Carta 25

12/Julio/2021.

Papá, ¿sabes qué día es hoy? No lo creo, quizás si estuvieras a mi lado lo supieras, pero no, no lo estás, por si te interesa, que lo dudo mucho, porque si de verdad te importara no estuvieras ausente. Hoy es ese día que he estado esperando desde hace muchísimo tiempo, pero ahora es la razón suficiente para salir de la cama, pero hoy por fin había llegado este día, probablemente te preguntas ¿qué día es tan importante para Angélica? Bueno hoy es mi graduación, no sé si esta es  la forma correcta de llamar a este día porque no me estaba graduando de nada, solo el fin de ciclo escolar y ya, nada importante, pero de todos modos yo te quiero a ti, aquí conmigo.

Las personas que me acompañaron a mi despedida fueron solo dos, la directora y su asistente, no están conmigo porque les importo, sino para que no huya y admito que sentí tristeza, ¡tú debías estar en su lugar!

Cuando llegué a donde se llevaría acabo la ceremonia con todos los alumnos cubiertos con máscaras blancas y que cubren por completo nuestra identidad, estaban dándome la espalda, me senté en la butaca que estaba reservada con mi nombre, estaba esperando la llegada de dos personas, no importaba que llegases tarde, quería verlos y que alguno de ellos se sintiera orgulloso de mí. Te estaba esperando a ti y a Angelina, pero siendo cruelmente realista, ninguno de ustedes volvería.

Voy a mi lugar con las estúpidas esperanzas de que tal vez alguno de los dos pudiera observar todo lo que estaba apunto de pasar. Te soy sincera, no hay motivos para que te sintieras orgulloso de mí, no era una alumna ejemplar, mi actitud es más pésima de lo que te puedes imaginar, tenía mala conducta y siempre huía de la escuela, de algo tenía que huir, ¿no? Pero no importa, yo te quiero a mi lado, hubo un momento en el que la directora, la psicóloga Zaire y la psiquiatra Weisdy me pidieron una disculpa y me entregaron unos reconocimientos, ¿por qué? Porque es lo único bueno que podían entregarme para que no me sintiera la mierda que en realidad soy.

Yo también pedí perdón por todos los problemas que les di, por mi existencia y por todo el caos que ocasioné. ¡Yo soy un problema! ¿Qué sienten las personas al tener un problema en su vida? ¿Qué sientes tú al haberte librado de este problema?

Salí y hui porque tenía que despedirme de dos cosas muy importantes a lo largo de mi estancia aquí, el árbol que fue testigo de todo lo que en mi vida importaba, y el muro que salté tantas veces, las únicas dos cosas que no podían irse de mi vida, casi al finalizar mi despedida se acercó Hailee y nos despedimos para siempre deseando nunca habernos acercado a la vida de la otra.

Hoy todo quedaba atrás. ¡Necesito un abrazo y nadie quiere abrazarme! ¿Por qué es más importante lo éticamente correcto y profesional antes que abrazar a una persona que en verdad necesita de uno?

¿Me darías el abrazo que tanto me hace falta? No lo creo, porque tú fuiste el primero que me lo negó.

Angélica.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top