01.
Un golpe resonó entre las varillas metal, y un joven suspiró con mal humor, dejando caer el libro que leyó hace dos días, una novela erótica que su compañero de celda, recientemente liberado, le dejó como recuerdo.
—Número 096. Tienes visita—anunció el policía, mirando fijamente al hombre de la celda.
—No espero a nadie—comentó quejoso y refunfuñando para tomar el libro y cerrarlo.
—Es tu madre.
Las puertas de aquella prisión se abrieron, Min Yoongi se levantó con desgano, siendo esposado y guiado por dos guardias, mientras caminaba por un oscuro pasillo, donde apenas ingresaba aquella luz de la tarde por unas altas cortinas, el joven sentía una emoción por ver a su madre, desde que lo habían encarcelado hace dos años, ella nunca lo había ido a visitar, quería decirles tantas cosas y verla después de tantos años.
Cuando llegó a la sala de visita, un vidrio de mucho grosor los separaba a ambos, el más joven se sentó en su silla y tomó el télefono a su lado. Ella agarró nerviosa aquel aparato, sus manos temblorosas.
—Siempre pensé mucho sobre si venir aquí—la voz de ella, era tosca. Un largo silencio acogió a ambos—, verte allí me hace entender que fui una mala madre, no supe educarte bien.
—Te esperé-...
—Me da vergüenza saber que tengo un hijo como tú, si no fuera por tu hermano que ya se logró graduar, no podría dar la cara por esta familia.
Aquel joven frunció el ceño al escuchar aquellas palabras, hace dos años, su madre había perdido el trabajo y siempre apoyó a su hermano menor, por lo que le pidió que la apoyara en los estudios del más joven. Es así como Min Yoongi se dio cuenta que con un simple trabajo como cajero no podría mantener los estudios de su hermano mayor y la casa, por lo que buscó otra solución, recurriendo a una estafa piramidal, logró hacer mucho dinero a tal punto de poder comprar la casa donde vivían y pagar los estudios de su hermano menor y al final: ¿Era así, cómo quedaba todo, como el malo de la historia, después de todo lo que hizo por ellos?
—Lo hice por ustedes-...
—No te lo pedí, solo quería que me apoyaras, tú mismo te metiste en algo tan sucio, arruinaste la vida de muchas personas ¡Hay víctimas que perdieron su dinero!
Min Yoongi rió ladino y suspiró , se quitó el teléfono por un momento, tratando de recobrar la compostura.
—Si...pero yo lo hice por quienes consideraba mi familia. Después de tantos años, pensé que tendría unas palabras cálidas ¿Pero no estoy ya pagando mi castigo, madre?
—No soy tu madre, dejaste de ser mi hijo cuando te condenaron.
—¿Entonces por qué estás aquí?
Ella se quedó en un gran silencio y suspiró con leve amargura.
—Tu hermano pronto se graduará, quería saber si aún tienes esa cuenta de ahorros-...
Min Yoongi abrió y cerró la boca al escuchar aquellas palabras: ¿Su madre no llegó por qué lo extrañaba un poco?
Min Yoongi colgó la llamada y se levantó dando la espalda a esa mujer, logró ver por uno de los espejos como su madre parecía gritar su nombre algo desesperada. El cuidador, solo le siguió con la mirada, notando al tipo que parecía muy decaido, aquel recluso ingresó de nuevo por el pasillo, sin mirar atrás, mientras mas caminaba para llegar a su celda, rompió a llorar en el proceso, pasando su mano por el rostro. Si pudiera regresar al pasado, él pensaría primero para él mismo y sus beneficios, es solo que deseaba que su madre y hermano lo tuvieran todo, que recurrió a un camino fácil, donde lo perdió todo.
Al llegar a su celda, se dejó caer sobre su cama, recordando a su antiguo compañero de celda, que le dejó solo un libro de novela erótica como recuerdo. Tomó aquella literatura entre sus brazos—, todos son unos idiotas—susurró al recordar a los personajes de la historia—, como yo...inservibles seres humanos—musitó para cubrir su rostro con aquel libro que lo abrió en la mitad, oliendo para tranquilizarse y dormir de nuevo. Que mas daba, pasaría allí en esas cuatro paredes por muchos años, la muerte no era tan diferente del infierno en el que estaba.
Cerró sus ojos, dejándose llevar por el sueño, solo quedaba dormir para matar el tiempo.
Los pasos de personas se escuchaban de un lado a otro, algunos susurros y el ruido de los pájaros que alababan su existencia en una cálida mañana de verano. La puerta de un cuarto se abrió y una joven ingresó con delicadeza, manteniendo sus manos sobre su vientre, pasó una sala de estar, para abrir una segunda puerta, viendo sobre un futón, a un joven que dormía con tranquilidad. Una segunda doncella apareció detrás de la joven.
—¿Deberíamos despertarlo? nuestro señor aún duerme.
—Es muy tarde, incluso ya pasó la hora del saludo a su alteza—comentó la doncella principal de aquel palacio—, prepara el baño.
La doncella de segundo rango afirmó para alejarse de aquel cuarto, cerrando la puerta tras sí. La doncella prijncipal se acercó y se sentó sobre sus piernas, juntando sus manos sobre las rodillas.
—Mi señor, es hora que despierte—llamó con suma dulzura y suavidad, al notar que su amo no despertaba, carraspeó—. Mi señor, joven Min, ya es hora de despertar-...amo—decidió sacudirlo.
Min Yoongi frunció el ceño al darse cuenta que le estaban interrumpiendo su sagrado sueño, fue sacudido de tal forma, que lo hizo sentarse de forma abrupta y golpear la mano de la persona que lo estaba molestando.
—¿¡Qué demonios?! maldita sea—gritó alterado.
Aquella doncella al escuchar aquellas palabras pesadas, abrió los ojos en paz y se hincó con sumo miedo.
—¡Mi señor, disculpeme, he cometido un error!
—Por supuesto que has cometido un error y fue interrumpir mi sueño, voy a cortar tu maldita lengua-...
Min Yoongi entonces reaccionó, al ver aquellas vestimentas de la mujer, contempló a su alrededor, incomprensible: ¿Qué, era eso una clase de broma de los reos o estaban grabando una pelicula en la que él formaba parte? imposible.
—Enmendaré mi error, por favor, mi señor. Disipe su molestia.
—Oye, mujer—llamó con tono cargado de pesadez y se levantó, se tambaleó al sentir un dolor de cabeza y tener unos recuerdos extraños que no eran suyos, pero formaban parte de su vida ¿Cúando fue que vivió todo eso?—¿Dónde estoy? ¿Qué fecha es?
—¿Eh?—aquella doncella alzó su rostro, consternada—. Estamos en la dinastía Joseon, año 1500-...
—¿Dinastía Joseon? ¿Acaso me he vuelto loco?
Min Yoongi empezó a caminar y abrió la puerta de aquel cuarto, contempló a su alrededor, consternado, viendo aquellas decoraciones antiguas.
—¡Mi señor, joven señor, no puede salir con esas vestimentas!—exclamó su doncella que se levantó muy preocupada.
El joven abrió la puerta del cuarto principal y al hacerlo, se encontró con un joven soldado, que sostenía entre su mano derecha una espada.
—¿Joven Min?—interrogó aquel hombre que se le puso enfrente y al ver que estaba en ropa interior, solo la bata de abajo, desvió su mirada y se giró,dando la espalda—. Joven señor, no son formas de salir.
—Oye, idiota—llamó entre gruñidos.Aquel soldado pasó saliva con dificultad—, no estoy hablando con un muro, es contigo—gritó y lo giró a la fuerza. El soldado bajó su mirada al suelo, nervioso—dime...¿Qué clase de broma tonta es esta? ¡Acaso me han drogado y me metieron en esos escenarios de película antigua! ¡Deben estar disfrutando esta tortura! ¿Dónde está la cámara?—exclamó mirando a los lados.
—Mi señor—llamó la doncella principal—¿Ha amanecido enfermo? no le estamos jugando ninguna broma...no debió descansar bien, llamaremos al médico para que lo revise y-...
—¿Cúal es mi nombre?
—Min Yoongi, es nuestro joven señor, hijo del octavo ministro Min, usted es un omega y es el concubino de su Alteza Kim Taehyung, el tercer hijo del Emperador Kim Jaewook y de la Reina Madre Kim Soyeon.
Al escuchar aquellos nombres tan familiares, se le vino a la mente la novela erótica que leyó dos días antes, sus piernas se debilitaron y cayó al suelo hincado al darse cuenta que había transmigrado o era todo un mal sueño del cual despertaría pronto.
El joven cayó inconsciente al suelo ante tanta información y recuerdos que estaban llegando a mente, unos tras otros.
El médico terminó de revisar la salud de aquel joven que se encontraba postrado en la cama, viendo Ido en dirección de la puerta abierta que daba a un hermoso jardín, la doncella presionaba sus manos, por lo preocupada y nerviosa que se encontraba, su joven señor no había sido favorecido desde que ingresó al concubinato de su alteza el tercer principe, nunca fue llamado a la cama de aquel hombre y era el único hombre omega de aquel Gran palacio, a comparación de las demás concubinas, que ya fueron favorecidas muchas veces e incluso tres de ellas ya habían dado un niño.
—Su salud es buena, debió haber tenido algún mal sueño que lo hizo despertar confundido...si ese tipo de conducta persiste, temo que podríamos decir que ha perdido la cabeza.
—¿Eso es algo malo?
—Significa que se habrá vuelto loco y tendrá que ser enviado al palacio frío para no contagiar a los demás su locura, es algo viral.
—No estoy loco—sentenció Min Yoongi entre gruñidos al darse cuenta de su nueva realidad, no es algo que podía asimilar con rapidez pero viendo que todo era tan vivido, tendría que lidiar con su nueva situación.
—Es así como empiezan, creen que no están locos—comentó el médico con suma pena.
—Debe permanecer en reposo unos días, cuide bien de su señor, le dejaré unas medicinas y una dieta especial para que pueda reponerse, si la situación empeora, debe hacerlo saber.
—Si, médico real—comentó aquella doncella.
Aquel hombre se despidió con una reverencia hacia Min Yoongi y salió del cuarto caminando hacia atrás, hasta que la puerta se cerró. La doncella acomodó una almohada detrás de su señor.
—Según mis recuerdos, tu nombre es Lee Ji Eun...el soldado que custodia afuera es Lee Jong Suk, tu esposo.
—Si, joven señor.
—Mi situación no es favorable, por lo que veo.
No lo era, ser el décimo concubino del tercer príncipe de la dinastía que ni siquiera era el heredero al trono, era caminar en la cuerda floja y delgada de la vida. Estaba en el rango más bajo, es más, ellos ni siquiera eran personajes principales de la novela, su esposo era un hombre ciego del ojo derecho y con unas cicatrices y también tenía una leve quemadura que fue hecha en un accidente siendo muy niño, lo llamaban el príncipe monstruo por su apariencia desfigurada.
Quienes eran los personajes principales era el príncipe Heredero que luchaba por el trono con su segundo hermano y una de las doncellas del palacio, del cual el príncipe se había enamorado: ¿No era todo muy cliché?
El tercer príncipe apenas se mencionaba y sobre todo, moriría en el futuro por la disputa de ambos hermanos mayores, siendo acusado de haber traicionado a la corona cuando era el segundo el verdadero culpable. Y él, ¿Solo era uno de los tantos concubinos sin nombre?
—Quiero salir—comentó y se levantó, necesitaba conocer los alrededores y pensar con claridad, estar encerrado en esas paredes no le favorecían, ya había sido demasiados tiempo en un encierro, quería sentir de nuevo la libertad.
—Ordenaré que lo arreglen, mi señor.
La doncella salió de aquel cuarto para llamar a sus ayudantes, Yoongi suspiró con pesadez, primero debía poner todo sus pensamientos en orden, era lo mejor, tenía que sobrevivir a su nueva actualidad.
Mientras caminaba por los jardines, Min Yoongi estaba maravillado por el enorme y hermoso palacio, habían muchos tipos de flores, algunos empleados soldados, eunucos, se tenían que dar la vuelta cuando él pasaba por respeto y las doncellas se hincaba en forma de respeto, se sentía importante, era alguien de mayor rango en aquel palacio, o por lo menos, sobre las ayudantes, porque en la realeza, era menos que un gusano pisoteable.
—Entiendo que para ascender, debo ser favorecido o por lo menos, ganarme el respeto de mi pareja. Sin embargo, llevo casado con él cinco años y jamás me ha tocado, todas sus parejas son mujeres, lo que me hace pensar que no le gustan los hombres, a pesar que soy un omega que le puedo dar hijo ¿No crees?
—Es cierto que para ascender debe ser favorecido, pero usted fue un regalo de la Reina Kim Soyeon, además, hijo favorito del octavo ministro. A pesar de no tener un hijo, la Reina madre le tiene aprecio a usted.
—¿Reina Madre, acaso su majestad me tiene aprecio? debería ir a visitarla un día de estos. Es importante tener el apoyo de alguien poderoso, aunque creo que disfrutaré un poco más esta vida, ah...demonios, no tengo dinero.
—Mi señor, usted recibe 1,000 de oro cada año como compensación del matrimonio.
—¿1,000 de oro? —Yoongi empezó a hacer calculos y sus ojos se iluminaron—¿No es esto 43,000 dólares cada año? ¡Soy bastante rico!—exclamó cubriendo su boca con sorpresa—debería hacer uso de ese dinero—el joven contempló sus vestimentas, notando que la tela no era de seda, pero recordaba que los noble usaban colores como el morado, celeste y de tela de seda, lo que les daba mucho prestigio—, que idiota, tener tanto dinero y no utilizarlo—exclamó refiriendose al personaje antiguo al cual ahora poseía—, llama a la costureras, quiero que me traigan las mejores telas e hilos que puedan existir.
—¿Eh? ¿Mi señor, está usted seguro? jamás ha usado el dinero, diciendo que lo guardaría para el futuro.
—El futuro si es impredecible, no me voy a gastar todo mi suelo de un año en unas telas, no debes preocuparte por algo así. Llama a las doncellas, que lleguen a mi hogar.
Lee Ji Eun contempló a las ayudantes y les hizo un gesto de que cumplieran la orden, ella dirigió su mirada ha su pareja, quien solo se cohibió de hombros, sin opinar nada respecto a la conducta que su señor estaba tomando.
Un hombre escribía sobre unos documentos, revisando la información de las provincias que estaban bajo su cuidado, aquel príncipe tomó su pluma y la llenó de tinta, para llenar una información, la puerta de su oficina se abrió, apareciendo su soldado principal, quien hizo una reverencia a su alteza, el joven alzó el rostro, dejando ver su rostro, su ojo derecho era ciego y tenía unas cicatrices por la nariz, además de cierta quemadura.
—Saludo, a su alteza, tengo noticias que entregar.
—Estoy ocupado, espero que sea muy importante.
—Esta mañana, el médico fue a revisar al joven Min, parecía que despertó enfermo. Y...
—¿Qué más, por qué te detienes?
—Ha mandado a llamar a 20 costureras del palacio, no solo eso, compró cien telas de seda de diferentes colores.
—¿Hizo qué?
Entonces la atención de aquel hombre se enfocó sobre aquel soldado, era extraño, aquel décimo concubino jamás le había tomado importancia a sus vestimentas o gastar el presupuesto de su dinero del año.
—Son noticias del palacio del joven Min, una de las doncellas que tiene usted como espía, me lo comunicó.
Kim Taehyung pareció reír algo divertido, suspiró, volviendo su mirada a sus documentos.
—Entonces por fin hizo uso del dinero que le dí, dejalo, que haga lo que desee.
—También mandó a cambiar toda la decoracion del palacio.
—No es importante, era un palacio viejo, ya le tocaba ser remodelado.
—Y viene para acá.
Kim Taehyung frunció el ceño y le dio un golpe a la mesa ante la sorpresa, derramando toda la tinta sobre unos documentos.
Min Yoongi subió las escaleras que lo dirigen a la oficina de su pareja. Su doncella lo seguía a pasos apresurados, sin entender porque su señor había tomado semejante actitud de ir a ver a su pareja sin cita previa.
—Mi señor, no puede ingresar así a la oficina de su alteza, será castigado, ni siquiera ha sido favorecido.
—Y esperar no hará que me favorezca hasta que se le antoje su santa gana, no se le parará el pene por arte de magia.
—Amo, cuide su vocabulario—sugirió avergonzada ella y miró donde su esposo, en búsqueda de ayuda, pero él se mantuvo tranquilo, en silencio.
Cuando por fin Min Yoongi terminó de subir aquellos escalones, algo cansado, respiró con profundidad, inhalando aire.Necesitaba ver quien era su pareja, si era posible, pedir el divorcio, llevaban muchos años juntos y era virgen, por lo tanto, su unión sería invalida al no consumar el matrimonio en la primera noche de bodas, según las leyes de esa época y también en las de la época en la que él venía. Abrió la puerta en par, de un golpe, sobresaltando a todos los sirvientes que se encontraban en el interior, siendo dos doncellas que se apresuraban a limpiar el escritorio de su alteza y el guardia que custodiaba el cuarto.
Todos se hincaron en son de respeto, Min Yoongi enarcó una ceja e ingresó con mucho garbo, mirando la decoración de aquel cuarto, había objetos bañados en oro y pinturas que en su época, valdrían mucho dinero por su riqueza cultural.
El soldado que custodiaba el lugar, se le acercó, haciendo una reverencia.
—Su excelencia, joven Min, no esperábamos su visita ¿tenía alguna cita previa con su alteza?
—¿Acaso necesito una cita para ver a mi pareja?—inquirió frunciendo el ceño y con su mano hizo a un lado al tipo, sopló sobre sus dedos para seguir caminando—¿Dónde se encuentra, acaso se ha escondido? me dijeron que se encontraba aquí.
—Su alteza se encuentra ocupado en estos momentos, no se sentía bien y decidió descansar en el cuarto de anexo.
—Entonces despiertalo.
—¿Eh?—inquirió nervioso aquel soldado—, excelencia, no podemos hacer algo así, su alteza descansa y-...
—Si no harás tu trabajo lo haré yo.
Dicho eso, se dirigió a una puerta que estaba detrás del escritorio de la oficina, el soldado y los sirvientes de Min Yoongi chillaron en bajo con mucho temor, debido a que estaba cometiendo una enorme falta de respeto. El omega ingresó, viendo a un hombre de cabelleras largas que se encontraba de espalda sobre una cama, sentado.
—Parece que el sirviente es un mentiroso, lo manos que lo veo es durmiendo—comentó y cerró la puerta tras sí. Se fue acercando.
—Alto ahí—ordenó con tono seco y frunció el ceño—. Concubino Min, se ha atrevido a invadir mi espacio de trabajo y mi hora de descanso, debería ser castigado.
—No lo haría si usted cumpliera con su papel, creo que me he desesperado.
—¿A qué se refiere?
—No me ha favorecido estos cinco años de unión. Lo que hace nuestro compromiso invalido y puedo optar por la separación.
—Entonces vino aquí con la idea de separarnos—Kim taehyung bajó la mirada, juntando sus manos.
—Si, quiero que nos separemos, sigo siendo un hombre virgen, si usted afirma que mi honor no fue mancillado y un médico lo legitima, podré ser un hombre libre y en el futuro casarme de nuevo, tal vez....consiga un amante a quien yo le luzca atractivo, no solo eso, me haga el sexo todos los dias.
Kim Taehyung soltó un gruñido y se levantó de la cama, se giró sobre sus talones e hizo a un lado la cortina que lo cubría de la cama hacía Min Yoongi. Aquel omega pasó saliva con dificultad, viendo como la figura que rato antes estuvo sentada, se hacía cada vez más grande, apareciendo un hombre mucho más alto que él, fornido. El joven Min se estremeció al ver el rostro del tipo. Si, en la historia lo describen como un príncipe con el rostro desfigurado; pero frente a él.
Había un tipo atractivo, con una leve quemadura alrededor de su ojo derecho y un ojo ciego, pero su apariencia, era asombrosa. Los ojos de Min Yoongi se iluminaron, al sentirse atraído por el físico del tipo, siempre le gustaron los hombres apuestos y ese frente a él, era uno, no poseía ninguna apariencia monstruosa.
—¿Un amante que quiera tener sexo con usted?—interrogó aquel príncipe. Notó que Min Yoongi no lograba pronunciar algunas palabras de su labios—. Joven Min.
—Si. Buscaré a uno que si quiera cogerme todas las noches. Viendo que mi apariencia le repugna por ser el único hombre en su concubinato, entonces, prefiero mantener mi orgullo en alto y terminar esto a las buenas.
—¿De qué habla? fue usted quien nunca quiso ser favorecido por mí, lo mandé a llamar a mis aposentos muchas veces y se negó.
Un enorme silencio recurrió en ambos, Min Yoongi frunció el ceño, en sus recuerdos, no sucedió algo así, siempre estuvo en la cama, esperando cada noche con un plato de comida por si su alteza deseaba visitarlo; pero cuando el tiempo pasó, dejó de esperar.
—Jamás me llamó. Además, en nuestra noche de unión, no me hizo el amor.
Kim Taehyung se sonrojó al escuchar aquellas palabras, cubriendo sus labios, avergonzado, desvió su rostro.
—Usted estaba temblando del miedo...quería esperar que usted estuviera tranquilo, tenía miedo de lastimarlo en nuestra primera vez, pero usted, nunca vino a buscarme.
—Por supuesto que estaba temblando, estaba nervioso; pero me sentí rechazado—exclamó al tener esas memorias—, usted solo me quitó el velo y después se fue, me convirtió en el hazmereir de la corte y estos cinco años, no me favoreció. Dice que usted me mandó a llamar para ser favorecido ¿Pero cómo es posible que nunca me llegó semejante llamado?
Yoongi frunció el ceño al recordar a una doncella que solía atenderlo en la noches antes de ir a dormirse y que Ji Eun solía mantener a su lado, debido a que era bastante buena en su trabajo.
—Olvide lo del divorció—sentenció Min Yoongi que se giró sobre sus talones—, tengo a una maldita perra que debo castigar.
Dicho eso, salió de aquel cuarto sin despedirse, dejando a Taehyung consternado ante lo que acaba de suceder: ¿Qué estaba mal ese día con su concubino? ¿Era al mismo Min Yoongi con quien se unió cinco años atrás?
Min Yoongi salió hecho una furia de aquella oficina, dejarse pisotear por otros, no lo permitiría, él no era un personaje sumiso y cliché, solo buscaría sobrevivir, velaría por su bienestar, en esa vida, se protegería a sí mismo.
20.12.2024:
Hola a todos, bienvenidos a este Taegi, esta historia es en conjunto con una amiga quien me dio la idea y me dio la oportunidad de poder escribirla y darla a conocer.
¡Recuerden el lema de la familia: Somos Sol que calienta; pero no quema!
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