a la grabación, podía apreciar y tatuar en su memoria la voz de TaeHyung.
¡Rulitos! Este… ha pasado un tiempo ¿no es así? Am, primero quería disculparme por lo de la última vez, era de madrugada y sabes que me pongo muy sensible a altas horas de la noche. Supongo que se me juntaron un montón de sentimientos y simplemente… me derrumbé.
Observó hacia abajo, analizando con detenimiento los botines negros que cubrían sus pies y hacían conjunto con su uniforme camuflado.
Hace dos semanas entré a servicio, todo por aquí es tan diferente. Nos levantan temprano y todo es afán, definitivamente no es nada a lo que acostumbraba. Siempre se la pasan contando hasta diez cuando comemos, casi y nos atragantamos con la comida ¿sabes?
Recostó todo su cuerpo a la dura cama y suspiró. Definitivamente esto no era lo suyo.
Lo peor son los combates, hacen que me pregunte por qué todo tiene que ser guerra y violencia…
Se quedó unos segundos en silencio, y luego soltó una carcajada que intentó callar con su mano para que no lo descubrieran.
Lo peor de todo es que estoy prácticamente calvo. ¡Extraño mi sedoso cabello! Tantos años cuidándolo para luego venir aquí y que me lo cortaran con una máquina… es injusto. Y es raro sentir esa textura de esponja de brillar platos cuando tengo que lavarme la cabeza.
Volvió a reír con su pensamiento, esta vez un poco más suave, y es que realmente extrañaba decir bobadas.
Quisiera saber cuál será tu cara cuando escuches todas las estupideces que digo, ya te imagino haciendo tu extraña cara que haces cuando NamJoon habla en inglés. ¿Recuerdas cuando salíamos los tres juntos? Sin duda mi hermano hablaba en inglés solo para molestarte… creció bastante bien. A mí me hubiera gustado terminar la universidad, creo que me habría ido bien como actor… supongo que las cosas no salen como lo deseas aunque lo anheles con todas tus fuerzas.
Un suspiro salió de su nariz y escuchando su nombre a lo lejos decidió que era momento de colgar, no sin antes despedirse con un "te quiero, rulitos".
[...]
La rutina volvió a ser la misma, y en mes y medio que había pasado desde que entró, tan solo pudo enviarle a TaeHyung unos tres mensajes, por supuesto, resumiendo todo lo que podía y ponerle al día. Las cosas se ponían más duras, y de hecho, durante ese tiempo, un pánico colectivo comenzaba a crecer a medida que los rumores avanzaban.
Una supuesta amenaza de grupos armados exteriores había sido hecha, SeokJin no estaba tan seguro de ello, al fin y al cabo son solo eso: rumores. Sin embargo, esa extraña sensación no se había ido, y de vez en cuando las pesadillas regresaban en las madrugadas. Ese era el momento en el que empezaba a extrañar aún más a TaeHyung; en este lado de la sociedad no se permiten los niños llorones, se suponía que estaban formando a hombres, a "machos", por lo que aparte de su cobardía había tenido que intentar ocultar también su orientación sexual.
Hey, rulitos…
Dijo en una exhalación mientras se sentaba al borde de la cama, exhausto por todo. El reloj marcaba el mediodía, y afortunadamente pudo escaparse un rato para dejar otro mensaje.
No tenía ni idea de cuánto podría consumirme esto, si antes tenía ojeras creo que ya debo parecer un oso panda…
Restregó con sus manos la cara, aún manteniendo el celular en la oreja y luego miró fijamente la tela de la carpa, que se movía con brusquedad debido a la tormenta que al parecer se avecinaba.
Rulitos… ¿sabes? Odio todo esto. Soy uno de los más inútiles del batallón; no sé tomar perfectamente bien un arma, en los combates suelen regañarme por no ser rudo. A veces, me duelen tanto los dedos que me cuesta jalar el gatillo cuando debo disparar hacia algo… pero ellos no entienden eso.
Su voz se quebró en la última frase, y podía sentir cómo la tristeza, la impotencia y la frustración crecían en su interior.
Me siento tan frustrado… extraño estar en casa, me hacen falta mis hermanos… todas aquellas cosas que consideraba menos y tenía en segundo plano empiezo a tomarles valor. Preferiría estar en casa muriendo de aburrimiento en vez de estar aquí muriéndome de pena moral.
Un sollozo se hizo presente en el lugar; quería ver a las personas que quería, no simplemente hablar con ellas. No valoró suficiente las cosas cuando tuvo oportunidad; probablemente tampoco nunca valoró ni entendió lo que sentía TaeHyung. Si sus hermanos demandaban atención no quería ni imaginarse cuánta más la anhelaba él, ¿a fin de cuentas… realmente fue su culpa?
Con ese pensamiento apretó los labios, tratando de calmar los hipidos incesantes que producían su garganta.
Esto es horrible, no me gusta estar aquí. El miedo comienza a ser colectivo, y es horrible también tener que pasar horas de la noche y del día vigilando los alrededores porque se supone que estamos amenazados.
Se suponía que no debería decir eso, y para fortuna de él, no había nadie en los alrededores que pudiera acusarlo. Necesitaba desahogarse de todos modos.
… tengo miedo, rulitos. Siento que en un ataque el primero en morir sería yo, soy un inútil para esto. Y de lo que han sido casi dos meses para mí han sido como mil años…
Se obligó a no llorar, debía ser fuerte, aunque en esos momentos quería volverse completamente débil y ser abrazado por alguien, que le dijera exactamente lo que quería escuchar. Su corazón dolía, y el sentimiento que lo carcomía era insoportable; tan consumidor y real, lo ahogaba por completo y la sensación de agonía no se iba por más de que quisiera.
Miró sus botas, llenas de barro y porciones de pasto en la planta, luego subió la mirada a su uniforme. Extrañaba usar algo que le gustara o salir de compras. Ser militar, para él, es despojarse de su lado más humano para pasar al animal. Todos allí actuaban como bestias furiosas, con sed de sangre e incapaces de racionalizar. ¿Por qué todo tenía que ser guerra?
Escucha, rulitos… estuve pensando… sé que no sería conveniente para ti escuchar a un ex decir esto, ni siquiera sé si llegará el día en que oigas todos los mensajes de los cuales ya perdí la cuenta… solo quería disculparme, probablemente fui un mal amante, un mal amigo, y no te dí la importancia que merecías.
Tuvo de repente la sensación de que debía disculparse por algo, y solo lo hizo.
Nunca mentí cuando te repetía cada día que deseaba tu felicidad, me costó aceptar que esa no te la brindaría yo… pero realmente me alegra que hayas encontrado alguien a quien amar.
Un trueno se escuchó en la lejanía y lentamente las gotas de lluvia comenzaron a caer.
Mientras que yo-
La voz de SeokJin fue cortada por un grito proveniente de algún compañero que lo llamó por su nombre y luego acompañado de la siguiente frase: "es una emergencia".
Ese día el mensaje se cortó allí, y durante los siguientes tres no hubo señales.
[...]
¡Rulitos!
Gritó SeokJin a la línea, y luego comenzó a toser sin control, sus respiraciones agitadas delataban su dificultad para respirar y a lo lejos se podía apreciar el fuerte crujir de algo.
… pasó- cof. Pasó lo que más temía, pusieron bombas alrededor y todo se está quemando…
Volvió a toser, pero esta vez más voces se escucharon a lo lejos, dando órdenes y al parecer, todos buscando la manera de escapar.
Un disparo se oyó a lo lejos, y maldiciones por parte de SeokJin se hicieron presentes. Se escuchaba el aire chocar contra el micrófono del celular, y el crujir de las hojas porque todos se encontraban corriendo por el monte; los jadeos no demoraron en llegar y su voz tampoco.
...Lo planearon muy bien, los bastardos… se deshicieron de los más fuertes primero, maldita sea ¡conocían todo!
Al parecer un sollozo de impotencia surgió de su garganta, pero a SeokJin no pudo importarle menos; en este punto ya le daba igual si lo veían en su estado más frágil.
Son el enemigo, no tendrán piedad, ¿qué sacaba con hacerse el fuerte? Claro está que él no quería terminar así; este es el momento en el que comienza a pensar en su familia, en sus hermanos, en su abuela… en TaeHyung, incluso en su propia vida.
Ni siquiera podría decirles un adiós, verles o abrazarles por última vez. Probablemente ellos estaba relajados en casa, teniendo la certeza de que él estaba bien y que la espera aunque fuera larga valdría la pena. La espera en este caso, pasaría a ser eterna; pero por lo menos podía dejar constancia en un mensaje, lo que quiso decir por última vez.
Probablemente lo habría terminado si un uniformado no se hubiera puesto en su camino, aunque algo se sentía raro, una sensación extraña se instaló en su pecho. ¿Ya había vivido esto antes…?
Y entonces lo entendió, por fin supo qué significaba cuando vio su propio reflejo en los ojos vacíos de aquél tipo.
[...]
TaeHyung regresaba de su viaje, y exhausto se lanzó al sillón de su sala, tratando de relajarse lo que más pudiera mientras su pareja regresaba de su casa. Aún no había decidido vivir juntos, no era conveniente según él. Así que, recostó su cabeza al apoyabrazos y suspirando miró el techo.
Era increíble cómo las cosas podían cambiar de un momento a otro.
Giró su cabeza hacia la encimera de la cocina y un titileo de la luz del teléfono le llamó la atención. A paso lento, caminó hasta él y presionando un botón la contestadora habló.
Usted tiene doce mensajes nuevos.
Arrugó su entrecejo, no mucha gente suele llamar a su teléfono fijo, y menos cuando todos sus conocidos sabían que estaban de viaje.
Veintitrés de abril, once y media de la noche.
Anunció la contestadora y después de un sonido extraño comenzó a reproducirse el mensaje. La fecha fue de hace cinco meses, sin duda era extraño.
...H-Hey, ¡rulitos! Cuánto tiempo… ha sido… ¿un año y medio, tal vez? Para mí ha sido una eternidad, si te soy honesto…
Esa voz y ese apodo lo conocía perfectamente, pero, ¿qué ocasionó que SeokJin le enviara un mensaje después de tanto tiempo?
Sin juzgar tan rápido escuchó cada mensaje, rió y lloró junto a él, era inevitable; cuánto tiempo que no escuchaba su linda voz y su chistes tontos. Cuando terminara de escucharlos todos probablemente se animaría a llamarlo y burlarse un rato de él.
Recordó junto a sus palabras cada momento que vivieron juntos, y revivió las sensaciones en cada palabra. Una nostalgia se instaló en su interior a medida que los mensajes avanzaban, y no le gustaba esa sensación.
Y confirmó su preocupación cuando llegó al penúltimo mensaje, algo parecía andar mal. La voz de SeokJin se oía apagada, y preocupada, sin contar el hecho de que se cortó a la mitad.
Teniendo un mal presentimiento, reprodujo el siguiente:
Siete de julio, una y media de la madrugada.
¡Rulitos!
Una daga pareció atravesar su pecho, la voz preocupada y alterada de SeokJin no le dio buena espina. Y con los nervios de punta siguió escuchando.
… pasó- cof. Pasó lo que más temía, pusieron bombas alrededor y todo se está quemando…
...Lo planearon muy bien, los bastardos… se deshicieron de los más fuertes primero, maldita sea ¡conocían todo!
Comenzó a sentirse intranquilo y ansioso, definitivamente nada estaba bien si él estaba maldiciendo y disparos oyéndose a lo lejos.
TaeHyung, yo-
Varios disparos volvieron a escucharse, y solo podía escuchar la hierba ser pisada y las ramas crujir. De repente tuvo muchas ganas de llorar, queriendo adelantar el audio para saber qué estaba sucediendo o qué había sucedido; la única información que logró rescatar fue la de un ataque.
Maldita sea, basta de todo esto. A la mierda todo ¡Te amo, Kim TaeHyung!
Y solo esas palabras fueron el detonante para que comenzara a llorar, aún estando expectante a lo que sucedía. Pero fue el "te amo" más doloroso que nunca había escuchado, algo en ese tono se oía tan nostálgico, tan lleno de frustración, impotencia y melancolía.
Perdóname, TaeHyung, por todo. Si alguna vez te hice sentir menos, si te hice llorar, si no te puse la suficiente atención. Lamento tanto haber sido tan egoísta y no tener en cuenta tus sentimientos…
En este punto ya no podía parar de llorar.
Debí haber puesto más de mi parte… no sabes cuanto extraño tus caricias, tus besos; joder, es que con solamente tu presencia opacabas las sombras, alejabas mis miedos. Era el hombre más afortunado sin duda, y no lo supe hasta ahora.
¿Por qué le estaba doliendo tanto? Se supone que ya había olvidado aquél amorío.
Si… si llegas a oír esto, dile a mis hermanos que los adoro con todo mi ser, que no me extrañen demasiado porque voy a estar con ellos siempre. Agradeceles de mi parte por darme tantos buenos momentos, por ser mi motivación para continuar, que sigan buscando lo que quieren, que encuentren su vocación. Son unas grandes personas, diles que por favor jamás se dejen hacer menos, que son un tesoro… y que su hermano mayor los ama con todas sus fuerzas...
Su llanto se volvió más intenso, era como si él mismo se apuñalara en el corazón incontables veces. Así sentía su dolor, penetrante y mortal. De algún modo creía que en ese momento SeokJin también estaba igual.
Pero, ¿por qué sonaba a despedida? Y con ese pensamiento, el miedo comenzó a crecer en su interior.
Que incluso hasta el final pensé en ellos… y en cuanto a tí, joder, te amo incluso más que la primera vez. Cuanto me hubiera gustado seguir contigo… soñaba con que formaramos una familia, que ambos cumplieramos nuestras metas juntos…
Lo escuchó llorar, y él simplemente lo acompañó; la mala decisión la había tomado él, no SeokJin y que en estos momentos se estuviera culpando solo hacía que se sintiera aún peor y se odiara a sí mismo.
Me gustaría decir tantas cosas… creo que ni la vida me alcanzaría para hacerlo. Y estoy seguro de que no lo hará.
Un largo silencio se oyó en el mensaje, y TaeHyung ya comenzaba a ponerse ansioso.
Y de repente escuchó un arma cargarse, el corazón comenzó a latirle a mil, y la adrenalina a correr su sangre. No podía estar pasando, simplemente no, debía ser una jodida broma y le haría pagar caro al que la hizo.
El disparo por fin se oyó, y entonces, cuando escuchó el nombre de su ex novio ser gritado a lo lejos lo supo.
Era simplemente demasiado tarde.
"A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en el mismo ataud"
— Alphonse de Lamartine.
▬▬▬▬▬│┣•.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•
© FlyKingSquad
03032020
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top