Todo era tranquilo en la Liga de Villanos. Toga limpiaba sus cuchillos sentada en el piso mientras su espalda estaba apoyada en la pared. Twice observaba a Toga a la distancia. Mr Compress ideaba nuevos trucos. Y así todos se encontraban en su rutina diaria de descanso,  o al menos lo estaban hasta que...

—¿Estás molesto porque perdiste, Katsuki?—se escuchó desde afuera.

—¡Que te calles maldito presumido!¡Yo te dejé ganar!—Pateó la puerta para abrirla de golpe. El rubio estaba molesto desde que perdió todas las batallas en las máquinas arcade contra Shigaraki.—¡Te voy a superar!¡Ya verás desgraciado!

Los demás se quedaron viendo el pequeño show que había creado el nuevo integrante.

—Vaya humor de mierda—Mencionó Dabi con tono cansado.

—¿Ah?¡Repítelo maldito quemado!

—Basta. No queremos que este lugar explote o se incinere.—Dijo el peli celeste comenzando a rascarse el cuello.

—¡Él comenzó!—Los miró a los dos. A Dabi con infinito odio, aunque este prendió algo de sus llamas en un intento de demostrar que no permitiría que el otro hiciera lo que quisiese. Luego miró a Shigaraki, pero recordó lo mucho que se divirtieron hoy, y por algún motivo, no quiso hacerlo explotar—¡Maldita sea!

Sin pensarlo unos segundos más, se dirigió a su habitación. ¡Oh!,  esperen, ¿Su habitación?. Desde que vivía con los villanos, no sabía donde debía dormir, pues la noche anterior todo fue mantenerse despierto y conocer a los demás.

—Oigan desgraciados. ¿Donde debo dormir?— Preguntó mirando al líder, pies no le interesaban las respuestas de los demás.

—Conmigo hasta que hagamos un cuarto para ti.

—¡¿Ah?!—No podía creerlo. Tendría que compartir cama con el asqueroso de su líder. Por otro lado, Dabi prestaba atención a lo que hablaban. Por alguna razón, parecía molestarle la idea.— ¡Dormiré en el sofá!¡Es mejor que dormir contigo!

—Ahí duerme Dabi.

—Puede dormir en el sofá si quiere. Yo dormiré contigo, Shigaraki.—Mencionó el pelinegro sin mayor emoción.

—¡Jah! Me agradas maldito quemado. Bien, enton…

—¡No!— Shigaraki se rascaba el cuello, en verdad no le agradaba la idea.

—No tienes derecho a decidir lo que quiero, maldito loco de las manos.

Tomura no tuvo más opción que permitirle aquello, o al menos por ahora si quería mantenerlo con ellos más tiempo. Dabi ante eso sonrió de lado. Su plan había funcionado a la perfeccion,asi que se dirigió sin poner excusas a la habitación de su líder.

—Te veo en la cama, Shigaraki.—Dijo en tono seductor. Para Tomura había sonado horrible, definitivamente odiaba esa manera tan descarada que tenía Dabi de decir las cosas.

Bakugō por otro lado se acomodó en el sofá tranquilamente mientras sonreía victorioso.

Los demás se fueron a sus respectivas habitaciones, aunque el peli celeste se quedó unos momentos junto al rubio.

—Espero estés cómodo

—Mientras esté solo estaré bien.

Y así Shigaraki se dirigió a su habitación a descansar. Pensaba que debió haberle dicho que su castigo por perder en las máquinas arcade era dormir con él, pero ya era demasiado tarde. Y por su carácter, de seguro no aceptaría algo de ese tipo.

Las horas pasaron. Nuestro protagonista se encontraba ahora en una especie de insomnio mientras se daba vueltas en el sofá.

—Maldición… ¡No sé porque no puedo dormirme!—gruñó tapándose el rostro con sus manos. Su cabeza se preguntaba qué estarían haciendo

el líder con el de piel quemada en la habitación.— ¡No! ¡Maldita sea! ¡Deja de pensar en eso! ¡Sólo son dos bastardos!

Se acostó de estómago enterrando su rostro en el sofá. Recordando ese tono en que Dabi le había hablado a Tomura. Pensara como lo pensara, parecía querer algo más del líder.

—Debe de ser curiosidad, después de todo no se que hacen los villanos por la noche… ¡Si! ¡Debe ser eso!— Se levantó del sofá sigilosamente dirigiéndose a la puerta de Shigaraki, quedándose afuera tratando de escuchar si los otros dos estaban despiertos.

—Detente.—Se escuchaba hablar al líder en un tono algo desesperado.

—No quiero. No sabes cómo me gusta que te resistas.

El rubio estaba algo nervioso, oír aquello le hacía dos ideas en la cabeza, y ninguna era muy agradable.

—¡Que me sueltes!—se escuchó un forcejeo luego de eso.

Katsuki tragó saliva. No sabía qué hacer, si entraba iban a quererlo muerto, pero sí no, no podría dormir. finalmente pensó en sí mismo y sin importarle nada , abrió la puerta, estaba algo asustado, pero no lo aceptaría.

—¡Oigan bastardos! ¡¿Que están haciendo?! la intriga no me deja dor…— Se quedó en silencio al ver la escena que tenían los dos en la cama, siendo esta una de las dos opciones que no quería ni imaginar que estaba sucediendo.

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Perdón por la demora x.x! Estuve muy ocupada ya que volví a clases ;-;!!!
Espero les guste este capítulo (^^)!!!