Reaper comenzó a elevarse del suelo, lo que me pareció increíble pero a la vez me llego a dar un poco de miedo. ¿Que pasaría si me llego a caer? No quería ni pensarlo...

Me aferré fuertemente a Reaper.

Ya se lo que sienten los bakugans al estar en nuestros hombros. Pensé

De un momento a otro todo pareció volverse mucho más oscuro, casi tenebroso.

- ¿Donde estamos?- mi voz salía entrecortada, este lugar me producía escalofríos.

- En la dimensión de la perdición- contesto Reaper- lo siento, mis recuerdos me trajeron a este lugar.

- Descuida.

Le queda el nombre a este lugar, desolado en el lugar más remoto de Vestroia.

- Volvamos- habló Reaper luego de unos segundos.

Asentí pero, de pronto, una imagen borrosa apareció frente a mi.

-¿Se supone que este patético bakugan prohumano salvara al mundo?.

- Ah, que ridículo.

Eran dos bakugan pero, no recordaba haberlos visto en libros. La cabeza me comenzaba a doler considerablemente, hasta que el dolor aumentó cada vez más.

Llegó el momento en que me vi con ambas manos en la cabeza y soltando un grito a causa del dolor.

- ¡¿His, que pasa?!- oí gritar a Reaper.

El dolor disminuyó, pero, aún sentía una débil punzada en la parte atrás de la cabeza, como si me hubieran golpeado con algo.

- Estoy bien- dije débilmente.

- No, no lo estas- replicó Reaper.

- Si lo estoy- contesté- solo que...me pareció ver algo.

Y otra vez así como apareció desapareció otra imagen fugaz.

- Eres una deshonra para todos los darkus.

Un...¿Hydranoid? ¿Que era lo que me pasaba?

- Salgamos de aquí- dijo Reaper- este no es un buen lugar para los humanos.

- Reaper- lo llame- ¿acaso hubo una guerra entre bakugan?- pregunté, ese era el indicio que me daban las imagenes.

- Hubieron muchas.

- Si pero...- un sonido me saco de pensamientos- ¡cuidado!- le grite una vez que vi la gran llama de fuego acercarse.

Reaper se balanceo hacía el lado esquivando el ataque.

- ¡Quien hizo eso!- grito Reaper, quien quiera que fuera contestó con una risa malvada.

Esa risa hizo que se me erizaran los pelos. La escuche en esas visiones y la vuelvo a escuchar ahora en la realidad.

¡¿Que diablos esta pasando?!

- "Vórtice de Fuego Oscuro"- dijo aquella voz.

- Reaper...- dije con voz temblorosa.

- No te preocupes- alzo las manos- "Penumbra".

Una ligera capa de color oscuro nos cubrió del ataque el cual impactó casi al instante.

- Vaya, vaya, más humanos- dijo con un tono casi de repugnancia, como si nos tuviera asco.

- Muestrate- exclamé. La figura que antes vi, ahora estaba frente a nosotros.- ¿tu?.

- ¿Lo conoces?- preguntó Reaper casi incrédulo.

- No, pero, lo he visto en visiones, desde que llegue aquí- me detuve- creo que la dimensión de la perdición me afectó un poco.

- Son patéticos- dijo otra vos, esa también me era conocida.- veo que aún no nos has presentado, soy Centorrior y el es Druman.

La figura comenzó a acercarse por la tierra, tenia una gran lanza y una capa igual a la de la visión.

- A...el también lo vi- dije apuntando lo.- estaba luchando contra Hydranoid.

-¡¿Hydranoid darkus?!- Reaper parecía sorprendido.

- Si o eso creo- ¿acaso lo conocía?..quite esos pensamientos y me dispuse a prestar atención a la batalla- devolvamos el golpe- dije con cierta emoción.

- Seguro- nos elevamos un poco más, hasta quedar justo arriba de ellos- "Vacío".

Una ráfaga oscura cayo fuertemente sobre ambos bakugan. Luego de la explosión se levanto un manto de humo el cual nos dejo sin visibilidad de los bakugan.

- ¿Eso es todo?- habló Centorrior.

En cuanto la nube de humo se apartó, los pude ver a ambos en la misma posición, apenas si habían recibido daño.