✘ Capítulo VI. ✘
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Música alta, muchos gritos
todo eso me deja aturdido.
Un vaso, dos, tres.
¿Por qué no me puedo detener?
Dicen que un ebrio no puede mentir
pero que de sus acciones sí se puede arrepentir.
Una explosión de sensaciones tuvo lugar en mi.
Mi mente me advertía pero mi corazón seguía.
No lo quería detener
y ahora, las consecuencias he de reconocer.
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— Dímelo ahora... ¿Qué pasó anoche?
— Di-Dios tranquilízate. Saca la navaja y hablaré.
Felix, a regañadientes, alejó la navaja del cuello del menor y lo miró fijamente, esperando su respuesta.
— BangMind me pidió en la noche que fuera porque tenía algo que decirme, fui y me habló más sobre el plan contra SAVAGEEZ.
— ¿Y por qué dormiste en su cama?
— ¿Y tú cómo demonios sabes eso?
— Contactos, habla.
— Él me dejó dormir ahí, pero él durmió en el sofá.
Felix subió una ceja y asintió. Todavía no estaba completamente convencido pero guardó su navaja y dejó ir al menor, quien ahora sí fue al baño, corriendo. Una vez hechas sus necesidades, volvió con SeungMin.
— ¿Por qué me dejaste solo con ese chico? Trató de seducirme como veinte veces con todo tipo de métodos —contó un traumatizado Seung.
— Necesitaba liberar a los bomberos. Es su forma de hablar, es un buen chico —defendió JeongIn, sonriendo.
— Supongo...
El timbre sonó y volvieron a sus clases, las cuales fueron todas monótonas y aburridas para ambos amigos. Cuando la jornada escolar acabó, JeongIn estaba listo para irse a casa a dormir un día entero.
... Pero lo llamaron al psicólogo escolar antes de salir.
— Hola, JeongIn —sonrió el psicólogo al verlo.
— ¿Otra vez usted? Que molesto.
Se sentó de mala gana, cruzándose de brazos y mirando al mayor con el ceño fruncido.
— Sí, otra vez yo. Puedes decirme señor Kim... ¿Cómo has estado hoy?
— Genial.
— Según los maestros hoy has estado más tranquilo. ¿A qué se debe? —sonrió cálidamente.
— No sé.
El menor no podía esperar para irse de ahí e ir con Chan... Digo, ir a la BangGang.
— Mmh... ¿Con Bang?
— ¿¡Qué!? —exclamó, alterado.
— Que cómo vas —el profesional hizo una expresión interrogante—. ¿Por qué te alteraste?
— Ah... No, nada. Si se refiere a la escuela, voy para la mierda. ¿Algo más?
— ¿No te gustaría hablar sobre eso? Quizás podamos mejorar tu empeño escolar.
JeongIn viró los ojos y chasqueó la lengua.
— ¿Cuánto falta?
— Una hora y-
— Bueno, adiós.
Se levantó e hizo el ademán de irse, pero el psicólogo lo agarró delicadamente de la mano para que se quedara.
— Quédate, tal vez te haga bien.
— ¡Déjeme en paz! —se soltó de forma brusca e innecesaria.
— Bueno, si quieres hablar, puedes ven-
Antes de que el especialista pudiera continuar hablando, JeongIn salió de la habitación y caminó rápido hacia la salida.
No quería ayuda, no necesitaba ayuda ni hablar ni un psicólogo ni nada.
Solo necesitaba ver a Bang Chan.
Una vez llegó a la BangGang, se enteró de que la pareja se HanShot, MinHo, estaba ahí, y que Felix estaba molesto por alguna razón. Bueno, Felix siempre está molesto por todo.
— Hola... —suspiró, dejando su mochila en el piso.
— ¡Hey, pequeño bro! —HitJin de pronto hizo acto de presencia, sonriente como siempre lo es. Todo lo contrario a LixBoom—. Hoy haremos una fiesta, ¿te apuntas?
— ¿Fiesta? —la carita de In se vio tan sorprendida como emocionada.
Chan solo estaba sentado en el sofá, afilando un palo sepa Dios para qué. HyunJin asintió mientras que JiSung coqueteaba con MinHo y Felix jugaba con el pelo de ChangBin, aún molesto. El anterior mencionado estaba recostado del pecho del pelirrojo, tecleando constantemente el celular que se supone era de su propiedad pero de todos modos, la gang entera usaba como propio.
— Creo que hay cerveza —se cuestionó HyunJin a sí mismo.
— ¿Vamos y nos la chupamos? —Yang sugirió con una sonrisa.
— Bueno, pero luego nos tomamos las cervezas —el alto le guiñó un ojo.
JeongIn se avergonzó y se cubrió con el abrigo. Bang se mordió el labio inferior delicadamente al verlo; era una ternurita.
— Bien, escuchen, HanS- JiSung —el líder se aclaró la garganta, casi olvida que está el novio de HanShot ahí—, traerá algún parlante con MinHo. HyunJin las cervezas con JeongIn y ChangBin traerá vasos con Felix.
— ¿Y tú? —inquirió Lee coreano.
— Trataré de mantener la casa en pie. Ahora váyanse, quiero dormir.
— Pero acabo de llegaaaaar —se quejó el más joven de ahí.
— Mejor quédate bro, te ves cansado. Iré con ChangBin y Felix.
El pecoso le vio mal.
— ¿Y a ti quién te-
— ¡Perfecto! —sonrió Bin y se puso de pie—. Ya vámonos.
Los chicos se fueron –en el auto, no son tontos– y JeongIn se quedó solo con BangMind.
— ¿Y cómo- —al momento de darse vuelta, Chan estaba dormido. Incluso roncaba un poco—. ¿Es en serio?
El menor se acercó y se sentó a un lado suyo en el gran mueble, estirando luego sus pies.
— Estoy tan cansado... Quizás me duerma un rato.
En diez minutos, Yang ya estaba en el quinto sueño. Su cabeza apuntaba hacia arriba y su boca estaba levemente abierta. Chan abrió los ojos y lo vio. No tardó mucho en darse cuenta de que estaba totalmente dormido.
Tragó saliva antes de acercarlo más a él, haciendo que el menor recostase su cabeza en su hombro. Acto seguido, pasó su brazo por el hombro de JeongIn.
¿Por qué hizo todo eso? Ni él lo sabe.
Y así se quedaron dormidos por una hora más o menos, abrazados, compartiendo calor y totalmente en paz...
Hasta que los demás llegaron, haciendo tal ruido que JeongIn se asustó y se levantó.
... Posando su codo en la entrepierna de Chan.
— ¡Maldita sea! —exclamó el mayor, empujando a JeongIn.
— JeongIn... Corre —le recomendó ChangBin.
El pelinegro hizo lo indicado y salió corriendo en tanto su mayor trataba de pararse para golpearlo, aunque no tan fuerte.
JeongIn, como no es tonto, se ocultó tras HyunJin, quien se estaba riendo alegremente de todo.
— Esta vez la dejaré pasar, JeongIn... ¡Y ustedes sigan en lo suyo! ¿Qué se quedan mirando?
— ¿Por qué estaban así? —Seo tenía una sonrisa juguetona.
— Fue mi culpa quizás, me muevo mucho cuando duermo —se excusó el menor.
Todo quedó ahí. Empezaron a organizar la fiesta en un ambiente feliz, muy cargado de buenas vibras. Eran las siete y media de la noche y los padres de JeongIn ni lo habían llamado, no era la primera vez que pasaba.
En lo que estuvo todo listo, ya eran las ocho y veintitrés; la fiesta comenzó.
— ¡Amo esta canción! —exclamó Hwang, bailando muy exageradamente.
— ¡Yo igual! —MinHo se unió a bailar.
— Esta... Me la sé —Felix comenzó a bailar un tanto tosco al principio.
Los chicos empezaron a tomar cerveza, excepto JeongIn, MinHo y Chan. Los dos primeros porque por los momentos no les apetecía y el último porque, de plano, no quería.
— ¡Fancy youuuu! —Lee australiano, después de tomar un par se vasos más, estaba bailando más suelto.
Sus caderas se movían con fluidez, puede que demasiada. HyunJin y JeongIn también la bailaban eufóricos. MinHo bailaba un tanto avergonzado porque JiSung cantaba la canción al mismo tiempo que lo veía.
— Wow, la voz de JiSung es preciosa al cantar... —le comentó ChangBin a Chan, y el líder solo asintió.
Felix, al escuchar eso, le quitó el micrófono a Han y empezó a cantar él a la par que seguía bailando. No lo hacía para nada mal.
¿En serio esto era una gang?
JeongIn se animó y tomó un vaso de cerveza, al terminar de beber, se mareó un poco. Así es, el imprudente adolescente no había tomado jamás, solo alardeaba.
La música cambio a una más intensa pero Bang seguía sentado sin expresión de estar divirtiéndose, en lo absoluto.
— ¡Vamos, baila abuelo!
Chan se alzó, no para bailar sino para darle un buen derechazo a quien sea que haya dicho eso, pero cuando estuvo derecho algo sonó y volvió a sentarse.
— ¡Abuelo! —gritó HyunJin.
— Ahora sí.
Se levantó de nuevo y caminó hacia HitJin, pero en mitad de camino chocó con un acelerado JeongIn quien, sin decir nada, lo agarró para bailar.
— Don't you know I'm? —cantaban... Bueno, más bien gritaban el coro de Boss.
Chan se quedó quieto mientras que los demás danzaban, unos de manera exagerada y otros siguiendo la coreografía.
Cansado de aquello, el mayor sacó a JeongIn de ahí ya que el chico estaba tambaleándose un poco, pero al acercarlo a la mesa, Yang rápidamente fue a tomarse otro vaso con el alcohol que le tenía en semejante estado. Bang rodó sus orbes y decidió tomar uno también, pero a su ritmo.
— Ya vas como cinco vasos.
— Siete —corrigió el azabache, levantando con orgullo su séptimo vaso, vacío.
— Deberías parar.
— Shh...
JeongIn se acercó al otro y le puso su dedo índice en los labios. Chan, enseguida, se tensó, quedándose como de piedra sin saber qué hacer.
— ¿Por qué, Chan? —preguntó In, a balbuceos.
— ¿Por qué, qué? —pasó saliva con cierta dificultad puesto el menor seguía toqueteándole los labios.
— ¿Por qué me haces esto?
A pesar de todo, la sonrisa boba de Yang le daba cierta gracia a Bang, quien no detuvo la pequeña risa que de entre sus belfos salió. Entonces, JeongIn se mordió el labio inferior.
— ¡Me iré a dormir! —informó en una exclamativa el líder.
— ¡A nadie le importa!
— ¡Chicos, llegaron los demás!
De forma ansiosa, unos chicos de una gang amiga que se hacían llamar GOT.OK entraron. BangMind rodó los ojos al verlos a todos gritando como los propios locos mientras ingresaban y se fue directamente a su habitación, sin darse cuenta de que cierto individuo de poca edad le seguía a tambaleos.
El ruido que había aturdía un poco a JeongIn. Por suerte todos estaban tan concentrados en lo suyo que ni notaron que se había ido.
Cuando entró al cuarto de Chan, observó como el mismo se quitaba el abrigo que hasta hace poco cargaba, dejando a la vista unos bien ejercitados brazos. Cerró la puerta haciendo un estruendoso ruido por el cual el castaño se alertó y volteó.
— Oh, qué boniiito —balbuceó otra vez.
— ¿Qué haces aquí? Fuera.
— ¿Por qué haces eso? —hizo énfasis en la última o.
— ¿Hacer qué?
— Tratarme bien y luego, ¡bam! Ser frío, me lastimaaaass —precipitado, JeongIn se acercó al mayor para lanzarse encima de él.
Por suerte cayeron en la cama. Chan hizo el ademán de alejarlo de inmediato pero se heló al instante en el que Yang empezó a tocar sus labios otra vez.
— Son tan suaves...
— JeongIn...
— ¿Ya me vas a besar o qué? —el menor sonrió de forma traviesa.
Antes de que Bang lo tirase, como tenía planeado hacer, Yang estampó sus labios en un beso muy torpe gracias a la ebriedad que padecía su cuerpo.
Chan, al principio, quería apartarlo, pero no podía. Por más que JeongIn apestara a cerveza y estuviese siendo un poco tosco, hubo un... "Algo" que de verdad no sabía exactamente de qué manera describir; era como una explosión de fuegos artificiales, una sensación gratificante, pero también se sentía burbujeante, haciéndole cosquillas en el estómago.
Un sentir conocido, lejano, pero familiar. Distinto e idéntico a la vez.
No podía más, correspondió.
Su estilo de beso iba más al agresivo. Lo abrazaba de la cintura y apretaba la fisionomía ajena contra la propia, aumentando el calor en ambos de una forma que tal vez era inapropiada, pero digamos que desde que decidió seguir con esto no estaba pensando racional y lógicamente.
— Maldita sea... —insultó el mayor cuando tuvieron que separarse por la falta de aire.
— Ad-mi-te que me de-se-as —In aprovechó a burlarse un poco.
— Cállate.
— Con gusto.
JeongIn volvió a besarlo a la vez que Chan se sentaba en la cama y acomodaba a Jeong en su regazo. Estaba empezando a pensar con la cabeza incorrecta.
— Abre la boca —quería pedirlo, pero sonó más como una orden que como una petición.
Yang obedeció y Bang introdujo su lengua en la boca del otro. JeongIn no besaba con la misma pasión de Chan, muy posiblemente porque estaba ebrio. Se mordían los labios de vez en vez, eh, bueno, más bien Chan mordía los de JeongIn al tiempo que movía sus manos por toda la espalda del inexperto menor.
Los sonidos de chasquidos resonaban en la habitación. Tenían suerte de que la música y gritos de afuera eran tan fuertes que lo que efectuaban apenas era audible hasta para ellos mismos.
Estaban cegados, uno por el alcohol y otro por la lujuria y tentación. Se separaron una tercera vez, con una leve capa de sudor en sus frentes, sus pechos subiendo y bajando frenéticamente por sus agitadas respiraciones, y sus labios y lenguas ya doliendo de la intensa ronda de besos.
El castaño tiró la cabeza hacia arriba, mirando el techo y esperando a que JeongIn se repusiera para seguir.
Espera.... ¿Seguir qué?
Volvió a mirarlo y el menor se había dormido.
— Lo voy a matar —susurró frustrado el mayor.
Volvió a ver a In y se percató de que, verdaderamente, estaba hecho un desastre. Tenía el cabello desordenado y los labios rojizos e hinchados.
— Mierda, Christopher, ¿qué hiciste? Estas jodido —miró a su alrededor y lo único que se le ocurrió fue tirar a JeongIn a la cama y arroparlo.
Mentiría diciendo que el menor estaba muy borrachos y quiso pelear, así que lo acostó. Bien, ¿ahora cómo explicaría sus labios rojos?
— La bandana, la bandana... —se repitió, buscándola.
En cuanto la halló, se la puso para seguidamente colocarse nuevamente el abrigo, tapando otro tipo de evidencia incriminatoria. Salió afuera y como si nada se acostó en el sofá, nadie pareció notar su ausencia y agradeció eso.
Pero ChangBin lo miraba de forma rara.
JeongIn abrió los ojos y un agudo y punzante dolor apareció en su cabeza. Se llevó la mano a su frente y gimió por el dolor. Cuando sus ojos se fueron acostumbrando, puede ver con más claridad.
¿En la cama de BangMind, otra vez?
Los recuerdos de ayer eran confusos y borrosos. Recordaba la fiesta por supuesto, recordaba embriagarse y, luego de eso, no recuerda mucho.
¿Cómo fue que terminó ahí?
Se quiso parar pero no podía, el dolor en serio era demasiado. Nunca más volvería a tomar.
— ¡HyunJin!
Nada.
— ¡HYUNJIN!
Empezaron a oírse unos pasos y la puerta se abrió, dejando ver a su mayor con el cabello como un arbusto, su ropa hecho un desastre total y hasta se le podía notar la baba en la comisura de los labios, la cual limpió con una manga en tanto JeongIn reía por el estado de su amigo.
— ¿Qué pasa, pequeño bro?
— Me duele la cabeza.
— Eso no es nada, a mí me duele el culo y me estoy asustando —ambos se carcajearon—. Nah, me caí mientras bailábamos, ya te traigo algo para la cabeza.
Cuando se dio vuelta, In soltó una risotada a pesar de su dolor de cabeza. HyunJin tenía el pantalón bajado y se podía ver su bóxer floreado, también un poco bajado.
El mayor subió ambas cosas con una sonrisa y fue a buscarle lo dicho al menor, todo era un desastre; JiSung y MinHo no estaban y Hwang tenía auténtico miedo de descubrir dónde se hallaban. PlayerBin estaba abrazando una lámpara, LixBoom estaba durmiendo acostado en una mesa y BangMind se encontraba sentado en el sofá.
Fue directamente a la cocina y agarró un paracetamol y un vaso de agua no muy fría, volvió a la habitación de BangMind y, tomando asiento al lado de Yang, le tendió las cosas al menor el cual agradeció y tomó lo otorgado.
— ¿Por qué estás aquí otra vez? ¿Te trajo BangMind?
— Creo que si... No recuerdo nada.
— No me digas que es tu primera borrachera —se burló Jin, con una sonrisa.
— Ehmm... —y JeongIn desvió la mirada—. No...
— Mentira.
— Bueno, sí, es mi primera y última borrachera. Este dolor de cabeza es insoportable.
— Pero estuvo genial la fiesta. Oye, pequeño bro, tus labios están algo rojos. ¿Hiciste el Kylie Jenner Challenge o qué?
— ¿Uh? No lo sé, quizás es algo por el alcohol, que sé yo. No soy doctor, solo quiero dormir.
— Que extraño, la gente no suele dormir a las tres de la tarde.
— ¿¡Las tres de la ta- Ay! —se sobó de nuevo la cabeza.
— Sip, no te preocupes tanto.
— Mis padres van a matarme.
Tomó su celular y vio 35 llamadas perdidas y 108 mensajes de texto; 30 llamadas de su padre y 5 de su madre. 100 mensajes de su padre y 8 de su madre.
Papá
95 mensajes más.
¡JeongIn contéstame!
10:26 P.M.
¡Te voy a matar cuando vuelvas!
10:27 P.M.
JeongIn, bebé, por favor contéstame
01:30 A.M.
Estoy muy preocupado, vuelve a casa por favor, prometo que no te haré nada
01:30 A.M.
Te amo hijo
05:58 A.M.
Lo siento, voy ahora
03:25 P.M.
JeongIn se levantó y con dificultad se dirigió a la salida, HyunJin lo ayudó y fueron hacia la sala. Gracias a dios JeongIn todavía contaba con sus zapatos y su ropa, buscó su abrigo y lo encontró; Chan estaba tapado con él.
Con cuidado se acercó al mayor y decidió retirarle el abrigo. En lo que lo hizo, Chan se despertó y lo vio con algo de temor y sorpresa en sus ojos.
— ¿Qué haces, JeongIn? —preguntó preocupado de que el menor recordase los hechos de la noche anterior.
Y para qué mentir, Bang recordaba todo a la perfección y ver de tan cerca a su discípulo más pequeño le producía un extraño sentimiento.
— Solo quiero mi abrigo... —mencionó Yang al tiempo que tomaba lo antes dicho.
— Oh... Claro, tómalo.
Apenas tuvo el abrigo en sus manos, pudo percibir el varonil olor de su mayor en el. Esto no le desagradó para nada, muy por el cambio, le encantó. Después tomó su mochila.
— ¿Y a dónde van ustedes dos? Mierda, todo esto es un jodido desastre.
— Iba a llevar al pequeño bro a su casa, tiene que irse ahora.
— Ah —murmuró el australiano, mirando con una pizca de desagrado al de mayor altura—. No te preocupes, HitJin, yo lo llevaré.
Sin objeciones de parte de ninguno, el líder y el menor salieron y ambos buscaron con la mirada el auto perteneciente al segundo. Por un momento, Chan sintió miedo de que JiSung se lo hubiera llevado otra vez, pero se tranquilizó al verlo.
— Vamos —le dijo al menor con un timbre de frialdad.
El de cabello negro quedó un poco confundido por la manera en que el otro le habló, pero era BangMind, así que no se molestó nada, lo entendía en realidad.
Por otra parte, Chan agradecía a todo lo existente que JeongIn, aparentemente, no recordara lo de ayer.
— ¿Cómo llegué a tu cama? —quiso saber Yang una vez en el auto.
— Estabas muy ebrio anoche y quisiste golpearme, así que básicamente te tranquilice y te dormiste. No tenía de otra que dejarte en mi cama... Otra vez.
— Lo lamento, es mi primera borrachera y creo que me emocioné demasiado —dijo el azabache mientras reía.
El medio de transporte fue encendido y se pusieron en marcha. El ambiente estaba tenso por alguna razón que JeongIn no entendía.
Quizás a Bang Chan no le gustaban las fiestas y por eso el mayor estaba tan amargado.
— ¿Te divertiste? —Chan decidió preguntar.
— Sí, a pesar de que no recuerdo la mayoría de las cosas que hice, por cierto... ¿Tú te divertiste?
— La verdad no, este tipo de cosas son muy ruidosas para mí y me molestan.
— ¿Te molesta el ruido? —JeongIn lo vio interesado.
— Sí, me abruma bastante, aparte de que el ruido me impide pensar con claridad y...
De la nada, Chan se quedó callado unos segundos, sin culminar lo que decía. JeongIn también lo hizo ya que no sabía si incitarlo a hablar sería una buena idea. Lo más probable es que su líder no quisiese hablar y por eso estuviese actuando de esa manera.
— No deberías volver a tomar nunca más, JeongIn —habló de repente el castaño, con un tono serio y autoritario.
— ¿Por qué lo dices? Igual tampoco planeo hacerlo porque me duele la cabeza como no te imaginas.
— Cuando estás ebrio haces cosas que no deberías.
— Ah, sí, lo siento por querer golpearte y eso, no volverá a pasar.
Chan asintió y siguieron en silencio hasta que llegaron a un par de esquinas cerca de la casa de JeongIn.
— JeongIn.
— ¿Si?
— Si quieres volver a tomar, lo harás solo-
— ¿Por qué querría tomar solo?
— ... Conmigo —completó la oración.
Las orejas del menor se volvieron rojizas por la pena. ¿Cómo debería tomar eso exactamente? ¿Qué quería decir el mayor?
Agarró su mochila y salió del auto no sin antes despedirse con la mano de su líder, mismo que le devolvió el gesto y sin perder el tiempo, se fue.
Al llegar a su casa, su padre con lágrimas en los ojos lo abrazó. El menor no entendía casi nada de sus balbuceos pero de todos modos le correspondió el abrazo a su progenitor.
— Por favor, nunca vuelvas a irte así sin avisar. ¿Dónde estabas?
— Estaba en la casa de SeungMin, teníamos un trabajo y olvidé avisar, luego mi teléfono se apagó... Lo siento.
— No importa, pero por favor, trata de avisarnos la próxima vez, de verdad estaba muy preocupado, ¿y si te pasaba algo?
— Ya papá, no le des demasiada importancia, estoy bien y aquí, ¿okay?
Su padre lo abrazó con más fuerza y se puso a llorar en su hombro, a lo que JeongIn solo dejó que su mayor se desahogara, quedándose quieto.
Eres un mocoso idiota, quédate con tu familia y no vuelvas jamás.
***
Es la 1 mañana aquí y mañana debo levantarme a las 5:30 para salir a clases de anatomía dentaria. Mátenme.
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