10° Función: Memorias

Memorias

Park JiMin no quiso, realmente no quiso caer en el cliché de amar a su secretario, pero si este es Kim TaeHyung, poco puede hacer para evitarlo.

Género: Fluff
Directora: Moon346363
Reparto: MinV
Clasificación: A
Función: 10

Jimin se encontraba tecleando rápidamente en su computadora dando, al fin, por terminado el contrato que tenía pendiente con una de las empresas aliadas a la suya. El sonido de la puerta de su oficina siendo tocada retumbó en el lugar, llamando brevemente la atención de Jimin. —Adelante —Al dar el permiso, un joven castaño entró en la oficina.

—Señor Park —Dijo el castaño con una sonrisa en sus labios. —Les traigo los archivos que me había pedido. También vengo a acordarle que tiene una cena en la noche con Kim Taehyung —Una mirada coqueta apareció en su rostro, acercándose lentamente hacia el puesto de su jefe.

El azabache soltó una pequeña carcajada. —Podría decirle al joven que lo quiero ahora —Respondió devolviéndole la mirada.

—Como ordene, Señor. Lo traeré en este momento —Taehyung dio una vuelta sobre sí mismo provocando que el azabache riera, le encantaba la actitud infantil de su querido novio. —¿Para qué me quieres, hyung? —Habló siendo "Taehyung" y no el "secretario Kim".

Eso se había convertido en un juego entre ellos, en el que Taehyung hacia los dos papeles, siendo mayoritario el de "secretario Kim" en la empresa, y el de "Taehyung" en el departamento en donde vivían. Y eso se le hacía sumamente tierno a Jimin.

—Ven, bebé —Musitó el azabache señalando su regazo.

Tae se acercó a Jimin y se sentó a horcajadas de él. Park instantáneamente rodeo la pequeña cintura de su novio con sus manos.

—Te extrañé, TaeTae —Jimin colocó su nariz en su cuello, justo en donde salía con más fuerza el suave perfume del menor.

—Pero si nos vimos esta mañana —Llevó su diestra a los cabellos azabache del chico y los acarició.

—Pero no es tiempo suficiente para poder apreciar tu belleza —Alejó su rostro de la piel de Taehyung e hizo un puchero mientras veía que las mejillas del castaño se sonrojaban.

—Nadie me creería si le dijera que el Señor Park estricto Jimin es una ternura —Se acercó a los labios contrarios y le dio un pequeño pico.

—Porque solo tú tienes el derecho de ver eso, querido —Y volvió a su posición inicial, deleitándose del aroma de Tae, manteniéndose en esa posición por unos minutos.

Cuando Tae ya creyó que había sido suficiente se alejó parándose de las piernas de Jimin. —Tengo que regresar a mi trabajo, Jiminie —Jimin lo miró con ojos de cachorros. Taehyung acarició la mejilla de su novio, y éste ladeó la cabeza hacia la mano, recibiendo los mimos que le daban. —Ya es suficiente, no te olvides de la cena, ¿sí?

—Entendido —Asintió eufórico. Es igual que un cachorro. Pensó Kim.

—Ahora es el momento de que "secretario Kim" vuelva —Guiñándole el ojo a su pareja dio nuevamente una vuelta sobre sí mismo. —Bueno, Señor Park, regresaré a mi trabajo

Jimin se rio ante la actitud que tomaba su pareja cuando se trataba de trabajo. —Nos vemos —Dijo tiernamente mientras el contrario salía de la oficina.

Ahhh, realmente amaba mucho a su pareja.

La manera en la que lo conoció fue algo cómica, desde su punto de vista; él, siendo todavía un universitario del último año en su carrera, se encontraba descansando en el parque con unas chucherías en sus manos. Era cansado estar estudiando y a la vez preparándose para ascender, apenas termine su carrera universitaria, al puesto de jefe en la empresa de su padre.

El insomnio con el tiempo se volvió parte de él, las arduas horas de estudio, de tareas, en las que recibía las indicaciones para dirigir esa gran empresa y todo lo demás.

Era cansado ser Park Jimin, el heredero de la empresa Park.

Así que siempre encontraba momentos en los que escaparse y solo ser Jimin, un chico como los demás.

Comiendo de las chucherías que tenía en su mano vio a lo lejos como un castaño corría rápidamente por la acera del parque, hasta que, sin querer, éste tropezó yéndose de un solo al piso. E inevitablemente la escena le pareció tan hilarante que no puedo dejar de reírse; sus estruendosas carcajadas que soltaba llegaban a los oídos del chico en el suelo, que por cierto no se encontraba muy lejos. -¡¿De qué te ríes?! -Gritó el chico sonrojado al ser visto algo tan humillante.

Jimin siguió riendo por un rato más con sus manos en su estómago, importándole poco el hecho de que el chico se estaba acercando a él con un mohín en sus labios. —¡Hey! —Jimin le dio una mirada de soslayo al pequeño castañito restándole importancia. —Deja de reírte —Puchereó irritado.

Jimin detuvo su risa unos segundos, pero al ver el rostro contrario con detenimiento las carcajadas aumentaron. —T-Tu cara —El castaño frunció el ceño y ladeó la cabeza sin entender. —Tu cara está llena de tierra

Taehyung abrió los ojos sonrojándose hasta las orejas. "Qué humillante, no creo que pueda empeorar." Pensó el castaño. Rápidamente llevó sus manos a su rostro intentando sacar la suciedad de ésta, pero por más que lo hiciera no logró sacar toda la tierra. Jimin al terminar su ataque de risa miró lo tierno que era el chico con sus manos empuñadas frotando su (según se ve) suave rostro.

El azabache sacó un pañuelo de sus bolsillos traseros y se acercó al contrario. Taehyung intentó alejarse cuando Jimin estuvo a unos centímetros suyo sin previo aviso, pero el segundo mencionado agarró la cintura del menor, reteniéndolo en su lugar. Alzó su mano derecha, en donde tenía el pañuelo, y comenzó a limpiarle el rostro.

Taehyung desconcertado cerró los ojos y frunció la nariz por el acto brusco, pero a la vez delicado, que hacía Jimin. Cuando ya no sintió la mano del chico ni en su cintura ni rostro abrió los ojos, encontrándolo con una sonrisa egocéntrica. —¿Te enamoraste de mí por lo que hice? —Habló arrogante.

Tae instantáneamente mordió sus labios solo para no salirle gritando en un lugar público, así que habló de manera suave, pero con una sonrisa de suficiencia. —Para que te enteres, nunca me enamoraría de un idiota como tú. Egocéntrico de mierda —Y sin más le dio una suave patada en el estómago al azabache dejándolo tirado en el piso.

Esa fue la única vez que lo vio por alrededor de un año y medio. Jimin ya no quería ni verlo de nuevo, lo sucedido le dañó su orgullo, pero parece que el destino no está a su favor, ¿o sí?

Jimin ya había terminado su año universitario y fue ascendido al puesto de su padre, se adaptó más rápido de lo pensando al montón de archivos, contratos, papeles que había en su escritorio; cada vez trabajaba con más fluencia por lo que no tuvo ningún problema hasta que su secretaria, una anciana de muchos años, tuvo de jubilarse.

Cabe decir que ella era quien mantenía en orden sus reuniones y cuando ella se fue la cabeza de Jimin quiso explotar. Él en particular no era alguien organizado, en temas de horario; así que en menos de una semana de que ella se haya ido había solicitado que hicieran entrevistas para el puesto de secretaria o secretario. La manera de ser aceptado era algo estricta; primeramente, tener una buena colegiatura; poder aprender nombres de empresas/personas fácilmente; tener un buen uso de la tecnología; y lo más importante, saber manejar adecuadamente su horario.

El encargado de la selección de su secretario sería su mano derecha, así que confiaba plenamente en la decisión que él tomara y a quien aceptaba, pero esta vez sí que se equivocó. Fue lo primero que pensó cuando vio nuevamente al castaño en frente suyo.

—¡¿Eh?! —El primero en hablar, o gritar mejor dicho, fue Jimin. Qué tan mala suerte tiene que tener para verlo de nuevo. —¿Tú será mi nuevo secretario? —Dijo en un resoplido.

—¿Qué? ¿No puedo serlo? —Refunfuñó. Jimin desvió la mirada incómodo. —A parte de egocéntrico eres un idiota —Añadió cuando el contrario no respondió. Iba a darse la vuelta para irse, en serio que no quería ser rebajado por su nuevo jefe, pero el grito que soltó el azabache le hizo detener.

—Espera —Jimin meditó unos segundos. Era aceptar a ese chico o hacer mal su trabajo por un tiempo más. Creo que la primera opción es la más beneficiable. —Perdona, solo... solo me sorprendí de verte de nuevo —Se disculpó, Tae le regaló amablemente una mala mirada, pero aun así volvió al lugar en donde antes estaba.

Las primeras semanas fueron incomodas entre ellos, se hablaban, sí, pero era palpable la atmosfera de incomodidad entre ellos. Pero en cada cena de trabajo que eran invitados, en cada reunión, cada vez que permanecían solos en el edifico por las altas horas de trabajo los dos se acercaban más y más.

Empezando por eliminar esa atmosfera horrenda, hasta haber pequeños roces de manos, miradas sutiles, acercamiento innecesario, cada acción hacía que el otro quedara prendado por el contrario. Hasta que Jimin decidió ponerle un alto a todo eso, y que mejor con una declaración, cierto.

La media noche, ellos solos; en donde Jimin inventó una excusa para que lo acompañara llevándolo al lugar que se conocieron: rosas amarillas en la banca que había estado Jimin, un peluche en forma de perrito encima de estas. Jimin se arrodilló, diciéndoles palabras de cariño, queriendo borrar ese desagradable momento para transformarlo en uno más bonito, en donde provocaba lágrimas en el hermoso rostro de Tae y este último aceptándolo como pareja.

Una escena tan chicle que era increíble que siquiera sucediera.

Y bueno, aquí en la actualidad, son una pareja acaramelada, pasándola bien en su cena de aniversario, robándose besos, dándose caricias en lugares que no debían al estar en público, que inevitablemente terminó en una noche en donde Jimin y Taehyung hicieron el amor.

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© FlyKingSquad

18032020

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