Disconforme
Sus pasos eran lentos mientras se dirigía a su cama, se acostó boca arriba clavando sus oscuros ojos en el techo. Tenía sueño, quería descansar bien pero no sé animaba a cerrar los ojos porque si lo hacía aparecía ella.
Desde hace algunas semanas tenía pesadillas frecuentes dónde aparecia Bulma, Trunks y por último Bra. Pesadillas en la que Bulma lloraba y le rogaba para que la salvará pero justo antes de poder hacerlo aparecía Kakarotto y la mataba de la peor forma que ni el en sus años en el ejército de Freezer mato a alguien así.
Aunque no era muy frecuente también aparecía Trunks en sus sueños, reclamándole el porque los traicionó vendiendo a su hermana a su enemigo eterno y lo dejo morir a el sin vengarlo.
Y luego estaba ella, su hija, su princesita la mujer que más amo por encima de la mismísima Bulma Brief.
Siendo violada por todo su séquito de una forma bestial bajo la retorcida sonrisa de Kakarotto, y el no podía hacer nada su cuerpo estaba inerte presenciado el acto gritando de la frustración por no poder quitar de encima a esos salvajes que tenían maniatada a Bra mientras la violaban, golpeaban y torturaban. Y el último era el Kakarotto, el que llegaba y mataba a su niña en su propia nariz sin antes no profanar la de la peor manera para después asesinarlo a el.
Se incorporó en su cama agitado sudando frío por el recuerdo de esas pesadillas, salió a toda prisa de su aposento real para despejarse un poco y en el camino se lo encontró a el de frente. Lo observó analizando lo de hito en hito esperando alguna reacción de su parte.
– Rey Vegeta - saludo el Saiyajin con una leve reverencia- se ve algo agitado ¿sucede algo? - inquirio con un ligero tono burlón -
– Eso a ti no te importa Kakarotto.. ¿alguna novedad del planeta Meet? - pregunto-
– Eh solucionado el problema por el cual me han solicitado mi presencia allí, su majestad.
– De acuerdo.. puedes irte. - dijo para luego voltear e irse de allí -
– Y a usted ¿cómo le fue en esa misión clasificada? de la cual yo no sé.
Vegeta se volteo de nueva cuenta para mirarlo y sonreír con superioridad.
– Si tú la supieras no sería clasificada, Kakarotto.
– Creo que tú estás confundiendo las cosas Vegeta - replicó molesto acercándose peligrosamente a el sin ningún tipo de formalismo- Yo soy el segundo al mando, si tú te follas a una esclava yo tengo que saberlo ¿oíste?
– ¡¿Y tu quien diablos te crees para darme órdenes maldito gusano de clase baja?! - escupió colérico- ¡recuerda que yo soy el rey de los Saiyajins por ende soy el dueño de tu trasero insecto!.. ¡me debes respeto!
– Tu eres dueño de todo esto gracias a mi.. que no se te olvide principe de cuarta. - replicó más enfadado aún - yo no soy un maldito esclavo al que mandaras a hacer las misiones más vanas con gente extremadamente débil. Ya lo eh tolerado bastante Vegeta, no te vas a deshacer de mi tan fácilmente cada vez que se te antoje... Tu a mi me debes respeto idiota.
Vegeta enojado le proporciona un puñetazo en la mejilla haciéndole escupir un poco de sangre a Kakarotto.
– ¡Lávate la boca antes de dirigirte a mi de esa forma, sanguijuela de clase baja!
En un movimiento veloz Kakarotto logra enterrar su puño justo en su estómago a Vegeta provocando que este se doble del dolor.
Lentamente Kakarotto se acercó a su oído para susurrarle.
– No querrás que se te arme un golpe de estado ¿o si Vegeta?.. no te conviene que yo esté en tu contra su majestad porque a pesar de ser un clase baja de un solo ataque puedo acabar con todo tu séquito de perdedores - le amenazó- De ahora en más yo decidiré que misiones cumplir y cuáles no, así que deja de enviar a esos idiotas que me interrumpen en mi aposento. - dijo lo último sacando su puño de su vientre incorporándose lentamente - fue un placer llegar a un acuerdo pacífico con usted su alteza. - dijo esto último en tono burlón mientras se alejaba de allí sin más, dejando a un Vegeta muy furioso por tal humillación -
Pan que había observado tal escena se acercó para ayudar a Vegeta.
– ¿Estás bien..?
– ¡Sal de mi vista si no quieres que te haga ejecutar maldita zorra! - bramó colérico dando grandes zancadas para irse de allí -
Ella solo lo vio alejarse cada vez más con las lágrimas que se asomaban en sus ojos amenazando en cualquier momento desbordar. Sin mucho ánimo se volvió hacia su habitación dando suaves caricias a su ya abultado vientre para calmarse.
– Hoy tampoco estaremos con papá bebé. - susurro levemente - tendremos que esperar a que esté de buen humor. - dijo secándose las lágrimas que corrían por sus mejillas - pero no te preocupes.. el ya nos amara mucho más de lo que ama a esa zorra de cabello azul... Tal vez tendremos que deshacernos de ella para tener toda su atención. - esto último dijo mientras una torcida sonrisa se dibujaba en su rostro-
Su capa que era parte de su vestimenta real hondeaba por el viento. A pesar de los años jamás se le quitó la costumbre de huir a las montañas cada vez que necesitaba despejarse un poco de todo lo que lo agobiaba, como la resiente situación con Kakarotto. Allí en la cima de esa montaña podía ver la mayor parte del ahora actual planeta Vegeta, y si esforzaba un poco más su vista podía ver su castillo, aquel que ahora miraba con un profundo despreció. Antes hubiera dado todo por vivir como un verdadero saiyajin, pero ahora que ya había cumplido su anhelo le sabía a poco, y todo era culpa de ella. Tanto influyó su pequeña persona en aquel mercenario que ahora ni el mismo se conocía, pero de algo estaba seguro comenzaba a arrepentirse de haber dejado que todo eso ocurriera.
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Sus ojos color azul como el zafiro estaban clavados en el techo de esa gran habitación que era su celda.
Estaba perdida en sus pensamientos que nuevamente la tomaron por sorpresa.
— ¿Que tanto piensas princesa?
Se incorporó rápidamente en la cama mirando en la dirección donde venía aquella ronca voz.
— Ka.. Kakarotto... ¿No te habías ido a una misión tu? - pregunto aludiendo la cuestión de el-
— Si, pero volví o ¿no me vez?- respondió burlón -
– Si te veo muy bien.. y no es grato hacerlo.
– Oh vamos princesa no te pongas brusca ¿si?
– Tu no me provoques entonces.. - le advirtió cruzándose de brazos -
– Acá la única persona que provoca eres tú princesa - le dijo mientras se acercaba a la cama - con tu carácter - continuo hablando mientras gateaba felinamente sobre el colchón- con tu voz, con tu cuerpo, con tu aroma - dijo mientras inhalaba su olor - todo de ti me provoca el desear hacerte mía princesa - dijo con voz ronca-
– no no - dijo posando sus manos en su pecho - alejate de mi.. no quiero vete.
– sabes perfectamente que no me detendré princesa - gruño mientras depositaba algunos besos en su clavícula - puedes revolverte, pelear, insultarme pero solo estás retrasando lo inevitable.
Y sin más capturó la boca de Bra dándole un beso pasional cargado de deseo. Ella lucho par quitárselo de encima pero sus esfuerzos eran en vano, el no se movía ni un centímetro. Podía sentir el gusto metálico de la sangre producto del golpe de Vegeta.
Con el deseo a flor de piel Kakarotto la despojo de su ropa mientras le besaba el cuello. Con ambas manos logro capturar las de Bra para después ponerla por encima de su cabeza e inmovilizar la, con una sola mano tomo ambas muñecas de ella y con la otra fue descendiendo dando leves caricias en su pecho, abdomen e intimidad.
– Eres tan hermosa princesa.. - gruño exitado -
Bra no respondió tratando de safarse del agarre de sus muñecas, pero no podía no reaccionar a los estímulos que le proporcionaba Kakarotto.
– S-suéltame - rogó-
El continuo con su trabajo mientras descendía hacia el pecho para comenzar a jugar con su lengua en ellos, mientras escuchaba los leves gemidos ahogados que daba Bra al tratar de ocultar el placer que sentía.
– Por favor no.. no sigas - pidió Bra.
El se detuvo por un instante para observarla a los ojos.
– Tu boca me pide que me detenga.. - hablo - pero tu cuerpo pide todo lo contrario, princesa. ¿Por qué no obedeces a tu cuerpo?
– ¡Yo no quiero nada tuyo!.. eres un asesino, mataste a todas las personas que más amaba y por eso te odio.. odio que me toques.. - replicó enojada - ¡sal de encima mono asqueroso!
Kakarotto dió una leve sonrisa torcida al escuchar lo que dijo Bra.
– Ese es tu lado humano, es políticamente incorrecto estar con el asesino de tu querida familia.. por eso te niegas a entregarte - explicó - si siguieras a tu lado saiyajin.. a tu instinto las cosas serían diferentes, princesa.... Y ya te dije que no me detendría está vez, cariño - dijo esto último acariciándole el rostro-
Sin más que decir continuo con su labor, acariciando, besando cualquier zona del cuerpo de la chica disfrutando de su aroma, su sabor eso que lo volvía loco.
Pero no era el único, Bra deseaba corresponderle pero al recordar todo el daño que le había hecho esfumaba cualquier aprobación de su parte.
Le quitó lentamente su braga deslizandola cuidadosamente por sus suaves piernas colocándose entre medio de ellas. Recorrió con su lengua la clavícula de la muchacha deslizandose por su cuello y llegando al lóbulo de su oreja, algo que hizo soltar un agudo gemido a Bra que deseosa por más busco su boca para darle un beso desesperado que dejó atónito al saiyajin.
Entre besos lo ayudo a despojarse de su armadura dándole total acceso para que el hiciera lo que quisiera. Ella estaba sumida en un frenesí que no podía explicar, solo quería más, sentirlo, que no se detuviera algo que le pedía entre gemidos mientras clavaba sus uñas en la espalda de el presa del placer que sentía.
Aquella habitación que estaba en completa oscuridad lo único que se oía eran los gemidos y gruñidos de ambos que disfrutaba entregarse el uno al otro.
Estuvieron así por algunas horas hasta que cayeron dormidos después de llegar al clímax.
...Al día siguiente...
Bra despertó completamente desnuda al verse así trato de buscar su ropa entre la cama, teniendo leves recuerdos de lo que pasó la noche anterior, comenzó a sentirse culpable, sucia por haber permitido que pasará. El ruido de la puerta del baño la saco de sus cavilaciones, era Kakarotto que se acomodaba su armadura.
– ¡¿Que me hiciste?! - grito fuera de si la peliazul-
– Que hicimos, querrás decir - respondió serenó -
– ¡No! Fuiste tú el que me hizo algo...
– Algo que te gustó y me pedías que no parara ¿no recuerdas princesa?
– ¡Cierra la boca mono asqueroso!..
– Yah.. basta de dramas por el día de hoy princesa, vístete que tienes que entrenar.
– No.. no voy a entrenar más. ¡Ya se porque quieres que entrene y déjame decirte que no seré yo la que te dé un hijo maldito mono del demonio!
– ¿De que diablos hablas, Bra?
– Tu solo quieres que yo entrene para volverme más fuerte y así poder tener un hijo poderoso.. ya descubrí tu plan y no seré parte de eso.. preferiría estar muerta antes de que tener un hijo tuyo monstruo.
La mirada de Kakarotto se volvió furibunda haciendo estremecer ligeramente a la princesa.
– ¿Quien te dijo eso? - inquirio en un tono fúnebre - ¿Quien fue? - continuo sin recibir respuesta por parte de Bra que lo miraba desafiante sin querer colaborar- ¡RESPONDE MALDITA SEA!
– ¡FUE PAN!.. ¿te molesta que te haya descubierto? ¿Eh? - replicó enfadada-
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Bueno hasta aquí el capítulo de hoy, se que tal vez lo deje medio en el aire pero tengo planeado continuar en el otro ya que si no se iba a hacer muy largo el cap. Lo hubiera subido ayer pero no aguante el sueño y me dormí. Xd
Debo admitir que soy pésima escribiendo lemon así que me abstendré de hacerlo si no es necesario.
Bueno esto es todo así que espero les haya gustado el cap, voten comenté y toda la hueva. Y esperen con ansias el próximo que si tienen suerte el domingo lo estaré subiendo.
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