Carta 6.

Hola de nuevo por aquí, papá. Me pregunto si alguna vez te cansarás de leerme, porque yo no creo poder cansarme de escribirte. Sigo aquí sobre las celdas, y me gustaría agradecerte personalmente algún día, pero mientras esperamos que llegue lo haré por este medio; gracias por cumplir lo que te pedí ayer, sobre que no me buscaras. Yo sé que a veces escribo con mucho entusiasmo las cartas y termino deshecha, lo siento es que todavía me duele asimilar que tú no estás. Estoy deseando con todo mi ser que llegue el día en el que se compruebe mi inocencia para largarme lejos, donde ya  nadie me haga daño.

¿Ya te platiqué sobre el señor Alfredo? Ya te platico sobre él, oye tranquilo papá, a penas tú y yo nos estamos conociendo, no, no me gusta, él es un hombre mucho más mayor que yo, casi puedo jurar que tiene la misma edad que tú; mi padre. Vino a visitarme y aunque no confío en él, tengo que hacerlo porque a mi lado no está el hombre que quiero, el que realmente me importa que esté; tú. Supongo que con el paso del tiempo me acostumbraré y todo esto se convertirá en un simple recuerdo llamado “Cartas a la nada”. Le dije que quería buscar a alguien, le pedí su ayuda, solo me dijo que todavía no existían pruebas que comprobaran que yo fuera culpable, así que su respuesta era no, él no me ayudaría a buscarte, no te preocupes lo entiendo, ya estoy acostumbrada.

Te daré ese abrazo que no me diste, ¿alguna vez me abrazaste una última vez prometiendo que ibas a regresar por mí?

¿Qué crees? Después de varias horas de espera me dejaron en libertad, ¿estaba yo en libertad? ¿Te digo algo? Creo que yo nunca estaré en libertad, estoy encerrada en mí misma creyendo que todo esto es un sueño del que pronto despertaré en mi vieja habitación con Guillermo y Leticia haciéndome daño hasta el cansancio. Siempre viví este sueño una y otra vez, pero con una familia. Pero de nuevo estaba yo contra el mundo. Al final tuve que salir a buscar lo que creía que había perdido. Volví al hotel y me volví a encontrar con esos ojos, me pidieron lo único que conservaba de Angelina, tenía miedo de ser tocada nuevamente, ¡tu hija tenía miedo! Me fui de ese lugar, porque lo que yo quería jamás lo encontraría en un hotel, con dinero de Angelina me compré un departamento, ¿recuerdas que te había dicho que me quería ir? Todavía no es el momento, porque quería saber de ti, tengo dudas sobre mí, no sé quién soy, ¿puedes creer eso? Tengo quince años y aún no me descubro.

Me abrazo a mí misma con tanta fuerza llorando en silencio añorando por lo que pude haber sido, que todavía no soy, y no sé si algún día llegaré a ser. A pesar de que a veces no quería saber nada de ti porque me abandonaste, lo haré, te buscaré porque se lo prometí a ella y quiero encontrar respuestas que nadie más que tú puede darme.

Para el hombre que nunca me amó, volveremos a estar juntos y recuperaremos el tiempo perdido.

¡Búscame papá, no sabes cuánta falta me has hecho!—grité con una fuerza impresionante esperando que fueras tú el que me estaba escuchando en donde quiera que estuvieras. Papá estoy aquí, tenía la esperanza que fueras tú el otro hombre que me estaba viendo al otro lado de la calle, no lo eras, porque estoy segura que tú saldrías corriendo a abrazarme porque estabas arrepentido de haberme dejado.

Papá, búscame, que yo también estaré haciéndolo.

Angélica.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top