✘ Capítulo XXXI. ✘

▲•▼•▼•▲『✘』▲•▼•▼•▲

Creíste que te había olvidado
más en mis pensamientos siempre estuviste clavado.
Pensaste que estaba muerto
pero ahora sabrás que eso no es correcto.

Mente inocente.
Mente demente.
La corromperé toda
y con esa información formaré mi venganza ahora.

...

Prepárate, Christopher.

▲•▼•▼•▲『✘』▲•▼•▼•▲

Hace algunas semanas...

SeungMin... Oh, pobre y pequeño SeungMin.

El cómo había acabado allí, era todo un misterio. O una serie de acontecimientos que resultaban en causalidades accidentalmente consecuentes.

Una total desgracia.

Sea como sea, ahí estaba; metido en una edificación de un solo piso que tenía un amplio tamaño, extenso patio y con personas que no era precisamente las más mentalmente estables, ni las más puras y santas. Sí, eso que piensas; una gang.

Y no podía ser peor.

— No sirve de nada —alguno de sus compañeros mencionó a otro, molesto, irritado. Se supone que llevaba un mes, yendo de dos, tres o cuatro días –como mucho– a la semana para ser probado y entrenado, pero si JeongIn no servía de nada al inicio en BangGang, ni se podrán imaginar al pobre Kim—. Llora cuando ve una pistola, cuando apenas le dan un golpecito, o solo cuando le dicen un estúpido e infantil insulto. Y, mira, sé que estamos desesperados pero no siento que tanto como para aceptar a alguien así.

— El jefe dijo que probasemos a todos, sin excepción, y-

— Un mes es demasiado —tomó la pistola de su bolsillo—. Toca matarlo.

— Vamos, Makku, no seas así —Nana le tomó del hombro, ladeando su cabeza para observar a SeungMin que, inocente, movía sus pies, los cuales colgaban del sofá, a la par que tarareaba "Los pollitos dicen"—. Literalmente es un niño...

— Me agobia —resopló el rubio, medio hastiado, pero dejando su pistola guardada al final—. Es...

— Lo entiendo. ¿Cómo reacciona ya cuando ve cuchillas y eso?

— Al menos ya no llora.

— Bien, entonces mándalo a limpiar unas navajas y yo le diré al jefe que se ocupe de él, a ver si logra algo, quien sabe, que él sea quien decida.

— Bueno. ¡Hey, tú!

Enseguida, SeungMin alzó su cabeza hacia donde le llamaron, poniéndose de pie y caminando hasta él en lo que le hizo un movimiento de cabeza.

— ¿Sí?

— ¿"Sí", qué? —carraspeó el mayor y SeungMin se tensó.

— ¡S-si, señor! —corrigió, poniéndose derecho y con ambas manos a los lados de su cuerpo, los pies juntos y los ojos bien abiertos. Makku se tomó el entrecejo y Nana se aguantó las risas.

— Solo quería decirte que fueses al patio, tenemos una tarea para ti —Kim asintió—. Sígueme.

Volviendo a mover su cabeza en afirmativas, comenzó a seguirlo a las afueras de la guarida mientras Nana los veía. Una vez fuera de su campo de visión, solo sonrió y se fue a hacer de sus cosas.

Al menos, no todos eran tan despiadados por aquí...

— ¡¿Cu-cuchillas?!

— Ay, no fastidies y solo limpialas —le dió un empujón. De verdad estaba muy irritado con ese chico, no sabía como había tenido tanta paciencia por tantísimo tiempo.

— Bueno...

El cenizo no tenía de otra, lo sabía bien, así que con una carita de cachorrito regañado, tomó un pañuelo que allí estaba y humedeciendolo en otra cubeta, comenzó a limpiar el filo de las armas blancas... Con gran miedo, evidentemente.

Y no se había dado cuenta cuando la presencia del rubio había sido reemplazada por otra que, hasta el momento, no le habían permitido conocer. Un hombre robusto, observandole en silencio mientras limpiaba su propia navaja.

— Así que... Eres el nuevo —SeungMin casi da un brinco que le llevaría a la estratósfera, pero no, solo soltó lo que tenía en sus manitos al tiempo que levantaba la vista, observando al dichoso tipo que... No resultaba tan intimidante como su voz y tono le habían hecho imaginar.

¿Acaso sería el...?

— ¿Líder? —sus ojos brillaron y él sonrió, actitud que confundió por completo al mayor. ¿Por qué parecía tan a gusto y contento? ¡Se supone que debía estar aterrorizado, como todos los demás!

— Sí... ¿Por qué-

— ¡Oh, quería tanto verlo! —de donde estaba, Kim dió un salto hasta la posición de su ajeno, con sus orbes todavía destellando más brillo. El líder sudó frío—. ¡Es genial! ¡Que gusto! Aunque... Lo imaginaba más intimidante para ser líder.

El pelinegro frunció su ceño. — ¿Acaso no lo soy, uh?

— No tanto como pensaba —se sinceró con mucha inocencia el más joven, permitiéndole al otro reír un poco—. Es que su rostro es... Adorable.

— Vaya, honesto, eh... —talló más fuerte el filo de su cuchilla, lanzando después el paño a un lado y, en un dos por tres, alzándose y colocando este mismo en el cuello de Min—. Es difícil conseguir personas así últimamente... —hizo algo de presión, sin embargo...—. Me gusta.

Solo se alejó, enterrando está en el suelo de barro y sentándose a un costado, con esos filosos ojos en SeungMin. Su tembloroso cuerpo estuvo a nada de permitir que se orinase encima.

— Entonces, soy adorable —ennumeró con una de sus manos, sonriendo malicioso—. ¿Y qué más? Dime, tengo mucho que cambiar de mi para hacer de esta pandilla algo perfecto. ¿No crees?

— Pues... Solo eso... —jugó con dos de sus dedos a la par que los veía. Con estos sustos, ya no le quedaban más ganas de ser tan boca suelta.

— Uhm, de acuerdo —bajó su mano—. Para ser justos, tú tampoco te ves como alguien que me genere algún tipo de intimidación. También eres adorable.

— Ow...

— ¿Qué es lo que quieres aquí? ¿Qué es lo que buscas? —comenzó a cuestionarle. Ya estaba al tanto de la situación, por cuenta propia y por boca de los demás chicos—. No es por nada, pero no creo que sea tu lugar, niño.

— Es que- —frustrado, se pasó las manos por la cara y estiró un poco la piel de forma graciosa e inconsciente, como la mayoría de sus acciones—. Quisiera ser tan genial como un amigo... Mi único amigo, de hecho. No quiero perderlo por ser un aburrido que lo único que hace bien es comer y comer...

— ¿Tan importante es? —no se esperaba este desenlace, pero su lado chismoso estaba agradecido.

— Es mi único amigo, como dije. De verdad quiero conservarlo, no quiero estar solo nuevamente...

— Ah, ¿seguro que solo es un amig-

— ¡Sí! —se ruborizó al entender y ni había acabado. Su adverso se risoteó un poco—. ¡Claro que sí

— Bueno, solo digo... —rodó sus ojos, aún con pequeños rastros de risillas.

Minnie resopló, abultando sus labios nuevamente y cruzándose de brazos.

"Presa fácil" pensó el castaño mientras se tronaba los dedos.

— Yah, bueno... —desvió su vista, haciendo carita de cachorrito abandonado—. La cosa es que... de verdad, de verdad... Llevaba mucho tiempo sin hacer ningún amigo por... Mi actuar y mi apariencia, supongo, y entonces... —rasco su nuca—. Él es el único que un está a mi lado, a pesar de ser un total fastidio, una molestia más... —suspiró—. ¡Todo lo contrario a él, que es tan cool! —su ajeno se exaltó por el repentino y animado exclamativo del niñito, poniéndose a la defensiva. Luego se sintió increíblemente estúpido, puesto era más que obvio que el chiquillo no le haría nada. De broma y mataba a una mosca—. Fuma, sale cuando quiere, a donde quiere, y tiene  un novio... Ah, bueno, dice que no es su novio, ¡pero yo sé que es su novio!

— ¿Y te da celos? —molestarlo era gracioso.

— ¡Que no! —berrinchó nuevamente—. Solo que... Todo de él es tan asombroso, incluso eso. Es muy valiente y fuerte, se enfrenta a los profesores y ni le interesa ser expulsado... —«Suena como un niño problemas idiota» pensó su contrario, más de su boca no salió nada, solo asentía—. Dice que su novio escribe asombrosas canciones, porque es un rapero, aunque no muy famoso... La verdad es que nunca he escuchado su nombre más que de su boca.

— ¿Ah, si? Tal vez lo conozca, ¿cómo se llama? —no lo preguntaba en serio, pero la respuesta que recibió no la esperaba en lo absoluto.

— Christopher BG —se quedó completamente paralizado, escuchando ahora sí con real atención al menor—. JeongIn me cuenta que él es parte de un pequeño grupo ahora que se dedican a hacer freestyle en las calles, al estilo Underground...

— ¿De verdad? —lo observó de reojo—. ¿Puedes repetirme su nombre?

— ¿Christopher BG? ¿Lo conoce? —pareció interesarse, sin embargo, el mayor negó.

— Solo me suena... —miles de recuerdos llegaron a su mente—. Uh, tu amigo, ¿JeongIn?

— ¡Sí! ¡Él...! —«No, ¿qué estás diciendo?» Cubrió su boca, observando al adulto y este, al adolescente, encargando una ceja—. Hm...

— ¿Entonces? ¿JeongIn? ¿Él estudia contigo?

Kim apartó la vista, todavía con sus manos sobre su boca. La había cagado, por confiarse solo un rato y olvidando que hablaba con alguien que podría matarlo y desaparecer su cuerpo en un santiamén, solo porque se sentía tan bien y comodo, liberado de conversar con alguien más que sus padres y JeongIn, y que a su vez se viese tan interesado.

— ¿Ahora no hablas? —el líder se puso de pie, con la navaja en mano para luego acercarse amenazante a él. Seung retrocedió. Quizás esta vez si se haría encima... Si no acababa muerto antes—. ¿Qué pasó, pequeño cachorro?

— No debería... Estar aquí —intentó ver como huir, y aunque tenía mucho por donde correr, sentía que el mayor lo atraparía tan rápido como los leones a pequeños ciervos—. Quiero irme.

— Ja —de todos modos, trató, pero como previó, fue retenido incluso más rápido de lo que imaginó. El jalón en su cabello y los golpes a la zona trasera de sus rodillas le hicieron caer boca abajo, muy adolorido—. No. Sigue soltando esa información que antes me decías como si fuésemos amigos de toda la vida —y se le colocó encima, abriendo su boca a fuerza y jalando su lengua—. O de verdad ya tendrás razones para no necesitar hablar con nadie...

SeungMin quería llorar. Esto era una pesadilla, una de las peores. No quería hablar y poner en riesgo a su único amigo, pero era eso, o su lengua... Y seguramente, su vida en general.

— Bu-bueno... —sollozó cuando percibió que soltaba su músculo bucal, cerrando los ojos con fuerza. Sentía que se ahogaba, con el llanto y su peso sobre sí.

— Así me gusta —sonrió, alejando el arma blanca de su cuerpo—. Entonces... ¿Estudian juntos? ¿JeongIn qué?

A partir de ese punto, SeungMin le dijo todo lo que deseaba escuchar, sin rechistes ni contratiempos. Odiaba estar en esa situación. Nunca se había sentido más mierda que ahora.

— Tú de verdad lo aprecias... Eso es lindo, ¿sabes? —habló como si nada, y Seung solo afirmó—. Pero las personas son malas, niño. Sin importar si son muy amigos tuyos, incluso si son familiares o tu pareja... Quien sea, siempre pueden ser una maldita basura.

— Uh... —«Ya me doy cuenta...» analizó, sorbiendo su nariz. Aunque no entendía para nada ese cambio radical de ser todo un hijo de puta, a querer dárselas de buen consejero.

En verdad eran unos totales locos aquí.

— JeongIn es solo un chico más, no sigas idolatrándolo. Algún día te dejará y es mejor que estés preparado —asintió de nuevo y el mayor se enderezó, levantándose—. Ahora, ¿sabes que es lo que debes hacer?

SeungMin por fin pudo respirar de forma adecuada, inhalando profundo y girándose, para verlo, sin parar de llorar.

— Irte —afiló el cuchillo, como una especie de indirecta—. Y no vuelvas más, ni aquí, ni a ninguna otra gang. No es tu lugar, mocoso, y mira que eres suertudo de que hoy esté de ánimos y sea un ser amable... Cualquier otro ya te hubiese abierto la garganta sin remordimiento o titubeo alguno.

Pasando saliva con una dificultad ridícula, el cenizo se puso de pie y dio un par de pequeños pasos hacia atrás. Entre temblores, movió su cabeza de abajo a arriba.

No, no iría a otra gang, ni nada parecido. Ni loco. Por absolutamente nada en este asqueroso mundo. Ya no quería estar allí, y seguir siendo demasiado imbécil para parecer real. Era más que evidente, hasta para sí, que ese no era su sitio.

— Entiendo...

— ¿Tú no dirás nada, cierto? —otra afilada. Él negó, todavía más efusivo. No tenía sus identidades reales, pero suponía que el hombre se refería a que había visto sus rostros y sabía de su ubicación exacta, sumado a otros detalles más sueltos de la pandilla pero que eran igual de importantes—. Bien, porque sabes lo que le sucederá a tu familia o a ti si lo haces, ¿no es así? —afirmó en esta ocasión, con el mismo desespero—. Ah, claro que no lo harás, buen chico. Vete de una vez.

Esas palabras fueron como algo mágico, puesto el más joven de pronto ya había desaparecido de su vista en un simple parpadeo. Rió. Si que era un mocoso, débil, inútil, tonto y torpe. No comprendía como el mundo real no se lo estaba comiendo vivo aún, pero segurísimo que pronto le sucedería. A todos les llegaba su momento.

De paso, le otorgó una razón más para de verdad ni considerar unirse a otra gang. Le hacía un favor, debía haberlo dado unos buenos "gracias" pero que tanto, ya le otorgó mucho con todo lo boca fácil que fue al darle información de su amado amigo; Yang Jeongin.

Y Christopher BG... Chris...

Cerró sus ojos.

" — ¡Jinnie, te amo! "

" — Gracias por todo, eres el mejor... "

" — Cantas hermoso, ¡en serio! "

" — ¡Confiaste en él como un imbécil y no nada más eso, sino que también me engañaste!"

" — Te amo... Te amo, te amo... "

Y carcajeó. Kim WooJin se carcajeó muy, muy alto.

— ¿Así que sigues vivo? —abrió de nuevo sus ojos, posando su afilada mirada en un punto perdido delante de él—. Que sorpresa... Y con novio —más, luego se fijó en la daga que tenía en su mano, en su imagen medio distorsionada reflejada en la cuchilla extremadamente limpia. Mandíbula recta y marcada, pero conservando sus mismos rasgos tiernos que le asemejaban a un osito—. ¿Ni siquiera te tomaste el tiempo de buscarme? Cierto que eres tan regalado... No podía esperar otra de ti, ¿no es así?

El pelinegro lanzó aquella arma en el tronco de madera cortado en el que estaba antes sentado, atinando en uno de sus costados. Luego solo limpió su pantalón y comenzó a caminar al interior de la guarida, con una malévola y cínica sonrisa.

— Las cosas no se quedarán así, mi querido Channie, voy a encontrarte... Ya vas a ver, pero antes... Vamos a divertirnos un poco.

Que empiece el juego final.

***

hOLAAAAAA.

diosmío, disculpen por desaparecer tanto tiempo. he tenido mucho en mi cabeza, me cambié de carrera y todo es tan--- /cry

amo mi nueva carrera, pero mandan muchas tareas. además de que he retomado el dibujo y eso ocupa muchísimo de mi tiempo. no he sentido motivación para escribir o siquiera editar los capítulos que ya tengo adelantados. este realmente no me gusta, pero, creo que está al menos presentable¿ HSGDBDH

Bueno, de verdad espero que estén bien. dije hace mes y medio que preparasen los pañuelos y ya empezarán a imaginar por qué. pero esto... es solo una minúscula parte.

a, JSHDJDHD.

como siempre, gracias por leer, por votar y por comentar. gracias por estar. no olviden apoyar a los chicos, si no pueden votar, stream. lxs amo. ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top