¿Cuántas veces nos ha pasado
que nos hemos propuesto algo
y finalmente lo hemos dejado?

"Este año estudio"
"En un mes dejo de fumar"
"Voy a ordenar mi casa"
"Haré la dieta para adelgazar"

Mentira, mentira,
mentira y más mentira.
Todas ellas
terminan siendo mentiras blancas
que nunca
terminamos por cumplir.

¿Y si te digo que
todavía no he mencionado
la mayor mentira de todas?

"Voy a dejar de preocuparme por amor,
solterx se vive mejor"

El amor, es como una dieta.
Somos provocados,
caemos en la tentación,
pecamos,
nos hacen daño
nos duele,
nos arrepentimos,
juramos y perjuramos que jamás volverá a pasar,
y volvemos a caer una vez más.

Siempre es el mismo círculo vicioso...
Al fin y al cabo,
es bien sabido que
el ser humano
es el único ser
que tropieza dos veces
con la misma piedra.
Yo era uno de esos seres humanos
que tropezaba dos mil.

Yo también había formulado mi propósito.
Yo también había decidido ponerme a régimen,
me había propuesto hacer la dieta del amor.
¿Mi problema inevitable?
Que tú eras mi chocolate.