¿Qué somos?
Capítulo X
Otro día llegaba nuevamente, con una fresca brisa y un día un poco nublado, todos empezaban su día con una sonrisa y resueltos a darlo todo, todos excepto ella, aún seguía bajo las cobijas completamente enrollada en estas, sin abrir sus ojos sabía que el sol la llamaba para que iniciara su día pero aun no quería, la noche han anterior casi no había podido dormir, se la había pasado pensando en su cama sobre aquel tema que no se había planteado hasta estar con Minerva y Yukino, y es que ¿Cómo podían (por así decirlo) felicitarla si ni siquiera sabía que eran ella y Sting?, un beso, solo eso, no era el primero pero... tampoco se podía decir que estuvieran saliendo juntos, entonces la cuestión era...
¿Qué eran?
¿Compañeros, amigos, algo más?
En toda la noche no había logrado calmar su mente, y es que había muchas cosas que no lograba aclaran en su mente ni en su corazón, se aferraba con muchas dudas a su querido dragón blanco de peluche, de alguna manera le recordaba a Él y se tranquilizaba un poco; tomando una larga bocanada de aire se levantó por fin, con algo de pereza se arregló y en cuanto abrió la puerta de su habitación se encontró con un desayuno ya listo, lo más seguro es que alguna de sus amigas se había dado cuenta de que ese día no se sentía muy bien.
Pero realmente ¿Qué debía hacer? No eran nada, no eran... Nada.
-Juvia no comprende- Tomo aire y suspiro hondo, estaba consciente, de lo que sentía y de lo que aun podía sentir, había pasado 2 meses y 3 días exactamente, él no debía tardar en llegar, lo sabía, aun sentía un poco de aquel gran amor que la había sacado del agujero en el que estaba sumergida cuando estaba en Phantom Lord, Gray Fullbuster, un nombre que nunca olvidaría, había sido muy importante en su vida, pero ahora tenía a alguien más, pero ¿Qué pasaría cuando el llegara? Tal vez nada, él no la amaba, y ella podría continuar con su vida ¿Verdad? Quería mucho a Sting pero... no estaba segura, no había visto al pelinegro desnudista desde hace mes y días, podría ser que... simplemente no quería estar sola, pero ya había vivido veces así entonces... ¿Abra sido el tiempo? O ¿realmente su amor se había secado por el descuido?, estaba confundida muy confundida.
Y podemos añadirle el que ni ella misma sabía que pasaba entre Sting y ella, es decir, sus labios los había reclamado él, y pasaba los mejores momentos de su joven vida a su lado, pero ella también era consciente de la reputación del rubio ¿realmente había cambiado? O ¿solo estaba herido en el orgullo porque ella no le hacía caso?
¡NO! ¡No, no, no, no, no y más NO! Por dios, las dudas la mataban, ella no era así, y no podía pensar así de Sting, no, realmente él había cambiado, era inaudito el que ella lo dudara, pese a su pasado en la actualidad él era... amable, caballeroso, dulce, infantil, pero sobre todo... era honesto, lo sabía mejor que nadie, y había algo más que sabía con certeza, lo amaba, definitivamente.
Miro su desayuno, un pequeño plato lleno de galletas caseras y un té para el estrés (que entre Miraje y Levy le recomendaron mucho) y rio un poco al recordar el día en el que Sting había tomado de excusa el pay para robarle un beso. Lo amaba, realmente, pero necesitaba saber que eran pero ¿Cómo? Además, no podía desconfiar de Sting pero ¿Qué tal de ella misma? Aun no aclaraba el asunto de Gray.
-¡Basta! Juvia no debe pensar así- Se recrimino a si misma mientras se palmeaba las mejillas con fuerza dejándoselas rojas- Debería hablar con Levy-san- Suspiro, no siempre puedes arreglarlo todo por ti misma, iría con Yukino o Minerva, pero ese día todos los de Sabertooth estaban ocupados.
-No estoy jugando Sting- Rogue lo miro recriminatoria mente, mientras Lector y Frosch solo lo miraban con cautela, se pasó bajamente la palma por la cabeza, él sabía que era cierto todo lo que Rogue y Rufus le decían, tenían razón él no se había dado cuenta hasta el momento.
Sentados en su habitación de la posada, se habían asegurado de que Orga, Minerva y Yukino estuvieran trabajando en la biblioteca para poder charlar cómodamente sin ningún tipo de distracción, y es que se habían dado cuenta, todos se habían dado cuenta, Sting y Juvia sentían algo más fuerte que una amistad, y ya no era raro que Sting le robara un beso, pero en ningún momento el rubio le había dicho a la chica lo que sentía.
Por lo tanto, para Sting estaba más que claro que la amaba, pero tampoco sabía si ella le correspondía y para Juvia lo más seguro es que estuviera todavía más confundida, no es normal el que te besen sin más y luego no pase nada más, era algo un tanto extraño el que el rubio la besara sin dificultad pero no le dijera nada respecto a eso.
-La pequeña Juvia debe estar confundida, debes aclarar las cosas con ella- Rufus tomo la palara mientras miraba serio a el maestro de su gremio, él no era mucho de dar consejos, pero era muy consciente de que lo que el rubio estaba haciendo no era precisamente lo correcto.
-Sé que para ti el besarla es lo mejor, te comprendo en eso pero necesitas hablar con ella, Sting para ella en estos momentos no son nada- Rogue volvió a hablar esta vez con un tono más relajado mientras esperaban pacientes a que el dragón Slayers blanco dijera algo.
-Lo sé, tienes razón, ambos la tienen es solo que...- Sting volteo la mirada y se sonrojo levemente era algo extraño lo que iba a decir, estaba muy seguro de que ellos se reirían- No sé cómo confesarme, o bueno, pedirle que salga conmigo como pareja-
-¿Qué?-
-Bueno es que..., pues yo nunca fui en serio con ninguna chica además de que es la primera vez en la que quiero darlo todo, es decir, estoy loco por ella, pero... ¿Qué debo de hacer?- Sting bajo la mirada no quería ver sus rostros de los 2, aunque estos no se rieron, más bien las risas vinieron de la parte de fuera de la habitación, cuando miraron entraron los demás integrantes de su equipo, quienes trataban de contener la risa a excepción de Minerva, quien entendía un poco al rubio y guardaba silencio.
-Perdonen, es que hoy no abrió la biblioteca por lo que regresamos y no pudimos evitar escuchar su conversación- Minerva se excusaba rápidamente mientras miraba un tanto preocupada a su maestro y demás compañeros, aunque Orga a un no podía para de reír, lo cual molesto un poco a su maestro.
-Disculpa pero es que es la primera vez que escucho que uno de los más caza novas de todos los magos no sabe cómo confesársele a la chica que le gusta- Si lo mirabas bien, era bastante gracioso, pero siendo sinceros la mayoría se mantuvo sereno, no es que no diera gracia, al contrario, era tan cómico que hasta daba algo de lastima.
-Me sorprende que Juvia no se haya sentido utilizada- Minerva soltó de golpe su opinión, cayéndole como un balde de agua fría a Sting, la morena lo miro de reojo, nunca pensó que su "amado" maestro fuera así, de cierta forma, se alegraba de que él hubiera escogido a Juvia, porque cuando se trataba de la peli azul, todos podían ver una fase de Sting que nunca habían visto antes. Por otro lado, pese a que dijo que no se rendiría, había empezado a ver a Sting de otra manera, por muy extraño que le pareciera, lo empezaba a ver como su maestro, compañero, amigo y... pues, como el chico que le gustaba a una de sus amigas, porque si, Juvia era su amiga, y hasta ahora empezaba a notar cuanta diferencia había en el amor que sentía Juvia y el que sentía ella.
Tal vez había sido su admiración o su orgullo, quien sabe, pero aquello le nublo la vista y no la dejaba ver lo importante, no lo amaba, era algo gracioso, pero era lógico, tal vez por lo mismo no había sido muy ruda con la peli azul desde el principio, sea lo que fuera, era su rival, porque no se dejaría vencer, ya no por Sting, ahora por ver quién disfrutaba más de su vida, y ella la apoyaría, Juvia era la amiga despistada, ingenua y algo tonta que nunca espero, aquella a la que siempre iba a querer proteger, después de todo, ella también había cambiado un poco al conocer a aquella extraña maga de Fairy Tail, ahora disfrutaría más sus días, y lucharía por ser mejor persona, y tal vez... en algún momento... ella también encontraría a su persona especial
-No, eh yo no lo hago con esa intención- Sting empezó a sudar frio, procesando todo lo que le decían en verdad parecía que él se aprovechaba de la maga de agua, es decir, la besaba y luego no decía nada, no era extraño que ella llegara a pensar que solo la utilizaba.
-Juvia-san no piensa así- Yukino intervino con una amable sonrisa- ella es una maga fuerte y muy optimista, estoy segura que solo espera a que tú le digas la razón, no creo que se sienta utilizada, creo que ella te logra comprender mejor que cualquiera, solo debes poner lo que sientes en palabras, pero si la dejas esperando por mucho, no creo que ella te corresponda como ahora, por eso dejo a Fullbuster-san atrás, ¿no?, estaba cansada de esperarlo, Sting-sama, ella lo espera a usted ahora-
Yukino sonrió, quería lo mejor para su amiga, quería que ella y su infantil maestro fueran tan felices como ella y Rogue, porque si, ella era feliz, pudiera ser que el dragón de las sombras no fuera muy expresivo, pero con ella era muy dulce cuando estaban solos, y esa era una de las cosas por las que agradecía haber conocido a Juvia, porque era por la peli azul que tanto Rogue como ella se había unido un poco más, gracias a como se comportaban Sting y Juvia, su relación se fortaleció al ver que el quererse no solo conlleva estar juntos, sino demostrarse su afecto mutuamente, y eso también quería decírselo a la peli azul cuando fuera el momento.
-Fullbuster-san ¿eh?, me decepciono y mucho- Rufus intervino en el momento tan reflexivo que tenía Yukino, todos lo voltearon a ver confundidos mientras este se acomodaba su sombrero y levantaba la vista a el techo recordando los juegos mágicos - Cuando me derroto... me dejo una gran impresión, de cómo se puede ser fuerte si tienes una motivación, pensé que era una persona de sentimientos fuertes, ese día quede deslumbrado, pero el ver que le causo a la pequeña Juvia me da rabia, no entiendo cómo pudo hacer que una persona tan buena, tierna y alegre como ella terminara llorando todo un mes por el- Se notaba en la voz un tanto temblorosa del rubio en mascarado cuan decepcionado estaba, como un niño que descubre que los súper héroes no son reales, pero también se notaba un toque de conformismo- Sting... siempre la aras feliz ¿no es así?-
-Hasta mi último aliento- Contesto rígido el mencionado, mientras cerraba los puños con fuerza, lo había olvidado, era tanto su éxtasis de felicidad que se había olvidado por completo de aquel idiota que había sido el primer amor de su tierna peli azul, todos tenían razón, aquel había sido un idiota, que había dejado a una persona tan única como Juvia, que la había hecho llorar, sufrir, dudar, morir de celos, temer y cometer locuras, pero por otro lado...- Él no fue tan malo-
-¿Sting?-
-Fullbuster Gray-san, no fue el mejor con Juvia, pero... gracias a él ella conoció el sol, se libró de la oscuridad de Phantom Lord, y siguió adelante, si no fuera por él, Juv no sería ella, de cierta forma, me gustaría verlo para agradecerle, decirle "gracias" por rescatarla, pero...- Se detuvo un momento, mirando a través de la ventana el bello sol que cubría Magnolia- También me gustaría verlo para decirle "no te la devolveré"-
-Incluso maduraste, creo que el enamórate de Juvia-san fue lo mejor que te pudo haber pasado- Rogue sonrió un poco mientras palmeaba el hombro de Sting, quien volteo a mirarlo y le dedico aquella sonrisa socarrona y confiada que era tan característica de él.
-¿Verdad?- Rio un poco, no solo a él, el conocer a Juvia Lockser, miembro de Fairy Tail, ex miembro de Phantom Lord, era lo mejor que les había sucedido a todos, cada uno había cambiado un poco, por lo que ahora ya no había dudas- Chicos, en estos dos meses que nos faltan aquí... quiero convencer a Juvia de unirse a Sabertooth ¿Qué les parece?-
-Eso ni se pregunta Sting-kun- Lector sonrió orgulloso, mientras los demás asentían con una sonrisa (cada uno a su modo claro) entonces el pequeño y tierno Fro se acercó con pasitos rápidos a Sting, llamando su atención de este.
-Fro quiere todos sean felices, entonces ¿Sabertooth enfrentara a Fairy Tail por Juvia-chan?- En ese momento a todos se les bajo la sonrisa, era muy cierto, no solo era Gray Fullbuster el que tenía una conexión con la maga de agua, sino todo el gremio, ellos bien sabían que tan difícil era separarse de personas con las que tienes lazos fuertes, amigas, amigos, compañeros, incluso familia, porque eso eran en Fairy Tail, una enorme familia.
-Sí, sin importar que, con Fairy Tail tiene lazos, pero crearemos unos todavía más fuertes con Sabertooth- Sonrió confiado el rubio maestro, no tenía dudas, no iba a separarse de ella, la amaba y eso era ya un lazo muy fuerte, solo faltaba que ella decidiera, pero por lo mientras, ellos lucharían por fortalecer sus lazos, para que en ese momento, Juvia pueda irse con una sonrisa y sin arrepentirse.
-¡Miraje-san!- Llamo ella ya un poco cansada ya que llevaba un buen rato llamándola y esta no le respondía, la peli blanca la volteo a mirar con una sonrisa mientras se acercaba a ella, Juvia la miro algo dudosa, paso saliva llamando la atención de la peli blanca.
-¿Sucede algo?-
-Etto... Miraje-san imaginaria mente hablando... ¿Qué aria usted si estuviera enamorada de 2 personas a la vez?- Pregunto con un leve sonrojo mirando en otra dirección, Miraje parpadeo un par de veces extrañada por la pregunta para después solo dedicarle una dulce sonrisa.
-Juvia-chan, no es posible amar a 2 personas a la vez- Contesto con rapidez mientras notaba como la peli azul abría un poco más los ojos confundida- Es decir, a uno lo amas de verdad y al otro lo quieres, pero solo eso, a veces resulta difícil de distinguir a cual quieres y a cual amas- Miraje miro a la maga de agua con cierto interés, porque ella, era una de las pocas que habían visto como había evolucionado la chica en tan solo un mes después de llorar tanto, era algo MUY sospechoso.
-¿Cómo se pueden distinguir?- Juvia ignoro por completo el interés de la peli blanca, a causa de que tenía una sola idea rondando su cabeza ¿amaba más a Sting o a Gray? Tenía que aclararlo antes de que el pelinegro regresara de su viaje, lo cual ya era muy próximo según sus cálculos, por lo cual debía aclarar sus pensamientos lo más rápido posible.
-Bueno, no sabría que decirte realmente, pero podrías preguntarle a Levy, tal vez ella allá leído algo sobre eso- Contesto con un poco de timidez la peli blanca, y es que en verdad ella nunca se había enamorado de 2 hombres a la vez, de hecho, solo recordaba a una sola persona que le allá llamado la atención para ese "ámbito".
Juvia sonrió y agradeció a la algo demoniaca mujer, ya que un aura algo oscura se había apoderado de ella en ese momento, llego hasta la mesa donde se encontraban Levy y Gajeel charlando sobre una misión que pensaban tomar juntos. Cuando llego Juvia, el fornido hombre hizo un leve deje de molestia, y es que su querida amiga ahora tenía más que antes impregnado el olor de los de Sabertooth, en especial el del maestro de dicho gremio, pero como sabía que Levy aun no sabía nada decidió fingir que no pasaba nada. Cuando Juvia le pregunto a su amiga la misma pregunta que a la hermosa maga demoniaca, Levy se sonrojo un poco, pero al ver que la chica hablaba en serio ella lo pensó muy bien.
-En realidad en mi caso yo creo que si se puede amar a 2 personas a la vez- Contesto restándole un poco de importancia causando un poco más de confusión en la peli azul, si se podía amar a 2 personas a la vez ¿podría elegir a una? ¿Aunque eso signifique perder al otro? Rayos que revoltura.
-Pero... Juvia quiere saber cómo se descubre a cuál de los dos se quiere más-
-Juvia- Levy volteo a verla extrañamente seria para después acariciarle maternalmente la cabeza- Yo creo que si se puede amar a 2 personas a la vez, pero recuerda esto... el amor del momento no es lo mismo que el amor de tu vida, a uno lo recordaras por siempre, pero no serás feliz a su lado, mientras con el otro, pasaras el resto de tu vida tanto en las buenas como en las malas- Termino Levy mientras sonreía, pero Juvia no, comprendía algunas cosas, pero aun no podía definir quién era su "amor del momento" y el "amor de su vida".
Camino a Fairy Hills pensando, si se definía por el tiempo pasado juntos o el de conocerse Sting era su amor del momento, y Gray el amor de su vida, pero si era por lo que había pasado con ellos, lo que había aprendido etc. Entonces Gray era su amor del momento y Sting el amor de su vida.
Sin darse cuenta llego a la puerta de su habitación pero antes de entrar se topó con la dulce niña peli negra con perfecta puntería, quien la miro con los ojos bien abiertos y una clara duda en mente, Juvia sonrió con un poco de escalofrió ya que de alguna le daba mala espina que la pequeña Azuka la mirara así, pero de repente la niña sonrió y la abrazo.
-Yo se la respuesta a tu pregunta Juvia-chan- Le dijo confiada y decida la pequeña fémina mientras se separaba de ella y se acomodaba el sombrero, Juvia tubo que parpadear un par de veces para comprender lo que la niña acababa de decir- Escuche cuando hablabas con Miraje-san, y entonces decidí responderte pero te fuiste y ahora aquí llegamos- Reconoció la pequeña Azuka con una sonrisa mientras miraba como a Juvia se le subían de a poco los colores- Juvia-chan, solo elije a quien te amé de verdad, si amas a 2, elije a quien siempre está para ti, en quien puedas confiar por toda tu vida- Contesto la pequeña mientras ponía cara de orgullosa de sí misma, Juvia la miro, no sabía que exactamente podía decirle, pero sonrió con un leve sonrojo.
-Tienes razón Azuka-chan, Si ambos se aman entonces deben estar juntos, sin importar que este otro presente, porque si esa persona nunca dio signos de corresponder entonces es como si no contara-
-¡Juvia-chan acaba de hablar de manera normal!- Azuka casi grita aquello mientras se tapaba la boca con ambas manitas, el momento fue algo gracioso, pero en cuanto Juvia volvió a hablar de su manera habitual se perdió el encanto y Azuka decidió regresar al gremio, dejando a Juvia en su habitación para que pensase bien lo que ella le había dicho.
Juvia se mantuvo un buen rato recostada en su cama, abrazada a aquel bonito peluche que tenía como ahora único adorno de su habitación, ya no había más Gray, solo aquel bonito dragoncito blanco que le recordaba tanto al maestro de Sabertooth.
¿Qué estaría haciendo? ¿Estaría bien? ¿Estarían los demás con él? Miles de preguntas sobre lo que estaría pasando con el maestro de Sabertooth la abrumaron en pocos segundos, lo extrañaba definitivamente, desde que haba decidido empezar a oír de nuevo al gremio ya casi no pasaban tiempo juntos, solo había sido un mes y días pero ya estaba acostumbrada a ellos, a él.
Entonces fue cuando se dio cuenta y se levantó de golpe, no necesitaba pensarlo, era absurdo, la respuesta siempre estuvo frente a ella, lo que había dicho Azuka era cierto, no necesitaba seguir guardando sentimientos por alguien quien nunca pensó en ella de esa manera, si no entregarle por completo su corazón al único que la quería por ser Juvia, Sting la había visto en sus momentos más humillantes, destrozadores y patéticos, y aun así le seguía demostrando cariño e interés, sencillamente en la quería y ese era el punto.
Ella también lo quería, no se había percatado pero a cada paso, cada momento, siempre tenía en mente a el rubio, era algo patético el que ella no se hubiera dado cuenta antes, no era de pensar, quería a Sting, y se lo demostraría, ahora, Juvia Lockser se convertiría en una de las muchas que se confesaban al rubio
Sting se dirigió directamente a su habitación de la peli azul, pero no la encontró, pero su olor era resiente, acababa de salir, en ese momento agradeció a dios que los Dragón Slayers tenían un buen olfato, corrió todo lo que sus piernas se lo permitieron hasta que la vio a lo lejos, en medio de aquella plaza en la que se conocieron, estaba solitaria como siempre, y en ese momento ni la fuente que se encontraba en el centro funcionaba, pero la tarde le sentía bien a ella, con su bello cabello azul ondulando con el viento, también corría con prisa, el sol de la tarde se veía radiante y era como si su amada corriera a donde él, entonces sintió un escalofrió espantoso, no, de alguna manera aquello lo comparo con perderla.
-¡JUVIA!- Sin saber cómo la alcanzo y la sostuvo en un fuerte abrazo, escondiendo su rostro en el cuello de ella, mientras trataba de calmar su respiración, pero no zafaba su agarre, en realidad, de a poco lo fortalecía más, por un momento, tuvo un muy mal presentimiento, pero no, ella estaba ahí, parada y el la sostenía en sus brazos, no la perdería, más bien, no sería capaz de perderla, ya no, era muy tarde para pensar que la separación era normal, estaba locamente enamorado, ya no era el antiguo Sting, el que coqueteaba con cualquiera y que le tema a tener algo serio, no, ahora era Sting el que amaba a una sola y que su único deseo era tenerla solo para él.
-¿Sting?- Juvia no sabía exactamente que decir o hacer, envuelta en un abrazo lleno de necesidad y miedo, lo único que pudo hacer fue corresponderle el abrazo, él estaba tenso, lo sentía, además, estaba temblando, ¿Qué pasaría?- Sting, Juvia quiere decirte algo muy importante- En ese momento ambos se separaron, mientras Sting recobraba su compostura, y Juvia tomaba fuerza y rezaba a Dios por que la ayudara, pero antes de que pudiera decir algo la fuente de la plaza comenzó a funcionar lo cual sorprendió a los 2.
-Creo que Dios me está diciendo que esta vez me toca a mí-
-¿Qué?-
-Juv... ya no puedo seguir sin ti- Confeso él mientras la volvía a abrazar- No quiero apartarme de tu lado, perdona si no lo dije como debería ser antes, pero es que simplemente era feliz a tu lado, Juv, te quiero- Él sonrió ya con más calma y la miro a los ojos, ella estaba en una clase de shock, sonrojándose a más no poder, por lo cual dejo una distancia prudente entre él y ella- Pe... Perdona, debí decirlo en un mejor momento, pero lo dijo en serio, Juvia, Te amo-
-¿Por qué?- Pregunto ella confusa y emocionada a la vez, mientras lo miraba a los ojos, pero la pregunta no la supo comprender Sting, quien la miro confundido- Juvia no es muy fuerte, ni bonita, ni tiene nada en especial-
-¿Qué? Juvia, eras la mujer más especial de todas, eres optimista, alegre, haces que la gente confié en ti, ayudas a los demás. Además eres la persona más importante en mi vida-
No supo ni en qué momento corrió hacia él, pero con dulzura se aferró a él en un abrazo fuerte, mientras juntaba sus labios con los de él, lo cual lo sorprendió bastante, aquel beso fue rápido, fugaz pero muy especial.
-te quiero Sting- Susurro ella feliz mientras lo abrazaba, Sting tardo unos momentos para corresponder el abrazo, pero después lo único que hizo fue dejar un suspiro de tranquilidad escapar de sus labios.
Él le rodeo la cintura con los brazos acercándola a él, mientras juntaba de nuevo sus labios, esta vez con suavidad, delicadeza, apreciando cada roce que tenían sus labios, ella empezó a rodearle el cuello con sus brazos y enredo sus manos en el cabello rubio de Sting. Cada roce, movimiento, envolvía a ambos en una burbuja de la que no querían salir. Tan cerca el uno del otro sintiendo el aliento del otro mientras el beso empezaba a cobrar fuerza. Pero cuando ella intento profundizarlo más Sting se separó para tomar aire y después solo le planto un pequeño beso en la punta de la nariz.
-Tendremos muchos problemas desde ahora- Dijo él cuando la llevaba a casa, caminando los 2 tomados de la mano aprovechando que debido a que ya era noche no había nadie en las calles, solo los borrachos que tendrían tanta reseca que ni se acordarían de a verlos visto.
-Sting... mantengamos esto en secreto- Juvia se detuvo en seco mirándose extrañamente seria, algo un poco extraño en ella, Sting volteo a verla unos momentos procesando lo que acababa de decir la peli azul.
-¿ah?
-Juvia piensa que es lo mejor por el momento, en Fairy Tail ni siquiera saben que Juvia a estado con ustedes, además, como dijo Gajeel-kun, por tu reputación muchos pensaran que solo quieres aprovecharte de Juvia, será mejor fingir que no somos nada- Juvia se acercó a él y tomo su mano a manera de tratar de convencerlo, aunque el rubio no se le veía cara de que le agradara mucho la idea.
-Bueno, creo que entiendo el punto, pero no agrada la idea, me gustaría gritarle al mundo entero que eres MI N-O-V-I-A- E rubio hico un puchero bastante infantil para después besar la mano de Juvia que aún seguía aferrada a la suya, la peli azul sonrió con dulzura y con una sonrisa empezó a caminar de nuevo.
-por eso iras a Fairy Tail pronto- Dijo ya algunos pasos adelantada mientras miraba al frente del camino, Sting volvió a tratar de comprender a su "novia" quedándose atrás pero aun así, tardo en entender a qué se refería esta vez.
-¿Qué?-
-Juvia y Sting actuaran como que empezaron a conocerse, y cuando acepten que ya no eres como antes será el momento de decirles-
-Está bien, si así deseas, pero se lo diré a los demás chicos ¿De acuerdo? Ellos nos ayudaron bastante (se refiere a su equipo de Sabertooth) te prometo que guardaran el secreto- Sting retomo camino junto a ella tomando su mano sin pena alguna, aunque Juvia no se quejó pero se sonrojo bastante, lo cual siempre divertía a su ahora novio. (TwT por fin)
-Si-
Ahora empezaban un nuevo camino, lo sabían, un reto que los ayudaría a fortalecer su relación, con sonrisas cómplices y una mirada dulce se despidieron, tratando de no ser vistos por ninguna de las otras hospedadas en Fairy Hills, aunque era una noche oscura, las estrellas resplandecían enormemente, o bueno, eso a vista de la feliz pareja.
La noche era fría, pero eso no le importaba, el frio era parte de él, el tren iba un tanto lento, pero aun así mareaba a su mejor amigo, que estaba recostado en las piernas de su novia rubia, la más fuerte de su equipo se encontraba en el vagón de comida buscando un pastelito de fresa y el descarado gato azul dormía en sus piernas de él.
Pero no todo era tan malo, habían ocurrido muchas cosas, pero por fin habían logrado tomar el tren, ya llevaban 4 días en el tren, pero gracias a un joven dragón rosa ya no tardarían en llegar, a la mañana siguiente estarían llegando a la parada de Magnolia, una noche, solo una noche más para poder concluir el asunto que llevaba entre manos desde hace tiempo. Solo una noche más para verla.
-Juvia...-
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