Capítulo 31: Fiesta de Graduación.
25 de noviembre, día de confesiones para Jazmín.
Llegó noviembre, el mes de fin de clases, el último día que todos iban a hacer sus exposiciones sobre Quimica, Biología y Arte en la muestra del Pretty Land School of Arts.
Allí estaban todos, despidiéndose horas antes de la entrega de diplomas y el baile de graduación, Jazmín miraba de lejos a sus amigos, sus compañeros de hazañas, de imitaciones, los mejores a la hora de acompañarla en sus locas decisiones; los veía y no podía creer que su relación ya no fuera la misma, que por un mínimo y bien guardado secreto, sus 6 años de amistad se hubiera esfumado de cierta forma, aunque no estaba rota la relación. Porque ella los quería, anhelaba ir hacia ellos, abrazarlos y decirles que los perdonaba, que ahora mas que nunca los necesitaba.
Aunque las chicas eran sin duda las mejores amigas, todavía no se sentía segura de contarles lo que pasaba, no sentía seguridad de decirles que en unos meses iban a tener un sobrinito a quien mimar. Todavia no podía confesarles que Jamie era el padre sabiendo que ahora con su hermano Sam, Roland y Tristan habian comenzado un nuevo proyecto y viajarían por todo Europa, y aunque él prometió seguir con su nueva relación de pareja, ella no podía quitarle sus proyectos, después de todo, el bebé no fue algo planeado en si, pero era producto de su amor y reconciliación del 22 de junio luego de haber pasado lo peor en el Baile de Invierno.
Necesitaba a sus amigos, ellos solamente podrían hacerla volver en si, hasta que alguien tocó su hombro...
-Jazi, Jaz, ¿estas bien?- era Fina que la estaba zarandeado de los hombros.
-Si, si estoy bien, me colgué en mis pensamientos, ¿que pasa?.
-Hola chicas- saludo al unísono de 20 personas, los chicos se habían acercado y ella no lo había notado.
-Hola- responde Josefina- Jazmín ¡Por el amor de Dios, reacciona de una vez! Cadierno te hace señas desde la entrada- señaló a su amigo que parecía una persona buscando socorro al agitar las manos.
-Lo siento, después hablamos, tengo que irme...-agacho la cabeza y alguien la detuvo.
-Jazmín- era Sam- cuando tengas un momento, me gustaria que hablemos.
-Si mi Bowercito, no hay problema. Chau a todos.- no volvió la mirada, no le dio un beso a Jamie y tampoco se dirigió a sus amigos, caminó y se alejó de todos- Vámonos, sacame de aca Cadi por favor.
-Me estas asustando, vamos- la tomó de la mano y se dirigieron a su automóvil.-Ya soltalo, ¿que te pasa?.
-Estoy embarazada.
-¡¿QUÉ ESTÁS QUÉ?!- sus ojos se salían de las órbitas oculares.
-Necesito que me lleves al ginecólogo, ahora, en 10 minutos tengo turno.- no sabía si llorar, reír o abrazar a su amigo hasta desmayarse.
-P-p-pense que te estabas cuidando,- estaba nervioso, no quería demostrarlo, pero ella lo notaba- ¿de cuánto estas? No quiero imaginarme que es del Rasta-man.
-Me estaba cuidando, pero cuando volví con Jamie, esa noche, no me cuidé. No es de Samuel, es del rubio, estoy de 4 meses casi 5 en unos días.- lágrimas caian de sus ojos y no podía evitarlo.
-¿Jamie lo sabe ya no?- su amiga levantó la mirada llena de lágrimas y eso lo destrozó- Ay Jazmín, tenés que decirle...- lo interrumpió.
-Es un embarazo de riesgo, tengo que ir ahora, tengo pérdidas- su hermano empalideció- por eso todavía no se lo dije.
-Vamos, hoy se lo decís, voy a estar con vos- encendió el auto y se fueron, en cinco minutos habían llegado a la clínica, ahí los esperaba uno de los colegas de su padre paea atenderla. Cadierno la esperaba afuera, ese era el momento de ella.
A penas entró, Mario la esperaba y la hizo recostarse en la camilla, la examinó y al terminar su cara de preocupación era evidente.
-Jazmín tengo noticias.
-Antes de decirme ¿podes decirle a Luciano que entre?- miro el suelo- no tengo fuerzas para estar sola esta vez.- él asintió y se asomo a la puerta para decirle a su amigo que entrara, él lo hizo y se sentó a su lado tomando su mano derecha y con un apretón le proporcionó el apoyo que ella necesitaba.
-Ahora si, primero que nada, tenes que saber que la bebé está en muy buen estado, no le pasó nada. -los tres suspiraron- y lo que creo que va a ser peor es que, tal vez el parto se adelante y deba ser por cesárea, si seguís con pérdidas vamos a tener que proceder a eso, ¿entendes Jazmín?.
-Si lo entiendo, entonces, con respecto a la fecha de parto, ¿mas o menos cuando seria?- lloraba, pero ninguno de los hombres que estaba a su lado la detenia, entendían su dolor y miedo.
-Para marzo, entre el 1 y 10 estaría llegando la hermosa bebé- dijo riendo y le apretó la mano- y si seguís con pérdidas antes de Navidad.
Una vez que Mario terminó de explicarle a Jazmín todo lo que tenia que hacer a partir de ahora, salieron del consultorio y Cadi recuperó el color del rostro.
-Yo voy a estudiar esto, ¿de verdad estoy tan loco?- se agarraba la cabeza y Jazmín reía, su amigo era especial.
-Jajajaja si querido hermano, de verdad estas loco, pero loco lindo en fin- lo abrazo y comenzó a llorar de nuevo, él la abrazo y acaricio su cabello lentamente.
-Chist nena. Ya pasó, dale morocha, no llores mas.- ella levantó la vista, se sentía pequeñita al lado de su ahora corpulento amigo- Tenes que ir y hablar con James, no podes ocultarlo más, ¡ya tenes panza por el amor de Dios!
-Esta bien, no te enojes. A ver, son las 14:00 ahora empieza comedia, yo no estoy yendo pero mi cuñado quería hablar conmigo así que voy a ir y después me vuelvo a casa para prepararme para el baile de esta noche, ¿me podes alcanzar unas cuadras?.
-Serás tonta... Si te alcanzo hasta el colegio, seguro te van a bombardear y vas a necesitar de mi- le guiñó un ojo, rieron y se pusieron en marcha.
Llegando al colegio se detuvo afuera del zoom, ya habían comenzado a ordenar todo para la fiesta de fin de curso para los alumnos de 5to año, los chicos del otro curso la saludaron y cuando volteó se encontró con una mirada celeste observándola a unos metros, Jamie siempre la dejaba muda cuando la miraba así.
-Hola mi amor- se acercó y le puso las manos en la cara y la besó- estás preciosa ¿sabias?.
-Oh- se ruborizó y lo miró- gracias, perdón estoy re alejada últimamente, es que..- la interrumpió y se agachó arrodillado en una pierna, ella empezó a temblar.
-Sé que estás mal aún por todo lo que pasó, pero si no te digo ahora esto, sé que voy a arrepentirme después de esta noche.
-J-jamie ¿Qué significa esto?.
-Jazi, ¿querés casarte conmigo?.
Silencio, solo se escuchaba el agua a unos metros de distancia y los pajaritos de la tarde cantar, Jamie seguía arrodillado frente a ella con una cajita azul de terciopelo abierta y un anillo con un diamante pequeño y delicado brillando con la luz del Sol; Jazmín tenía lágrimas en los ojos, era el sueño desde que se enamoró de él en Londres y ahora lo estaba viviendo en carne y hueso, escuchó unos murmullos y vio que sus amigos y cuñado estaban en la fuente antes de entrar a comedia musical. Después de cercar las lágrimas un poco habló.
-Solo si aceptas ser el padre de la bebé que llevo en mi ínterior hace ya 5 meses.- Jamie abrió los ojos que casi se le salen de las órbitas craneales como a Cadierno, sus amigos enmudecieron de repente. En toda su altura Jamie se acercó tanto que ella tuvo que tirar la cabeza hacia atrás para que pudiera encontrar sus miradas y le dijo.
-Ahhhh, ahora entiendo porqué pediste dos docenas de rosquitas- ella jadeo y río a la vez cuando él poso sus grandes manos en la pancita que asomaba su vestido de flores celeste y rojo- por supuesto que voy a ser el padre de está criaturita, es la mayor bendición de mi vida, la segunda si la cuento después de voz. ¡CHICOS VOY A SER PADRE Y ME CASO, EL MEJOR DÍA DE MI VIDA!- levantó a Jazmín del suelo en un abrazo y se besaron profundamente.
Horas mas tarde en el baile graduación.
Las luces de colores iluminaban a penas el salón, los globos dorados y plateados brillaban y en el medio de la pista un rubio de metro noventa bailaba con su diminuta futura esposa abrazados, se miraban, sonreían y se decían lo mucho que se amaban mientras sus amigos sonreían con complicidad.
Todo había salido como quería Jazmín, se arregló con sus amigos, los puso al día y aceptó que tal vez su vida no hubiera sido igual de haberlos alejado solo por un secreto.
Después de horas de baile, jugo de naranja y comida, decidieron que era hora de ir al centro a tirar los sombreros de graduados y comenzar la nueva etapa de su vida de adultos.
-Ehhhh Jamie soltala un poco, dejala disfrutar de sus amigos.- gritó Octavio mientras todos se acomodaban para una foto.
-Jajaj no la tengo que soltar, ella puede irse, pero no quiere.- Jazmín lo piso- auchh, dolió, ¡tenes tacos!
-Sos malo con mis amigos, me voy con ellos, chau- lo besó pasionalmete y corrió para acomodarse en el medio de Viny Bruno con las chicas tapando su vestido largo negro con plata de manga tres cuartos y poder estar en la foto de fin de curso son esas 50 personas que la hacían tan feliz a pesar de pertenecer algunos a otros grupos pero todos con algo en común: la música, la pasión y la amistad que prometían iba a durar por muchos años.
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