Cuando estuvo a punto de juntar sus labios con los del rubio, sintió una interversión de último segundo.

—¿Qué le estás haciendo a mi subordinado, héroe?—La mano de Shigaraki que salía del portal había intervenido entre los dos, cubriendo la boca del rubio con su palma, tocándole con 4 dedos. Todoroki se exaltó, a lo que dio un salto hacia atrás.

—¡Tú eres!—atacó con su hielo directamente. No dudó hasta que vio cómo en medio del peli celeste estaba el rubio haciendo de escudo.—Tsk…

—¿Que sucede, héroe? ¿Querías intentar convencerlo para que volviera con ustedes? Que lastima.—acercó sus labios al oído del chico para susurrarle— Que bueno que Kurogiri me dijo que estabas aquí, Katsuki-Kun. Sígueme el juego.

—¡Casi me matas del susto maldito bastardo!— se zafó del agarre molesto mientras le miraba— ¡No me des órdenes! ¡Que seas mi líder no significa que puedas decirme qué hacer! —se alejó mientras mantenía su ceño fruncido.

Todoroki aprovechó la oportunidad y atacó con su hielo nuevamente en la dirección de Shigaraki.  El portal en ese instante se cerró y apareció junto a Bakugō.

—Nos vamos por ahora. Entra.—le dijo al chico. Este último estaba molesto de tener que seguir las órdenes de su superior, pero en esta ocasión era necesario. Una vez entró al portal, miró hacia atrás algo deprimido— Lo siento.

—¡Bakugō, yo…!— Quería decirle algo importante, algo que se había guardado todo el tiempo que fueron compañeros de clase. Un sentimiento que jamás pudo decirle, y que vio imposible de hacerlo una vez el rubio se fue a la liga de villanos. Vio su última oportunidad de decirlo ahora, pero para su desgracia, el portal ya se había cerrado, llevando a los dos villanos junto con él.

Todoroki Shōto nuevamente no había logrado decírselo, y por si fuera poco, ya era demasiado tarde. El peli celeste tenía razón, intentaba lograr que Katsuki volviera a la UA una vez hablara con él, pero la decisión de aquel que una vez fue su compañero ya no tenía retorno. El de pelo bicolor salió de aquel callejón muy cabizbajo. Su día se había convertido en uno de los peores hasta ahora.

—¡Shooootō!—se escuchó una voz adulta que se acercaba— ¡Habías desaparecido! ¿Dónde estabas?—El chico ignoró a su padre completamente y pasó por su lado con la cabeza agachada—

—¡Pero mira que cara, Shōto! ¿Acaso te rechazó la chica que te gusta?—Natsuo comenzó a reír luego de decir aquello. Todoroki hizo un sonido de frustración con la lengua y continuó su camino.

—Natsuo, Eres un idiota.—mencionó Fuyumi habiendo comprendido la situación en la que estaba su hermano menor. Natsuo se rascó la cabeza y habló más bajo esta vez— Solo bromeaba ¿Cómo iba a saber que en verdad había sucedido eso?

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—¡Hubieras visto su cara! ¡Parecía como si le hubieran destrozado el corazón en mil pedazos!—Shigaraki comenzó a reír fuertemente mientras Katsuki solo mantenía su ceño fruncido—¡Cállate maldición! ¡Tienes una risa enfermante!

El rubio había perdido sus ganas de volver a salir a caminar solo como antes. La próxima vez obligaría a alguien a acompañarlo. ¿Pensaron que se lo pediría? Claro que no. El Gran Bakugō Katsuki ni en sus más grandes sueños le pediría un favor a alguien.

—Algo que hicieras bien, maldito líder. Ahora vuelve a tu misión, yo no volveré a salir de la guarida.— Por fin había vuelto al escondite, o al menos eso creía. Cuando abrió la puerta, se topó con aquel lugar al cual iba todos los días a jugar con sus compañeros de clase de hace algunos años. Por ser un fin de semana, el lugar estaba lleno.—

—¿Qué sucede?—preguntó el peli celeste acercándose al rubio.

—No estabas en la guarida porque estabas… ¡¿Jugando a las máquinas arcade?!

En efecto. Tomura antes de ir a buscar a Katsuki, se estaba entreteniendo en aquel lugar. Ahí mismo recibió la noticia de que el chico estaba en problemas. Una vez se enteró, entró a una sala que solo era para personas que trabajaban ahí y le pidió a Kurogiri que le ayudará a llegar.

—¿En verdad pensabas que estaba en una misión? Aca vengo a despejar mi mente para idear mejores planes.

—¿Y porqué estabas en esta sala si es solo para personal autorizado?

—Eres gracioso. Pues, este local es de un villano. Y lo conozco, así que me veo en libertad de entrar y salir cuando quiera—palmeó el hombro del chico para luego volver a dirigirse a los juegos.

Bakugō no podía creer lo que estaba pasando, todo este tiempo aquel lugar en donde se divertía con sus amigos, pertenecía a un villano. Ahora estaba tratando de recordar si vio algo inusual en aquel lugar las veces que había ido. Recordando que a veces llegaba la policía buscando a villanos que se habían avistado en el lugar, a lo cual el dueño decía que no había nadie parecido.

El chico dio un suspiro y se encaminó a los juegos, ese lugar le daba nostalgia, y aunque ahora se encontraba en una situación diferente, las ganas de jugar no las perdía. Se acercó a Tomura observando sus movimientos. Definitivamente era un experto cuando se trataba de videojuegos. Shigaraki se percató rápidamente de que el otro estaba avistando como jugaba, así que insertó otra moneda en la máquina y  miró al chico.

—Juega conmigo, ¿o acaso temes perder?

Para él eso había sonado todo un reto. Así que se alistó las mangas y tomó las manillas

—Después no llores porque perdiste lamentablemente ante mi, bastardo.

Y así comenzó su versus de horas. Hacía tiempo que el joven no se divertía tanto haciendo algo. Y aunque en la situación actual, jugaba con un villano, fue la vez que más se divirtió. A pesar de haber perdido completamente ante el mayor al final del dia. Realmente sería un día que recordaría para siempre.

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Comenzaré a subir los capítulos una vez a la semana (^^)/ Los jueves para ser exactos.
Espero les esté gustando esta historia~