Carta 50
05/Agosto/2021.
Esta vez no hubo pesadillas que me invadieran en mis sueños, la peor pesadilla se ha convertido en mi día a día desde el momento en el que había descubierto quiénes fueron los que mataron a Angelina, ¿sabes qué es lo peor de que tú pesadilla sea tu vida? Que no termina nunca, no se acaba al despertarte y todo esto es tan real, yo sé que parece una ficción pero te juro que esto es mi vida diaria desde siempre, no iba a despertar cayéndome de la cama gritando fuertemente el nombre de Angelina o el tuyo para que me vinieran a rescatar, no iba a despertar nunca, y esto duele como no tienes una idea, ¿sabes lo que es que alguien te quiera matar y no haya nadie para protegerte? ¡Jamás despertaré de mi vida, porque simplemente he permanecido despierta!
Geovanny entro sin tocar a mi habitación, debido a mi ausencia la mayor parte del día anterior me preguntó por ella, por un leve instante creí que al menos le importaba un poco, pero no, para él mi vida no significaba nada, solo quería asegurarse que la destructiva de Angélica siguiera presente para matar a las mismas personas que había tenido cerca ayer. Me trató como una basura al enterarse de una pequeña parte de lo que había ocurrido y me reprochó que la muerte de Angelina también era culpa mía, lo sé pero no necesita decírmelo.
¡Esto está muy lejos de lo que quiero para mi vida! Volví a mi departamento por dos razones, una por si acaso tú me estabas esperando y dos; por la soledad que invadía cada espacio no ocupado, amaba escuchar el silencio ensordecedor, el sonido de mi respiración y los latidos de mi corazón. Pero siendo honesta, tú no volverías hoy, no sabía con exactitud si algún día volverías… quizá nunca.
Alguien que te vigila de cerca era la única persona que parecía importarle un poco, me guio hasta el cementerio, ¿qué había de bueno ahí? Nada, solo quería verme destruida.
Mi vida fuera de casa culminaba con la visita a la nueva psiquiatra, ¿cómo una pregunta puede romperte tanto? ¿Cómo va todo con Geovanny, tu nueva familia? ¿Eso era mi familia? Porque si era así yo no la quería. Al final terminé huyendo de ella, porque tenía razón.
¡Más destrucciones en mi vida no! Dile a Geovanny que ya no me haga daño. Si no se lo dices tú, se lo diré yo pero de la manera que me enseñaron.
Angélica.
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