✘ Capítulo VIII. ✘

▲•▼•▲『✘』▲•▼•▲

Es un sentimiento amargo el saber
que solo por tentación nos dejamos caer.
Quizás si tenemos sentimientos hermosos los cuales expresar
pero eso arruinaría todo así que es mejor callar.

Acabamos de empezar un juego
el cual es muy peligroso.
Por ahora son solo besos
pero luego podrían desatar un destino horroroso.

Sé que está mal
sé que debo parar
pero si tan malo es...
¿Por qué se siente tan bien?

▲•▼•▲『✘』▲•▼•▲

— ChangBin... No sé qué decir, ¿quién fue?

— No lo sé, un tipo. Era tarde, venía de una fiesta a mi casa, ni siquiera me di cuenta de que me seguía, solo... Pasó.

— ¿Le dijiste a alguien?

— Bueno, sí. Conoces la regla número cuatro. HanShot no sabe pero BangMind me la dejó pasar porque es algo personal... —hipó, sorbiendo después su nariz—. A HitJin solo le dije que me manosearon, no que llegó a... A eso.

— ¿Y tus padres?

— Me echaron la culpa por llegar tarde. Muchísimo tiempo después conocí a Chan y me volvió parte de la gang... Obviamente, no desaproveché la oportunidad y me vine a vivir con ellos.

— Lo siento tanto...

— ¿Por qué? No fue tu culpa.

Se quedaron un rato más ahí, así, abrazados y dándose cariño mutuo. JeongIn le dijo algunas palabras de aliento más, de verdad quería demostrarle su apoyo. Extrañamente, a ChangBin le hicieron sentir bien.

JeongIn era muy útil... Igual que Felix.

— Gracias, In.. De verdad gracias —se separó un poco para verle directamente, con una pequeña aunque genuina sonrisa—. Pero creo que es hora de volver...

— Uhm... ¿Estás bien?

— No, pero no queda de otra, fingiré que si.

— Te ayudaré. Cada vez que sientas la ansiedad de estar con un chico... Piensa en otra cosa o ven conmigo, no pienses mal... Podemos ir a caminar o algo para que ya no hagas eso, ¿okay?

— Lo pensaré... Gracias, JeongIn.

El mayor depósito un beso en la mejilla de JeongIn, el cual le sonrió amable a la par que volvían a la guarida.

BangMind les había dicho el plan a todos, mismo que se efectuaría el lunes ya que si lo hacían el miércoles podrían fracasar ya que SAVAGEEZ estaría alerta.

Era domingo y todos estudiaban sus hojas al derecho y al revés. Si alguna cosa fallaba, todos se verían perjudicados. Mientras más alto el rango, más responsabilidad e importancia en el plan.

El padre de JeongIn lo dejó quedarse en la "casa de SeungMin". Sí, Yang se quedaría en la BangGang, pero antes de eso se bañó en su casa y se trajo ropa.

— ¿Estás seguro? —inquirió el líder.

— Sip. Cree que estoy con SeungMin, un amigo.

— Bueno, está bien.

Los demás miembros abandonaron la sala donde Chan escribía los planes y hacía reuniones, menos JeongIn –como cosa rara– porque sentía que no se distraería ahí.

— ¿Por qué sigues aquí? La reunión terminó —Chan le vio con ojos curiosos.

— Porque siempre me distraigo fácil...

— Hm... ¿Vas a aprenderte el plan?

— Sí, no quiero que algo salga mal.

Bang sonrió de lado y asintió. Seguidamente, juntó algunos papeles que tenía sueltos y empezó a separarlos por categoría. Con tantos papeles parecía más un empresario que el líder de una pandilla.

En ocasiones, dirigía su mirada a In y lo que veía le parecía de lo más adorable; JeongIn leyendo el papel mientras murmuraba, su ceño fruncido y su boca entreabierta.

— Deberías ir con PlayerBin, así ensayan juntos —le recomendó el mayor.

— ¿Te molesta que esté aquí? —preguntó Yang ante la constante insistencia del castaño, ladeando un poco su cabeza.

«Sí, porque me dan ganas de besarte otra vez» pensaba el líder pero rápidamente negó con la cabeza.

— Tengo una duda —JeongIn se levantó de su asiento, acercándose a Chan e inclinándose un poco mientras le enseñaba el papel con su parte del plan—. Al final... ¿Manzanita será "nuestro amigo" para manipular?

— Sí, PlayerBin lo convencerá. Van a fingir que escaparon de aquí con Manzanita.

— ¿Pero no dudarán? Digo... Estaremos intactos y Manzanita está golpeado.

— Mhm...

A Bang Chan le dio una crisis existencial; cerebro en blanco, ojos mirando a la nada y boca entreabierta.

Yang únicamente se quedó esperando una respuesta de su líder al tiempo que tarareaba una canción, más específicamente la de "Estrellita".

— Tienes razón, debemos... Ah, pero JeongIn, tomando en cuenta eso deberíamos golpearlos.

— No no, puede ser maquillaje, ¿no?

— Estamos hablando de unos gángters, lo que más sabes es como se ven los golpes.

El menor tragó saliva y el mayor le miró detenidamente, admirando la piel suave, semejante al terciopelo, de JeongIn.

Muy lindo para ser golpeado.

— No, no lo haremos. Si algo falla y no les creen, HitJin atacará inmediatamente —indicó el líder.

— Gracias... —e In murmuró.

Chan le acarició una mejilla y JeongIn lo miró, habiendo sido tomado por sorpresa; sus ojitos demostraban confusión pero a la vez una mirada tan profunda, que el otro solo retiró su mano lentamente.

Cada vez que sucedía eso, se sentía igual a cuando se besaron por primera vez, y era... Extraño. Muy extraño.

— ¿Tengo la piel suave? —JeongIn interrumpió sus pensamientos, sonriendo con travesura.

— Ujum, como la de un bebé.

In abrió su boca sorprendido. — ¿Me acabas de llamar bebé?

El líder lo miró desafiante. — Sí, eso mismo hice.

El pelinegro iba a decir algo, pero Bang le puso un dedo índice sobre los labios y decidió no decir nada.

— Los bebes no están en gangs ni fuman... —aunque su silencio duró poco tiempo cuando ya se encontraba diciendo eso, con un timbre egocéntrico.

— Tienes razón, fuera de aquí.

El mayor le dedicó una mirada burlesca mientras que JeongIn hacia una mueca de indignación.

— ¡No soy un bebé! —chilló—. Tú eres el bebé.

Y Bang rió de forma falsa. — ¿Y por qué?

— Porque... —el otro se levantó y JeongIn, pese a que era un poco más alto, se sintió intimidado.

— ¿Y?

— Nada...

Chan se carcajeó sonoramente y el hacker lo empujó con una sonrisa. Entonces, el mayor no se quedó atrás e hizo lo mismo.

Pero no midió su fuerza y terminó tirando al menor.

— Débil —sonrió, tomándole del brazo y levantándolo de un solo jalón.

— Bruto —volvió a empujarlo antes de empezar a correr por la habitación.

— ¡Ven acá!

Ambos sonreían mientras corrían. Menos mal que JeongIn se quedó a ahí porque "no quería distraerse". Chan logró atraparlo y el menor soltó un pequeño grito seguido de una risa cuando su contrario comenzó a hacerle cosquillas.

— ¡No, no, Chan, no! —intentaba soltarse de los fuertes brazos de Bang, en vano.

— ¿A quién le decías bebé, huh?

— A... —JeongIn no podía dejar de reírse—... na-nadie...

El castaño se detuvo pero dejó sus manos posadas en la cintura de In, quien trataba de recuperarse de las cosquillas recién hechas.

Se quedaron mirando unos segundos, con la atmósfera algo tensa entre ambos; Chan miraba de vez en vez los labios de JeongIn, y este no apartaba sus ojos de los profundos y hermosos ojos azulados de su líder. Estaban en su propio mundo, uno que habían creado sin ningún tipo de intención, callados, sin saber qué hacer.

Hasta que...

— A la mierda.

Después de que Chan dijese eso, comenzó a besarlo. JeongIn había sido agarrado tan fuera de base, que no sabía si corresponder o alejarse, lo abrupto que resultó siendo todo lo acabó dejando, literalmente, congelado.

— ¿Q-qué hiciste...? —preguntó cuándo por fin reaccionó y separó sus labios del australiano.

— Seguir lo que tú comenzaste.

— ¿Eh?

— ¿En serio no te acuerdas? —Bang suspiró—. El día de la fiesta, cuando te emborrachaste... Fuiste a mi habitación y me besaste.

El menor no podía creer lo que el líder le decía, y tampoco sabía qué hacer con exactitud cuando el mayor volvió a juntar sus labios, en un beso que, esta vez, comenzó más lento. Correspondió de a poco, solo dejándose llevar, posando sus manos en el pecho del otro.

Siguieron besándose. Chan le agarró por los muslos y le llevó a la mesa, acostándola en ella. Los papeles se dispersaron un poco pero eso no detuvo a los chicos.

— Chan... —JeongIn se alejó, para tomar aire y para acotar cierto dato...—. La... La regla número tres.

— No pasa nada, no estamos enamorados, solo nos estamos besando.

El mayor continuó besándolo pero el menor ya no correspondía puesto se sentía realmente mal por la respuesta que había recibido del otro, así que lo empujó hasta quedar sentado en la mesa.

— ¿Se puede hacer eso? —cuestionó con el ceño fruncido y el pecho agitado.

— La regla es clara —Bang aclaró su garganta—. No enamorarse. Tampoco sería correcto relacionarse de esta manera, pero mientras no haya emociones reales-

— ¿Pero eso no es malo? Si dos personas no se aman... ¿Por qué se besarían?

— Es solo atracción, ¿o acaso yo te gusto?

El corazón de In pareció acelerarse, desenfrenado como un cabello de carreras. Sus manos se sintieron calientes al igual que sus mejillas y orejas.

— No... —dijo Yang, con un tono inseguro—. ¿Yo te gusto?

Chan tragó saliva, sintiendo su estómago apretado en un nudo. Su mirada trataba de no cruzarse con la ajena.

— No.

Ambos percibieron un sabor amargo en sus paladares por las respuestas; JeongIn se sentía un poco enojado y decepcionado, y Chan un poco desanimado. Yang, de la nada, agarró al mayor de la camiseta y juntó sus labios con los de Bang.

Empezaron a besarse una vez más, con el australiano tomando de la cintura al coreano. Sus lenguas hicieron acto de presencia y no tardaron en tocarse, primero tímidos y después ansiosos, iniciando algún tipo de apasionada batalla que le sacaba suspiros y jadeos a los dos.

De vez en cuando se mordían los labios y se miraban fijamente, solo para volver a fundirse en el otro. Estaban perdidos, deseando que ese momento durara para siempre.

Se distanciaron el uno del otro apenas oyeron la puerta siendo tocada. El menor se limpió los labios con la manga de su suéter y el mayor se relamió los labios mientras iba a abrir.

— ¿Qué pasó? —vio a ChangBin con su típico inexpresivo rostro.

— Manzanita dijo que iba a colaborar con la condición de dejarlo ir —contestó el más bajo, con una pequeña sonrisa.

— Ya veo. Dile que se irá después de todo.

PlayerBin preguntó –sin emitir sonido– "¿En serio?" Y BangMind negó con la cabeza.

— Aprendan bien su plan, nada puede salir mal.

El manipulador asintió y se fue, dispuesto a seguir aprendiendo su plan al igual que todos los demás. Chan iba a cerrar la puerta, sino fuera porque HitJin entró rápidamente y tomó al menor de la gang en brazos.

— ¿Vamos a practicar, pequeño bro? —sonrió encantadoramente.

Escucharon un crujido y al ver al frente, presenciaron a BangMind agarrando la puerta con fuerza. El menor de ahí sonrió de lado disimuladamente y abrazó a HyunJin por los hombros.

— ¡Vamos a practicar!

Chan frunció el ceño «Maldito mocoso» pensó a la vez que se cruzaba de brazos.

Los dos discípulos se empezaron a ir de la sala y, cuando cruzaron la puerta, JeongIn le sacó la lengua a su líder el cual negó con la cabeza, sonriendo de lado.

— Hey, pequeño bro... ¿Quieres que te diga algo?

— Puedes decirme lo que sea.

— Cierra los ojos.

El menor se confundió pero igual hizo caso, cerrando sus ojos.

— ¿Qué ves, bro?

— Nada.

— Ese es mi mundo sin ti bro.

JeongIn abrió los ojos sorprendido mientras la risa escandalosa de HyunJin resonaba en la casa. ChangBin también empezó a reírse y JiSung y Felix estaban serios leyendo su plan.

— Hablando en serio, ¿alguien aquí es hetero?

— Yo —contestó Felix con su voz unos tonos más grave.

Todo fue puro silencio, hasta que múltiples carcajadas empezaron a sonar. Incluso se escuchaba la risa de Chan desde su cuarto.

— ¿De qué se ríen? —el pecoso frunció su ceño.

— Nada, nada —JiSung rodó los ojos.

— Tu eres el rey de los gais.

— Gracias, lo sé —Han le guiñó un ojo.

Los chicos tenían una sonrisa en el rostro. Manzanita, que estaba atado en la silla durmiendo, se despertó por las risas, obviamente no estuvo todas esas horas así; lo habían desatado para que fuera al baño y para comer, siempre teniendo una estricta vigilancia.

— Ugh... —se quejó por su labio, el cual estaba rojo y mirado por lo golpes que había recibido. Un poco de sangre seca ensuciaba su mentón.

Todos borraron sus sonrisas, menos Felix ya que, para empezar, él nunca había sonreído. JongHo vio como todos leían un papel.

— ¿Qué es eso?

— Qué te importa, silencio —le regañó HanShot.

— Que carácter...

El rubio se levantó y se fue afuera a practicar su tiro mientras que LixBoom iba a practicar con sus armas blancas.

HitJin se quedó un rato más con HackerIn hasta que fue el momento de ir a practicar sus golpes con sus sacos. Todos hacían las prácticas fuera de la guarida.

— Agh, sigo pensando que esto está mal. Ya vuelvo —el manipulador estrella se levantó y fue a la habitación donde estaba BangMind.

JeongIn miraba ocasionalmente a Manzanita, quien estaba aburrido y adolorido, pero más la primera que la segunda.

— ¿Qué lees? —preguntó Choi a Yang.

— Una cosa importante.

In ya podía sentir como venían todos sus mayores a darle una cachetada por hablar con el secuestrado.

Pero, afortunadamente, nadie podía saber lo que hacía.

— Gracias por responder.

— ¿De nada?

— Es que tantas horas en silencio... No se, me estaban matando.

— ¿Por qué hablas con la persona que te delató? —Yang se sentía la octava maravilla por haber hecho eso, un genio.

— ¿Eh? ¿Fuiste tú?

— Sí, venía y los vi. Mande un mensaje y por eso pudieron defenderse.

— Mmh... Que astuto.

— Gracias —sonrió orgulloso.

— ¿Por qué estás aquí? Te ves muy niño bueno.

— ¿Disculpa? ¿Acaso no has visto tu cara? Es la típica de un bebé... Bueno, quitando los golpes.

— Hey —frunció el ceño de forma un poco adorable.

Los dos menores empezaron a hablar un poco sobre cómo y por qué entraron a esto de las gangs. De hecho, tenían historias similares; falta de atención familiar, necesidad de adrenalina y fase de rebeldía.

— ¿Sabes? Es raro hablar así con la persona que hizo esto... Pero supongo que es mejor que estar en silencio.

— Entiendo... Creo.

— Tu... Tu amigo pega fuerte.

— ¿Quién? ¿HitJin? Sí... Es muy fuerte. Cuando me hizo la novatada me dejó tres moretones y ni siquiera habíamos peleado un minuto —rió luego de contar eso.

JongHo rió junto a él y posteriormente pasó saliva.

— Oye, ¿podrías... Traerme agua? Es que tengo sed.

— Ah... No sé si tengo permitido hacer eso.

— Oh, está bien... —Manzanita bajó la mirada al piso, exhalando desganado—. No importa.

JeongIn miró a los lados y afirmó, se levantó y fue hacia la cocina donde llenó un vaso con agua y, seguidamente, se lo entregó al secuestrado.

Como JongHo estaba atado, JeongIn tuvo que dárselo en la boca con cuidado. Una vez bebió todo, In alejó el vaso de su boca.

— Gracias...

— No es nada —le sonrió.

— ¡HackerIn! Vamos a ensayar.

Cierto, debía concentrarse.

Era el día, el ansiado día. Temprano en la mañana, todos estaban nerviosos. BangMind tenía una ametralladora Heckler & Koch HK21 –obviamente, robada–, HanShot decidió llevar dos glock 9mm, LixBoom su bate con claves, HitJin se estuvo lavando los puños todo el día y PlayerBin practicaba su llanto frente a un espejo.

JeongIn... Bueno, únicamente estaba esperando a que le dijeran que hacer.

— Vamos —el líder indicó.

— ¿Ahora, ya?

— Sí, ya todos saben qué hacer. Vámonos.

Todos entraron al auto y BangMind empezó a andar. Dejó a JongHo, JeongIn y ChangBin más atrás que los demás para que no fuera tan obvio.

Empezaron a caminar hasta llegar a una gran casa abandonada, se veía desgastada y muy maltratada.

— ¿Es aquí?

Choi asintió. El iba con cada brazo alrededor de los hombros de los de la BangGang. ChangBin tenía una navaja en su mano, tocando la espalda de JongHo pero sin perforarlo.

— Hablas, te mueres —masculló.

Llegaron a la puerta y los chicos estaban nerviosos. PlayerBin empezó a lagrimear y sollozar con autenticidad mientras que HackerIn intentaba hacer lo mismo. HitJin y LixBoom ya estaban subidos en el techo, esperando a que JeongIn le dijera la cantidad de miembros mediante guiños.

Les abrieron tres chicos. De inmediato, JeongIn pudo identificar YeoSang allí. Como estaban tan afuera, los tres chicos tuvieron que salir un poco, quedando a la vista de HyunJin y Felix.

— ¿Qué demo-

— ¡Espera! —exclamó PlayerBin ya que uno de ellos, que identificó como YunHo, parecía alerta—. Somos... De la Ba-BangGang... Huimos con JongHo.

— ¿En serio? —YeoSang arqueó una ceja.

JeongIn guiñó tres veces, así que LixBoom levantó la mano y BangMind supo que era la señal para tirar la granada; lo hizo y al mismo tiempo HitJin y LixBoom se tiraron sobre el trío de chicos de la gang enemiga.

Justo en ese momento explotó la granada, dejando una gran entrada. Felix ni dudó un poco para cuando ya estaba estampado su bate en los cuerpos y rostros de los chicos, pero YeoSang se levantó y comenzó a pelear con HyunJin mientras YunHo y SeongHwa trataban de golpear a Felix.

ChangBin, al ver como golpearon a Felix, corrió y se subió a la espalda de YunHo, enterrando su navaja en la yugular del joven. Chorros de sangre salieron mientras el chico caía al suelo, sosteniéndose la herida en un inútil intento de detener el abundante flujo de esta misma.

HitJin y YeoSang seguían peleando y los menores solo miraban todo entre sorprendidos y horrorizados.

Chan había disparado hacia arriba para intentar que la casa cayera sobre los chicos que estaban sentados en el sofá. HanShot le disparó a dos que reconoció –por las forma que le mostró BangMind– como WooYoung y San, alias Shiber.

El líder y El Mickey alcanzaron a refugiarse y comenzaron a disparar. Chan y JiSung se escondieron detrás de unos muebles y también disparaban pero con más cálculo.

Felix, luego de unos brutales golpes, logró acabar con SeongHwa, dejándolo en el piso ensangrentado y sin ningún signo de vitalidad. HyunJin le dio una patada en el estómago a su oponente y aprovechó que se dobló para sujetarse el estómago para así tirarlo hacia adelante.

Lo demás fue trabajo de Felix, quien empezó a golpearlo sin piedad mientras veía como YeoSang comenzaba a escupir sangre.

JongHo estalló en lágrimas. Los demás entraron a la casa y JeongIn se quedó con Choi afuera.

— ¡Hijos de puta! —gritó HongJoong al mismo tiempo que disparaba hacia un estante, haciendo que la puerta cayera sobre LixBoom y se desmayara al instante.

HitJin arrastró a su compañero con ayuda de PlayerBin detrás de un sofá en tanto HanShot maldijo y tiró una de sus pistolas fuera de la guarida de SAVAGEEZ debido a que ya no tenía más balas. JeongIn la tomó y metió una bala que tenía en el bolsillo.

«Lleva una por si acaso» le había dicho JiSung.

Chan, al fin, logró matar a MinGi de un certero balazo en la cabeza, provocando que JongHo iniciaría un llanto más fuerte.

— ¡Mierda!

HongJoong sabía que no tenía oportunidad, por lo cual, de una forma muy ágil, logró patear una puerta y entrar. HanShot lo siguió pero, al abrir la puerta, se dio cuenta de que el líder había escapado por una gran ventana.

Insultó en todos los idiomas habiados y por haber antes de volver con su equipo, notándolos a todos agotados y heridos. ChangBin tenía recostado al todavía inconsciente Lix en sus piernas, dándole un par de caricias en su melena.

— HackerIn, mátalo —le ordenó el sub-líder al nombrado a la par que se acostaba lentamente en el piso. Recién se daba cuenta de un disparo en su pierna derecha—. ¿Otra vez? Que dejavú.

— D-dijeron que podía irme si los ayudaba —recordó el pequeño de la gang que habían aniquilado casi por completo. Las lágrimas empapaban todo su rostro—. Me lo prometieron... Yo... Yo prometo no decir nada y jamás entrar a una gang otra vez...

— Pff, ¿y les crees a unos gángters? HackerIn, MÁTALO.

JeongIn vio la pistola que había recargado con la bala en caso de necesitarla y después dirigió sus ojos a JongHo, quien no paraba de llorar mientras negaba, desesperado.

— Por favor... No lo hagas —rogó en un hilo de voz.

Mientras JiSung lo apresuraba, Chan fue rápidamente al auto para buscar el botiquín y volver. Al llegar, JeongIn aún no había asesinado al apedillado Choi. Empezó a curar la pierna de HanShot lentamente.

— ¡Mátalo!

— ¡No! Por favor, no lo hagas, te lo suplico...

JongHo lloriqueaba a gritos y se arrodilló frente a In, abrazándolo por el tórax.

— Por favor, por favor... No lo hagas.

Yang le hizo levantarse cuando sujetó su brazo y tiró hacia arriba. No podía dejar de verle, directo a los ojos, y tragó saliva.

— ¿¡Qué mierda esperas!? Mejor dame la pistola, lo ha-

No pudo terminar de hablar porque JeongIn había empujado a JongHo y este, murmurando un montón de gracias, salió corriendo a toda velocidad.

Todos sus compañeros lo miraron impactados. JiSung iba a pararse pero no pudo por la herida en su pierna.

LixBoom, quien había despertado hace un minuto, vio lo que hizo el menor y, alterado, se levantó entre tambaleos para darle un fuerte puñetazo que causó la caída del menor al suelo.

— ¡Cabrón, debías matarlo, maldito inútil!

— Hey, cálmate —HitJin frunció el ceño y se acercó para alejar a LixBoom de HackerIn.

HanShot tomó su pistola y se lanzó, impactando con la cara de JeongIn que sollozó por el dolor. PlayerBin se dedicó a nada más ver a BangMind, mismo que se levantó y aproximó a Yang.

— ¡Ni te atrevas a ser suave con él! —reclamó el rubio, furioso—. Tú puedes ser el líder y todo lo que quieras, pero yo soy el sub-líder y tengo influencia también. Ese estúpido va a obtener lo que se merece aunque sea lo último que haga.

Bang Chan no contestó, lo único que hizo fue tomar de la camiseta a JeongIn para levantarlo, visualizando su maltratado estado; su mejilla estaba teñida por un rojizo carmesí y tenía una cortada arriba de la ceja por la pistola, ya que ésta había impagado con mucha fuerza. La sangre caía por un costado de su rostro.

— ¿Qué hiciste? —cuestionó, serio.

— Y-yo... Se veía muy asustado y... No podía.

— ¿Entonces qué diablos haces aquí? Te advertí las cosas que pasarían, que tendrías que matar.

— Pero JongHo no se veía como alguien malo, no pude.

— Vámonos a la guarida.

Todos empezaron a caminar hacia el auto, subieron en silencio. El más joven de la gang iba cabizbajo y ChangBin le daba leves caricias en el hombro al igual que HyunJin. Felix lo miraba fulminante y JiSung parecía querer matarlo en cualquier momento.

No sabía por qué había sido tan imbécil, ahora, por ayudar a JongHo, probablemente él sufriría terribles consecuencias.

Y quién sabe que le harían al llegar a la guarida.

Te lo dije, idiota, debías quedarte en tu maldita casa. Por querer un poco de adrenalina, arruinarás tu vida.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top