No te preocupes
Capitulo XIII
Hace dos días que había pasado su primer enfrentamiento con Gray Fullbuster, y desde entonces no lo había visto, el día anterior Juvia se había quedado con ellos todo el día en compensación por haberlo lastimado con lo de Gray, y había logrado ser el más feliz del mundo, aun que estuvieran la mayoría del tiempo en la biblioteca, a su lado cualquier lugar era perfecto, un pequeño mundo de felicidad que nadie lo podía deshacer.
Ahora iría a Fairy Tail, iría a verla, era buen momento para empezar a mostrarles a todos que había cambiado, y que realmente estaba interesado en la chica de cabello azul, con una sonrisa empezó a dirigirse al gremio, ese día le había pedía de favor a Rogue y los demás que lo cubrieran y por la tarde se verían en el café de siempre. Todo era perfecto.
-¿Sting-kun?- Escucho una voz femenina a su espalda, cuando miro a la dueña de dicha voz, se encontró con una chica de cabello rubio con rayos azules, de largo hasta la cintura, alta y un cuerpo que cualquiera envidiaría, con una coqueta sonrisa y un provocativo atuendo- ¿No te acuerdas de mí? La pasamos muy bien en la capital de Fiore durante los juegos-
-¿Cecil? No eh ¿Nirvana? ¿Gloria?- El apuesto rubio empezó a re memorizar con todas las que había salido durante esa época, mínimo dos por día, una en la mañana y una en la noche, y por cómo se veía la chica estaba casi seguro que era una con las que estuvo durante una noche.
-Thany, durante el tercer día la pasamos muy bien en la tarde y... más en la noche- La chica se acercó a él peligrosamente con una mirada afeminada- ¿Tienes planes hoy? Si no pues te puedo decir el nombre de mi posada y vernos en la noche-
-Disculpa, apenas si te recuerdo, además ya no me interesan esas cosas- El dio un paso hacia atrás, fijándose en que nadie les pusiera importancia, no quería que rumores se esparcieran y llegaran a oídos de Juvia, entonces escucho como la rubia frente a él empezó a reír con gracia.
-¿No me digas que son ciertos los rumores?- La joven apenas si podía contener la risa y unas lagrimitas producto de esta empezaron a aparecer mientras se sostenía el estómago con ambas manos, riéndose tan escandalosamente que más de uno que pasaba volteaba a ver.
-¿Qué rumores?-
-Pues dicen que el afamado galán de Sting Eucliffe anda detrás de alguien en Magnolia, aunque aún no se sabe quién es la afortunada ¿En serio? No me creo que alguien como tu cambie-
-No dicen mentiras-
-¿Qué? Un momento, ¿estás diciendo que estás enamorado?-
El no contesto solo comenzó a alejarse dejándola hablar sola, pero de pronto ya tenía a esta colgada del cuello firmemente enganchada, poniendo un tierno puchero, Sting trato inútilmente de quitársela de encima, pero al parecer ella tenía otros planes.
-Ne... Sting-kun eso no es gusto, no creo que a ella le moleste compartirte conmigo-
-Apártate, eres una molestia, solo déjame tranquilo zorra de quinta- Sting bufo molesto y atosigado empezando a caminar lejos de ella, aun no podía creer cuanto soportaba en el pasado solo para tener una noche, debía haber estado loco en aquel tiempo para acostarse con alguien como esa bruja.
-Entonces no creo que te moleste que esta zorra de quinta averigüe a quien quieres y le cuente todo lo que hicimos ese día, y también que no solo era yo- La rubia parecía hablar muy en serio y luego de eso empezó a correr como desquiciada riendo maniáticamente, lo cual a él solo le hizo confirmar que estaba loca, pero su advertencia no le había gustado en nada, no le agradaba la idea de que su linda y tímida Juvia se enterada de lo desvergonzado que era antes de enamorarse de ella.
-Maldita bruja- Murmuro molesto para después caminar con pasos fuertes a el gremio de Fairy Tail, cuando llego, abrió las puertas de par en par, mostrando una encantadora sonrisa y su tan característica aura traviesa, miro de un lado a otro encontrando a la mujer más hermosa del mundo para sus ojos charlando tranquilamente entre risas con Miraje y Levy en la barra, se veía tan tranquila y alegre que no resistió y por unos momentos se dedicó a observarla, para luego tomar la iniciativa y acercarse a Natsu y su grupo de amigos y saludar.
Y pese a que no fue muy bien recibido por Gray el pelinegro solo bufo molesto y miro a otro lado ya molesto porque el rubio no tenía ni un rasguillo cuando el tenia claramente el labio partido, esto causo un poco la risa de Sting pero no fue muy notoria y empezó a charlar cómodamente con su cuñado quien solo resoplo al imaginarse que había pasado por su cabeza, porque aunque ya eran pareja Gajeel no le dejaría llamarlo cuñado hasta que tuviera las agallas para decirle a todos algo que ya le había dicho cara a cara antes.
Juvia se dio cuenta de su presencia, pero solo sonrió de medio lado y siguió en su plática, en la que no tardo en entrometerse Kana, Erza, Lucy y la pequeña Wendy, quienes empezaron con las mismas charlas de siempre, al cabo de un rato también se unió Lissana y Evergreen, causando un poco más de revuelto.
-Es algo extraño que Sting venga aquí solo ¿no?- Lucy miro de reojo al rubio quien charlaba tranquilamente con Natsu y era casi hostigado por Gajeel, Juvia también lo miro, y muy en el fondo de su corazón deseaba que nadie más que ella pudiera notarlo, Sting le había pegado lo celosa.
-Sí, pero aun así, ¿no les parece que está más guapo? Antes ya era sexi pero ahora...- Kana fue la primera que empezó con sus temas más incómodos para la maga de agua, pues claro que Sting era lindo y todo, aunque ahora que lo pensaba, realmente era "sexi" o "sensual" como muchas otras decían, nunca le había tomado importancia a eso, pero... dios, no quería escuchar eso de boca de otra mujer.
-Sting-san ya tiene mes y medio aquí en Magnolia, o eso creo, cuando llego el me pregunto por Juvia-san y luego lo vi de lejos un par de veces en el transcurso del mes- Wendy intervino tímidamente llamando la atención de las presentes que inmediatamente voltearon a ver a la maga de agua que sin poderlo evitar se sonrojo un poco.
-Eh aquí algo interesante, Juvia ¿Desde cuándo uno de los magos más lindos de Fiore pregunta por ti?- Lissana sonrió pícaramente mirándola a los ojos obviamente buscando la verdad en ellos, por otro lado Lucy y Erza se miraron entre ellas algo preocupadas.
-Sting-san solo le dio a Juvia algo que un cliente de hace tiempo le mando- Negó rápidamente lo que algunas ya estaban pensando, no era la verdad, pero tampoco quería que se enteraran tan rápido de su relación con el rubio, Erza se colocó de tras de ella y la miro fijamente, causando un silencio incómodo.
-También te llevas de maravilla con Minerva y Yukino, tal vez solo sea el destino como ellas dijeron-
-eh... si, Juvia piensa igual-
-eh, eh, Juvia, te está mirando- Evergreen intervino mostrándole a la chica que efectivamente el rubio la miraba de lejos algo perdido, cuando sus miradas chocaron él le sonrió y volteo la mirada algo avergonzado, lo cual creo aún más expectativas en sus amigas y que Juvia se sonrojara un poco, porque dios sabía que tan difícil les era a ambos el tener que fingir que no se conocían del todo.
-viene para acá- Lucy fue la que alzo la voz esta vez, notando como el galante dueño de los ojos azules se acercaba con lentitud a donde ellas, las miro a todas efímeramente y tomo asiento al lado de Levy, quien estaba en medio de él y Juvia, le sonrió a todas y saludo.
-La plática de los hombres ya me arto, pensé que la charla de tan bellas magas sería más entretenida-
Pasaron un rato platicando con él, en el cual Juvia descubrió que realmente el dragón había cambiado por ella, ya no coqueteaba, era más serio a la hora de charlar, y no hacía comentarios para cortejarlas ni nada por el estilo, solo charlaba con ellas como una persona normal.
-Oye, Sting-san, por allí escuche que dejaste tu vida de Casanova, ¿Es cierto?- Lucy ya le había tomado interés al asunto, por lo que no podía callarse y guardarse aquella pregunta que le rondaba por la cabeza desde que el llego, Sting la miro un tanto pensativo para luego sonreír un poco.
-El amor cambia a las personas- Contesto soñadoramente mirando sus manos, todos los que había escuchado se sorprendieron, ya que nunca creyeron escuchar esas palabras, y menos de alguien como Sting, este se rasco la cabeza un poco apenado.
-¿De quién estás enamorado? Dime, dime, yo quiero saber, así luego salimos ella, Lucy, tu y yo- Natsu fue el primero en abalanzarse sobre él para averiguar, en ese momento Sting maldijo en voz baja el poderoso sentido auditivo de los Slayers, pero a pesar de todas las preguntas, nunca dijo nada más, pero confirmaba estar enamorado y que había cambiado para estar con esa chica.
Ya en la tarde decidió despedirse y retirarse, había pasado un buen tiempo en el gremio y había logrado lo que quería, dejar una muy buena impresión, al regresar al centro de la ciudad, se recargo en la pared de una repostería esperando a que su novia lo alcanzara ya que habían quedado de pasar un tiempo juntos antes de encontrase con sus amigos, cuando la vio a lo lejos sonrió, pero en ese momento sintió la presencia de alguien observándolo.
Cuando miro hacia a aquel lugar en medio de la masa de gente la vio, con una sonrisa algo macabra y mirándolo a los ojos, al parecer esa tal Thany no bromeaba con lo de acosar a su novia, en cuanto Juvia llego a donde él la tomo de la muñeca y procurando que la rubia no le viera el rostro la arrastro hacia adentro del local de postres.
-¿Sting?- Juvia lo miro algo desconcertada, ya que el pocas veces actuaba así, noto como el miraba hacia fuera con algo de preocupación pero luego suspiro y la miro con una sonrisa.
-Nada mi princesa solo que me gustaría intentar algo nuevo contigo- No debería mentirle y lo sabía pero no quería que se preocupara por algo tan insignificante, además no era solo el hecho de que aquella desvergonzada le dijera todo el repertorio de las chicas que había tenido en su cama, además de ello también estaba el hecho de que hasta el momento los dos habían cuidado muy bien el que nadie los viera y si esa "decente señorita" la veía estaba muy seguro de que en menos de 3 días ya todo Fiore se habría enterado.
-¿Desde cuándo Sting llama a Juvia "princesa"?- La peli azul alzo la ceja divertida mientras miraba las vitrinas de vidrio llenas de hermosos y finos postres tan bien decorados que era sacrilegio comérselos pero aun así se te hacia agua la boca.
-Llevo un tiempo pensándolo- Comento al azar, pero noto que a su pareja no le agradaba mucho el titulo por lo cual sonrió juguetonamente con una idea en la cabeza- Si no te gusta mejor llamare a si a la siguiente mujer que ame- Sugirió tranquilo mientras rápidamente Juvia lo volteaba a ver.
-¿La siguiente?- Juvia lo miro con muy malos ojos, lo cual causo la risa de Sting, desde que se conocieron él no había perdido la manía de constantemente burlarse de ella.
-Claro, A nuestra hija- Dijo como respuesta el sin mirarla pero con una sonrisa soñadora era así palpable el que era en serio lo que había dicho, Juvia se sonrojo ante aquel comentario pero también sonrió, nunca se habría esperado que el dijera aquello, pero en su interior estaba feliz, muy feliz.
Cuando salieron de aquel lugar con una cuantas bolsas Sting al instante noto que ella seguía allí observándolos con algo de prisa se metieron a otra tienda, esta vez una de antigüedades, en donde la maga peli azul quedo maravillada por todo lo que se encontraba en aquel lugar, terminando por comprar una linda cajita que quien sabe que contenía que Juvia dijo que era para alguien muy especial.
Así pasaron la tarde, entre entrar a un lugar y a otro con tal de evitar a toda cosa que la rubia conociera el rostro de su pareja, en realidad no había sido tan malo ya que se divirtieron bastante en aquella divertida eh improvisada aventura, Juvia no tardó mucho en notar que a su novio le pasaba algo, pero sabía que él le diría si era necesario.
-Sting, a Juvia se le ha olvidado una bolsa en la tienda de antes ¿podrías traerla?- Ella lo miro suplicante, el rio con un poco de resignación ya que con esa carita no podía negarle nada, entonces le dio un beso en la frente sin que nadie lo notara y fue corriendo a la tienda de antes, en eso ella se quedó sola.
-Disculpe- Escucho una voz femenina sedosa tras ella cuando volteo se encontró con una mujer como de su edad, de larga cabellera rubia y una afilada sonrisa que le dio un escalofrió espantoso por toda la espalda- ¿Cómo se llama? Es que vengo de lejos pero creo reconocerla-
-Juvia, Juvia Lockser-
-Ah ya te recuerdo, eres de Fairy Tail ¿no? Estuviste genial en los juegos mágicos- La chica empezó a relatarle de principio a fin todo lo divertido que estuvo en los juegos mágicos, para después pedirle su autógrafo y salir de la escena.
Juvia la miro algo extrañada pero no le tomo importancia, cuando regreso Sting ella sonrió pero lo vio un poco alterado, y él la abrazo sobre protectoramente, lo cual volvió a llamarle la atención a Juvia.
-¿Qué te dijo Thany? ¿Te lastimo te hizo algo?-
Estaba más que encantada, había sacado más de lo ella esperaba, era algo realmente espectacular todo lo que había visto y lo que había averiguado, tomo el papel con su firma de ella entre sus manos y lo miro como si fuera la solución a todos sus problemas.
-Si le doy la información a una revista seguro saco algo, pero esto es... inesperado, será un gran chisme, ya veo el encabezado la misteriosa novia del maestro de Sabertooth es Juvia Lockser de Fairy Tail- Sonrío orgullosa de sí misma mientras empezaba a reírse con un poco de desenfreno, hasta que sintió una mano sujetando su cuello por detrás fuertemente.
-Que interesante, pero eso no saldrá de tu linda boca- Minerva le susurró al oído con un tono macabro que no auguraba nada bueno, lo cual causo que a la chica se le bajara el color y sudara frio, ella reconocía esa voz, era de aquella chica morena de Sabertooth que se había mostrado tan cruel durante los juegos mágicos.
-Pero... Mi... Minerva-sama, yo... solo... no puedo dejar pasar esta oportunidad- Las lágrimas de miedo la acorralaron y empezaron a salir, mientras Minerva se ponía cara a cara con ella con una sonrisa algo diabólica y mirándola con furia inyectada.
-Si es así, entonces me veré obligada a arrancarte esa larga lengua tuya, espero entiendas que esto no se puede divulgar- Minerva le tomo del cuello y sus dedos empezaron a recorrerle desde allí hasta su boca, donde delineo con sutileza sus labios.
-No, yo... no, lo prometo, no diré nada, solo déjeme tranquila Minerva-sama- La chica empezó a suplicar por su vida, mientras las lágrimas recorrían todo su rostro, la morena la miro un poco asqueada, las personas tan patéticas le daban nauseas.
-No vales ni mi tiempo- La soltó con brusquedad causando que esta se estampara contra el piso- si dices algo yo misma me asegurare que un día duermas y ya no despiertes- Termino de hablar con fiereza y se alejó, dejando a la mujer jurando y perjurando que no diría nada.
Para cuando Sting le acabo de explicar sobre Thany a Juvia, este esperaba una represalia, o alguna clase de regaño, o incluso que ella no le dirigiera la palabra, pero en vez de eso ella empezó a reír con dulzura, lo cual lo tomo de sorpresa.
-No te preocupes, Juvia sabe bien cómo era Sting antes, pero lo importante ahora es el presente, no había por qué preocuparse tanto- Ella lo abrazo con cariño, lo amaba, no había duda alguna, e incluso ese lado de él de protegerla de todo le agradaba. Sting sonrió y se pegó más a ella, profundizando el abrazo, para luego besarla dulcemente en los labios.- Solo... es preocupante de se descubra todo-
-Sí, eso más me preocupa, no sé qué sucedería si una loca como esa se entera de nuestra relación-
-No hay que preocuparse más por eso- Minerva apareció caminado frente a ellos seguida por todos los demás, lo cual causo la sorpresa de la pareja, Rogue y Yukino sonreían orgullosos, mientras Orga y Rufus ahogaban una risita burlona y los Exceed los miraban con alegría- No creo que a esa rubia le queden ganas de decir algo-
-Después de cómo la amenazaste no creo que quiera volver siquiera a mencionar sus nombres-Lector la miro con una gotita en la frente ya que de verdad se había pasado un poco de nivel a la hora de arreglar el asunto.
Rieron un poco todos, y pasaron un rato así, hasta que llegaron a esa cafetería a la que tanto frecuentaban, tanto que incluso ya tenían una mesa especial para ellos y la amable señora que siempre los atendía los recibió con calidez, cenaron entre bromas, risas, etc. Entonces Juvia se acordó de lo que había comprado y saco aquella cajita.
-Juvia quiere darles algo, si no les molesta- Ella sonrió para después abrir la cajita y mostrar unos bellos, elegantes y pequeños broches en forma de estrella de 15 picos color blanco con turquesa que tenía en el centro una flor de iris- Gracias por ser tan amigos de Juvia a pesar de que no lo merece- Ella le tendió una a cada uno, incluso a los Exceed.
Todos sonrieron, aquella chica era extraña, pero muy fiel, y que sin duda se iría con ellos, porque debían estar locos si eran capaces de dejarla, porque ya eran un equipo, y más que eso, una pequeña y alegre familia, que no se separaría tan fácilmente.
Y Juvia, pues ella ya no se sentía incomoda, ni extraña, ni nada con ellos, los quería, pero en especial a su amado rubio, al cual ya no dejaría de amar de eso estaba seguro.
-¿Juvia?- No podía ser, no quería creerlo, la veía a través de la ventana de aquella cafetería, había ido a comprar un libro para su amiga, acababa de ver a la peli azul en su gremio, en Fairy Tail, y ahora allí estaba, observándola desde lejos, riendo con ellos, tan alegre y tranquilo, pero sobre todo, fuertemente abrazada a un alegre rubio que no la dejaba. Esto no podía ser cierto.
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