✘ Capítulo VII. ✘
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Esto se está poniendo muy intenso
pero aún así, adoro sentir la adrenalina.
Sé que posiblemente habrán muertos,
y eso, la verdad, poco me tranquiliza.
No conozco lo que nos espera
no se lo que pasará
lo único que sé, es que aún no si me advirtieran
contigo quiero estar.
No olvides las reglas
se hicieron por algo.
Puede provocar un caos si llegar a romperlas.
Puedes causar mucho daño.
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JeongIn se sentía extraño.
Pensó que le darían un fuerte regaño y lo castigarían, pero en vez de eso, su madre no le hablaba para nada -algo que no era realmente nuevo- y su padre...
Jamás lo había visto así. No lo castigó, no le gritó, no hizo nada.
Después de haber llorado y discutido con su pareja por el comportamiento de su hijo, no había hablado y aquello era raro viniendo de él.
Ahora estaban sentados alrededor de la mesa. Era un nublado sábado, el señor Yang les dio el desayuno a su pareja y a su primogénito.
- ¿Y tú? -preguntó la mujer de forma cortante.
- No quiero -contestó casi en un susurro.
Luego de eso, se fue a la habitación de la pareja. La señora Yang miraba acusadoramente a su hijo, quien parecía incómodo por la situación.
Desayunaron en total silencio; JeongIn comía de a poco ya que no tenía mucho apetito.
- Me voy a trabajar -dijo la mujer al ver la hora.
- Bueno.
La mayor abandonó la casa apresuradamente, quedando solo los hombres en el hogar. El papá de JeongIn llamó a su hijo.
- ¿Qué sucede? -preguntó apenas llegó a la habitación. Ese tipo de situaciones era las que más evadía.
- Ven, siéntate -invitó el padre, palmeando un costado la cama.
El menor hizo caso y su progenitor lo miró fijamente.
- ¿Cómo te sientes, hijo? ¿Te pasa algo?
- Bien y no.
- JeongIn, ¿por qué cambiaste tanto? ¿En qué me equivoqué?
Yang hijo apretó sus labios entre sí.
Mamá nunca está en casa. Estás ocupado todo el día. No tengo muchos amigos. A mis compañeros no les agrado. Mis profesores me odian. Todos creen que soy un tonto.
- En nada, deja de exagerar.
El adulto suspiró.
- Es que ya no sé qué hacer, JeongIn. Te doy espacio, no quieres, te doy atención, tampoco.
- ¿Cuándo me han dado atención? Mamá jamás está aquí, a faltado a todos y cada uno de mis eventos importantes, y tú igual porque siempre estás ocupado limpiando, cocinando, ordenando-
- Pero siempre encuentro un tiempito para hablarte y no es mi culpa, JeongIn. Sino hago yo todo eso, nadie lo va a hacer. Tu mamá trabaja muy duro para mantener esta casa, deberías estar agradecido.
- Ajá... ¿Ya acabaste el mismo discurso de siempre? -el chico apartó la mirada, desinteresado.
- Te quiero hijo, de verdad te quiero.
- Mmh.
El señor Yang le dio un abrazo a su primogénito, pero el adolescente no le devolvió este, solo se cruzó de brazos.
- Tengo que irme -quiso salir de tan, para él, incómoda escena.
- ¿Tan temprano? -su papá se alejó un poco, dejando sus manos en los hombros de In-. ¿A dónde? ¿Cuando llegarás?
- Sí, a un compromiso. No sé, temprano, a las ocho.
- ... Esta bien, JeongIn, ¿necesitas dinero?
- Sí, no mucho.
Su padre se separó del todo para sacar su billetera y darle tres mil wones.
- Ve con cuidado y por favor, contesta tu teléfono.
El mayor depositó un beso en la frente de su hijo, quien nada más se levantó y fue a buscar sus cosas para ir a la BangGang. Su abrigo Carhartt y su bandana, escondida en su bolsillo.
Tomó un consejo que le dio HitJin y camino a la BangGang compró un cubrebocas negro con el dinero que le habían dado. Se lo puso inmediatamente y empezó a caminar.
Como hoy no era día de escuela, Chan no vendría a buscarlo. Así que caminó con calma pues eran las tres de la tarde.
Cuando ya iba llegando, se detuvo en seco al ver a YeoSang y otros dos chicos rodeando la guarida. Rápidamente se escondió y sacó su teléfono.
BG
Hay chico fuera de la casa!
Tienen armas!!
3:37 P.M.
¿Qué?
3:37 P.M
Solo escóndanse!!
3:37 P.M.
JeongIn se quedó ahí, esperando a ver qué pasaría. Traía una navaja en su bolsillo como le había recomendando LixBoom que, por cierto, justo ahora salía por una puerta trasera junto a HanShot, con el pelirrojo llevando un bate con clavos y el rubio dos pistolas.
Visualizaron a la distancia a JeongIn y le hiciesen una seña para saber si estaban los chicos.
Levantó tres dedos y apuntó a la entrada.
- Son tres. Tu distráelos e intenta golpear a alguno, yo dispararé por el otro lado -susurró Han a Felix, quien asintió en acuerdo.
Fueron caminando lentamente y sin hacer casi ruido hacia los chicos, los cuales trataban de derribar la puerta principal. LixBoom saltó sorpresivamente y golpeó a uno en la cara, haciendo que el otro armado se sobresaltase e intentase disparar, pero el pecoso esquivó fácilmente el ataque.
HanShot salió por detrás, disparándole en el hombro. YeoSang le tomó la mano al recién herido y empezaron a correr. JiSung les dio dos disparos más; uno en la pierna del desconocido y el otro en la mano de YeoSang.
- ¡Y cómo vuelvan les vuelo la cabeza! -bramó el rubio.
- ¿Qué hacemos con este? -Lee tocó al muchacho con el bate-. Aún no está muerto...
- ¡HanShot! ¡LixBoom! -se escuchó el grito de JeongIn a la lejanía.
Cuando el par alzó la mirada, se percataron de que el menor venía corriendo con el celular en la mano. Su cubrebocas estaba en su bolsillo y en su lugar tenía puesta la bandana, por si lo confundían.
- Gracias, enano, lo hiciste bien.
JiSung le revolvió el cabello y JeongIn sonrió, pero al ver el cuerpeo inmóvil, se quedó impactado.
- ¿Está muerto?
- Nah. Ayúdame a meterlo adentro -indicó Lix, tomándole de los brazos.
- Ni modo que afuera -In bromeó pero al ver la cara del pelirrojo, se apresuró a tomar los pies del inconsciente.
HanShot abrió la puerta y los dos chicos llevaron tan veloz cómo podían al desconocido adentro, tirándolo al piso. BangMind trajo una silla y HitJin tomó al muchacho para sentarlo en esta. Por último, PlayerBin lo ató con firmeza.
- ¿Será de SAVAGEEZ?
- No seas estúpido, In, es obvio que es de ahí -Felix lo miró con el ceño fruncido.
- Hey, no le hables así -Chan lo dedicó una mala mirada.
- ¿Pero cuál de los miembros? -HitJin interrumpió, de verdad curioso.
- No debe ser el líder -chistó HanShot, riendo un poco-. Es estúpido que dure tan poco.
- Debe ser uno cualquiera, de rango bajo.
- ¿Cómo HitJin?
- ¿Qué me dijiste, bro? -sus manos se volvieron puños.
- ¡Ya! -gritó, exasperado, el líder-. LixBoom, HanShot, vayan a vigilar que no venga nadie. HitJin, HackerIn, PlayerBin, quédense con el casi muerto y si despierta, me llaman.
El australiano mayor fue a la sala de reuniones y sacó unos papeles, inspeccionado todo a detalle.
El trío encargado de vigilar al "secuestrado", se alertaron cuando este empezó a moverse y balbucear.
- Mi cabeza... -parpadeó hasta que sus ojos se acostumbraron a la luz.
- ¿Quién eres? -le cuestionó ChangBin.
- ¿Eh?
El chico, al ver a las tres personas que, supuso, eran de la BangGang, sintió un miedo recorrerle la espalda.
- ¡Tu nombre! -le gritó de pronto el más pequeño -en altura- de ahí.
- Choi Jo-JongHo... -respondió en un hilo de voz. Tenía sangre goteándole de la cabeza.
- ¿Tienes algún nickname?
- "Manzanita" -el muchacho miraba con terror a sus captores.
- ¿Tu gang es SAVAGEEZ?
El chico asintió. JeongIn lo miraba con cierta compasión, sin poder evitarlo, el pobre se veía sumamente aterrorizado.
- Dinos todo su plan -exigió Seo.
- No, no puedo -se negó al tiempo que trataba de soltarse de la cuerda.
Yang se sorprendió en demasía cuando HyunJin le dio un puñetazo a JongHo, provocando que su mejilla se pusiese roja.
- Responde -le dijo seriamente.
Era raro para In verlos actuar así.
- ¡No puedo! -exclamó Choi.
Otro puñetazo le llegó, este sacándole un pequeño hilo de sangre.
- Ve a llamar a BangMind.
JeongIn hizo lo ordenado, yendo a la sala donde el mayor estaba dormido sobre sus papeles.
- Chan... -murmuró, tratando de llamarlo suavemente, pero resultó en nada-. Bang Chan -pronunció, en esta ocasión, alzando un poco más la voz-. ¡BangMind!
El mayor se levantó de golpe, viendo a todos lados.
- ¿Qué, qué?
- Despertó el chico... Es Manzanita de SAVAGEEZ, no quiere hablar.
El líder no dudó en ponerse de pie e ir directo a donde el muchacho, quien había comenzado a llorar a la vez que ChangBin le preguntaba y HyunJin lo golpeaba ocasionalmente.
- Basta -habló con voz autoritaria.
Ambos discípulos se alejaron y Chan se acercó al jovencito, que no dejaba de sollozar mientras su labio inferior, el cual estaba roto, comenzaba a sangrar.
- ¿Por qué lloras? ¿Acaso pensaste que esto no podía pasar?
- Mi-MinGi dijo que me protegería...
- Al parecer no les importas mucho.
- No... Ellos... Seguro piensan que estoy muerto... Volverán por mi, ¡y ustedes no tendrán oportunidad!
BangMind soltó una risita irónica para después tomar otra silla y sentarse frente al chico.
- ¿Por qué no haces esto más fácil? Te dejaremos ir si nos dices todo.
JeongIn iba a abrir la boca para protestar sobre ese plan pero HyunJin corrió a taparsela.
- Cállate, pequeño bro. BangMind sabe lo que hace -le susurró.
- No. Eight makes one team! -gritó JongHo al líder de la BangGang.
- Al parecer ahora son siete. Créeme niño, no volverán por ti. Al menos tú saldrás vivo si cooperas.
El rehén vio su propia sangre escurrida en el piso, por lo que tragó saliva y soltó más lágrimas.
- ¿Cuál es el plan de SAVAGEEZ?
- Los van a emboscar... El primo jueves, veníamos a ver el lugar y... Salió mal.
- ¿Cómo lo harán?
- Todos rodearán la casa menos uno... El líder. Él estrellará el auto contra la casa para entrar y luego dispararán...
- Muy bien -Chan se levantó, viendo a Hwang-. HitJin, limpia sus heridas.
- Sí, líder.
Era raro que HyunJin dijera una frase sin el "bro". Seguro, como estaba JongHo, debían actuar más rudos, ¿no? JeongIn miró como el otro pelinegro iba a buscar un botiquín con PlayerBin para limpiar las heridas de Manzanita. BangMind volvió al cuarto donde estaba antes y HackerIn lo siguió.
- ¿Va a entrar a la gang? -fue lo primero que dijo después de cerrar la puerta tras él.
- ¿Estás loco? -Chan frunció su ceño.
- ¿Entonces solo lo dejarás ir después?
- Yo sé lo que hago. Tú dedícate a hacer tu trabajo.
JeongIn se acercó a su superior, y se quedó de pies a su lado mientras el otro escribía una especie de plan con, incluso, información gráfica.
- ¿Quieres ver? -preguntó el mayor al menor.
- Sí, para entender.
Sin indicios de nada, Bang lo tomó de la cintura y lo sentó en su regazo, dejando muy atónito a JeongIn. Sin embargo, el chico no dijo nada, solo tragó saliva antes de acomodarse un poco para ver mejor las hojas.
- Mira, aquí tengo el plan -apuntó el líder-. Estas hojas se las doy a cada uno, remarcando lo que ellos deben hacer.
- Oh, ¿cuál es la mía?
- Esta -le dio una de las hojas a su discípulo-. Tuve que cambiar un poco el plan porque ahora tenemos a Manzanita.
In leyó con cuidado todo; debía ir con JongHo y PlayerBin a intentar persuadir a los miembros, diciéndoles que se escaparon con Choi. Tendrían que convencer a Manzanita en el camino para que se quedase callado.
Una vez que los miembros se la creyeran, dejarían de estar alerta. Él tendría que decirles la cantidad de miembros que les abrieron a LixBoom y HitJin. Seguido a aquello, solo deberían hacer todo lo que sus superiores digan.
- ¿Y qué pasará después de eso? -indagó el curioso JeongIn, mirando a BangMind.
- Eso ya es cosa de LixBoom y HitJin -contestó, palmeando suavemente la pierna ajena.
- Ya veo... ¿Puedo ver tu plan?
- Luego les diré el plan a todos.
- Pero quiero saber...
Bang Chan negó con la cabeza y JeongIn hizo un pequeño y tierno puchero.
- Bueno, ya.
Chan le enseñó una hoja. Yang sonrió triunfante. Según lo escrito, el castaño debía ir con el auto y entrar por detrás con HanShot, lo iba a poner como francotirador pero debido a la estructura de la guarida de SAVAGEEZ, no serviría de nada.
Y sí, Bang ya había ido a ver la edificación de sus enemigos, solo que lo hizo más sigilosamente y ni siquiera lo notaron.
- Wow... Pero, ¿y si hay guardias en la entrada de atrás?
- No entraremos literalmente, lanzaremos una granada de mano.
- ¿Qué? ¿Una gra-granada? ¿De dónde sacaremos eso?
- El padre de JiSung tiene una como recuerdo, ya sabes, lo del servicio militar. Se la robará a él. Es una granada de fragmentación MG7, tiene una zona de muerte de cinco metros de radio.
JeongIn arrugó su entrecejo. - ¿Eso no nos daría?
- Claro que no, tonto. La guarida de ellos es más ancha, por así decirlo, a ustedes no les hará nada.
Se quedaron en silencio, mirando incómodamente los papeles sobre la mesa. Chan, entonces, empezó a escribir, pasando un brazo por la cintura de JeongIn. El azabache lo miraba con atención.
- ¿Te regañaron? Digo, por lo de la borrachera -inició tema el líder.
- No... O sea, sí, pero no estoy castigado. Mi padre solo me dijo que estaba decepcionado y no me habló mucho.
- ¿Todavía no recuerdas nada?
Chan pasó saliva luego de hacer esa pregunta y JeongIn no tuvo que pensarlo demasiado antes de negar y, acción siguiente, acostar su cabeza en el escritorio.
- Siéntate bien.
- Estoy cansado...
Bang no aguantó una risita. - ¿Tú? ¿De qué?
- ¿De existir? -rió.
El mayor puso los ojos en blanco y por alguna razón, cuando escuchó la puerta siendo abierta, su única neurona hizo lo primero que se le ocurrió; empujar a JeongIn a un lado y pararse.
- BangMind, ya le- -el manipulador estrella del grupo se quedó en completo silencio mientras veía la escena-. Suficiente.
- ¿Qué cosa? -cuestionó el menor, parándose y sobándose su adolorido trasero.
- Ahora mismo me explicaran que se traen ustedes dos -les señaló con su acusador dedo índice-. BangMind, el frío líder amante de las reglas andando de cariñoso con el nuevecito. ¿Qué raro, no?
- Estás equivocado en lo que sospechas -se adelantó a responder el mayor de ahí-. Y ni te atrevas a ponerme en duda.
- Entonces en este preciso instante iré a follar con Felix, total, tú puedes darle todo el amor del mundo al niñato este, ¿no es así? -su expresión se volvió más enojada.
JeongIn estaba confundido. ¿Por qué Bin actuaba así? A lo más lo habría mirado de forma pervertida o habría hecho un chiste de doble sentido, pero esta actitud... Sin duda era algo muy inesperado.
- Es tu vida sexual, no me importa. La regla es clara; Prohibido enamorarse de uno de los miembros. Aparte, no soy idiota, es obvio que ustedes ya han tenido.
- No, no hemos tenido nada de nada, ¡pero es injusto! ¿Por qué tú puedes-
- ¡JeongIn y yo no hemos hecho nada! -vociferó ya harto Bang Chan, asustando a los dos más jóvenes-. Es el nuevo y mi deber como líder es orientarlo, y si tienes algún problema con eso, pues que lástima, te lo aguantas.
A ChangBin no le quedó más que suspirar, viendo suelo con el cuerpo medio tenso.
- Solo me pareció raro y más cuando el día de la fiesta los vi entrar a tu cuarto y luego saliste solo tú.
- Quise golpearlo, era mi primera borrachera y... -In rascó su nuca-. No salió muy bien.
- Ya veo... Perdón BangMind por-
- Ya vete de aquí.
PlayerBin asintió y salió del cuarto. Chan vio al hacker y le apuntó la puerta con una mirada fúrica a la que JeongIn acató enseguida, corriendo para salir por miedo a que le ocurriera algo.
- Regla número tres, regla número tres, regla número tres. Prohibido enamorarse de uno de los miembros -se repitió el líder en voz baja, dando vueltas por toda la habitación con las manos en jalando de su melena debido al estrés que le provocaba tal situación.
ChangBin, por otro lado, salió fuera de la guarida. HanShot y LixBoom ya habían entrado cuando se aseguraron de que no volverían. El discípulo menor fue detrás del manipulador, viéndole caminar hacia un gran tronco cortado donde tomó asiento.
- Eh... ChangBin.
- ¿Qué quieres? -el susodicho se abrazó a sí mismo, sin ver a quién le había seguido.
- ¿Qué te sucede? -se situó a un lado de Seo-. ¿Por qué actuaste así allí dentro?
- Es... Común. Pasa a menudo, unas semanas estoy muy feliz y como si nada, y otras solo quiero morirme. No sé. Perdón si fui grosero.
- No lo entiendo la verdad, pero si necesitas ayuda... Quizá sirva de algo.
Bin le miró, teniendo una expresión dolida. No parecía él.
- ¿Sabes guardar un secreto?
- Yo-
- No me interesa, lo diré de todos modos -boqueó-. Necesito contarle a alguien y espero que no andes de chismoso o juro que te rajo las cuerdas bucales.
JeongIn se quedó un poco tenso pero asintió y abrazó de costadito a su mayor, quien apoyó la cabeza en su hombro.
- Yo... -el labio inferior de ChangBin empezó a temblar un poco.
- Tranquilo, no tienes que apresurarte. Tenemos muchísimo tiempo -le dio la mano con intención de tranquilizarlo.
Pero Seo se la apretó con demasiada fuerza mientras parecía ponerse más ansioso.
- Me siento tan asqueroso -al fin soltó.
- ¿Por qué?
- He besado a tantos chicos, me he acostado con tantos...
- Pero... ¿Lo haces por qué BangMind te obliga?
- No.
El de baja estatura se acurrucó en su menor, buscando calor y un poco de protección al sentirse tan descubierto emocionalmente. Yang no dudó ni un segundo en darle lo que quería y necesitaba, propiciándole de caricias en la mano para que se relajase.
- Igual... No es malo si te protegiste, claro... Eh... Es tu vida sexual, no debería ser malo tenerla activa.
- Es que yo no quiero. No sé por qué lo hago, solo... Veo a un chico, siento que me gusta y me acuesto con él.
- ¿No quieres? ¿Lo haces por... Instinto? ¿Aburrimiento?
- No sé, pero me siento tan asqueroso, siento que... Solo sirvo para eso. Mi cuerpo está sucio, JeongIn, y... ¿Qué más da ensuciarlo más?
- No digas eso, tu vida vale mucho como cualquier otra persona y tu vida sexual no define nada.
- ¡No es solo eso!
In se quedó muy quiero, tratando de calmar a su mayor que había empezado a llorar.
- Yo... Estoy sucio de hace tiempo.
- ¿Qué quieres decir con eso?
ChangBin apretó un poco más la mano de JeongIn y sus lagrimas empezaron a caer sobre esta. Su labio no dejaba de temblar y en su pecho sentía una opresión tan fuerte, que le impedía respirar.
- Abusaron de mi... Cuando tenía quince.
El menor se quedó petrificado, sin saber qué decir o hacer. No sabía cómo reaccionar a eso pues así como la actitud agresiva de quién ahora consolaba, esa confesión era totalmente inesperada.
Déjalos, tu vida se irá a la basura si sigues. Basta, ¡para! Sé que quieres ayúdalos, pero eso te hará caer más profundo. VETE.
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