Parte unica

Kim Namjoon sostenía en sus brazos a su dormido esposo quien realmente estaba cansado por haberlo tenido que acompañar a todos los lugares a los que tuvo que asistir.

El de cabellos negros realmente lamento llevar a su amado esposo pero la verdad era que no tenía opción no lo quería dejar desprotegido en un lugar tan homofóbico como lo era el lugar en donde se encontraban y para su mala suerte no llevaban la suficiente protección para que se sintiera seguro dejando a su Jinie.

Kim Namjoon era un billonario petrolero proveniente de Catar un país de medio oriente en donde el petróleo así como gas natural y otros elementos abundaban y él había sabido aprovecharlo volviéndose uno de los hombres más ricos del mundo así como el soltero más codiciado de su país algo que dejo de ser así hace tres años cuando contrajo matrimonio.

Él se había casado con la cosita más hermosa que había conocido en su vida y ese era Kim Seokjin, el hermoso chico lo había conquistado en uno de sus viajes a corea de donde era originario el rubio.

Namjoon tenía ascendencia coreana por parte de su abuelo así que viajar a corea de la que tanto su fallecido abuelo le hablo fue la mejor decisión de su vida más porque ahí conoció al amor de su vida un famoso escritor que para su grata sorpresa era doncel.

Ser doncel para muchos era un pecado una aberración de la naturaleza ya que los hombres pudieran concebir era un delito pero con el pasar del tiempo algunos países aceptaron muy bien a los donceles otros los toleraban y había algunos aun en negación así como con la homofobia.

Al inicio Namjoon tuvo conflictos en cómo se tomaría su familia su homosexualidad así como que si decidía tener hijos probablemente fueran de una manera poco convencional y eso no sería bien visto por su familia o por los demás lo que causaría que perdiera su honor.

Dentro de la familia de Kim el honor y la reputación eran muy importantes incluso más que su propia vida era un código que los regia y Namjoon temía poder perder todo solo por Seokjin un dulce chico del que dudaba que sintiera algo por él.

Pero para ser sinceros Seokjin le tenía un poco de miedo a Namjoon el cual era más alto que el, imponente con su carácter y su mirada fría como el hielo además de esas facciones siempre tensas así como ese cuerpo bien trabajado que aseguraba a simple vista no necesitaba de todos esos guardaespaldas que siempre estaban con él.

Así que cuando Seokjin le confeso con las mejías rojas como manzanas que lo amaba el más alto no espero para poder robarle un beso quedando encantado con el sabor a fresas de sus labios.

Kim no era un hombre que esperaba mucho para tener lo que deseaba así que se casó con Seokjin lo más rápido posible estando más que feliz de saber que el hombre era un doncel por lo que para su país su matrimonio se podía realizar.

En su país de origen un hombre solo podía casarse con otro si era doncel además de que esto no estaba mal visto, esto causo que colocara más rápido el anillo con varios diamantes de color rosa sobre Seokjin sellando un pacto hasta la muerte porque Kim no tenía ninguna intención de divorciarse de su preciosa joya.

Seokjin no dudo en dejar todo para poder irse con el amor de su vida además sus libros los podía enviar electrónicamente y si tenía algunas firmas podía viajar a corea en el avión privado de su amado quien sería su primer amor, amante y prácticamente su todo.

Ahora con tres años de casados estaban en proceso de agrandar la familia y como Namjoon un perfecto paranoico perfeccionista decidió que antes de intentar que su precioso bebé estuviera embarazado tenían que adaptar la casa que mantenían como su residencia principal.

Por lo cual las remodelaciones de la casa estaban en pleno apogeo y un Namjoon dictador supervisaba cada detalle pero su tarea fue interrumpida por una llamada que sinceramente le puso la piel de gallina algo que no sentía desde nunca.

Su amado esposo había tenido que viajar y el no pudo acompañarlo por estar asegurando de que los remodeladores no cometieran algún error pero lastimosamente su terco Jin solo había accedido a llevar consigo a dos guardaespaldas pero para su mala suerte uno de ellos tuvo problemas así que tuvieron que aterrizar en uno de los países que sobrevolaban para que recibiera atención médica.

Lamentablemente fue uno de los países en donde la homosexualidad era penada con cárcel así que cuando Kim se enteró solo le había llamado a su hermano para que este habilitara su avión para poder llegar donde su esposo y hacia un recordatorio de comprar otro avión para estas situaciones.

Cuando Namjoon llego solo llevaba a los tres guardias que estaban de servicio y él no pensó en tomar más de los que eran para custodiar su hogar pero recibió la noticia de que a quien se le realizo una cirugía para corregir lo que sea que estuviera mal estaba fuera de peligro.

Pero eso no lo tranquilizo más al saber que su esposo, una persona amable, sensible y precioso estaba en la estación de policía y se hacía una idea del porque ya que al ver el diamante reluciente de su esposo más las ropas típicas que un doncel utiliza en su país y el hecho de que en su pasaporte aparecía el nombre de su cónyuge como era costumbre en su país.

Ese día Namjoon lanzo maldiciones en todos los idiomas que hablaba y cuando ingreso a la estación de policial el coraje le inundo el sistema porque su perfecto esposo estaba esposado y con lágrimas en sus ojos, eso desato a la bestia que llevaba en su interior.

Había insultado a los policías y casi se había ido a los golpes de no ser porque los sollozos de su esposo lo detuvieron ese día los mejores abogados de esa ciudad estuvieron en esa estación arreglando el pequeño problema del matrimonio Kim claro esperando a que el abogado de Kim llegara para que los guiara.

Y ese pequeño problema los había tenido retenidos en ese país durante tres semanas además sus guardaespaldas no habían podido ingresar al país por todo el exceso de papeleo que debían de realizar.

Pero al parecer seria su última noche en ese país ya que según su abogado con el reconocimiento de Catar sobre la legalidad de su matrimonio el país los dejaba ir sin ninguna penalidad ya que ellos sin ser residentes no podían infligir esa ley y mucho menos podían acusarlos de algo mas ya que la llegada al país fue por una emergencia.

Kim se sentía aliviado de que por fin podría dejar el país y no tendrían que aguantar las miradas de repugnancia y odio que las personas les daban solo por ser una pareja porque eran demasiado obvios.

Así que esa noche llegaron al hotel de lujo en el que estaban hospedados y subiendo en el ascensor noto la mirada que siempre le daban desde que estaba ahí y era gracias a una pareja de unos sesenta años.

Pero eso no impidió que estuviera al lado de su esposo porque él no tenía nada porque avergonzarse al contrario era envidiado por haberse casado con un hombre tan hermoso como Seokjin.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron la pareja mayor bajo pero no sin antes darle una mirada de asco así como palabras demasiado crueles que Namjoon había entendido gracias a que manejaba el idioma de ese maldito país.

Esa noche el matrimonio Kim durmió un poco más tranquilo sabiendo que las cosas mejorarían al día siguiente.

Tanto Seokjin como Namjoon tenían sus maletas ya listas solo esperaba la hora de salir así que antes de salir Namjoon se dirigió al balcón de la habitación el cual tenía una leve carpa que el había ordenado para que su Jin no se bronceara demasiado cuando estuviera en ese lugar que el noto le gustaba mucho.

Así que sin preverlo noto como la pareja mayor estaba bajo su balcón y es que no estaba directamente bajo quizás solo era la mitad un diseño un tanto peculiar debe admitir.

Así que una idea perversa se le vino a la mente y aunque él no era de exhibicionismo debía decir que esa pareja se merecía una lección que el amaría darles oh claro que la amaría.

Ingreso a la habitación y ordeno que llevaran su equipaje al auto y que tramitaran la salida del hotel así que luego de eso prosiguió a dar marcha a su plan posando su vista en su esposo que estaba en un sofá leyendo cómodamente un libro.

-Cariño –llamo el más alto logrando que el rubio apartara la mirada del libro para dirigirla a su esposo esperando a que hablara.

-Creo que debemos de despedirnos de este lugar –Jin arqueo su ceja en señal de no entender a lo que se refería su esposo quien solo sonrió de lado para acercarse a su precioso esposo y tenderle una mano para ayudarlo a levantarlo cosa que el contrario acepto

-¿Qué dices? ¿Te gustaría? –Namjoon ya estaba dando pequeños besos en su cuello y acariciando con una de sus manos la pierna de Jin y con la otra le sostenía la cintura.

-¿Esta bien esto? Es que no somos bienvenidos Nam y sin duda tampoco esto amor –el pelinegro solo detuvo las caricias de su pierna pero no los suaves besos y mordidas.

-Uno rápido Jinie y luego nos iremos y que todas estas personas sepan que nosotros no somos algo antinatural –Jin soltó un pequeño gemido cuando su esposo mordió su lóbulo.

Así que decidió no resistirse y entregarse una vez más a su esposo y así lo hizo cuando Namjoon lo beso siendo suave al principio pero luego de mordisquear su labio e introducir su lengua todo cambio.

Lo tomo fuertemente por la cintura para juntarlo más con su cuerpo sintiendo como los temperatura aumentaba en ambos cuerpos así en pocos minutos ya estaba jadeando en la boca contraria y restregándose entre sí entregándose a ese vórtice de placer que prometía consumirlos si ellos se dejaban llevar.

Namjoon simplemente guio a su esposo hacia el balcón y para su suerte la pareja mayor estaba tomando su desayuno así que suponía que era el momento perfecto, Jin al notar sus intenciones se mostró aterrorizado pero su pelinegro lo calmo con pequeños y tiernos besos.

Ya estando en el balcón de ese hotel procedió a retirarle el pantalón a su esposo dejándolo solo en su ropa interior y en esa camisa blanca que ahora fuera de su pantalones le llegaba a media pierna volviéndolo una tentación a ojos de Namjoon quien estaba viendo a su esposo con las mejías rojas, labios hinchados por los besos compartidos y el cabello alborotado por las caricias y momentos que habían compartido todo un pequeño ángel sexi se decía Namjoon.

Sus labios volvieron a unirse en un nuevo beso y esta vez la ropa interior del doncel fue retirada dejándolo un poco más expuesto ya que su erección se notaba mucho más y aunque Namjoon quisiera llevarla a su boca en esos momentos no tenía tiempo de hacerlo.

-Cariño te prepararé pero trata de no gemir amor –Jin asintió y Namjoon procedió a sacar de su pantalón un pequeño sobre con lubricante que rápidamente abrió y dejo caer sobre sus dedos para darle la vuelta a su esposo y que este quedara con el pecho en la fría superficie de la pared.

Tanteando con sus dedos húmedos de lubricante Namjoon llego hasta esa entrada que se contraía en anticipación de lo que vendría así que sin más inicio a dar suaves masajes alrededor solo dejando un poco más de presión por unos segundo para continuar siendo suave.

Seokjin sentía como Namjoon lo tenía esperando y jugando con el cada vez un poco más así que cuando intento hacer una protesta el primer dedo fue ingresado logrando que casi gimiera pero lo logro retener mordiendo sus labios, el segundo llego igual de manera inesperada y los movimientos de tijeras y pequeñas embestidas no se esperaron así como los besos por su cuello y su espalda aun cubierta por aquella camisa que al parecer no se podría quitar.

El rubio podía sentir como esos dos dígitos estaban en su interior en una precisión deliciosamente encantadora que adoraba y cuando un tercero se unió Jin solo cristalizo sus ojos al sentir la estimulación más placentera.

Sorprendentemente Jin logro retener sus gemido algo que impresiono a Namjoon ya que sabía que su chico era muy escandaloso así que luego de considerar que estaba lo suficientemente preparado saco sus dedos y dio media vuelta a su esposo dándole un pequeño beso en su labios.

-No retengas tus gemidos –fue lo único que dijo para luego soltar su cinturón bajar su bragueta y poder sacar por fin su dura erección todo bajo la mirada de Jin.

Namjoon sabía que su esposo estaba más que preparado así que solo esparció el pre semen por todo el falo y sin esperar más tomo a Seokjin quien enredo las piernas en sus caderas.

El doncel fue puesto de espaldas contra la pared y luego de ello Namjoon tomo su pene y lo alineo en la entrada de su esposo ingresado poco a poco hasta quedar totalmente dentro de él, esperando unos minutos Jin se acostumbró y enrollo sus brazos en el cuello de Namjoon y solo le dio un asentimiento para que iniciara a embestir.

La primera embestida logro sacarle un gemido pero no tan alto como para que las personas bajo ellas escucharan así que el pelinegro solo se sostuvo con una mano a la pared y con la otra sostuvo la cintura de su esposo agradeciendo ser atlético para soportar el peso y la intensidad.

Las embestidas eran rápidas y certeras logrando que Jin gimiera cada vez más en alto y se aferrará mas a su cuello y que moviera las caderas la ritmo de las embestidas, Namjoon estaba perdido en la belleza del sexo con Seokjin y es que para el sentir como esas cálidas paredes le daban la bienvenida y lo acogían tan bien era la gloria además ver a Seokjin lanzar su cabeza hacia atrás por el placer y arquear la espada por las embestidas que lograban dar en su próstata era todo un espectáculo que quería mantener siempre a su lado.

Namjoon ajusto la posición y dio una gran embestida que dio con fuerza en la próstata de Jin quien soltó un grito ahogado seguido de un gemido largo y sonoro que fue captado por la pareja bajo ellos.

Afortunadamente para Namjoon la camisa de Jin cubría el que se viera como en se adentraba salvajemente en su cuerpo por lo que solo se podía ver el movimiento de caderas y como Jin se aferraba a su cuello gimiendo y con sus piernas temblando pero sin soltar su cadera.

Y ese espectáculo era lo que estaban viendo los dos mayores quienes tenían los ojos abiertos de par en par observando petrificados como eso dos hombres estaban teniendo sexo en un balcón donde podían ser descubiertos.

Namjoon sentía que su orgasmo se construía en su abdomen bajo así como también su amado quien asfixiaba cada vez más su pene y sin decir nada más dio una última embestida que causo un gemido sonoro en ambos logrando llegar a su orgasmo Seokjin dejando su esencia en su camisa y la de su esposo quien se vino dentro de él.

Aun con las réplicas de un delicioso orgasmo Namjoon bajo la vista observando a la pareja aun ahí viéndolos con cara pálida así que el solo sonrió y les deseo que hubieran disfrutado del espectáculo claro que se los dijo en su idioma así que sin más camino a su habitación con Jin aun en brazos demasiado sensible confirmándolo cuando al caminar este gimió por el movimiento del pene que aún tenía en su interior.

Ya dentro Namjoon se encargó de cambiar su camisa y la de su esposo para luego rápidamente ponerle su pantalón y zapatos para salir rápidamente de ahí antes de que los denunciaran por exhibicionismo.

Jin aun con la sensibilidad del orgasmo se dejó hacer por su esposo y cuando estuvieron en el auto solo soltó una risa llamando la atención de Namjoon.

-Como romeo y Julieta –dijo ganándose una sonrisa de hoyuelos de su amado.

-Es natural pero estamos prohibidos –luego de ello un beso fue dejado en la frente de Jin.

Quien podría decir que ese viaje inesperado sería una anécdota para sus futuros hijos iniciando con el que habían concebido en el balcón de aquel hotel bajo la mirada de una pareja homofóbica mayor.

Sin duda las mejore historias siempre vienen de lo más inesperado.




10/03/2022

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