Carta 39

25/Julio/2021.

Otro día más, papá. Otro maldito día en el que mi corazón, mi alma y mis brazos te esperan, y como ya pasado en los días anteriores, tú no has vuelto, porque de haberlo hecho no estaría aquí escribiéndole cartas a un hombre que nunca me amó.

Angélica te necesita, necesita al padre que se supone debiste haber sido, quiero conocer al hombre que me abandonó, al que nunca me amó, quiero verte, ¿qué se sentirá abrazar a tu progenitor? ¿Cómo se siente un abrazo de alguien que se supone debería amarte por encima de todas las cosas pero no siente nada por ti en lo absoluto? ¿Qué sentirás verme después de tanto tiempo? ¿Cómo me veré ante tus ojos? ¿Habrá en ti un poco de arrepentimiento?

Cuando creía que mi vida había comenzado a tomar sentido, —¿en que momento todo se fue al carajo?— Antes los únicos que me hacían daño eran Guillermo, Leticia, el resto al no poderme ayudar y yo. Y ahora las personas que me quieren destruir se han multiplicado. ¿Esto es mi vida? ¿Esto es la patética vida de Angélica?

De haber sabido que todo esto vendría después de que matara a los principales causantes de mi infelicidad —Guillermo y Leticia— jamás lo haya hecho, haya dejado que me mataran.

¿Tú eres la persona que Angelina dijo que me estaba buscando? ¿Dónde está la persona que ella me dijo que me amaba? Quizá Angelina todo este tiempo estuvo mintiéndome y en realidad esa persona no existe.

Mi vida está peor que antes, Hernán me quiere hacer daño, solo por el simple placer de que su familia tiene poder, porque no hay nadie que pueda protegerme y porque tú nunca me quisiste.

Tengo gran culpa sobre la muerte de Angelina, el señor Alfredo mató al único ser perfecto y especial que aparecería a lo largo de mi vida, se acercaron a mí porque estoy segura que también sintieron lo único que ha sentido el resto por mí; lástima, ahora también la quiere matar y estoy segura que es por la misma razón.

Yo también estoy haciéndome daño, reprochándome por todo lo que ha pasado por mi vida que sin dudar ni un solo segundo lo pude haber evitado, Guillermo y Leticia siguen presentes en mi vida de manera no presencial, pero tienen ese maldito privilegio de hacerme daño, y cuando creí que era especial para alguien —Homero— creía que haría lo que nadie había hecho, ni siquiera tú; permanecer en mi vida, pensaba que sus intenciones por ayudarme eran verdaderas, y todo resultó ser falso.

Y para finalizar con la lista de razones por las que mi vida no tenía sentido apareces tú, un padre que no le queda el título. Te espero porque eres lo que mi vida necesita, te espero porque eres la pieza sobrante de mi vida. Pero ¿sabes algo? Hubiera nunca preferido saber de ti, haya elegido la idea de creer que Guillermo y Leticia eran mis padres aunque no me quisieran ni un poco, o me gusta más la idea de que estás muerto y quedarme con la idea de lo que habríamos sido.

Porque aunque mi corazón te espera, y tiene esa idea de que me amas y sé que no es verdad, solo es una ilusión óptica, otra manera presente de hacerme daño, porque si me hayas amado tanto como mi corazón lo siente, jamás me habrías abandonado, dejándome a mi suerte cuando no podía defenderme ni sobrevivir sin ti.

Angélica.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top