✘ Capitulo XXVI. ✘
Capítulo dedicado a: dw4ekki , gracias por haber participado en la mini-dinámica que hice en esta historia. 🥺🥺🥺
Si pueden y quieren, escuchen la canción que dejé en multimedia cuando la confrontación de Chris con StrongMa empiece. le da mejor ambiente¿.
▲•▼•▼•▲『✘』▲•▼•▼•▲
Todavía no te he olvidado
a pesar de todo lo amargo...
Fuiste mi alegría
pero también agonía.
Tengo miedo de abrirme de nuevo
y recibir más de ese mismo infierno.
Amar es tan extraño.
pero, ¿por qué los humanos lo necesitamos tanto?
Por favor, no me decepciones.
Por favor, no me hagas arrepentirme.
Porque una vez más, yo voy a abrirme.
...
Cuidaré de ti, lo prometo.
▲•▼•▼•▲『✘』▲•▼•▼•▲
— ¿Y qué pasó? -JeongIn interrumpió, curioso y ligeramente confundido—. ¿Le sucedió algo a él, o...?
— A eso iba —contestó Chan, con un tono más serio y menos suave, como el que usaba para relatar esos dulces momentos. Yang supuso por donde iban los tiros, así que calló de nuevo y se dedicó a escuchar—. Todo era maravilloso, yo de verdad creía que eso iba a ser para siempre, sin prestarle atención a nada por estar así de tonto y enamorado, tonto enamorado —acomodó mejor eso último, riendo sin chiste ni nada. Se sentía ridículo ahora que volvía a esa época mediante recuerdos—. Pero alguien más llegó, y esa relación de ensueño que me parecía indestructible... Se derrumbó por completo.
" — Oiga, jefe, alguien vino hasta acá, dice que quiere ser parte de la gang.
Bear frunció el ceño al escuchar esas palabras de la boca de Strongy. No se supone que alguien sepa de su ubicación, de hecho, nadie más que ellos mismos lo hacía, así que eso significaba algo; que lo había descubierto por un despiste suyo, o que alguno de los suyos lo estaba traicionando, soltando información de más.
— ¿Cómo se llama? —preguntó, quitando a Chan de su regazo para mostrarse con un porte más firme e intimidante. Su novio, curioso, solo se quedó sentado un poco más atrás, viendo por los espacios que quedaban entre los dos chicos mayores.
— Se llama-
— Allen, señor —sin dejar que Hoseok terminase, un joven de cabello rubio y en rizos, muy parecido al del apedillado Bang, hizo acto de presencia con una expresión corporal que daba una sensación de "ingenuidad e inocencia", pero con una sonrisa más maliciosa y que dejaba ver que eso no era para nada él—. Ma Allen. "
— Allen había descubierto a nuestra gang porque le había seguido la pista a alguno de nosotros, después de un robo. Y él no era más que el típico niño que pensaba que era muy genial entrar en una pandilla, que se creía rebelde y muy astuto, y... Realmente lo era, no voy a mentir. De hecho, escuché decir que era igual que yo aunque... —vio a JeongIn—... mucho mejor.
" — Allen es muy bueno, fuerte y con buenos reflejos —WooJin asintió, cruzado de brazos y viendo a Sleepy. Y Chris, igual que siempre, únicamente estaba a su lado, oyendo todo—. Yo digo que puede entrar ya.
— Pero, solo tiene tres días aquí —Christopher no podía creerlo, mirando a ambos como si estuviesen locos—. ¿No deberíamos ver más? Entrenarlo y esperar generar confianza...
— ¿Para qué? —viró la vista, viendo a su líder. Para él –y la mayoría de la gang–, Chris no era más que un simple niño inútil, cuya voz no tenía poder a pesar de que Kim ya había dicho todo lo contrario—. Honestamente, yo ya confió en él. No lo sé, su personalidad es... Genial, me ha hecho generar confianza rápido, y se nota auténtico —explicó más, causando rabia en el actualmente, rubio australiano—. ¿Qué crees tú, Bear?
El mayor se quedó en silencio, con un rostro neutral, y Bang lo observó de forma fija. Está bien, no tenía porque preocuparse porque WooJin y él pensaban igual, ambos eran listos y no iban a caer estúpidamente por una cara bonita y actitud que fácilmente podía ser fingid-
— Que se quede.
¿¡Qué!?
— WooJin... —llamó en susurros, mirándole alejarse. Por otro lado, Sleepy parecía contento, caminando hacia las afueras de la guarida donde se encontraba el nuevo integrante, junto a los otros—. ¡Jinnie!
— Silencio, Chan —el menor se congeló cuando iba corriendo hacia él, con el entrecejo fruncido—. He tomado mi decisión y así se quedará. Acéptalo, nos hará bien alguien como él.
No insistió más, porque no podía, ya que su ajeno se terminó de ir a su habitación, y porque no quería, no tenía ganas de discutir y menos tendría sentido siendo con WooJin, un hombre terco y que casi nunca daba su brazo a torcer.
— Está bien —se dijo a sí mismo, exhalando despacio—. Nos hará bien alguien como él...
¿Lo hará? "
— Y en ese punto, las cosas pasaron a ser dudosas. WooJin cambió mucho, cada día más y más. Era obvio, y no, no sólo para mí...
" — ¿Ya viste al nuevo juguete de Bear?
— ¿Allen? Pff, sí, parece que ya su cangurito se le desgastó.
— Te dije que pasaría.
Chris, oculto tras una pared, mordió con fuerza su labio inferior mientras se arrastraba por la pared, hasta el suelo, sentándose en el mismo con la mirada perdida en la pared que tenía en frente.
— Bueno, si no son más que dueño y juguete... Pobrecito, espero que se dé cuenta pronto.
— No lo creo, está muy enamorado, demasiado ilusionado.
— ¿No es eso típico de Kim WooJin?
Escuchó risas, murmuros y lo siguiente a ello no le importó tanto. Era una charla a la que ya no le veía sentido, gracias a que en su mente solo se podían repetir esas mismas palabras, como un mantra.
"El nuevo juguete de Bear".
"Parece que su cangurito ya se desgastó".
"Está muy enamorado, demasiado ilusionado".
"¿No es eso típico de Kim WooJin?"
— No, él me ama... —"Noah dijo lo mismo"—. Él me ama, me ama de verdad, llevamos casi un año siendo pareja, él... No podría hacerlo —tapó su cara, abatido por las memorias de su primer amor y todo el dolor que le generó, el hueco que en su corazón dejó y que fue dulcemente rellenado por el supuesto amor de WooJin... ¡No! No era supuesto, eso... Era real, él sabía que era así, no se tenía que dejar llevar por cosas absurdas—. Solo son celos sin sentido, solo son celos, solo son celos...
¿Cómo estás tan seguro de eso? "
— Mis compañeros lo notaba, incluso JiSung... Lo hacía. Era tan descarado.
" Chris se había despertado de madrugada, y como ya era usual, WooJin no estaba allí, en la que era cama de ambos, dándole de su calor y cariños para tener un buen descansar,
No obstante, no le dio muchas vueltas a ese asunto. A lo mucho lo pensó unos poquitos segundos antes de intuir que debía andar en algo de planes de la pandilla. Mejor, se concentraba en esa horrible resequedad de boca y garganta que le estaba jodiendo la existencia, mismo por lo que se puso de pie con mucha flojera y caminó a la cocina, entre estirones y bostezos.
— Que tormenta... —no se había dado cuenta de eso, hasta que pasó cerca de una ventana y un rayo, que había atravesado el cielo haciendo un gran estruendo antes, le hizo dar un pequeño brinco—. Espero que Jinnie no tarde en venir...
Llegado a la cocina, fue directo a la nevera a un ritmo más rápido –porque hacía frío y quería volver ya a su caliente camita–, donde agarró un vaso y le echó mucha agua. A largos tragos la consumió toda, sin dejar ni una gota, y seguidamente liberó un sonido de satisfacción. Sí, mucho mejor.
— ¡Rápido, rápido! —oyó a su izquierda a la par que dejaba el vaso en el lavaplatos. Voz conocida, su favorita. Y, sin poder contenerlo, se emocionó, creyendo que podría aprovechar a por fin tener una buena noche de descanso juntos.
Ah, regresando a esas caídas, en lo peor, en las miserias...
— Estoy detrás de ti, idiota —lo siguiente que sus oídos captaron le bajonearon en grandeza, deshaciendo su sonrisa hasta ser una línea recta. Estaban conversando, el sonido de la puerta cerrándose y los tonos alegre, eso le indicaba que... Estaban juntos, como ya muchas otras veces las últimas tres semanas. Y no quería parecer controlador o posesivo, pero esta rutina le empezaba a incomodar muchísimo—. ¡Yah! Entra, me estoy empapando.
— Diría algo, pero mejor me lo guardo...
Bang se quedó modo planta en el sitio, haciendo más específicos cada uno de sus sentidos. Contuvo la respiración y sus orbes siguieron los pies que se movían descalzos por el, seguramente, frío suelo de la sala de estar, encaminándose a... ¿Uno de los baños?
— ¿Te parece economizar agua? —"¿WooJin?"
— Hah, no lo sé. ¿No tienes problemas con tu noviecito?
— Uhm, bueno, a mí no me-
Christopher se llevó un tremendo segundo susto, peor que el anterior, al percibir unas manos presionando fuerte en donde estaban sus orejas. Dios, estuvo a 0,0000001, así de tan cerquita de gritar muy, muy fuerte, pero ahora una de esas mismas mano se puso encima de su boca y el grito no salió, solo lo dejó en confusión.
— ¿¡Hmm!?
— Shh, tranquilo, soy yo —susurró la persona dueña de dichas extremidades y al ser volteado, se sorprendió de ver a JiSung, que parecía muy nervioso—. Hey...
— Hey... —saludó del mismo modo—. ¿Qué pasa?
—Eh... —el joven primeramente desvió su vista hacia atrás de él, luego lo vio y al final, sonrió pequeño—. Es que, no quiero dormir solo, por la tormenta.
Chris movió su cabeza unos grados a su derecha, riendo enternecido por esa actitud. — ¿De verdad?
— Sí —agarró su muñeca y lo jaló un poco—. Vamos, no te burles... Los truenos... —y justo, uno hizo temblar toda la ciudad, haciendo que apretase más el agarre—. Me dan miedo...
— De acuerdo —se dejó llevar, finalmente—. Vamos...
No quería abandonar lo de Woo ahí, puesto en verdad era algo de suma importancia y no solo por él, sino por ambos, por su relación, pero de igual forma no era el momento y, todavía más relevante, JiSung le necesitaba. A ese chico no le iba a negar nada jamás en su vida cuando fue su salvación al estar al borde de la inmundicia y muerte. Le debía su vida, literalmente.
Así que, aunque con cierto mal sabor de boca y pensamientos no tan agradables en su mente, se fue a dormir al lado del mejilludo, sintiéndose bien por tener una noche en brazos de alguien sin poner peso en que fuese con un amigo.
Al menos, su descansar fue más tranquilo. "
— ¿Nunca le dijiste? —el menor y él se miraron—. Es decir, ¿jamás lo confrontaste acerca de eso, o...?
— Claro que lo hice -respondió el proveniente de Australia—. No podía quedarme con ello, especialmente si cada día se volvía algo más... Notorio. Quería aclararlo, entender lo que hacía o porque actuaba de esa manera, si luego iba conmigo y me dedicaba apenas unas pocas horas donde se comportaba como si nada.
" — Jinnie —el rubio ya no tan rubio se aproximó cohibido hacia el hombre apodado, que estaba sentado en la gran silla de su escritorio, en su oficina personal—. ¿Podemos hablar?
— ¿Qué sucede, lindo?
Invitándolo a sentarse en su regazo, Chan no dudó y lo hizo, apoyándose con sus manitos de la madera medio gastada del dicho escritorio.
— ¿Estás muy ocupado? —no quería interrumpirlo. Tampoco quería discutir de ello si estaba de mal humor—. ¿Estoy molestando?
— No, no lo haces —le expresó con una sonrisa al tiempo que le veía de reojo—. ¿Qué pasa?
— Es sobre... Allen —había estado muchos días pensando en cómo iniciar el tema, para nada, porque ahora tenía todo en blanco. Maldición—. Haz estado pasando mucho tiempo con él.
"Supongo que no es malo ser directo".
— Hm, sí —el mayor siguió escribiendo, y Chan pudo sentir cómo se ponía algo tenso—. ¿Qué sucede con eso?
Apretó sus labios. — Que... Que pasas mucho tiempo con él y no hemos podido pasar tanto tiempo nosotros, y-
— Si pasó tiempo con él últimamente, es porque es nuevo y debo adiestrarlo como es debido.
"Ah, ¿en serio?"
— Pero es más tiempo del que creo debido, o del normal —se trató de explicar. No quería decirle de las palabras de Strongy o Sleppy, ni de esas ocasiones donde lo vio llegar con él, de una manera que no era como con la que se justificaba, sencillamente porque no quería parecer demasiado... ¿Controlador? ¿Como un acosador?—. Es tiempo de salidas solos, juntos, a lugares que no me dices. Muchas horas, ni duermes conmigo ya y además-
— Vamos, Chris —se sintió levemente rechazado, empujando de su regazo, por lo que se bajó y al verle, tragó grueso. WooJin tenía una mirada de molestia penetrante, que realmente calaba en él—. ¿Estás celoso por el nuevo? ¿Qué? ¿Te han estado metiendo cosas a la cabeza?
"¿No es eso típico de Kim WooJin?"
Sus manos se empuñaron.
— No es tanto eso... Es lo que yo mismo veo, WooJin —su vista se clavó en el suelo. No era capaz de verle y sabía que eso le restaba puntos en intentar dar porte también—. Es decir, sí, estoy celoso, pero ¿qué quieres que piense si estás con él casi que siempre, si constantemente lo halagas y a mí me das apenas tiempo? Soy tu novio, pero ya no parece ser así y me duele, Jin, desde que llegó... —suspiró, relajando su estado tenso—. Desde que llegó tú cambiaste, y no puedes negármelo. Te extraño, no quiero esto pero no soy tonto y no pienso dejar que me dañen una vez más, cuando puede evitarse...
La pequeña habitación quedó en un silencio escalofriante. Chris seguía siendo incapaz de levantar la mirada, temeroso, aterrado, pero satisfecho con haber sido así de sincero. Era algo que necesitaba sacarse de encima y que no podía hablar con nadie más, solo con él, porque era un asunto suyo, de nadie más.
Pero, estaba empezando a ser muy incómodo y ante esa falta de respuesta, se llenó de valentía para levantar la mirada; su expresión fue algo que le descolocó.
— ¿Q-qué es tan gracioso? —quiso saber, ante su sonrisa divertida.
El mayor se encogió de hombros y mantuvo el gesto. — No lo sé, ¿tal vez este show? ¿Ya terminaste con tu novela dramática?
El corazón de Bang bombeó sangre con fuerza, pero no por amor o nervios producidos por el ser que tenía delante, el cual siempre le agitaba los latidos por tales razones, sino por el dolor que le causó escucharle decir esas palabras. La adrenalina lo recorrió, la rabia e impotencia de no ser tomado en serio.
— ¿No me escuchaste? —gruñó—. ¡Demonios, WooJin! ¡Te hablo mis putos sentimientos y solo te burlas de eso! ¡¿Qué tan difícil es entender todo el daño que me haces?!
— ¡Es porque no tiene sentido, Christopher! —exclamó, riendo ahora—. ¡Solo son absurdos celos!
— ¡Es más que eso! —el terror e intimidación por el de marcada mandíbula se le había esfumado y se le acercó, poniéndose frente a frente con él, cerca, sin apartarle los ojos de encima—. ¡Los he visto, yo mismo, los he visto tantas veces porque eres un descarado!
WooJin se destensó, arrugando su nariz y frente a la vez que fingía no entenderle. — Te estás inventado cosas.
— ¡No es así! —bramó—. ¡No es así! ¡Todos se han dado cuenta, no nada más yo, y no quiero que me sigan viendo como tu juguete o algo de ese estilo! —y alzó sus puños—. No voy a permitir que alguien más me quiera dañar, ¡solo déjame y ya, si quieres estar con ese estúpido niñ-!
Se calló al sentir como las muñecas de las manos que estaba impulsando contra el mayor, fueron detenidas antes de que cometiese ese acto, empujándolo con fuerza hasta la pared más cercana y encerrándolo allí, contra su cuerpo. Se quejó pues la fuerza ejercida era mucha, escociendo en la parte agarrada con tanta violencia.
— Wo-WooJin...
— Eres ridículo —ajustó el agarre, produciendo que Bang se quejase—. Primero que nada, ¿qué te crees tú hablándome A MI así? —mientras, su otra mano se deslizó por su cuerpo, poniéndole nervioso y ansioso—. Segundo... No entiendo tu actitud, nada de lo que me dices me parece justificación alguna. Solo me gusta estar con él, es todo, es problema tuyo si crees que entre nosotros, pasa algo más —y al percibir que se metía bajo su camiseta, negó con efusión al unísono que sus ojos se cerraban con fuerza y sus manos jalaban de la franela ajena. WooJin suspiró—. ¿En serio?
— To-todavía no... —expresó asustado, casi a punto de romper en llanto. Su cuerpo temblaba tanto, que eso desesperó bastante al mayor, soltándolo con molestia.
— Bien —"¿y luego se pregunta porque estoy con alguien más? Absurdo"—. Ahora, largo de aquí.
Christopher se hizo diminuto, afirmando y corriendo fuera del lugar, permitiéndose llorar al llegar a su habitación. Había pensado en ir con JiSung, sin embargo, no quería fastidiarlo con todos sus dramas, tal cual había afirmado WooJin.
— Solo son celos —siempre se lo repetía, tirado en la colcha con las manos en su cabeza—. Solo son celos...
Porque a pesar de lo ocurrido, era ese hombre su único rayo de luz en medio de su oscura vida, y sin él... Se sentiría vacío, sin rumbo.
Por año ya, uno de amor, de mimos y dulzura. De noches de consuelo y protección, de seguridad de nuevo para su anteriormente destrozado corazón. Chris estaba seguro de que esto no era más que una etapa, e iba a pasar, en cualquier momento. Así como Allen llegó, su "popularidad" pasaría y ellos regresarían a ser los mismos de hace meses.
¿Verdad?
...
Verdad. "
— Creo que pasó un mes o poco menos, y finalmente me harté de todo —prosiguió Chan, pasando una de sus manos por su cabellera y peinándola hacia atrás, aunque igual los mechones volvieron a tapar su frente—. No podía seguir soportando el tremendo favoritismo existente, que no era exclusivamente de WooJin, sino de todos, por Allen —In asintió, lo comprendía mejor de lo que se podía pensar—. He hice una estupidez enorme...
" Era viernes en la tarde.
La gang estaba sentada en el sofá, todos reunidos tan solo hablando un poco de temas al azar. Chris, que se encontraba en una esquina del gran sofá, se sentía muy fuera de lugar puesto su relación con sus compañeros –exceptuando a JiSung– en este momento no era la mejor, y con su novio, bueno... No había mejorado, como esperaba.
Estaba peor, peor y peor a cada día que pasaba.
Pero no quería hablar de ello, porque temía de su reacción. En las pocas veces que compartieron juntos, estuvo más insistente con el tema de llegar a intimar, y Chris no estaba listo. Después del abuso y como eso mismo fue usado en su contra, estaba un poco aterrado por volver a efectuar tales acciones, además de ser usado como un desahogo y sin nada de amor real entremedio.
Si se iba a entregar de esa manera una vez más, sería por algo más que solo deseo y placer. Oh, quizás sonaba demasiado tonto, pero en serio quería hacer de esos encuentros algo más lindo, tierno, donde sus corazones y almas, además de solo sus cuerpos, se hiciesen uno.
Y con el comportar de WooJin recientemente, no creía que eso fuese posible.
Sumado a eso, también se ponía un poco agresivo o violento al rechazar sus insinuaciones. Por ello es que se mostraba así de aterrado por discutir de eso, tomando en cuenta la primera y única vez, sentía que la siguiente no tendría oportunidad de escapar y acabaría en algo que definitivamente, odiaría.
— Allen, te la rifaste de verdad —escuchar ese maldito nombre era lo único que siempre lo sacaba de su nebulosa, solo para rodar los ojos. No quería ponerle atención pero, inconscientemente, igual lo hacía. Que imbécil—. Planeaba comprar esa comida, pero tú la trajiste y, ¡sin gastar ni un poco!
— Fue el robo perfecto —se jactó Hoseok a su lado, quien había sido cómplice en aquello—. StrongMa es muy listo y rápido, en el próximo asalto a otra pandilla, definitivamente debe ser la mano derecha al mando.
"Ni tiene tanto tiempo como para eso" sus ojos se viraron otra vez, fastidiado. "Solo yo tengo ese derecho..."
— No estaría mal —a Chan casi se le cae la mandíbula de su lugar al escuchar a WooJin estar de acuerdo. Lo vio con desconcierto—. Seguro que tendría buen liderazgo en mi lugar.
"¿Cómo puedes...?"
— Él... Apenas llegó —esas injusticias no las dejaría pasar, aún cuando eso causase que todos pusiesen sus orbes en él, atentos—. ¿De verdad lo dejarías?
— Por dios —Jin ni respondió, en su lugar, fue YoungMin el que lo hizo con una expresión y voz cargada de burlesca diversión—. Calla, Bang, tú no tienes voz aquí cuando no dices más que tonterías por ser un envidioso.
El cuerpo del apedillado se puso como una roca a la vez que sus párpados se alzaban mucho, incrédulo de haber escuchado eso.
— Solo dije la verdad —carraspeó.
— Verdad cargada de otros sentimientos, no es verdad —Hoseok se metió en ello, con la misma postura de Park—. De paso, ¿qué importa cuánto tiempo tenga? Ha sido más productivo de lo que tú, en todo un año.
Sleepy comenzó a carcajearse, dándole la razón, y Christopher, sintiéndose vulnerable, vio a WooJin en busca de apoyo.
Pero la imagen que sus iris captaron nada más le hizo enfurecer tanto como entristecer; Kim junto a Allen, que por poco lo tenía en su regazo, ambos hablando muy de cerca y soltando pequeñas risas.
Era como un dejavú, el recuerdo de él en esa posición, en esa situación, pero... Ya no era él recreando tan bonita memoria con el muchacho que se supone, era SU pareja.
Alguien más estaba ahí, tomando su lugar...
No obstante eso no fue lo peor. Peor fue presenciar a Ma volteando, visualizándolo con una sonrisa que le causó de todo. Tanta rabia, desprecio y odio, tantas ganas de romper ese lindo rostro a golpes, y...
— Chan... —JiSung puso una mano en su hombro, pero él se apartó bruscamente antes de ponerse de pie. Al carajo... ¡Al carajo todo, mierda!
— Voy a salir —avisó aunque creía que igual, a ninguno de los presentes les iba a interesar.
Claro, eso si volvían a exceptuaban a Han, el cual en serio estaba bastante preocupado por su amigo. Más, no intervenía porque no sabía como hacerlo en ese momento. ¿Y si los terminaban atacando? ¿Y si las cosas salían terriblemente mal? Puros escenarios negativos eran los que se le ocurrían.
Eso, seguramente, fue una de las peores decisiones que pudo tomar.
Bang egresó de la guarida, con nada más que la daga que le había obsequiado WooJin hace algún tiempo. Ni más ni menos. ¿Y el susodicho? Ah, pues ni enterado, estando bajo los dulces encantos de un gustoso Allen, entre dos carcajeantes YoungMin y Hoseok, y un culposo JiSung.
Un desastre inevitable.
El ojiazul caminaba por las calles, con las manos en los grandes bolsillos de su pantalón, cuya zurda apretaba el mango tallado de la daga con demasiada fuerza, y sus labios se mantenían la mayoría del tiempo en movimiento puesto maldiciones eran las que más salían.
Una, tras otra, y todas dedicadas al ser más despreciaba, para sí, después de su padre y hermana.
El nombre ni tenía que ser dicho.
Pero en fin, allí iba, e ignorante de las miradas que se ganaba por su andar y expresión en general, pensaba que podría hacer para desahogarse de todo el malestar, la ira, el dolor. No quería llorar, ya lo había hecho mucho, y menos quería hacer daño a su persona, entonces...
"Oh" cierta idea se le cruzó, tan de pronto, que ni se dio el adecuado tiempo de pensar si era buena o mala. En su mente, soñaba asombroso, así que se puso manos a la obra en un ritmo más rápido ahora.
Les mostraría... Que él era el mejor.
Mejor que él. "
— ¿Qué fue lo que hiciste? —JeongIn estaba intrigadísimo, viéndole con grandes ojos.
Y Chan suspiró.
— Ya lo dije, una estupidez... —no quería contarlo, pero debía. Formaba parte de ese pasado lleno de errores que llevaba consigo día a día, y gran porcentaje de su cansancio total lo debía a esto—. Fui a una gang enemiga... E intenté enfrentarme a ellos, solo.
El coreano siseó. — Supongo que eso no resultó nada bien.
— De ninguna forma.
" Qué había hecho, que había hecho... ¡¿Qué mierda había hecho?!
¿Cuán estúpido era para creer que iba a poder vencer a todos los integrantes a esa pandilla, por su cuenta únicamente?
Ni Rusia era tan grande como el tamaño de su tremenda idiotez.
Entonces ahí estaba, acorralado y sin tener a donde ir, esperaba su muerte al ser hallado en un escondite tan patético como en el que estaba. Oh, dios santo, ¿en serio así iba a ser su fin? Hubiese preferido haber muerto en casa, defendiendo su orientación y amor por alguien más, que por absurdos celos hacia el desgraciado de Ma.
— ¡Búsquenlo, debe estar en algún lado! —escuchó la voz de alguno, y después, pasos. Cerró sus ojos con fuerza en espera el disparo o golpe de gracia, pero...
— ¡Líder, nos-! —las palabras de aquel se cortaron en lo que múltiples disparos se oyeron, seguidamente un grito y por último, la caída de peso muerto. Chan abrió sus ojos muy grande, pensando qué diablos había sido eso.
— ¡BangBang!
— ¡Megamente! —"Bear..." El australiano egresó de su escondrijo, observando con sorpresa pero mucha felicidad y emoción a WooJin, apuntando a algunos de los de terreno enemigo los cuales habían soltado sus armas y tenían las manos hacia arriba.
Chris miró a JiSung, que parecía muy aliviado de saber que no le había pasado nada, y sonrió. Un "yo te seguí" fue lo que sus labios dijeron pero sin hacer ruido alguno y Bang afirmó. Con razón.
De nuevo, le debía su vida...
— ¡Megamente, ven aquí, carajo! —exclamó Kim, visualizandolo.
— ¡V-voy! —y en lo que iba a toda velocidad hacia él, con una gran sonrisa, un objeto circular cayó en sus pies, asustándolo y haciéndolo retroceder hasta caer.
Más, cuando lo identificó...
— ¡Aléjense! —vociferó hasta que su garganta dolió, arrastrándose hacia atrás con una rapidez torpe.
BOOM.
La bomba de humo le aturdió. Sus pies tropezaron con ellos mismos y cayó de cara al suelo, librando un pequeño quejido. Ah, maldición...
Al alzarse débilmente con sus brazos, no podía ver nada más que esa nube blanca a su alrededor. El respirar le costó, empezando a toser, a la vez que sus ojos picaron. Sabía que tenía que salir de allí.
Por supuesto, la vida seguía sin dejársela fácil y en el segundo que el Bang sin fuerzas se puso de pie, apareció uno de los pertenecientes a la pandilla contraria con un cuchillo directo a atacarle. No supo como, pero lo esquivó y, acto seguido, corrió a donde sea, saliendo un poco de entre todo ese humero para encontrarse unas escaleras. No planeaba subir, pero no tuvo de otra al observar como las balas se incrustaban en la pared a su lado, impulsándolo a correr otra vez por esos escalones a no tiene idea donde.
La adrenalina recorría sus venas casi tan rápido como lo que él corría, llegando a lo que parecía la azotea de esa edificación.
"No, no" se decía una y otra vez a sí mismo, sabiendo que en una zona así, no tendría escapatoria. Al asomarse por los bordes, se percató que de lanzarse, moriría. "No, no, no..."
Volteó, pensando que quizás tendría oportunidad de bajar pues pensaba que para ese punto nadie lo seguía, pero desagradable fue su sorpresa al ver a uno de sus enemigos, con un revólver en su mano, apuntándole. Inhaló y exhaló, se puso los brazos delante como una especie de ridículo escudo y sus párpados cerró, esperando el choque de bala contra su organismo.
Esperó, esperó y esperó más... Con el tiempo deteniéndose en cámara lenta, pero...
Nada llegó.
Aunque el sonido de un disparo si se escuchó, nada fue dirigido a él ni de cerca, por lo que abrió sus ojos una vez más y visualizó detrás de quien esperaba que le arrebatase la vida, sin brillo en la mirada y el cuerpo cayendo al suelo.
Él había sido la presa.
Mirando más allá de ese chico, tuvo su segunda, ahora agridulce, sorpresa en menos de un minuto; Allen con su propia arma alzada. Él, sonriendo mientras veía al asesinado por su mano en el piso, empezando a desangrarse.
Y seguidamente, a Chris, sin quitar esa expresión psicópata. Maniaca.
Casi como Hannah.
— StrongMa... —por mucho que lo odiase, le había salvado, así que iba a agradecerle, como mínimo—. Gra-
O eso quería hacer, porque de pronto el arma que tenía volvió a alzarse y tuvo solo milisegundos para apartarse, dando en uno de sus brazos. Gritó cortamente por el dolor antes de tomarse la zona, haciendo presión.
¿¡Qué carajos!?
— ¡¿Qué te sucede, maldito?! —exclamó, sintiéndose en medio de un tornado de sentimientos. No entendía que estaba pasando, ¡él era de su gang! Sin importar que se cayesen de la mierda, ¡no debía dispararle!—. ¿¡Por qué me-!?
Otra bala dirigida pero esta vez, Bang si lo esquivó más a tiempo, poniéndose increíblemente tenso.
— Deja de moverte, maldita sea —se quejó Allen, como si esto fuese de lo más casual—. Haces esto más difícil...
— ¿Más difícil? —soltó una risotada irónica, negando con la cabeza—. ¿Te haz vuelto loco? ¿Quién te mandó a hacer esto? ¿Hoseok? ¿YoungMin?
— ¿Ah? No, ninguno de esos idiotas, no tomo órdenes de nadie —Chan frunció el ceño y Allen rió, ladeando su cabeza—. Vamos, ¿eres tan tonto? Bueno, ya lo sabía, pero no imagine que tanto...
— ¿De qué hablas? —entrecerró los ojos.
— De que eres una puta molestia... ¡Todos lo son! Pero tú más, por encima de todos —chasqueó su lengua a la vez que recargaba su glock—. Hah, ¿qué importa si te lo digo ya? Igual morirás —su rostro volvió a tornarse cínico y Chris retembló, pasando un poco de saliva—. Estoy harto de ustedes. Su pandilla, que se hace ver tan supuestamente ruda, indestructible, impenetrable... ¡Me dejaron ser parte de ustedes al tercer día! Son una cuerda de estúpidos. Y luego, no me llevó absolutamente nada de tiempo hacer que todos fuesen mis malditos lamebolas, incluyendo al imbécil de Bear, por dios.
"¡Lo sabía!" vociferó internamente al tiempo que daba un paso hacia atrás. "Lo sabía, no podíamos confiar en él, pero aun así..."
— Oh, y yo pensando que mi pandilla me había mandado a una misión suicida, pero no. Solo bastó conmigo para joderlos a todos —exhaló, sin dejar de sonreír—. Para traicionarlos, y matarlos, empezando por ti... —lo apuntó de nuevo—. Luego HanShot, seguido de Sleppy, Strongy y por último, K.W Bear... ¿Sabes el prestigio que tendremos luego de eso, hm? Colgaré sus cabezas en la entrada de nuestra guarida...
— E-eres un bastardo... —su impotencia era olímpica, pero no tanto como el odio y enojo que sentía por ese ser. Definitivamente estaba en su top 3 de personas más despreciables, vomitivas, repulsivas, entre mil adjetivos y sinónimos parecidos más—. ¡Eres un maldito, un desgraciado y enfermo!
— Si, si, esto era lo que me quería ahorrar, es inútil —se quejó, y en lo que Chris observó como estaba por apretar el gatillo, pensó y actuó rápido.
— ¡Bear, ayúdame! -?—exclamó a todo pulmón, mirando detrás del cenizo que, alertado, en lugar de disparar se giró a ver al "según" Bear, no obstante...
Allí no había nadie.
Sintiéndose estúpidamente engañado, sus pequeñas pupilas retornaron hacia el australiano, no teniendo tiempo para reaccionar en lo que este se le abalanzó encima, echándolo al piso y provocando que su pistola se le cayese de las manos, considerablemente lejos.
— ¡Maldito seas! —bramó el traidor, empujándolo y quitándoselo de encima. Seguido a eso, se estiró para tomar el arma, más Bang no tardó en efectuar otra acción meditada en cuestión de segundos y agarró su brazo, halándolo. Allen gritó—. ¡Deja ya, bastardo!
— ¿Y morir a manos de alguien como tú? ¡Nunca! —no había dejado que su hermana lo jodiese, él había vencido y lo haría de nuevo esta vez, porque no era débil, jamás lo sería otra vez.
Ma trató de golpear su cara con su codo, pero le agarró por allí antes de recibir el impacto para se moverse muy velozmente, apoyando sus rodillas en las zonas tomadas, pudiendo así estirarse y así tomar la pistola.
Lastimosamente, apenas rozó un poco la misma para entonces sentir como se elevaba un tanto por los aires, y caía hacia atrás no demasiado lejos. Allen había acumulado toda la fuerza que tenía para levantarse y así echarle hacia atrás, no perdiendo el tiempo luego; el agarró la pistola exactamente cuando Chan lo haló hacia atrás, volteándose para apuntarle con ella y disparar.
Bang se lanzó a un costado, poniéndose de pie al escuchar el segundo tiro y corriendo a todo dar, sabiendo que su vida dependía de ello. Al oír que se detenía, sus ojos se posicionaron sobre él. Observó al chico recargando, por lo que era su oportunidad. Corrió en su dirección como un caballo en carreras y usó su cabeza para chocar con contundencia contra su pecho, sacándole de tal forma todo el aire, a la par que sus fornidos brazos se enroscaban en torno de su fisonomía. Una vez así, reanudó su correr y lo estrelló contra una de las barandillas de cemento que allí había como limitante.
Un quejido casi grito en conjunto al crujido de algo le hizo saber que un hueso se había roto en él, tal vez, una costilla. Estaba asombrado de su fuerza actual, aunque no sería la primera vez que rompe una parte corporal como esa.
Ni la última.
Izquierda, derecha. No tenía nada en sus manos. Atrás. El arma allí estaba. Sonrió un poco, con más confianza del control de la situación, y a continuación, quiso tirarlo al suelo para darle una golpiza que le dejaría inconsciente, más... StrongMa, con sus increíbles reflejos, puso pies en tierra, se aferró a su camiseta y volvió a usar de su fuerza tan asombrosa para echarlo hacia detrás de sí, donde estaba la mortal caída de siete pisos.
El corazón de Bang se detuvo, apreciando de reojo el precipicio que, desde su ángulo, parecía infinito. Iba a morir, ¿así? Tal parece. Tomó una única profunda exhalación a la vez que cerraba sus ojos, y en su mente vinieron mil y un recuerdos, muchas memorias dulces, felices, lo peor y lo peor a lo peor. Oh, por dios, había sobrevivido tantas cosas horrorosas y ahora... Estaba allí.
Estaba viendo su final, oyendo esas palabras que él mismo había dicho hace nada.
"¿Y morir a manos de alguien como tú? ¡Nunca!"
Nunca, nunca... ¡Nunca! ¡Nunca iba a permitir eso, que tuviese el gusto de arrebatarle la vida sin más, especialmente a él! Sí, había luchado, y de qué forma, pero no era suficiente. Debía seguir entregando todavía más de él.
No había podido cambiar su futuro a algo mejor, incluso cuando lo intentó, así que si ya estaba hundido en ese hueco, se acabaría de hundir sin remordimientos entre medio.
— ¡Jódete! —fue como su grito de gloria al compás que sus dedos se afianzaban a su camiseta, como lo había hecho el rubio, y los dos terminaron yéndose por encima del borde.
Allen sintió la acidez subir por su garganta y la adrenalina le obligó a aferrarse a lo que sea que estuviese más a su alcance para salvar su vida, aunque pensaba firmemente que eso no iba a pasar porque solo iba a caer junto a Bang y morir. Pero para su grandísima sorpresa, logró agarrarse de un tobillo de Chan puesto el australiano había logrado agarrarse del filo de la baranda con un solo brazo.
La vida seguida dándole tantos chances que parecían imposibles de suceder...
— Ah... Maldito Bang... —comenzó a trepar por su cuerpo, usándolo para subir. Tenía una oportunidad más para acabar con él—. Eres bueno... Un desperdicio de habilidad por tener la cabeza hueca por un patético y unilateral amor.
El pobre Chris luchaba por mantenerse aferrado al pedazo de cemento aquel; las yemas de sus dedos dolían al igual que sus músculos. En un instante y por un descuido, podría caer.
— Inútil —trató de sacudirse para quitarse de encima al parásito de Allen, pero viendo que no funciona, empleó su mano suelta y herida por la bala para tomarse también. Siseó al sentir el punzón en la zona donde le habían disparado, soportándolo porque no tenía de otra—. ¿S-sabes? Es gracioso... Que todo el tiempo lo hicimos delante de tus narices... —Allen colocó una mano en su hombro, enterrando sus uñas, y otra la enredó en su cabello, queriéndose dar impulso—... y jamás te diste cuenta, cegado por ese idiota, o tal vez lo soportabas gracias a tu gran estupidez. No lo sé, pero creo que es justo que mueras... —"haz algo rápido, haz algo rápido, haz algo rápido..."—... sabiendo que él jamás te amo.
No pensó ni en responder, más que con un potente y eficaz golpe que atinó justo donde quería, en toda su nariz, volándole los sentidos y por reacción, soltándose del cuerpo ajeno. Bang ni esperó para subir de nuevo gracias al subidón de adrenalina que le fue otorgado, a piso firme y estable, sintiendo los músculos de sus brazos acalambrados y sus manos ardientes. Lo único que escuchó, en medio de su respirar acelerado y temblores intensos, fue el ruido sordo que produjo su organismo al estrellarse mucho más abajo.
Vio las palmas de sus manos, como si estás estuviesen llenas de sangre por otra vida de gran significado. Matar o morir, matar para vivir...
Eso era lo suyo.
— ¿Megamente? —escuchó a pocos metros de él, en medio de sus divagaciones, volteando para encontrarse con WooJin recién llegando. Detrás de él, venía JiSung, ambos armados, ambos preocupados—. ¡Channie!
— Jinnie... —las palabras del fallecido Allen ahora no salían de su cabeza. Los pensamientos negativos no eran piadosos.
— Channie, Channie —lo abrazó con muchísima fuerza y Christopher no tardó en corresponder, de igual forma, a la vez que escondía su carita en su cuello. Maldición, quería ser un idiota enamorado y ciego una vez más, pero no sabía que pensar teniendo en cuenta sus acciones en ocasiones, como estas. Estaba tan confundido...—. Lo siento, trate de venir antes, pero nos tenían acorralados...
— Está bien...
— Miren, yo sé que quieren hablar, besarse y hacer sus cosas de novios —JiSung interrumpió el emotivo y lindo momento, entre viéndoles a ellos y, seguido, a la puerta de la azotea—. Pero aquí estamos demasiado inseguros y si nos encierran, no tendremos salvación. Mejor bajemos y luego hablan.
— Es cierto... —Chris miró a WooJin al medio alejarse—. Hora de irnos.
Bajaban los pisos saltándose escalones, cada uno con una pistola ya previamente recargada para evitar contratiempos. Estaban muy alterados y tenían muy claro que de quedarse para intentar ganar esta batalla, morirían. No les convenía para nada siquiera pensar en dar lucha en ese territorio.
— StrongMa dijo que vendría —el cuerpo de Bang se puso muy tenso al escuchar eso. Iban por el piso cinco—. ¿No lo hizo?
— Si... Si lo hizo —tenía que decirle, echarle en cara que ese imbécil solo plena a traicionarlos y que él siempre tuvo razón al no querer darle tanta confianza o poder tan rápido. Siempre tuvieron que hacerle caso—. Pero él nos iba a traicionar, Jinnie, me lo dijo —el mayor frunció su entrecejo, mirándolo, y Chan decidió seguir, antes de que dijese algo que no le dejase terminar de hablar—. Me disparó al llegar —mostró su brazo, aún herido— y después me explicó que venía como infiltrado de una gang enemiga, n-no me dijo cual, pero si me dijo que así tendría prestigio por vencernos a nosotros... Él se burlo de todos ustedes, de ti, ¡intentó matarme! Mencionó que sería el primero, y luego seguiría con JiSung, Sleepy, Strongy, tú, y entonces lo lancé por el borde. Él quiso-
— Espera, espera —paró de pronto, provocando que Chan también lo hiciese—. ¿Qué cosas estás diciendo, Christopher?
— ¿Ah? —qué, qué, qué, qué—. ¿No me estás escuchando? Lo que él me dijo... ¡Antes de casi volarme la cabeza! —no lo culpen por alterarse, se sentía muy impotente de ver la incredulidad en la expresión del mayor, quien debía creerle sin dudar, ¿no es así? A él, a su pareja por ya más de un año, ¡no al traidor aquel!—. ¿Por qué diablos no me crees, WooJin?
— Es que no tiene sentido...
— ¿¡Qué mierda no tiene sentido!? —gruñó—. ¡Lo dices como si lo conocieses de toda la vida!
— Ehm, chicos... —Han, viendo la situación, sabía que debía intervenir porque eso únicamente iría de Guatemala a Guatepeor.
— ¡No es necesario conocerlo de toda la vida para saberlo! —el mayor acabó contagiándose por su comportamiento, alzándosele también—. ¡Sleepy y Strongy tenían razón, solo estás tan malditamente celoso y con tanta envidia en ti, que te haz vuelto loco!
— Hey...
— ¿¡Loco yo!? ¡Loco tú, será! —lo señaló—. ¡Perdiste la cabeza por ese idiota!
— ¡Ja, claro!
— ¡Par de imbéciles! —los dos chillaron en lo que sus orejas fueron jaladas, olvidando instantáneamente el tema de su pelea para posar sus orbes en Sung, mismo que se encontraba con ambas manos en su cadera tal cual madre regañona. Su vista iba de Kim a Bang, y viceversa—. ¡No nos podemos detener aquí o estaremos muertos! ¡Vámonos de una buena vez antes de que lleguen al saber que estamos acá por todo su griterío! ¡Tienen tiempo para poder hacer sus dramas más tarde!
No tan conforme con eso pero siendo verdad y sin tener otra opción, la pareja continuo corriendo detrás de JiSung. Al estar al fin en el primer piso, dos jóvenes se le atravesaron con grandes pistolas en manos. JiSung, que iba delante, no le dio tiempo de reaccionar para cuando uno de ellos le disparó en la pierna y el otro le puso la boca de su pistola en la frente.
Lástima para ellos que, con toda la rabia y frustración que tenía contenida Chris en esos momentos, su sensibilidad había sido extinguida y su rapidez aumentando, poniendo dos balas en la cabeza de ese par antes de que la vida de JiSung fuese la tomada.
Bear y HanShot lo observaron con sorpresa. Ese no era el mismo Bang, no el que titubeó mucho al asesinar a su primera persona cuando recién entraba a la gang y tenía su primer enfrentamiento con sus enemigos. Ya no se veía la culpa en sus ojos, ni el remordimiento, nada.
— ¿Estás bien? —se aproximó a su amigo, observándole presionar la herida sangrante—. ¿Puedes caminar?
— Creo que... —lo intentó pero cayó, siendo atrapado antes de que tocase siquiera el suelo por los brazos de Chan. Siseó—. Maldita sea...
— Te cargaré —se ofreció pero JiSung negó.
— No quiero ser una carga...
— No hay otra alternativa —esta vez, lo tomo en brazos sin que pudiese tener tiempo a decir que no—. No tenemos tiempo, así que sigamos...
Resignado, asintió y entonces pudieron seguir con su huida.
— ¿Dónde están Strongy y Sleepy? —preguntó Woo a Han—. Les perdí de vista después de subir acá...
— No lo sé —contestó con honestidad JiSung, atento al más mínimo movimiento que no fuese de alguno de ellos—. También los perdí de vista...
El tema quedó allí. Ellos se centraron en salvar sus propios traseros, acelerando el mover de sus pies para egresar del lugar, pero al estar a muy cerca de la salida una ráfaga de disparos sonaron y WooJin arrastró al de rulos tras un sofá cercano.
— Mierda... Teníamos que continuar... —refunfuñó Chris, con frustración. Sentía que hubiesen logrado ir afuera de no ser porque la acción de WooJin, ocultándolos allí.
— No, no hubiésemos alcanzado, estaríamos muertos ahora mismo —carraspeó K.W, asomándose a disparar y escondiéndose otra vez. Eran demasiados—. Tendremos que encontrar la oportunidad...
— Nos asesinarán acá.
— Bueno —rió, sarcástico—, si lo hacen, ¿de quién es la culpa?
— ¡De ti, por confiar en un imbécil como Allen! —sabía que no debían formar un drama ya que seguía sin ser el mejor lugar y momento, más no podía evitarlo.
Sus palabras, todo lo que dijo y ahora tenía más en cuenta, no dejaban de atormentarlo.
— ¡No, fuiste TÚ quien se metió en terreno enemigo solo, sabiendo que no lograría nada! -?—viendo como se ponían las cosas, HanShot suspiró y decidió ser el que tomase las riendas; de ser por ellos, los matan ya que sus telenovelas parecían más importantes—. ¡No atribuyas esa culpa a alguien más!
— ¡Solo digo la verdad! —"todo el tiempo... Delante de tus narices"—. ¡Confiaste en él como un imbécil y no solo eso, sino que también me engañaste! —"él jamás te amo"—. ¡Me viste la cara de tonto!
Bear lo visualizó con el semblante arrugado y él no aguantó, dejando que sus sacos lagrimales se vaciasen en gruesas gotas, ardientes, haciéndole ver tan débil como no quería delante de su persona.
Pero no podía soportarlo, solo... La realidad era algo agobiante, que siempre le golpeaba más duro que nunca a él.
— Estás delirando —se burló igual que aquella vez que intentó hablarlo, riendo—. ¡Jamás te engañé, jamás! ¡Pero tú nunca me creerás sin importar como o cuantas veces te lo diga!
Christopher colocó su mirada en otro lado, con la carita arrugada y sus manos apretando su pantalón. Escuchaba los disparos, escuchaba los gritos de los otros, las amenazas y todo, todo a flor de piel, y aún así se sentía encerrado en el rincón más solitario, sucio y frío de su propia mente.
— Salgamos de aquí —ya no tenía sentido, no se lo veía—. Solo... Vámonos.
— Menos mal que razonaron —se quejó JiSung. Chris pensó que quizás el mejilludo no era capaz de entenderle ahora porque nunca se había enamorado. Pero ya tendría su momento—. Hay que buscar un tipo de distracción y correr... Me quedé sin balas, y dudo que las que les queden sean suficientes.
— Sola una... —Kim suspiró, viendo su cargador.
— Por esa ventana —la apuntó Bang. Estaba al frente, aunque no muy cerca. Los dejaría a la vista cierto tiempo—. Si te doy a JiSung, tomo velocidad y corro, estoy seguro que logro romperla casi por completo. Así ustedes podrán saltar sin problema alguno, y luego solo nos queda llegar al auto para escapar.
— Es buena idea —lo aprobó JiSung—. Cuando dejen de disparar y escuchemos pasos-
— Nos darán igual —interrumpió el de más edad, observándoles—. No hay forma de que no, a menos que...
— ¿A menos que...?
WooJin exhaló. — Que yo sea la carnada.
Tanto Bang como Han se quedaron como dos estatuas, analizando esa simple oración cierto rato. Sus ojos se abrieron en considerablemente cuando, por fin, captaron lo que significaba ello.
— ¿Ca-carnada...? —titubeó Chris, en el mismo exacto estado. Él movió su cabeza en asentires—. Pero... ¿Eso no quiere decir que tú...
— ... Vas a morir? —continuó Sung.
— Sí... Probablemente —sonrió, pequeño, viendo a donde estaban sus enemigos—. Pero es la única opción. Con HanShot herido, no podrás ser tan rápido...
— Si podré —aseguró Chan pero Woo negó.
— No, Chris, no podrás...
— ¿Se van a rendir ya? —escuchó de uno de los de la otra gang.
— WooJin...
— Chris —boqueó—. No tenemos alternativa, ni hay tiempo... —y repitió eso que le había dicho a JiSung, haciéndole retemblar.
— ¡Salgan de una maldita vez! —ordenó otra voz, más furiosa e impaciente que la anterior—. ¡Les daré hasta la cuenta de tres!
— Lo siento, lo siento... —se disculpaba Han con el mayor, pero éste meneó su cabeza en negativas a la par que acariciaba su cabellera—. Lo lamento, soy una carga...
— ¡Uno!
— No digas eso, no lo eres —aseguró Bear, alzando su vista para dar con la de Christopher el cual no salía de su impacto. No podía creerlo, se irían y él aquí...—. Chan... Channie...
— En-encontraremos otra forma —bisbiseó, desesperado y de nuevo sollozando—. Jinnie... No puedes quedarte, no puedes, tú-
— No te lo voy a repetir, tú eres inteligente, mucho más que yo... —comenzó a quitarse una de sus pulseras, la que tenía un pequeño oso panda en ella—. Pequeño Channie, sé que no me crees y seguro jamás lo harás —empezó a poner ese accesorio alrededor de la muñeca del extranjero, sin desconectar sus ojos del otro—. Pero solo quiero que sepas que siempre te amé y lo haré siempre, hasta en mis últimos minutos...
— ¡Dos! —estaban próximos.
— No...
— Te amo —esa sonrisa que le dedicó... Fue la más hermosa que alguna vez vio en su rostro, terminando de partirle su corazoncito, lleno de amargas experiencias, en cientos de pedazos—. Te amo —sus bocas se estamparon, en un beso meloso, basto de cientos de sentimientos. Fue como besarle por primera vez, como... Bajo las estrellas, sobre el corto pasto, con el fresco viento. Sí, justo como esa vez...—. Te amo, te amo...
— ¡Tres!
Kim empujó a Chris lejos de él, dándole todavía más impulso. Ni Quik Silver o Flash fueron tan rápidos como él en esos momentos, sintiendo a JiSung arrullarse en su pecho y todavía más en lo que atravesó el cristal de la ventana.
No obstante, ni los laceraciones por los trozos rotos de esta en brazos y rostro ni la herida todavía expuesta en su brazo dolió tanto como escuchar la serie de balazos a sus espaldas, sabiendo quien era el blanco expuesto, el que dio su vida por dos más y el mundo terrenal prontamente fue obligado a abandonar.
"A pesar de todo... Yo también te amo..."
Tu segundo amor es el más tóxico, el que envenena tu alma, pero a la vez... El que te devuelve las esperanzas... Aunque te niegues a aceptarlas. "
— Y... Fin.
— ¿Fin? —el menor estaba tan absorto por la historia, que ese final repentino lo dejó fuera de lugar—. ¿Y que pasó después?
— Pasó que me sentí horrible por mucho tiempo, y JiSung igual, cargando una inmensa culpa —aclaró su garganta—. Los llevé a todos hasta allí y todos, menos JiSung y yo, murieron. Por celos, por cosas tan... Estúpidas.
— Pero no fue todo tu error —expresó In, colocando su mano derecha en uno de sus hombros—. Fue... Una acumulación de cosas, la contribución de todos.
— Lo sé, sin embargo eso solo fue culpa mía, y no es nada que no haya aceptado en mi presente. Duele, pero es experiencia, como una cicatriz mental que te recuerda no cometer el mismo error dos veces... —Yang asintió—. Todas las reglas de ahora, ¿lo entiendes?
— Oh... —ahora todo comenzaba a cobrar más sentido.
— Regla número uno, traición es igual a muerte —Allen y su plan—. Regla número dos, no ir a terreno enemigo solo —el intento de vencer a una pandilla por su cuenta—. Regla número tres... No enamorarse —el amorío de Bang y ese hombre, Woojin—. Y, regla número cuatro, cero secretos.
— Los que todos tenían —evidenció el coreano a lo que Chris asintió—. Todo se arruinó por ello.
— Cree mi propia gang a causa de ello, y puse esas reglas que en la otra no había —siguió su explicación—. No conocía nada más... ¿Sabes? Estando en la casa de JiSung, donde me acogieron cuando tuvimos miedo de ser encontrados al regresar al viejo refugio, lo pensé demasiado. ¿Que sentido tenía volver a intentar ir por el "buen camino"? Hacer dos veces lo mismo, sabiendo el resultado es de locos... Yo conocía cual era mi verdadero camino, el que no podía evitar, y mis manos ya estaban muy llenas de sangre. La culpa me atormentaba, sí, pero no en demasía, no tanto ya, y me desconocía pero pensaba y pienso que eso es lo mejor en muchas ocasiones...
— Supongo que para alguien que no tuvo de otra...
— Después de todo, tampoco pude quedarme mucho en esa casa. Era horrible, la tensión entre todos y el como me echaban en cara lo inútil que podía ser por no hacer nada, día tras día. Insoportable. Ahí entendí porque Sung se la pasaba más en la guarida que en su propia casa, con padres como esos...
— En mi casa... Suele ser así —informó, desalentado.
— Lo lamento mucho, sé lo tedioso que puede ser... —lo miró, siendo él está vez quien ponía una mano en su hombro—. También lamento no estar haciendo de la guarida un lugar más cómodo y seguro para ti... Y para todos... Han habido tantas tensiones, y de nuevo es mi culpa.
— Nuestra —corrigió Jeong al tiempo que le veía directamente—, más mía, que te he estado presionando sin saber todo esto. Ahora me siento mal.
— No lo hagas —se volteó, para quedar cara a cara con el pelinegro—. Yo he sido un estúpido y no puedes negarlo.
— No lo niego —sonrió divertido. Chris puso la mirada en blanco—. Es broma, es broma... En parte.
— Ya cállate, déjame seguir —reprendió mientras su mano le daba un golpecito, a lo que JeongIn rió y asintió—. Como decía... Es más mi culpa, por no ser el adulto maduro que en verdad soy, ayudarte a ti y dar un tipo de cierre sano para los dos. Me dejé llevar por deseos e impulsos, como siempre, y solo te he estado dañando más sin siquiera pararme a pensar a profundidad sobre ello.
— Que intelectual —otro golpe, más fuerte—. ¡Auch!
— Shh... Entonces, bueno, sí me haz presionado, pero lo que en verdad merezco es una patada en las bolas... ¡No ahora! —se cubrió su entrepierna al ver las intenciones de Yang—. Y... Y, lo lamento, después de terminar dos relaciones así de intensas, he tenido una horrenda imagen de lo que es el amor, por lo que me daba miedo admitir que realmente... —inhaló— tengomuchossentimientosportimásquesolo besarteyeso —exhaló—, además de que no es bueno para la gang y de paso tengo miedo de que te dañen, y-
— Espera —puso sus dos manitos en su boca, sorprendido—. ¿Acabas de decir que te gusto?
Christopher se quedó callado inclusive cuando le quitó las manos de sobre su boca. ¿No había sido lo suficientemente rápido?
— Yo no dije nada.
— ¡Lo dijiste! —su dedo índice lo apuntó y todo él se emocionó—. ¡Lo dijiste, lo dijiste!
— ¡No dije eso! —se hizo el loco. Pero JeongIn estaba más que seguro de lo que había oído, además de que los nervios y sonrojo de Bang ya lo estaban delatando.
— No, no dijiste exactamente eso —caminó hasta él, acunando su rostro. BangMind inmediatamente llevó sus manos a su cintura—. Repítelo.
— Sueña —a pesar de estar tan cerca, desvió su mirada a la vez que gruñía.
— ¡Anda, Chan, dilo de nuevo!
— No.
— Por favor.
— No.
— Por favor.
— No.
— Por favooooooor.
— Entiende que no te lo voy a-
— Por favor, por favor, por favor, por-
— ¡Agh! ¡Que molesto! —lo pegó a su cuerpo de pronto, provocando que el menor se pusiese en alerta máxima y sus pupilas se dilatasen al verlo—. ¡Que tengo sentimientos por ti! ¿Ya, eres feliz?
— Pero dilo con cariño —pidió con sus labios abultados.
— Estás como que pidiendo mucho, ¿no crees?
— ¡Channie! —chilló. Un escalofrío recorrió a Bang.
— Deja ya —el castaño bufó, con las orejas más rojas que su rostro—. Poste con patas... No sé porque diablos me gustas tanto.
— Debo gustarte porque te gustan más altos que tú —bromeó y aunque intentó separarse, teniendo por su vida, acabó siendo volteado, cargado y colocado en el capo del auto—. ¡No me asesines!
— Eres un tonto, un gran tonto, empezando por ahí —ennumeró, con su mano izquierda. In arqueó una de sus cejas—. Terco, torpe, débil... Con esta fea cara —lo agarró por el mentón—. Esos... Labios que no entiendo porque no quiero ni puedo parar de besar, tus ojos de demonio, tu nariz —la jaló suavemente—. Todo tú, delgado —pasó sus falanges por su cuerpo, quedándose en su abdomen—. Y, en serio, ¿que te daban de comer de pequeño? ¿Petróleo? No puede ser que seas tan alto.
— O tú muy bajo —recibió un pellizco en su pancita—. ¡Ay, perdón!
— Idiota —Yang rió en tanto él viraba su vista—. Que risa tan fea... —presionó sus dedos en la zona de sus costillas, generando cosquillas que le hicieron reventar en carcajadas a la par que se removía como lombriz en su lugar—. ¡En serio no entiendo porque me tienes tan enamorado!
— ¡Ah, detente! —tomó sus muñecas, tirando de ellas hacía atrás para que dejase de hacerle cosquillas—. ¡No respiro, Cha-Channie!
— Exagerado —fue parando de a poco, jugando un poco con él al final.
— Yo soy... Quien no entiende que vio en ti —dijo en lo que recuperaba la respiración. No había dejado de sonreír desde que, al fin, el de Australia le confesó que por tanto tiempo quiso escuchar—. Pero creo que ahora tengo la respuesta.
— ¿Ah, si? ¿Y cuál es?
— Que aunque seas todo un bruto e imbécil —acotó, muy importante— momentos como estos, donde eres solo Channie o Chris, no BangMind, no BangChan, solo... Tú, tu esencia pura y ya, haciéndome cosquillas, riéndonos y siendo unos bobos juntos, me dejaban ver que es lo que realmente me encanta de ti, por lo que pienso "wow, yo en serio hacía lo que fuera por él y por mantener esa sonrisa"...
La cara del mayor pasó de curioso a lloroso en cuestión de dos segundos. Que JeongIn le dijese palabras tan hermosas después del trato tan mierda que le dió de vuelta, le parecía una cosa inimaginable, pero sí, pasaba y ahí estaba presenciando palabras zalameras de un corazón realmente honesto.
— Channie...
— Lo siento —sorbió su naricita y secó algunas lágrimas que ya habían comenzado a formar su propio camino por sus mofletes—. Se me metió un estoesdemasiadohermosoauxilio por el ojo.
Yang rió, con el pecho inflado por todo el amor que sentía ahora. No era de ser muy expresivo ni física, ni verbalmente, pero Bang siempre sacaba esa parte de él. La mejor parte de él.
— Eres adorable cuando lloras —le ayudó a secar su rostro, siendo muy delicado y siendo sumamente dulce y zalamero—. Y también cuando hablas rápido.
— ¿Adorable?
— Sí, adorable a millón.
— Oh, cállate.
— Cállame.
Sin darle espera alguna, Chris se inclinó y juntó sus belfos. Un choque y unión, seguido de suaves caricias entre sus tersas almohadillas.
Carajo. Chris quería decir que podía vivir lejos de él, que podía vivir sin besarlo, sin tocarlo o siquiera verlo, pero maldita sea, no podía. No tenía la fuerza, ya no más, después de tantas veces que lo apartó para intentar proteger a su corazón hecho trizas, ahí, todavía en el suelo, después de semanas empujando lejos a JeongIn, pero cada vez con menos fuerza, ahora solo le dejó llegar y analizar cada pieza, las cuales el muchacho empezaba a pegar uno a uno.
No sería fácil, eran muchos trozos, muchas partes faltantes y difíciles de juntar, como un rompecabezas de mil piezas, pero ya tenía la mitad hecha así que ahora... No le iba a seguir impidiendo armarlo.
Ahora eran los dos, juntos, pegando cada trocito, ahora tenía a esa otra mitad y aunque era temeroso ante una decepción más, quería volver a intentar.
La tercera vez...
— Podremos enfrentar el mundo juntos, tú y yo... —deslizó sus dedos por la piel de su brazo, delineando sus venas hasta que sus dedos se entrelazaron con los ajenos. Dió un apretón—... de la mano contra todos —abrió un poco sus ojos—. Voy a cuidarte —susurró sobre sus labios, tan pero tan bajo que de no estar a, literalmente, milímetros, no le hubiese oído. Y sonrió, porque aunque se supone que era más común escuchar esto en caso contrario, resultaban ser fuera de lo convencional—. Voy a protegerte, voy a amarte...
— Que gay.
JeongIn se alejó para reír escandalosamente.
— Ay, mira quién habla, el rey de los gays.
— Sí, estás tratando con realeza, arrodíllate.
— Sueña, Bang —repitió, a la par que le sacaba la lengua.
Chris hizo como si fuese a morderla, pero se alejó antes y ambos se risotearon. Esto, esto era ellos, la esencia de amor que había visto In y por la que nunca se rindió.
— Ah... —el mayor, de pronto, se fue acostando en su pecho a la vez que se abrazaba muy fuerte a su cintura. Sus párpados cayeron—. Tú y yo... —comenzó a hacer una especie de tarareo, en un ritmo desconocido pero que se oía muy agradable—. Estaré a tu lado... ¿Estarás en el mismo lugar que yo?
» Hace mucho frío fuera para estar solo por mi cuenta.
Pero cuándo estás aquí está más cálido.
El de cabellera negra sonrio. La voz de Christopher era preciosa, la más preciosa que alguna vez había podido escuchar sin la necesidad dd instrumentales u otra cosa.
— Yo soy tú, me veo en tí, ¡puedo sentirlo cuándo estoy contigo! —acarició su cabello en lo que seguía apreciando su vocal digno de los angeles, o de algún Dios—. En el mismo espacio, al mismo tiempo... Puedo vencer cualquier cosa.
» ¡Te encontré, me encontré en ti!
Me veo ahí dentro...
En el mismo espacio, al mismo tiempo.
Déjame correr, déjame correr, déjame correr contigo...
— ¿Qué canción es esa? —le preguntó, pues nunca había oído esa letra en otra parte.
— Ninguna. Es mía... La acabo de componer.
— Wow.
— JeongIn —apoyando su mentón en su pecho, los dos jóvenes enamorados se miraron—. Esto va a ser peligroso, muy pero muy peligroso. Corremos demasiados riesgos.
— Lo sé, Channie-
— Sí, sé que lo sabes —lo interrumpió porque todavía tenía más que decir—. Sé que conoces las reglas, y sé que te encanta romperlas, ¿no es así? —el menor sonrió y el mayor negó un poco—. Está bien, de acuerdo. Las romperemos juntos.
— Oh.
— Porque aunque es arriesgado —le regresó el apriete de hace un rato a la vez que sonreía. JeongIn se vio en la obligación de guardar una buena fotografía mental de ese momento, de su rostro y esos hoyuelos que le volvían loco en conjunto a esos achinaditos ojos— me quiero arriesgar, por ti, e intentarlo. Así sea a escondidas...
Yang sintió un revoltijo de todo en su estómago. El corazón dándole un tumbo. La cara ardiéndole intensamente. Todo por él, solo por él desde hace ya un par de meses.
— Uhm —desvió su vista, avergonzado hasta la médula—. ¿Y ahora quién es el gay?
Christopher reventó en risotadas.
— Intentemoslo —hablando más en serio, ahora sí lo vio, aún cuando seguía a punto de estallar por lo apenado que se hallaba—. He estado esperando por esto tanto... Estoy más que listo.
— Lo siento. Y gracias.
— No hay que agradecer aún...
— Claro que sí —aseguró el castaño, con tono firme—. Gracias por esperar a que esté idiota se diese cuenta. No te merezco. Pero más allá de eso, gracias por devolverme las ganas de amar de esta forma, una vez más.
El coreano, que no ser esperaba para nada eso, sonrió con lágrimas en sus ojos.
— Gracias por estar.
Era el final de todo lo malo, la espera había acabado y a su vez, el comienzo de algo nuevo para ellos. Experiencias buenas, malas, agridulces y más. De la mano, tenían un larguísimo camino que recorrer pero, definitivamente, sabían que lo que eso que sentían tan latente y cálido en sus seres, se trataba de algo hermoso y suyo, de lo que ambos, a pesar de las mil cosas en contra, igual lucharían por mantener unido. Lo envolverían en una coraza indestructible.
Porque el tercer amor, el de verdad, que ni sabes cómo llegó y por qué carajos te hace sentir todo esto después de las otras horrorosas malas o no tan buenas vivencias de antes, es el último y hay quienes afirman que será ese con quién pasarás el resto de tu vida...
¿El destino les dejaría? Eso... Estaba por verse.
***
SE LO DIJO.
DAMAS Y CABALLEROS, SE LO DIJO AL FIN, AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.
hasta yo estoy feliz y yo mismo lo escribí, wtf JAHSJSHSJS.
espero que les haya gustado como sucedió todo. pienso que es un poco ¿cliché? pero su esencia, creo estar captandola bien, y ese tipo de amor, la confesión, el actuar de los dos... a mí me encanta, espero sea lo mismo con ustedes.
¡también terminamos con el pasado de Chris y cerramos el conflicto principal de la historia! pero, claro, eso no significa que solo cosas lindas y tiernas vendrán ahora... quizás si, por un tiempo, pero quién sabe, de pronto ustedes están todxs felices y BUM, mato a alguie--- MENTIRA AJSHSNSHSJZ.
por ahora, pueden relajarse en dónde estén y disfrutar de la zalamería que se aproxima.
recuerden cuidarse, tomar awa, comer bien, dormir correctamente y disfrutar cada día de sus vidas. no sean como Chris, todo pendejo guardándose sus sentimientos, ¡arriesguense, vivan sin miedos! la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.
lxs amo, nos leemos después. 💗
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top