✘ Capítulo XXI.ii ✘

Capítulo dedicado a: colelyx

Te amu, aunque andas algo desaparecida de por aquí. 😭😭😭❤️

▲•▼•▲『✘』▲•▼•▲

Mi amor, ¿qué está pasando?
Cada día te veo más lejano.
Pareces de acuerdo con ello
Y mi corazón duele de solo pensarlo.

Mi pequeño, estoy bien.
Tú solo vive tu vida y cuídate también.
A pesar de la distancia
Sigo protegiéndote con constancia

Ahora nos vemos desde lejos
Nuestros sentimientos son errados.
Y así de distanciados aún lo siento
pero no puedo evitarlo.

Quiero apreciarte,
quiero tocarte,
quiero abrazarte.
quiero besarte.

...

Quiero dar fin a todo esto.

▲•▼•▲『✘』▲•▼•▲

— Es raro que no te hayas ido aún.

— Es que no quiero.

El par de amigos se vio.

Dos días habían pasado desde la situación con HyunJin. Las cosas en la gang seguían tensas, pero considerablemente aceptables. A veces bromeaban y reían, a veces compartían momentos realmente agradables, y a veces solo entrenaban duramente, centrados cada uno en lo suyo.

Pero de lo que sí estaba seguro, era que su relación con HyunJin se había hecho más unida. Sí, a pesar de que lo había rechazado y muy seguramente roto su corazón, Hwang no se alejó. En cambio, continuó siendo igual de cariñoso, soltando sus clásicas bromas de coqueteo y causando un lindo y divertido ambiente para ambos.

No se quejaba... Aparte de que le alegraba mucho no haber perdido a su amigo, ni ninguna de sus graciosas costumbres, realmente lo distraía de ciertos pensamientos que tenían nombre, apellido y unos lindos ojos azules.

— ¿Problemas en casa?

— Algo así —Kim se rascó una mejilla—. Mamá me ha estado castigando por cosas estúpidas. De hecho, debería estar ahora allá, porque tengo un montón de deberes que hacer, pero de verdad no quiero...

— Solía pasarme.

— ¿Ya no? —Min le vio curioso, a lo que JeongIn negó con la cabeza.

— Mis padres han estado... —siseó—... distantes.

— ¿También te ignoran todo el día?

— ¿A ti te ignoran todo el día? —frunció su ceño.

— Sí... —Yang no podía creerlo. SeungMin, que tan adorable y buen niño de casa, colegio y hasta vida era, pasaba por la misma falta de atención paternal que él. ¿Cómo podían? ¡Incluso el frío corazón de BangMind se derretiría si conociese a Min! No tenía pruebas pero tampoco dudas—. Siempre están muy ocupados.

— ¿Los dos trabajan mucho?

— Ehm... Creo que sí. Es decir, casi siempre están en casa, pero igual se la pasan con sus teléfonos o la lapto, y cuando quiero hablar con ellos, me dicen que más tarde, pero realmente jamás hablamos...

— Oh...

— Pero está bien —el pequeño cenizo sonrió, pequeño pero tierno. Sus mejillas resaltando y sus ojitos hechos dos lindas medialunas—. Ellos siempre me dan todo lo que pida, sin importar que sea, y sé que se esfuerzan mucho para eso.

— De todos modos, no es algo que los justifique realmente.

Kim se encogió de hombros, pasando su bolso al frente y abriéndolo. De su interior sacó un paquete de galletas con chispas de chocolate.

— ¿Y ellos son los que te compran todos esos dulces? —cuestionó In, visualizando a Seung darle un gran mordisco a una de las galletas.

El chico asintió después, masticando con los labios y comisuras llenos de migajas mientras que sus orejas, nariz y mofletes se tintaban de fuerte color rojo.

— ¿Es lo único que les pides?

— A veces otras cosas... Pero me gustan mucho las golosinas, así que es lo que más pido.

— Ya...

— ¿Tus papás también trabajan mucho?

— Mi mamá sí, todo el día, todos los días —bufó—. Mi papa no trabaja, pero de todos modos se la pasa ocupado haciendo cosas del hogar, por lo que es lo mismo que mamá.

— Comprendo...

Un silencio algo tenso se formó entre ellos, con un JeongIn que movía constantemente su pie contra el suelo, impaciente por la impuntualidad de HyunJin, y un SeungMin que merendaba al tiempo que su cabecita se llenaba de muchas interrogantes las cuales no sabía cómo formular. No correctamente.

— Oye, ¿haz escuchado de esos tales "NCT Insomnia"? —rompió el silencio Min, mirándole de reojo.

JeongIn le dedicó una mirada confusa a su amigo. ¿"NCT Insomnia"? ¿Qué era eso? Sonaba como alguna de esas bandas de k-pop que tan populares se estaban haciendo últimamente.

— No he escuchado nada de ellos —admitió con sinceridad el azabache—. ¿Qué son?

— Una gang.

Por alguna razón, aquellas palabras hicieron mucho eco en la cabeza de In.

NCT Insomnia, una gang... Tenía un punzón doloroso en su pecho y un amargo sabor en su paladar, tal cual esa vez en que un tema parecido fue tocado por ellos. Pero así como ahora sentía lo mismo, el qué genera esa sensación tampoco tenía una respuesta.

Al menos, no una que subiese aún.

— Sí... Son algo nuevos, pero han estado haciendo muchos disturbios por la ciudad. Mi mamá me dijo eso y también mencionó que tuviese cuidado, porque se ven muy peligrosos.

«¿Disturbios? ¿Peligrosos? Y es una gang nueva... Seguro nos querrán declarar la guerra pronto» pensó JeongIn, chasqueando su lengua.

— Realmente no sé qué decirte —Jeong lo miró, metiendo ambas manos en los bolsillos de su pantalón—. No he oído mucho de ellos.

— Oh — y SeungMin puso un dedito sobre su labio inferior, con la vista en el suelo—. Dicen que su cabecilla es muy despiadado y sus otros miembros muy ágiles...

— ¿Sí?

— Sip, pero aun así... —mordió de nuevo su galleta—. Seguro no son tan buenos como todo el mundo dice. Siempre exageran las cosas.

— Bueno, en eso tienes razón —concedió Yang, recordando a la gente y su paranoia tan innecesaria y exagerada.

Kim afirmó, un poco sonriente, pero luego su cara se fue volviendo poco a poco una mueca nerviosa, inclusive hasta asustada. Respiró profundo y lo meditó lo que para él fue una eternidad, llenándose de valor y así atreviéndose a dar el paso que quería y había estado prolongando, no desde hace un rato, sino desde hace días.

— Oye, Innie...

— ¿Sí? —JeongIn ladeó unos grados su cabeza a la derecha.

— ¿Tú... Tú crees que yo pueda estar en una gang?

El corazón de Yang se aceleró frenéticamente delante de esa pregunta, frunciendo el ceño y enderezándose para quedar de frente a SeungMin. No podía haber oído bien.

— ¿Qué dijiste?

Pero la actitud cohibida y temerosa del chico, que temblaba cual gelatina delante de sus ojos mientras apretaba sus manitas entre sí, le confirmaron que, en efecto, si resultaba ser lo que había oído. Abrió su boca y respiró hondo, negando con la cabeza después.

— SeungMin...

— ¿S-si? —ni siquiera alzó la mirada.

— No tienes que hacer esto —se acercó y posó su diestra en el hombro de Min, quien se tensó mucho más—. Lo sabes, ¿no?

— ¿Ha-hacer que?

Yang rodó los ojos.

— Tú sabes qué. Como aquella vez que quisiste hacerte el cool entrando tarde a clases y sin decir los buenos días, ¿recuerdas? —apenado, SeungMin asintió—. Y también te pusiste el tatuaje del chicle, ah... Vamos, no quiero que te pongas en riesgo al punto de entrar en una gang, ¿okay? No tienes que hacer lo que yo... —sonó su garganta—... lo que crees que yo hago, solo para parecerme más genial. Ya te he dicho muchísimas veces que no es necesario, porque siendo solo tú ya eres genial, me caes bien, no debes hacer más... ¿Entendido?

— ¿Eso significa que no crees que pueda estar en una gang...?

El pelinegro se quedó en silencio un par de segundos, con la vista fija en su amigo, antes de reventar en fuertes risotadas. SeungMin, viendo aquella reacción, lo miró con su naricita arrugada en extrañeza. ¿Qué era lo gracioso?

— Ah, SeungMin. Eso significa... —JeongIn levantó su mano, luego de calmar su risa, y le dio un par de palmaditas en la cabeza a su amigo—... que no debes hacerlo y ya. Hablo en serio cuando digo que me caes bien así como eres.

— Bueno... —el rubio suspiró, desvió la mirada e hincó su colmillo en su belfo inferior. Sus manos apretándose en puños que emblanquecieron sus nudillos—. Entonces creo que me tendrás que-

— ¡JeongInnie!

Cuando el aludido volteó al escuchar su nombramiento, no tan a la lejanía, fue tarde puesto el mismo que había exclamó con fervor su nombre prácticamente se le había lanzado encima, al punto de casi hacerles caer, para seguidamente abrazarle fuerte y cariñoso. Jadeó, aferrándose a la figura cuya identidad desconocía, hasta que éste se separó un poquito sin dejar de abrazarle, y se vieron directamente.

— HyunJin...

— ¿Quién más? —resopló, con un timbre divertido y un par de risillas—. ¿Cómo estás?

— Estoy bien, haciendo de alumbrado público porque tardaste como un siglo en llegar —se quejó, empujándole sin fuerzas al tiempo que reía un poco—. ¿Qué tanto hacías?

— Organizando unas cosas... —contestó el mayor, su expresión de pronto tornándose emocionada—. Te cuento en el camino.

— Oh sí, bi-

In no pudo continuar su habla debido a que una intensa tos lo obligó a callar, llamando su atención y causando que de inmediato voltease, extrañado. Y la preocupación fue quien reemplazó a la confusión en menos de lo que canta un gallo cuando vio quien tosía de tan brusca manera, era SeungMin; el chico se tomaba la garganta con una mano y el pecho con la otra, su cara estaba completamente roja hasta las orejas, y sus ojos muy abiertos, acuosos. El paquete de galletas que antes ingería estaba en el suelo, con la única que quedaba despedaza en migajas y trozos pequeños.

Sin pensarlo dos veces JeongIn corrió en su auxilio, otorgando cinco, diez y hasta más de veinte palmadas a su espalda. Con su mano desocupada, sacó su botella de agua, y se la ofreció, sin embargo y a pesar de que SeungMin la agarró, no bebió de ella hasta que su incesante tos se calmó un poco, permitiéndose dar lentos y pequeños tragos que le hiciesen terminar de pasar tan mal rato.

—  Oye, oye, ya... —el menor presente acarició la zona que antes palmeaba, mirando con detenimiento al cenizo que ya parecía mucho mejor—. ¿Estás bien? ¿Qué sucedió?

— S-solo... —SeungMin vio hacia atrás de Yang, regresando en cosa de segundos a los ojos de este último mientras que su cabeza se movió de lado a lado, con una bonita y a la vez nerviosa sonrisa. Acción seguida, le regresó su botella—... Nada. Me ahogué con la galleta.

Y JeongIn lo imitó, observando tras suya a HyunJin que veía la escena con una expresión de estar aguantándose, difícilmente, la risa.

— Ya... —devolvió su vista a Kim, tomándolo luego de la muñeca para llevarlo hasta donde estaba Hwang. Recién recordaba que ellos no se conocían gracias a que SeungMin siempre se iba antes de que el alto llegase, y también había otra cosa que no había hecho consecuencia de todos los acontecimientos vividos luego de ello...—. Tú —codeó a HyunJin, en incite—. Preséntate.

El alto le echó una mirada de desconfianza a la que JeongIn negó, sonriéndole, y solo eso bastó para que Jin cediera.

— ¡Hola! Un gusto —sonrió con encanto el de lunar bajo el ojo, estirando su mano a SeungMin—. Soy Hwang HyunJin, ¿y tú?

— No tan heterosexual como creía...

El mayor ladeó su cabeza e hizo una expresión de rareza ante las palabras del chico. JeongIn pareció desinstalarse un instante antes de captar el mensaje y, con el deber de salvar la poca dignidad que su amigo más joven aún conservaba, intervino.

— Es SeungMin —le agarró la mano e hizo que la estrechara con la de HyunJin—. Kim SeungMin. Un placer también... ¿Cierto, Seung?

— Si...

Hwang rió por la actitud de los dos menores, aunque especialmente de la de el nuevo chico, y este solo no pudo evitar colorarse con mucha más intensidad a la par que su cuerpecito tenía un estremecimiento y sus piernas las sentía a punto de fallar.

Es que... ¿Cómo no? Si delante y tan cerca de sí tenia esa sonrisa tan radiante, de dientes perfectos, ojitos pequeños pero brillosos, cabello hacía atrás, cejas definidas, rasgos cincelados y sus labios... Oh, dios.

«¿Puede alguien en serio ser tan perfecto? ¡Y ese piercing! Jamás me pareció lindo uno pero ahora...»

— SeungMin, por cierto —JeongIn le hizo poner los pies en la tierra otra vez, luego de haberse perdido en cada detalle, cada centímetro del rostro y cuerpo de su mayor. Perdido en su perfección—, él es el amigo que te dije que podía enseñarte a pelear...

— ¿Qué yo qué? —Hwang fijó sus ojos en Yang, intrigado por sus palabras.

— Que enseñaras a pelear a SeungMin —dijo como si nada JeongIn, preparándose desde ya por si tenía que insistir ya que pensaba –y hasta creía firmemente– que el alto se negaría.

Pero lo que no se imaginó es que, contrario a ello y para su grata sorpresa, el chico asintió, sonriente y pareciendo muy a gusto con ello.

— Por supuesto, seguro será divertido.

— Genial —JeongIn miró a Seung, el cual recién apartaba sus ojos del perfecto ángel de gran altura que tenía en frente para devolverle la mirada a su amigo—. ¿Ves? Te dije que aceptaría.

— Ahm, si... —bajó la cabeza, sonrojadísimo y tímido—. Genial... Y-yo... —y la alzó de nuevo, con sus labios curveados en una sonrisa medio torcida—. ¡Tengo que irme! —se excusó torpemente, tomando con fuerza las correas de su mochila mientras retrocedía, tembloroso pero rápido—. ¡Adiós, Innie, nos vemos mañana! —se dio vuelta, corriendo—. ¡Adiós, HyunJin hyung!

En lo que Kim desapareció de sus vistas en una esquina de la calle, el par no pudo contener más las risotadas, con sus cabezas moviéndose en negativas.

— ¿Amigo tuyo? —preguntó Jin, acuclillándose para que In se montase en su espalda, cosa que no tardó en hacer. Sus brazos entorno al cuello del mayor, su cabeza reposando en la ajena.

— Ujum.

— No me digas, ¿en serio tienes amigos? —comentó, risueño. JeongIn le pegó con fuerza al hombro—. ¡Mentira, mentira! —Yang puso los ojos en blanco mientras Hwang empezaba a caminar. No había apuro ese día—. ¿Fue seguro decirle mi nombre real? Porque, muy cara de niño bueno y todo, pero...

— Tranquilo, es completamente confiable. SeungMin es un pan de dios, le haría buena competencia al... Ex de HanShot.

— Entiendo. ¿Y qué? ¿Lo estás corrompiendo?

El menor negó enseguida.

— Él es quien parece llevarme por el camino del bien a mí.

— Ah, ¿de verdad? —lo vio por sobre uno de sus hombros.

— De verdad —reafirmó, sonriente.

Hyun movió en asentires su cabeza.

— Y... ¿Qué es lo que ibas a decirme? —inquirió JeongIn, recordando que el mayor le había mencionado contarle algo luego.

— ¡Ah, casi lo olvido! —exclamó Jin, realmente emocionado—. Haremos una fiesta.

— ¿Otra?

— Yep. Para HanShot.

— ¿Es su cumpleaños?

— No —se carcajeó—. Falta poco para eso, pero esta es para animarle. Sabes que anda todo deprimido y bueno... Las cosas siguen algo tensas en la gang por eso mismo.

— Sigo diciendo que cosas así son muy dulces de tu parte —el menor se aferró más a su cuello en tanto decía aquello—. Más aún porque nos inculpó esa noche... Y no tenemos la mejor relación ahora.

Jin movió sus hombros como si nada, aunque trozos de esas palabras de parte de JeongIn lo eran un todo para él.

— Estaba molesto, así que no importa, lo entiendo. Y, bueno, solo quiero que las cosas sean como antes.

El menor borró su sonrisa para poner una carita más triste, desanimada.

Como antes...

— Sí... —exhaló, desganado—. Yo igual.

— ¡Llegamos! —el par entró, con In todavía sobre Jin.

— ¿Quien? —cuestionó bromista ChangBin, en una vociferación a la par que pasaba por ahí.

El más alto le vio mal y abultó su labio inferior, berinchudo.

— No caeré en esa. ¿Y Felix? Es raro que no ande como garrapata tras de ti.

— Salió —contestó Seo, sin darle muy importancia a la vez que se recostaba en el sofá. Sus brazos se posaron tras su cabeza, como si fuese algún tipo de almohada, y sus pies se cruzaron, moviéndose ocasionalmente—. ¿Por qué tanta emoción?

— ¿Soy tan obvio? —JeongIn y ChangBin respondieron un contundente «» al unísono, produciendo que Hwang bufase—. Ya, bueno, es porque... —levantó sus brazos de manera entusiasta—, ¡haremos una fiesta!

— ¿Con permiso de quién?

Los dos únicos azabaches presentes sintieron un escabroso escalofrío recorrerles la espina dorsal apenas oyeron aquella voz, con In bajándose de un tirón y Jin volteándose con cara de tremendo susto.

— ¡BangMind! ¡No me morí hace un mes para que ahora me quieras estar matando de un infarto! —se quejó el pelinegro mayor, posando una mano en su pecho.

El nombrado solo rodó los ojos y entró del todo a la sala, con JeongIn observándolo  detenidamente. Eran estos momentos los que le hacían caer redondito de nuevo a Chan, apreciando esos brazos descubiertos por la camiseta sin mangas que hacían juego con un pantalón roto en las rodillas.

Pero más allá de eso, sus ojos rojos y ojeras aún más marcadas eran algo nuevo y que definitivamente llamaba la atención. Al menos así era en el caso de JeongIn, al cual se le encendió una alarma de un centenar de interrogantes en su cabeza.

«¿Qué le sucedía? ¿Por qué se veía tan... Destruido? ¿Tendría que ver con lo que nos pasa?»

— Te pregunté algo —carraspeó el mismo que tanto ocupaba sus pensamientos, sacándole de su propia burbuja repleta de dudas.

— Oh vamos, es solo una fiesta tonta —rezongó HyunJin, malhumorándose rápidamente por la actitud tan aburrida de su líder—. No invitaré a nadie, solo seremos nosotros. HanShot la necesita.

Chan le miró un breve instante y asintió. No iba a objetar cuando lo último dicho era cierto, a pesar de su disgusto a ese tipo de celebraciones.

— Esta bien. ¿E irán a comprar las cosas o...?

— Ya lo hice —el resto le vio sorprendido—. ¿Qué? Está todo listo. Lo venía planeando desde hace unos días.

— Para eso sí te comprometes, eh... —rió ChangBin, enarcando una ceja.

HyunJin le siguió luego, guiñándole un ojo.

— Con orgullo admito que si.

— No se aloquen tanto esta vez —advirtió Bang, posando su vista en JeongIn que, ya desde hace un rato, lo miraba. Ambos desviaron la vista en el preciso momento que sus ojos hicieron contacto directo, con el ambiente incómodo entre ellos—. No tomen mucho...

— Ya, abuelo —le palmeó el hombro HyunJin, risueño—. No te preocupes demasiado o te saldrán arrugas y te pondrás feo como una oruga.

— Vuélveme a decir así para que veas como te saco un riñón de una patada —amenazó con seriedad Chan, provocando que HyunJin, nervioso, se alejase considerablemente.

— Dios pero que agresividad —se risoteó más—. En fin, ¿dónde está HanShot?

— También salió —informó ChangBin y un bostezo huyó de entre sus labios—. Dijo que estaría en su casa por algo de la familia... Creo. No sé, no le escuché muy bien.

— Que raro tú.

— Bueno, da igual —Jin caminó su habitación, haciéndole señas a los chicos. BangMind le ignoró al cien por ciento y se fue a la cocina. El menor de la gang tuvo el impulso de seguirlo y preguntarle qué diablos pasaba con él, ya que de verdad estaba preocupado por su estado físico y posiblemente, mental también, pero se abstuvo—. Ayudenme a organizar todo. Tenemos trabajo que hacer.

— ¡Pero me acabo de recién acostar! —se quejó ChangBin, con un tono agudo y labio inferior sobresaliente.

— Me vale —Hwang lo agarró de la muñeca y de un jalón lo alzó, levantándolo. El mayor solo se quejoneó mucho más, al punto de lloriquear, pero HyunJin ya conocía muy bien esas técnicas del más bajo—. ¡Andando!

Y entre risas de JeongIn y más sollozos de ChangBin, se pusieron manos a la obra.

— ¿Qué se supone que debemos decir cuando pase? ¿Sorpresa?

— Pues ni modo que feliz cumpleaños.

JeongIn le sacó la lengua a HyunJin, quien se carcajeaba. Felix les vio fulminante y ChangBin sonrió agraciado por la escena, todos detrás de uno de los grandísimos muebles.

¿BangMind? Pues él estaba relajadamente sentado en el mismo sofá en el que ellos se ocultaban, a simple vista, puesto que no iba a ser parte de lo que creía una absurda y estúpida idea de bienvenida al rubio.

— Ah, no sé, pensé que diríamos algo en particular.

— ¿Cómo que?

— "¡Hey, feliz primer mes de soltería!"

— ¿Sabes cómo terminaría eso? —intervino ChangBin, burlón—. De dos posibles formas; con un balazo entre ceja y ceja o tu cuello degollado. Depende de su humor.

— True —apoyó HyunJin, riendo.

Su debate fue interrumpido por montón de pasos que se oían cada vez más próximos, alertándolos y emocionandolos. Bueno, a todos, sin incluir a Felix que a regañadientes había aceptado unirse a esto.

Y ese regañadientes estaba justo a su lado riéndose como un completo idiota, pero eso es tema para otro día.

Una puerta se abrió.

— Tres, dos, uno... ¡Sorpresa!

— ¡Feliz cumpleaños!

— ¡Feliz primer mes de soltería!

— Hola.

Todo aquello había sido dicho a la vez, con ellos saliendo de donde se escondían de un salto. JiSung frunció su ceño a la par que los chicos se miraban entre sí, vueltos un desastre. Chan reprimió una risita.

— ¡La cagaron! —se quejó Felix, fastidiado, sentándose al lado de su líder.

— Y eso que les dije que era "sorpresa"... —susurró HyunJin a la par que se tomaba el puente de la nariz y negaba.

— ¡Nunca lo confirmaste! —refutó JeongIn con un timbre aniñado.

— ¿Y tú por qué demonios dijiste "feliz cumpleaños"?

El más joven soltó un par de risas nerviosas, rascando su nuca a la vez que veía a HyunJin con una expresión de «¿oops?»

— Creo que mi mente solo fue en automático.

— ¿Qué carajos es esto?

Los pandilleros miraron a Han, que todavía seguía muy consternado y confundido.

— ¡Una fiesta! —gritó Hwang, tratando de hacer pasar lo recién sucedido—. ¡Para ti!

— ¿Para mí?

— Así es —su sonrisa se agrandó.

— ¿Y por qué? Que yo sepa, no cumplo años.

— Sabemos que no —volcó sus ojos HyunJin.

— Es solo que últimamente haz estado muy triste —habló esta vez JeongIn—. Y queríamos hacer algo para animarte.

JiSung observó todo, notando la simpleza que conservaba siempre el lugar; la misma sala, sin decoraciones especiales ni nada de ese estilo, solo un equipo de sonido enorme, unos micrófonos y esa gran cantidad de cervezas en la mesa de centro.

Indiferente pero convencido, se hizo de hombros.

— Mmh... Está bien.

— ¡Oh, si! —y el entusiasta HyunJin nada tardó en agarrar una de las botellas y empezar a servir vasos hasta más no poder. Todos los chicos se sentaron y JeongIn no perdió el tiempo para cuando ya estaba a un lado de Bang, muy cerquita.

Extrañaba su tacto, así de brusco, así de frío, pero cálido, suave y delicado a la vez.

HyunJin fue el siguiente, a un costado suyo. Después JiSung y, por último, Felix y ChangBin, en ese mismo orden.

— Tomen —el anfitrión empezó a entregar vasos a cada uno, pero ChangBin y JeongIn negaron—. ¿Eh? ¿Por qué no?

— Sigo tomando medicamentos. No puedo —respondió ChangBin, cruzado de brazos.

— La última vez fue horrible. Esa jaqueca fue un infierno. Paso —esta vez fue JeongIn quien dio contestación, seguro.

— Pues yo sí quiero —Bang tomó la bebida que antes era ofrecida al más pequeño, dejando a HyunJin con las palabras en la boca, y le dio un largo trago. El menor de la pandilla le dedicó una cara de sorpresa mientras que Jin se risoteaba entretenido.

— ¡Así es, abuelo! Mostrando quien manda.

— ¿Cómo me dijiste? —su expresión se tornó frívola.

— qUE HAY QUE IR PONIENDO COMO QUE MUSIQUITA, ¿NO? —corrió el alto a donde se reproducirían las canciones. Yang rió un poco, con una de sus manitos sobre su boca, y Chan le vio de soslayo.

Tan tierno...

A él le gustaba verlo así, distraído o entretenido, hablando, riendo o tan solo existiendo. Y JeongIn amaba eso. Amaba sentir su penetrante mirada y fingir no darse cuenta.

"How you like that" empezó a reproducirse en un volumen un poco elevado, cosa que generó más ánimos en Hwang. Felix movía inconscientemente su cabeza al ritmo de la música, tomando de vez en vez, mientras que ChangBin tecleaba la pantalla de su teléfono y JiSung solo veía a una pared casi sin pestañear.

HyunJin volvió a sentarse.

— Entonces... JiSung... —tomó un vaso, dedicándole una amigable sonrisa después—. ¿Cómo te sientes?

— Ah —el de melena oxigenada fijó sus ojos en el alto, saliendo un momento de su trance, y seguidamente barrió la mirada por todos, que le veían como esperando algo asombroso—. Pues... Perdí a mi novio, aunque eso ya lo saben... Y han sucedido otras cosas en casa, con mis padres... —sus ojitos se fueron poniendo más y más cristalinos, hasta que los cerró y negó con la cabeza— ... pero... —e inhaló y exhaló, muy profundo, para después sonreír—... Estoy bien, no importa. ¿Ustedes?

El resto se quedó un poco tensos, sin saber qué decir con exactitud puesto jamás habían visto tan sensible a Han. Solo Chan e inclusive él estaba en las mismas.

Y cuando esté entreabrió la boca para decir algo...

— Ejem, bueno, bien también —se adelantó el peleador, ignorando totalmente el intento de hablar de Chan—. ¿Quieres... Cantar? La última vez, en la otra fiesta, lo hiciste muy bien así que supongo que... ¿Te gusta hacerlo? —se encogió de hombros—. Como sea, es solo para divertirnos un poco y olvidarlo todo. Traje el karaoke.

Sí, lo necesitaba.

— ¿En serio? —animado de nuevo, recordó los micrófonos que llegó a ver antes y acto seguido vio lo que le rodeaba, comprobando lo que decía era cierto. La máquina de karaoke estaba ahí, a espera de ser usada—. Es buena idea.

— ¿Quieres cantar primero? —le ofreció un micrófono y Han asintió, levantándose para tomarlo, dejando su vaso en la mesa por los momentos.

HyunJin dejó que la canción se escogiese al azar y "Gotta go" fue el resultado. La cara de Hwang se volvió todo un poema y para cuando se dieron cuenta, el chico que ya estaba a un lado de JiSung, con ya otro micrófono en manos y una expresión de entusiasmo inigualable.

— ¡Yo también quiero!

Ambos rieron y JiSung le afirmó, justo cuando la melodía de la música comenzó. En ese instante, HyunJin comenzó a dar saltitos y reír, procediendo poco nada a mover sus pies, cadera y cuerpo, en general, en un baile que combinaba con la música.

JeongIn y ChangBin gritaron en ánimos. Felix alzó sus cejas y Chan solo chasqueó su lengua, tan irritable como siempre.

La primera estrofa comenzó con JiSung.

Sí, me gusta.

» La manera en la que hablas.

Me gusta, incluso como suenan tus pequeñas palabras.

No son tan malas.

Chico, tú lo sabes, sabes, sabes, sabes~.

Me gusta la manera en que me sorprendes cada vez más.

No me digas nada.

Tú lo sabes chico, chico, chico.

La siguiente fue HyunJin.

— El cielo que era azul como una pintura.

» Ahora se ha vuelto negro.

Los sentimientos son más profundos, sí.

Tengo que decirte esto.

Pero el extraño sentimiento que solo tú y yo sentimos.

También me gusta demasiado.

JeongIn notó como la mirada de Hyun se centraba solo en él, dato que le enervó muchísimo y causó un intenso calor en sus mofletes.

La sonrisa y mirada del otro, conjunto a esa danza, tan pícaro todo, tampoco es que ayudasen mucho a no alimentar todos los pensamientos de su pequeña cabecita...

Pero es muy tarde...

¡Porque ya son las doce en punto! —continuó en vociferación JiSung, ganándose más apoyo de parte de ChangBin y JeongIn—. ¿¡Qué debería hacer si ya son las 12 en punto!?

» No quiero despedirme.

Porque solo yo sé cómo te sientes.

Junto con la música quiero susurrarte amor al oído —le metió sentimiento HyunJin, con pose dramática incluida—. Honestamente, dime si nuestros corazones están sintiendo lo mismo.

«Ayayayayayay» se repetía sin parar en la mente de JeongIn en el segundo que sus ojos y los de Hwang se encontraron. Tuvo que tragar el nudo que se formó su garganta, tan grueso y como una piedra.

Tengo que irme a las doce —siguió—. Sé que tenemos los mismos pensamientos, pero incluso ya no puedo ocultar ser honesto como ahora.

» Tengo que irme a las doce.

¿Cómo es que somos demasiado similares? —nuevamente fue el turno de JiSung—. En los gustos, en los hobbies, incluso cada vez que cenamos...

» Estas leyendo mi corazón.

Si lo hubiera sabido antes.

Me pregunto cómo sería ahora, sí.

El tiempo pasa brillantemente —JeongIn exclamó y aplaudió en apoyo a Jin, y Chan lo vio, levantando una de sus cejas—. El tiempo pasa poco a poco.

» Mientras mi sensación se hace más profunda.

Tengo que decirte esto.

Pero el extraño sentimiento que solo tú y yo sentimos.

También me gusta demasiado.

Pero es muy tarde.

El coro se repitió, con Han gritando más que nunca, y todos los chicos –menos Chan– riendo. Sí, incluso Felix, quien no pudo reprimir unas cuantas risillas.

En un rincón de tu corazón —HyunJin se arrodilló, levantando su puño con cara de telenovela dramática—. Me estoy aferrando.

De una pequeña cuerda —le hizo acompañamiento JiSung—. Cariño, no quiero estar solo.

» Si se hace demasiado tardo todo podría desaparecer.

Y probablemente termine solo.

Realmente... —Hwang se levantó, con los brazos sobre su cabeza, y empezó a moverse con más soltura y coquetería. Sus caderas iban de allá para acá, descaradas, y sus ojos no se despegaron de JeongIn, quien estaba rojo como un tomate—... Estoy tratando de que lo veas.

¡Porque ya son las doce en punto! —intervino JiSung, a todo pulmón, colocándose frente a él—. ¿¡Qué debería hacer si ya son las doce en punto!? ¡No quiero despedirme!

Porque solo yo sé cómo te sientes —ambos cantaron a la par y el alto sonrió con encanto. Sonrisa, claro, dedicada en especial a una persona. No hay que ser genios para saberlo—. Tengo que irme a las doce.

La canción dio por terminada justo ahí y el par que recién acababa de cantar se vieron, carcajearon y chocaron las cinco.

El puntuaje de su actuación se mostró en la pantalla de la televisión cuya procedencia era... "Sospechosa"; 98 puntos.

— ¡Eso es muy bueno! —exclamó contento HyunJin, viendo a JiSung—. ¿No te parece?

— Sí. Muy bueno para alguien que no sabe rapear —se burló JiSung, risueño. HyunJin fingió ofensa.

— ¡Tú no sabes bailar y yo no digo nada!

— ¡Porque no es verdad!

— ¡Mi turno! —interrumpió JeongIn, alzándose y quitándole el micrófono a Hwang.

— ¡Okay!

Se presionó el botón y la canción fue elegida aleatoriamente, saliendo...

— ¿"Solo"? —el menor se entusiasmó mucho más, si es que era posible—. ¡Ponla, ponla!

Bien, aquí se aproxima un poco del lado secreto que JeongIn siempre quiere ocultar de todo el mundo, pero ahora estaba mostrando sin vergüenza alguna.

Ingenuo e inocente —inició. Todos los ojos sobre él—. Actuando como si fuera inapropiado.

» Estoy cansado de eso ahora, es molesto.

Todos los días preguntándome...

¿Qué estás haciendo? ¿Dónde estás?

¿Comiste? Buenas noches.

Cariño, cariño, te extraño.

Todo es inútil, me tienes como...

«¿Ideas mías o la letra se asemeja a...?».

Respiró profundo. No debía pensar en eso.

Esta es una historia de amor que no afecta en absoluto.

Pero de todos modos, lo hacía.

No hay mariposas.

Si las hay, siempre.

No tiene sentido.

Pensó en él, en Chan, en su amor tan tonto.

Lo siento, pero no lo siento —«sal ya, sal ahora»—. De ahora en adelante soy...

El coro dio comienzo.

Brillante solista —por inercia, su cuerpo bailó un poco—. Brillante solista.

» Voy a ir solo-lo-lo-lo-lo.

Chasqueó los dedos de su mano libre.

¡Voy a ir solo-lo-lo-lo-lo!

Segundo verso. Poco a poco, se iba alejando de sí mismo y sus bobos pensares.

Solía ser tu chico —se relamió—. Ahora estoy acostumbrado a ser la cabra.

»Estas sentado sobre tus sentimientos.

Yo estoy sentado en mi trono.

No tengo tiempo para los problemas en tus ojos.

Esta vez solo estoy mirándome a mí, a mí mismo y a mí.

Claro que si.

¡Voy a ir solo!

» Lo hago por mi cuanta ahora.

Ahora que estás solo, te busque un clon.

¡Tan bajo!

Así es como estoy bajando.

Destinado para esto y la corona.

Oh, oh, oh~.

Cántalo fuerte como...

Oh, oh, oh~.

Esta es una historia de amor que no me toca en absoluto.

Oh, oh, oh~.

No hay mariposas, no tiene sentido.

Lo siento pero no lo siento.

A partir de hoy, soy...

Brillante solista.

No supo cuando, ni como tan de repente, pero su ser entero comenzó a bailar energéticamente, moviendo ágilmente sus manos, su cadera y hasta con expresiones sensuales incluidas en el paquete.

Quien lo creyese... BangMind por supuesto que no. Su boca casi que en el suelo lo delataba.

¡Voy a ir solo-lo-lo-lo-lo! —coreó muy alto JeongIn. HyunJin, JiSung y ChangBin le apoyaron con gritos y muchas risas causadas por el baile del chico, aunque el primero, como su líder, sí que lo disfrutaba—. ¡Voy a ir solo-lo-lo-lo-lo!

Se calmó un poco para lo que sería casi el final, dramatizando tanto como HyunJin lo había hecho ya que era una parte "triste"; rodillas al suelo y ojos llorosos.

Después de la reunión...

» Extraño las lágrimas de despedida.

Lamentable.

Me gusta estar solo, como un viento libre.

Como las estrellas sobre las nubes.

Quiero ir lejos, quiero brillar.

Intensamente...

Pero mando al diablo ese papel para adoptar, otra vez, el atrevido y bailarín que no sabía que tenía, pero agradecía que existiese pues sí que se estaba luciendo.

Brillante solista —el ritmo se prestó para una danza más desfachada, a lo que movió su cabeza hacia atrás, en un semi-círculo, con una expresión pícara—. ¡Voy a ir solo-lo-lo-lo-lo! —y, demonios. Solo dios sabe cuánto le encantaba ver la expresión descolocada de Chan. Era tan gracioso y satisfactorio...—. ¡Voy a ir solo-lo-lo-lo-lo!

Su culminación fue un giro con la actitud más auto-suficiente que pudiese tener, sonriendo con coquetería y chasqueando varias veces sus dedos, encarando a sus compañeros de gang que...

Se reían como si no hubiese un mañana.

Todos sin contar a Chan, que únicamente lo veía con la misma expresión, todavía incrédulo de lo que acababa de presenciar.

— ¡Diablos, señorito! ¡Que movimientos! —se mofó ChangBin, todavía carcajeándose a la vez que se agarraba su ya casi completamente sano estómago. Dolía un poco, pero valía la pena.

— ¡Sí! ¡Nadie lo creería! —JiSung se sumó, en las mismas que el anterior.

— Yah —viró sus orbes, agraciado, tomando asiento exactamente donde antes. En la pantalla se reflejó un "99" al cual sonrió—. Por lo menos saque mas puntos que tú.

Entonces, Han se detuvo.

— Solo fue suerte.

— Sí, claro.

— LixBoom, deberías intentar —HyunJin le otorgó uno de los micrófonos al pecoso, intentando evadir la posible discusión que se armaría. Pero Lee enseguida negó—. ¡Vamos! ¡No seas un aguafiestas como BangMind!

— HyunJin, HyunJin... —el castaño se tronó los dedos de sus manos, mirándole intimidante.

— No lo sé... —susurró Felix, inseguro. De verdad que no quería hacerlo—. No creo que-

— Anda —lo incitó ChangBin, con una bonita sonrisa y un codazo amistoso—. Hazlo.

Okay, ahora sí.

— Bueno... —alzándose, agarró lo ofrecido. JiSung le vio con una ceja levantada.

— Creo que se acaba de caer tu supuesta heterosexualidad.

Los chicos rieron, no muy alto, y Felix solo puso los ojos en blanco al compás que le mostraba su dedo grosero. Han no tardó en devolverle el gesto.

HyunJin hizo lo de siempre, y esta vez tocó una extranjera; I'm not the only one, de Sam Smith.

— Te la pusieron muy fácil —comentó Chan, a su tercer vaso. Extrañamente, estaba bebiendo y bebiendo muy rápido, algo que, en cierto punto, comenzaría afectarle. Pero ahora no parecía importarle.

— Hm...

La música dio comienzo. Era un compás lento y con una melodía que denotaba tristeza, por lo que JeongIn, HyunJin, ChangBin y JiSung elevaron sus manos y comenzaron a moverlas despacio, de un lado al otro.

Felix sonrió. Estaba nervioso, pero haría su mejor esfuerzo por cierto individuo.

Siempre queriendo impresionarlo.

Tú y yo hicimos un voto —para la sorpresa de la gang, la voz usualmente ronca del experto en armas blancas ahora era más aguda y tersa. JiSung casi escupe lo que bebía—, para lo bueno y lo malo...

— Wow... —se le escapó a ChangBin, atento como nunca al pecoso.

Lee sonrosó ligeramente.

No puedo creer que me defraudes...

» Pero la prueba está en la forma en que me duele.

Durante meses he tenido mis dudas

negando toda lágrima.

Me gustaría que esto hubiera acabado ahora.

pero sé que todavía te necesito aquí.

Aclaró un poco su garganta.

¡Dices que estoy loco!

— ¡Wow! —gritaron todos a la vez.

Porque piensas que no sé lo que haz hecho.

» Pero cuando me llamas cariño...

¡Sé que no soy el único!

Otra vez detrás de él, comenzaron a ondear sus manos en el aire, como si estuviesen en un concierto.

Has sido tan infiel... Ahora tristemente sé por qué.

» Tu corazón es inalcanzable

a pesar de que tú no compartes el mío.

Suspiró. Coro de nuevo. Le gustaba hacer los altos aunque también tenía miedo de ellos, pero ver el rostro de admiración que tenía ChangBin le hacía pensar que valía completamente la pena.

Te he amado durante muchos años —continuó, con uno de los versos finales—. Tal vez no he sido suficiente para ti.

» Haz hecho darme cuenta de mi miedo más profundo...

¡Mintiendo y rasgándonos!

El último coro se efectuó, con más repeticiones y una vocalización impresionante por parte de Felix –que en serio se estaba esforzando a pesar de sus nervios–, y entonces la canción se dio por acabada.

El chico respiró profundo y seguidamente curveó sus labios. Verdaderamente estaba orgulloso de mí mismo.

Hasta que el puntuaje se mostró.

— ¿97? —se echó al suelo, con cara de impacto y horror—. ¡Eso es imposible!

JiSung volvió a reír en demasía, sin disimular su burla. Felix le aniquiló de un solo vistazo.

— Ya, ya —Bin se inclinó y le haló, levantándolo. El de cara salpicada solo resopló, ahorrándose comentarios, y se sentó a un lado de Seo totalmente decepcionado. ¡Lo había hecho mejor que 97 puntos!—. Está bien. A mí me encantó. Cantaste impresionante.

Bueno, ¿en realidad importa? Si ChangBin decía que lo había hecho impresionante, para él era como un 100.

Asi que se contentó de nuevo, apoyando su cabecita en el hombro del manipulador.

— Gracias...

— BangMind, ¿no quieres tratar? —Hyun estiró el micrófono hasta el castaño, pero este solo lo vio y negó. Y no porque no quisiese cantar –de hecho, su parte de ebrio estúpido sí que quería, pero se estaba conteniendo con cada fibra de su ser– sino porque sabía que de levantarse, iba a terminar con la cara estampada en el suelo. De paso, ya no podría disimular su borrachera.

Y no quería que el resto se diese cuenta. Perdería su característica imagen de siempre serio, y él nunca pierde.

— ¡Anda! ¿Por qué tienes que ser tan aburrido? —siguió quejándose HyunJin.

Chan gruñó.

— Solo no... Quiero.

— ¿Soy yo o estás arrastrando las palabras?

El líder no pudo contener unas maliciosas risas.

— A ver... Tú, yo, mi pie, tu estómago, una patada, un riñón fuera... No sé, piénsalo.

Y el de carnosos labios se carcajeó, retractado.

— Nooooope. Muchas gracias, pero no —se giró a ChangBin—. ¿Quieres tú?

— Esta bien.

Bin casi que le arrancó el micrófono de las manos y HyunJin le miró retador. El bajo le devolvió el gesto antes de colocar sus ojos sobre Felix, estirándole su mano.

— Ven —Lee le miró confundido—. Canta conmigo.

— Uh... No sé, no creo... Yo acab-

— ¿Acaso fue pregunta? No. Vente.

Así como fue levantado antes, ahora se repitió y Felix tambaleó por la fuerza que ejerció ChangBin.

«Bueno, con esos brazos, norm- FELIX NO.»

Recibió el micrófono y ambos miraron a la pantalla cuando Hwang le dio al azar.

Last Dance, perteneciente a BIGBANG.

Tragó grueso.

— ¿Seguro de...?

— Sí.

No objetó más. El resto se acomodó mejor en sus asientos y miraron al dúo expetantes. Yang era el único que tenía cierta emoción distinta por la parejita, aunque trataba de no hacerla obvia.

El verso inicio con Felix.

Me encantaría pensar que el amor es para siempre, pero llegó a su fin...

» E incluso los amigos que tenía me están dejando.

He envejecido, así que supongo que es por eso que me están dejando.

¿Por qué estoy asi, sintiéndome miserable?

Chan bajó la cabeza. JeongIn lo notó.

El turno de ChangBin.

Otra vez hoy, la gente se queda en el pasado.

» El mundo sigue avanzando

pero sin mi.

Aún soy joven, así que... Supongo que todavía estoy siendo inmaduro.

¿Por qué soy tan estúpido?

Parece como si fuera ayer cuando era feliz, sin siquiera tener nada.

El corazón de JeongIn latió con fuerza.

Felix otra vez.

Sí, creo que que he llegado demasiado lejos de mi, yo...

» No puedo recordarlo.

Bang sí puede.

Me siento tan torpe y emocionado.

In se levantó.

Que todo parece ser nuevo.

Sus manos tomaron las de Chan y le obligaron a ponerse de pie. El de más años tropezó y se aferró a los brazos de Yang, con sus claros orbes viendole con intrigada por lo que querría hacer. Internamente, estaba bastante agradecido por no haber terminado cayéndose de boca al suelo.

Incluso recuerdos del pasado aún se sienten como un sueño.

— ¿Qué haces?

— Bailemos.

Y no sé a dónde voy ahora...

ChangBin nuevamente.

Cantaré esta canción, y regresaré a ti.

» Solo quiero poder ver

tu bello rostro otra vez.

— No sé bailar.

— Oh, vamos...

Escucharé esta canción contigo

» y bailaré una última vez.

Una de las manos de JeongIn fue hasta su nuca, un poco más abajo, mientras que la otra se entrelaza con la de Bang y quedaba estirada hacia un lado. Chan, ya dejándose llevar, pasó un brazo por su espalda baja y apretó fuerte la mano tomada.

Debo recordar este momento, por siempre.

» Solo un último baile...

Empezaron a moverse en lo que parecía un simple vals, dos pasos, de un lado al otro.

Ambos rieron. Parecían unos muñequitos.

Felix prosiguió.

Me estoy convirtiendo en una débil luz entre las estrellas.

» Tu también te conviertes en una estrella y me alejas.

¿Me veo solitario? Porque me siento solo.

¿Por qué me hace llorar?

— Esto es una ridiculez —comentó en tono bajo el de rizos, risoteándose.

JeongIn se contagió velozmente.

— Cállate.

Parece como si fuera ayer cuando era feliz, sin siquiera tener nada.

» Sí, creo que he llegado demasiado lejos de mi, yo...

No puedo recordarlo.

« — ¡Channie! ¡Más cuidado, me pisaste! »

Me siento tan torpe y emocionado.

« — Oww, eres tan torpe... »

El líder cerró sus ojos.

Que todo parece ser nuevo.

» Incluso recuerdos del pasado aún se sienten como un sueño.

« — ¿Y eso es malo?

Él rió, negando.

— En lo absoluto. »

Y no sé a dónde voy ahora.

ChangBin vocalizó el coro nuevamente, con un parsimonioso tono que endulzaría el oído de hasta el más duro hombre en la faz de la tierra. JiSung estaba en otro plano astral, con los ojos cerrados y meneando su cabeza de derecha a izquierda, y viceversa. Y HyunJin...

La música sigue sonando —ronda de Felix—. Dame una oportunidad.

Los veía, sin poder apartar la vista.

Todavía estoy aquí esperándote.

Tan felices, tan risueños, tan únicos, tan... Ellos.

Era como si el mundo se desapareciese a su alrededor. Como si no hubiese nada más que ellos y ya. Y HyunJin lo presenciaba, siempre lo hacía.

Por favor, solo una vez.

Entonces, ¿por qué seguía sintiendo todo eso? ¿Por qué no podía olvidarlo, a pesar de ver qué no era y jamás sería la causa de esa sonrisa?

Te prometo que no durará demasiado.

El coro se repitió con Seo comandando, por tercera ocasión. Felix se tomó esos instantes para verlo, sonriendo porque, carajo, que arte de hombre era ChangBin al momento de corear.

JiSung, por otra parte, salió de su perdida mental y espacial, y observó a Hwang con su vista bien fija en Chan y JeongIn. Arrugó su entrecejo y los miró también. Por una parte le resultaba muy gracioso, gracias a sus movimientos tochos, pero por otra...

Había algo que no le cuadraba.

Anoche cuando sostuve tu mano y bailamos —era la parte final y Felix no dejaría de lucirse—. Tu radiante resplandor y tu hermosa última sonrisa.

» Rojo, anaranjado, amarillo, verde...

Un éxtasis que no puedo conocer.

Y para cuando sus pupilas regresaron a Hwang, ya este se estaba empinando una botella de sujo. Un coro de «¡Fondo, fondo, fondo!» se repetía no muy al fondo de su mente.

JiSung no le detuvo.

No va con el mundo que solía ser y sentir...

Finalmente la melodía acabó y los que cantaban respiraron tranquilos. Estaban exhaustos, no era una canción precisamente fácil. Había resultado muy larga y con unos altos mata-cuerdas vocales. Pero el resultado lo valió todo.

— ¿100? —ChangBin sonrió enorme y Felix no tardó en imitarle, con sus ojitos brillando de emoción—. ¡100, si! —chocaron sus palmas, riendo—. ¡Lo hicimos muy bien!

JeongIn, por otro lado e ignorando completamente lo que acontecía detrás suyo, estaba completamente perdido en ese baile que no quería que tuviese fin, hasta que percibió el cuerpo de Chan alejarse. Y aunque una parte de él gritaba para que se quedasen así, sabía que no era lo más prudente.

Ni siquiera deberían estar de tal forma ahora, pero solo no podían evitarlo.

Siempre se perdían en el otro.

— Chan... —si lo pensaba mejor, ahora podría aprovechar este momento para preguntarle acerca de lo que pasaba entre ellos; su alejamiento, que lo evadiese o ignorase—. Oye, ¿qué pasa con nos-?

— No ha vuelto.

El menor arrugó su entrecejo, y se alejó un poco más, dejando sus manos en los hombros del castaño.

— ¿Qué?

— No ha vuelto, no ha vuelto... —repetía sin parar, cosa que no hacía más que confundir a Yang—. ¡Ese imbécil! ¡No ha regresado!

¿Qué...?

— ¿De qué hablas? —quería saber, pero el mayor negó y después rió. Excelente, su extrañeza incrementó—. Chan...

— No, no, él...

— Yo me encargo.

No supo cuando ni como, pero de la nada Han estaba ahí, frente a él, tomando al líder por el tórax. JeongIn y el mejilludo compartieron una breve mirada antes de que éste presionase sus cejas hacia abajo. Aparte de confundido e intrigado, estaba frustrado. ¿Por qué siempre se metían? Estaba empezando a odiar mucho eso.

— Ehm, no, está bien, yo puedo-

— No —le paró JiSung, colocando un brazo de Bang sobre su hombro. Una sonrisa, pequeña pero tranquilizante, se dibujó en los labios de Ji—. Yo lo haré. Sé manejar la situación. Tú quédate y... Vuelvo en un rato, ¿sí?

— Pero-

— ¡Pequeño bro! —apareció HyunJin, con una sonrisa boba plasmada en la cara. Su aliento muy cerca y pupilas dilatadas le confirmaron lo obvio a In—. ¡Vamos a seguir cantando! ¡Quiero hacer dúo contigo!

No se negó, básicamente porque HyunJin no le dio opción. Solo lo jaló a donde estaban los otros dos todavía regocijándose alegres de su logro.

JiSung suspiró, aliviado, antes de comenzar a llevar –o arrastrar, mejor dicho–,  a Bang Chan a su cuarto.

Tenía muchas dudas, muchas preguntas. Como que había cosas que no le estaba gustando, y no por ser egoísta, sino por el bien de la gang.

No estaría bien si sus presentimientos son correctos... ¿Y qué más honesto que un ebrio?

— Chan, necesito que me expliques lo que-

— Lo extraño —interfirió, sin dejarle acabar.

Ahí lo comprendió.

— Lo extraño, lo extraño, lo extraño... ¿Dónde...?

— Así que es eso...

Palabras repetidas, ya se sabía el cuento.

Lo que les quedaba de camino, JiSung no dijo nada más. Muy en contraste a Chan que no se retenía el decir cualquier cosa que se le atravesase por la cabeza. De todos modos, no se le entendía nada, así que no tenía que responderle. No eran más que parloteos estúpidos, seguro referentes al mismo tema.

Una vez llegado a su habitación, abrió la puerta como pudo. Pasaron entre tropezones, ya que parecía haber muchas cosas regadas por ahí, y un rubio que no podía ni con su alma, respirando profundo al soltar el cuerpo de su semi-consciente amigo en la cama.

Miró a su alrededor luego de recuperar el aliento; botellas por todas partes, algunas rotas. Sustancias que ensuciaron las cuatro paredes, mismas que también tenían indicios de haber sido golpeadas. Suelo lleno de vidrio, alcohol y demás objetos destrozados. La cama tenía sabanas rasgadas y almohadas cuyo relleno sobresalía. Papeles arrugados y hechos añicos. Sangre. Una pulsera con un pequeño panda pisoteada, casi arruinada.

Casi.

La expresión de JiSung era una mezcla entre un poco de melancolía y tristeza, aunque por sobretodo esta última.

— ¿Te estuviste embriagando desde muy temprano, eh?

— Es el día, es el día...

Sus miradas se encontraron, procediendo después a sentarse a su lado.

— Es el día, JiSung...

Y aunque Sung sabía a qué se refería, igual preguntó;

— ¿Qué día?

— Cuando... Se fue.

El menor dejó escapar un pesado suspiro.

«¿Cuando es que iba a superarlo?»

— No ha vuelto, ¿por qué él no...?

— Chan...

— No ha regresado. Han pasado ya... Tres años, y no ha regresado...

— Chan, no lo hará.

— Todos estos años esperando...

— Él no volverá. Él...

— Lo sé... —rió, aunque amargas lágrimas surcaban por sus mejillas—. Lo haz dicho tantas veces...

— Y tú siempre terminas igual cada año...

Bang volvió a reír, pero no había ánimos, no había nada.

Tan vacío.

— Tengo miedo, JiSung.

— ¿De qué?

— De que la historia se repita.

El pistolero negó.

— No se repetirá. Nunca más. Para eso hiciste las reglas, y de no ser así, lo resolvemos. Siempre lo hacemos, ¿no?

Y Chan dejó que sus pesados párpados cayesen, boqueando.

Regla número tres, regla número tres... No enamorarse de...

Han produjo una mueca, observándolo.

— ¿Acaso te estás enamorando, Chris?

Pero el otro no dijo nada.

— No... Solo estás borracho y melancólico. Terrible combinación... —intuyó, tomando una sábana que había sido salva de la agresividad de Bang, tapándolo con esta hasta el cuello. «Que mentira ese refrán» pensó—. Dices estupideces. Mañana te despertarás y no habrá pasado nada. Esto es solo temporal, como siempre...

— Lo extraño —repitió, casi en un sollozo. JiSung apretó sus labios. Su expresión dolida...

— Yo igual —cerró sus ojos momentáneamente antes de negar y sonreír, pequeño pero visible, palmeando un par de veces el abdomen de su lider—. Duérmete ya, te hace falta. Yo me reg-

— No —y justo cuando el rubio se levantó, Chan le atrapó de la muñeca, atrayéndolo de nuevo. Su tacto frío le produjo fuertes escalofríos al más chico—. Por favor...

Volteó a mirarlo.

— ¿Qué? ¿Quieres que me quede?

Visualizó como el mayor muequeaba y le jalaba otra vez. Unas cuantas risas escaparon de él.

— ¿Entonces...?

Stay...

No se dijo más. JiSung se sentó a un lado, y Chan respiró como si aquello fuese un absoluto alivio y todo lo que necesitase.

Bueno, en gran parte lo era.

Música ruidosa y muchos gritos de euforia se escucharon afuera, provocando envidia en Han. Sabía que tenía que cuidar a su amigo, pero en serio estaba odiando estar ahí justo en esos instantes.

— Tranquilo —y como si Chan le leyese la mente, habló para otorgarle respuestas tranquilizadoras—. Cuando me duerma... Te puedes ir...

— Ah, ¿y qué crees tú que iba a hacer? ¿Quedarme aquí toda la noche? Pues no mi ciela —bromeó—. Ya lo estaba planeando. Siempre voy un paso delante de ti.

Escuchó como Chan se carcajeaba, sin hacer mucho ruido y en poca cantidad, pero era una risa honesta. Y eso le hizo sonreír.

— Es así... —sintió una mano en su cabellera, enredándose un poco con algunos de sus enredados rulos a lo que no pudo contener una exhalación de mero gusto—. Hm...

Le traía recuerdos.

— ¿No puedes dormir?

— Me está costando un pelo...

Muy bonitos recuerdos.

— Si quieres te canto algo.

— Está bien.

Inolvidables...

JiSung comenzó a vocalizar Perfect. Era la favorita de Chan y siempre lograba que en un santiamén conciliase el sueño.

... y únicos.

Está vez, no fue muy distinto.

Entre caricias y esa voz de ángel, Chan sucumbió al cansancio de ese ajetreado día. Pero JiSung no se detuvo, hasta que la canción no se diese por terminada.

Una vez el último verso fue recitado, él suspiró. Seguido a eso lo vio, notandolo apacible, allí dormido.

A los minutos detuvo los cariños y se alzó. Era hora de volver a la fiesta para despejarse de su propio desastre mental. Chan estaría bien, esto no era ninguna una novedad, siempre resultaba así.

Y mientras se encaminaba a la puerta para salir, lo oyó removerse en la cama, balbuceando un montón de tonterías. No les hizo caso y solo continuó pero, por alguna razón, su cuerpo se congeló al momento que su audición captó un susurro por poco inaudible.

« In... »

Con su mano en el pomo, giró su cabeza y lo encontró aferrado a una almohada, como si fuese una persona.

« In. »

Le dedicó algunos segundos de meditación, como si supiese o creyese que había algo más detrás de ese aparentemente simple murmullo, pero... Bah, ¿De verdad lo valía? No lo creía. Así que, al final, solo le restó completa importancia.

Después de todo, era una parte del nombre de quien le había tenido durante años de tal forma...

— ¡He regresa... ¿Qué hacen?

Entra a la sala y lo primero con lo que se encuentra es a todos agarrados unos a los otros, de la cintura u hombros, haciendo alguna especie de marea... Rara.

Cider de NORAZO sonaba de fondo. HyunJin y JeongIn eran quienes la coreaban.

— Me voy cinco minutos y ya andan joteando —estalló en ruidosas carcajadas el rubio, sentándose en el sofá. Todos los ojos pararon en él poco nada, o bueno, casi todos.

Yang cantaba a todo pulmón, meneando su cadera con una sonrisa perturbadora. Estaba demasiado inspirado como para hacer caso a algo más.

— Siempre jotos, nunca injotos —le guiñó un ojo HyunJin, fuera de su turno.

— Serás tú —Felix chasqueó su lengua, viendo al chico.

— 'Iralo.

Lee le asesinó de mil maneras con la vista y Jin nada más se carcajeó antes de regresar al karaoke, extasiado. JeongIn, sonriente, se volteó con la idea de tomar un pequeño descanso, percatándose recién de la llegada de JiSung.

Toda su expresión se transformó en una mueca de preocupación e interés

— ¿Y BangMind? —sin siquiera pensarlo, la pregunta solo fluyó tal cual cualquier líquido en su boca.

Mordió su labio cuando los orbes de JiSung y los suyos conectaron.

— Durmiendo.

— Oh, genial —intentó mostrar desinterés—. ¿Está bien?

Han asintió. — Solo se pasó con los tragos.

— Entiendo...

Justo iba agregar algo más para cuando sintió uno de los brazos de Hyun sobre sus hombros, apegándoles bastante.

Sonrisa encantadora, pupilas brillantes, rebosantes de alegría.

— ¡Hey! No me dejes solo en esto, ¡ya casi terminamos y vamos por ese 100!

JeongIn pareció titubear, pero al final sus comisuras se alzaron y sus labios se curvearon, afirmando.

Entonces, todo siguió como si nada; las canciones siguieron, las bromas siguieron, las risas siguieron, la noche avanzó, todo continuó, la luna los iluminó.

Pero a pesar de todo, cada que JeongIn podía, veía discreta y ansiosamente la puerta de la habitación de Chan, esperando su salida.

...

Eso no pasó.

Y ya estaba cansado de esperar.

***

HOLAAAAAA.

¿Cómo están, que tal andan?

Este capítulo no es tan largo por narrativa, sino por la canciones JAHSJAJA, ay, pero si me gustó hacerlo. Creo que es uno de mis caps favoritos, y el final es el comienzo de algo BOOM.

El capítulo que viene es, de nuevo, del pasado de Chan. Y sí, es LARGUÍSIMO.

Oigan, por cierto, les quiero pedir un gran favor, que me haría muy, muy feliz.

Mi hermana escribió un one-shot changlix, es cortito, triste, pero bueno. Me gustaría que le diesen una oportunidad... Y vayan a leerlo, votar y, si pueden, comentar.

Es este:

El link es:

https://my.w.tt/rF59MxYKt8

Aunque no sé si puedan usarlo para ir--

Cualquier cosa, buscan su perfil y allí lo leen. Espero que en serio le den su oportunidad. Les va a gustar;;; ❤️

Btw, ¿cuáles otros shipps les gusta de SKZ?

Yo soy multishipper pero tengo preferencias por el chanin, el changlix, el minsung y el hyunmin. De resto, me gustan también el chanlix y el changjin, el chansung y 3RACHA (debilidad por los poliamores--)

Nos leemos luego. ¡Lxs amo muuuuuuuuuuuuuuucho! Gracias por leer, votar y comentar. Recuerden comer bien, hidratarse y dormir bien sus horitas. ❤️❤️❤️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top