Carta 51
06/Agosto/2021.
Papá, no sé cómo comenzar a escribirte esta carta, no sé cuál de todas las razones existentes te harán regresar de nuevo a mi vida. Es tarde y yo aquí sigo en mi cama, sé que Geovanny se ha ido, en poco tiempo ya me he aprendido el horario de su salida y el de su regreso, no quiero verlo, no sé si ya lo he escrito por aquí, pero tengo miedo, no solo de mí si no también de él, Geovanny sabe mucho sobre mí, sabe de mis destrucciones, que asesiné a sus padres, sabe el punto exacto dónde destruirme, él fue el pequeño aprendiz de todo el daño que Guillermo y Leticia me hicieron, y nunca hizo nada para defenderme, ahora entiendo todo, él era su cómplice, él también me quería ver muerta, nunca hizo nada para verme bien y si no lo hizo antes, ¿por qué se supone que lo debería hacer ahora?
Al contrario, él sólo me está usando a su favor para vengar la muerte de Angelina que para eso no lo necesito, eso tenlo por seguro. Así que cuando todo esto termine, cuando ya haya logrado mi cometido Geovanny puede desecharme en cualquier momento como si de una basura me tratase. ¿Sabes algo? Él puede destruirme a mí, pero ¿por qué no puede hacer lo mismo con Homero y el señor Alfredo? Digo porque yo soy una chiquilla tonta, ingenua e indefensa que no tiene a nadie que la proteja y por quien si le hacen daño nadie, absolutamente nadie movería ni un solo dedo.
Eso demuestra lo importante que soy, en cambio las cosas son distintas si hablamos de Alfredo y Homero, ellos no se dejarían destruir tan fácilmente, ni siquiera se dejarían destruir, porque son poderosos y tienen un comando que los respalda en caso de ser así, tienen personas que los protegen y yo… yo no.
Pero hay una cosa que Geovanny se ha olvidado por completo, y eso es que yo fui capaz de matar a sus padres, los dos seres que por años me destruyeron, sé la manera de cómo hacer daño físico y no tendría ningún problema en hacerlo nuevamente en caso de que llegara a ser necesario.
Geovanny era la clase de hermano que no hacía nada en su vida, dependía totalmente de los destructores y la cosa más importante, él no sabía matar, se iba al centro comercial con Angelina para que no supiera la realidad que vivía Angélica, mientras yo me moría lentamente ellos disfrutaban de un helado sin tener una mínima idea de todo el sufrimiento que sentía. Geovanny prefería irse y yo me quedaba viendo lo cruel que era el mundo.
Sé cómo ser cruel, sé cómo destruir y matar todo lo bueno que habita en la vida de las personas de mi alrededor y si me lo propongo… de la tuya también.
Angélica.
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