Mi decicion
Capitulo XX.- (Gran Final) Mi decisión...
Con la cálida noche haciendo su entrada, ya había acabado de empacar sus cosas y estaba listo para regresar a Sabertooth a la mañana siguiente, regresar a su gremio, su hogar, miro con un poco de nostalgia aquella habitación en la que había pasado 2 meses y tantos de su joven vida, era algo gracioso que ahora le pareciera extraño el irse, allí había vivido muchas cosas, pero ahora debía irse, era lo correcto, a partir de ahora, él también se aria cargo de que, al igual que Fairy Tail, Sabertooth se volviera una gran familia, porque ahora, era oficialmente el maestro del gremio.
Maestro Eucliffe, no sonaba nada mal ¿verdad?
De pronto, sus pensamientos y reflexiones se vieron interrumpidos cuando escucho el cómo tocaban su puerta ¿Quién sería? ¡Ja! como si no supiera la respuesta...
-Hola Juvia- Saludo sin mirarla mientras ella pasaba a dentro de la habitación sin siquiera pedirle permiso, él la miro por el rabillo de los ojos y solo se alzó de hombros cerrando la puerta tras de sí, cuando el sin importarle la presencia de la chica se recostó en su cama, Juvia se acercó y se sentó junto a él.
-Juvia quiere hablar con Sting-
-¿De qué? ¿Qué se cumplió tu sueño de estar con el cubo de hielo andante? Ni te hubieras molestado, Wendy ya me lo dijo-
-¡NO! Juvia quiere aclarar eso, todo fue una confusión, Juvia solo acompaño a Gray-sama, no son más que amigos-
-¿Gray-sama?-
-¡Sting! Juvia solo lo ama a usted-
-¿Quién me lo asegura?-
-¡BASTA! ¿Cómo puedes siquiera dudarlo? Yo te amo más que nada- Rugió algo enojada, por poco iba a atreverse a golpearlo, pero se contuvo, sabía que en parte era su culpa era que el también mal pensara las cosas, pero aun así ¿Qué no confiaba en ella?, pero antes de que pensara más, unos fuertes y posesivos brazos la rodearon, acomodándola en su pecho de él.
-Ya lo sé tonta ¿Crees que desconfiaría de ti? Estaba esperando que me lo explicaras todo- Le sonrió en el oído mientras se encargaba de moldearla a modo que pudiera abrazarla entera, mientras dejaba que el aroma embriagador de ella lo drogara, cuanto la había extrañado, a ella, su amor, su aroma, todo, fueron solo unos días sin verla, pero le habían parecido unas eternidades.
Juvia por su parte solo sonrió sintiendo alivio en su corazón, realmente, ese hombre era único en su clase, y su amor lo bastante fuerte como para que hubiera soportado todo eso, así que con todo ese cariño ya acumulado ella también se acurruco en su pecho a forma de sentirlo, sentir ese calor que solo él le brindaba y que pensó por un momento que no lo volvería a sentir. Mientras Sting solo sonreía.
¿Qué si le había creído a Wendy? Pues sí y no, ya que realmente él había estado muy dolido cuando se fue al consejo, pero al llegar allí se dedicó a pensar y reflexionar, primero curo sus heridas físicas, ya que la pelea que había tenido con Fullbuster no había sido de a gratis, para luego tomarse el tiempo de curar sus heridas mentales. Y pensándolo mucho llego a una buena respuesta.
Gray tenía razón, el no conocía a la Juvia de Phantom Lord, a la elemet 4, ¿y eso que? El conocía muchas más facetas de ella, y que el peli negro exhibicionista no conocería, el conocía a la Juvia llorona, débil y quebrada que tras un mes de llorar había quedado así, a la maga de agua con baja autoestima y aferrada a amar a otro, a la dulce compañera de equipo y la divertida y juguetona, a la seria cuando trabajaban, a la amadora de las tartas y el té de flores, que lo negaba pero le gustaba salir con sus amigas de compras, que adoraba a los dos Exceed, que cuidaba de sus compañeros, que era algo descuidada o torpe a veces, cuando se veía tierna en lugar de molesta, que tomaba las cosas muy literales y tenía una imaginación endemoniadamente grande.
El conocía todas esas facetas de Juvia, pero había uno que Gray nunca conocería, la de una Juvia como pareja, si, la dulce mujer que sonríe sonrojada cuando se le acerca, que sonríe en medio de cada beso, que se chivea con cada rose tentativo, que se pone más colorada que el cabello de Erza cuando le hace comentarios en doble sentido, la que sabe entregarlo todo, y amar sinceramente a alguien, esa fase solo la conocía él, y se encargaría de que a si fuera toda la vida.
Por eso cuando Wendy le dijo aquello si sonrió con tristeza, pero no por él, sino más bien era lastima por el pelinegro, porque en ese momento solo algo pasó su cabeza...
"Pobre Idiota"
Porque había decidido confiar en ella, y en el amor que ambos profesaban, por eso, decidió dejarla tranquila, porque si realmente lo amaba, sabía que iría a explicárselo todo y en la recibiría, no sin hacerle una pequeña broma, y... en el caso de que fuera cierto, la dejaría ser feliz con él, porque la amaba y su felicidad también sería la suya, aunque ahora agradecía mucho a Kami por ser el elegido.
No volvería a desconfiar de ella.
Y ahora que por fin todo estaba aclarado y resuelto, solo les quedaba de disfrutar de ese mágico momento, pero Juvia se removió para poder verlo a los ojos, y la cara que puso, tan seria y algo enojada, le causo un escalofrió ¿Tan pronto ya se había equivocado en algo?
-¿Por qué Sting nunca le dijo a Juvia lo de Sabertooth? Todo habría sido diferente si se lo decía desde un inicio- Con algo de dolor impregnado en su voz le tomo ambas manos mostrándole como ella temblaba ligeramente, completamente afectada y en el fondo arrepentida por tampoco haberlo querido escuchar antes, Sting sonrió un poco sabiendo a que se refería.
-Eras capas de querer irte conmigo-
-¿Por qué no lo aria? Te amo-
- Es tu familia, Juv... créeme cuando te digo que sé que se siente dejar a atrás a tu familia, por más que creas que es lo mejor, en el fondo te duele, yo... ayude a mi padre a suicidarse, y encontré mi lugar en el mundo pero pese a ello nunca eh logrado olvidar ese sentimiento de pérdida, Juv, aun somos jóvenes, quiero que disfrutes a tu familia,, que vivas muchas otras cosas, para que así, cuando seamos mayores... podamos estar juntos sin que nada nos retenga- El rubio aferro sus manos a las de ella y con delicadeza las beso, mientras miraba con todo su amor a los tristes ojos azules oscuro frente a él, si, esa era su decisión, ella no partiría con ellos, no aun- Mi vida yo... regresare a Sabertooth, seré el maestro que ellos esperan y les devolveré toda la confianza que ellos pusieron en mí, no escapare y después, cuando sea el momento, volveré por ti, esa... es mi decisión- No dudo, lo sabía, no podía abandonar a todos aquellos que lo esperaban en casa, y tampoco podría llevársela, debía ser paciente, eso era lo correcto.
-¿Y dónde queda la opinión de Juvia? Ella... no podrá estar bien sin Sting, sin saber que el volverá en verdad, y si... ¿Te enamoras de otra?- Juvia se cubrió el rostro con ambas manos, poniendo por fin en palabras todo lo que sentía, porque si, ese era realmente su temor, el que el amara a otra y la dejara a atrás, no podría soportar otra desilusión como esa.
-Eso es poco probable Juv, además... yo me arriesgo a lo mismo, a que tu... te enamores de otro y no me esperes, ese es mi mayor miedo, pero por ti... por los dos... estoy dispuesto a enfrentarlo- Sting le sonrió con cariño mientras le secaba las cuantas lagrimas que ella ya había derramado, de pronto se preocupó al ver la expresión fría y dura de ella, pero se sorprendió en cantidad cuando de pronto ella poniendo mucha fuerza lo estampo contra la cama quedando ella arriba de él.
- ¿Juv?-
-Juvia... no quiere quedarse con ese miedo, no puede, no quiere quedarse con ese miedo insano y esperarlo sin saber cuándo volverá- Dijo algo fuerte ocultando su rostro el pecho masculino, Sting trato de sentarse pero ella se lo impidió besándolo con fuerza y algo de rudeza, tomándolo por sorpresa.
-Tranquila, no sé qué estás pensando pero no podemos hacer nada para que ese miedo se disipe, debemos ser valientes, nosotros...- No alcanzo a terminar de decir cuando ella volvió a besarlo demandantemente, ¿Qué demonios le pasaba? ¿Y la tímida y linda Juvia? No sabía que estaba pasando, pero algo dentro de él le dio un vuelco al corazón.
-Sting... Tu tomaste tu decisión, ahora... ¿Quieres escuchar la mía?-
-Te escucho-
-Quiero que me marques-
-¡¿QUÉ?!- Eso sí que lo había tomado por sorpresa, como acto de reflejo se sentó de golpe apartándola un poco, completamente nervioso y rojo como un jitomate, ¿Había escuchado bien? Eso era demasiado para su corazón, y su cordura... ya casi estaba al límite.
-¿Qué no quieres?- Juvia se confundió un poco ante la negatividad de él, conociendo su antigua reputación pensó que el sería más... rápido, pero estaba igual o incluso más nervioso que ella.
-No, digo sí, bueno, ¡Ah Demonios! Juvia, claro que me encantaría estar contigo, pero no sabes todo lo que conlleva la marca Slayers, no quiero atarte a mi- Sting la tomo de los hombros sacudiéndola un poco tratando de que ella reaccionara, pero ella parecía decidida y ahora con fuerza lo devolvió a la posición anterior.
-¡Claro que Juvia lo sabe, por algo te lo dice! Juvia hablo mucho con Yukino y las demás, inclusive Lucy-san, todas la ayudaron a comprenderlo, y por eso... quiero hacerlo-
-Juvia, si te marco, estarás atada a mí de por vida, inclusive yo me haré dependiente de tu presencia, aunque bueno ya lo soy pero... podríamos morimos de tristeza antes de un año de separados-
-Eso significa que volverás por Juvia dentro de un año ¿verdad?- Juvia sonrió con alegría y un ligero sonrojo, Sting miro a su pareja aun perplejo pero solo suspiro resignado, era única, en definitiva era única, la abrazo, porque por kami, la amaba más que a nada, y si ella lo deseaba, si estaba dispuesta, entonces, él le mostraría una nueva forma de demostrar cuanto la amaba.
-Entonces... ¿De verdad estas lista?-
-Solo... Se gentil por favor...-Juvia se sonrojo mientras volteaba la mirada, lo cual causo la risa de él rubio, pese a que ella era la de la idea temblaba entre sus brazos, sonrió, mientras se levantaba con ella en sima y quedaban sentados frente a frente en la cama, le tomo las manos con dulzura y las beso, para después besar su frente con suavidad y empezar a marcar un rastro húmedo de besos por su rostro hasta su boca.
-Juv... Te amo- Susurro tiernamente antes de unir sus labios en un ritmo lento, disfrutando de cada rose, cada sensación, por su parte Juvia sabía de antemano que su novio ya tenía experiencia y sabría manejar la situación a diferencia de ella, por lo que solo seguiría al pie de la letra el consejo que le había dado Minerva durante aquella extraña platica que habían tenido las 4, o bueno 2 postulantes a parejas marcadas de Slayers, 1 ya pareja oficialmente marcada y 1 que ni pichaba ni cacheaba en el equipo pero participo como buena amiga.
"solo déjate guiar"
Así que ahora, volviendo al presente, donde Sting buscaba unir sus lenguas en una danza apasionada que seguramente desataría todo lo demás, solo se dejó llevar, confiando completamente en él, y perdiendo el sentido de existencialismo y la cordura en el proceso.
(Jejeje ahora... los dejare con las ganas jajaja)
-¿Crees que estarán bien?- la albina del grupo sinceramente era la que parecía más nerviosa y preocupada de todos ellos, habían pasado toda la tarde en el gremio de Fairy Tail, explicando todo lo que estaba pasando.
La verdad era que todos lo habían tomado bastante bien pese a todo, el maestro Makarov solo advirtió lo que pasaría si el joven no pedía a la chica como dios mandaba, Miraje propuso hacerles una fiesta cuando ya fuera todo confirmado como debería, Levy lloro un poco emocionada porque su querida amiga de verdad expandió sus horizontes (recuerden que ella era la que le dio la idea) Kana, Evergreen y el resto de ellas solo aceptaron que debían acostumbrarse a la idea pero se alegraban por ellos, Erza había sonreído orgullosa, porque después de todo, ella había dicho que la apoyaría sin importar lo demás, Lucy lloro un buen rato después de que todos habían aceptado la noticia con tanta calma, alegre por que no hubiera una pelea, Gajeel, bueno el solo había afirmado que él ya lo sabía y que el rubio ya había pagado el precio, pero que si no funcionaba o Juvia salía lastimada Sabertooth se quedaría sin maestro, los demás solo aceptaron la noticia livianamente, aunque algunos también amenazaron severamente, entre ellos sorpresivamente estaba Laxus.
Pero había una persona por la que todos, incluyéndolos, se compadecieron, Gray se había mostrado algo sombrío y callado, muestra de que realmente le había afectado, porque después de todo, su declaración se había ido al olvido y la chica que amaba se había ido corriendo tras de otro, había sido duro, pero todo lo que comento al final fue "Tardare en acostumbrarme a la idea, pero... yo no me interpondré, Juvia se merece ser feliz" y tras decir eso había tomado marcha a casa con el papel en mano de una misión sencilla pero de 3 meses de duración, y con saber que partiría cuando amaneciera todos sabían que era porque no podría estar cerca de la peli azul en un tiempo.
Y ahora allí estaban, caminando a la posada con el semblante preocupado y pensando en que habría pasado entre sus dos amigos.
-Deberíamos ir a otra posada por hoy-La morena paro de pronto estando frente a la posada, llamando la atención de todos.
-¿Minerva?-
-No sabemos si seguirán hablando o no, mejor que interrumpir es no aparecernos y verlos hasta mañana- Propuso Minerva con el semblante serio, tras unos momentos todos estuvieron de acuerdo y solo Yukino entro a la posada para dejarle el recado en la recepción a Sting de que se verían al amanecer en el gremio de Juvia.
Cuando salió se dirigieron con rapidez a otra posada cercana, pero una idea en la mente de la chica albina la traía como tortura.
-pero no hemos sacado nuestras cosas, aun así teníamos que ir a donde Sting- se acercó a Minerva con curiosidad, ya que la morena se veía realmente seria, esta volteo a verla y de pronto una sonrisa algo diabólica se colocó en su rostro.
-Tranquila, nuestras cosas ya están en la otra posada, ya page la noche de hoy y todo lo demás-
-¿Cómo? Pero ¿Cuándo?-
-Esta mañana antes de ir a ver a Juvia, saque todo excepto lo de Sting, sabía que ellos terminarían por hablar y mejor me prepare-
-¿Para qué?-
-Yukino... Juvia ya traía una idea extraña y no creo que no la aplique-
-¡No! Tu... querrás decir que...-
-Seguramente veríamos algo no apto para menores si llagábamos a la posada- Comento Minerva con toda la naturalidad mientras los colores le subían y bajaban a la peliblanca, más atrás, Rogue sintió de pronto los nervios de su pareja y se le hizo extraño verla colorada, pero bueno, cuando estuvieran solos ya se lo preguntaría, porque después de todo, Minerva había pagado la habitación de ella y aparte la de los chicos y los Exceed, pero el... ya había pagado a parte la de ellos dos, porque ¿eran pareja verdad?.
Cuando los rayos de luz empezaron a penetrar en la habitación, sintió algo de incomodidad en sus ojos y negándose a abrirlos apretó los parpados un poco, pero al parecer el sol se negaba a dejarla en paz y con resignación termino por abrirlos, bostezo un poco tratando de estirarse, dándose cuenta de que no se podía mover, aprisionada por un par de fuertes brazos, sonrió tímidamente mientras el color se le subía al rostro, con dificultad se removió un poco hasta quedar volteada, pegada al pecho masculino, levanto un poco el rostro para encontrarse con el rostro perfecto de él, quedándose le viendo detenidamente.
Noto como el respiraba tranquilo, con los ojos cerrados dándole vista a sus enormes y gruesas pestañas, su cabello rubio revuelto esparcido por la almohada, resultado de sus actividades del día anterior, antes de notarlo, tembló un poco al sentir la brisa fría matutina, ya que el solo tener las sabanas encima de ellos como dios los trajo al mundo no brindaba mucho calor, pero sintió como era aprisionada más fuerte por él. Levantando la vista solo para encontrarse con los ojos claros de su "amante".
-¿Te desperté?-
-No, me desperté desde hace mucho-
-Entonces ¿Porque Sting parecía dormido?-
-Era el momento perfecto para besarme preciosa- Sonrió coquetamente mientras guiñaba un ojo, la peli azul rio un poco apenada sintiendo como el entrelazaba sus piernas.
-¿Qué hacías entonces?-
-Nada solo observar lo hermosa que luces dormida Juv- Susurro, besando el cabello azul con cariño y hundiendo su nariz en el mientras la abrazaba con dulzura, notando que también cabía ella entre sus brazos, ella trato de levantarse pero él se lo impido- Quedémonos así... un poco más-
-¿Por qué hueles mi cabello?-
-Tu aroma siempre... me ha parecido adictivo, desde aquella vez en la estación... cuando llegue a Magnolia-
-Sting... hoy debes irte-
-Aún es temprano, tengo sueño-
-¿y eso es culpa de Juvia?-
-Bueno, estas cosas no se hacen con participación de una sola persona preciosa, este es un juego de 2, así que si, en parte tienes la culpa-
-¡Sting!- Juvia se volteo y cubrió con las sabanas tras el comentario, completamente apenada y sonrojada, Sting rio aun cansado mientras le revoloteaba el cabello y se levantaba, estirándose y dirigiéndose directamente al baño, donde se aseo rápidamente dándole el paso a la chica que se negaba a que la viera así, tras un rato de espera ella salió ya vestida y arreglada, notando la fuerte mirada de él sobre ella- ¿Pasa algo?-
-Me gusta... como se te ve- Comento el rubio volteando la mirada, con un ligero sonrojo, Juvia sonrió también sonrojada, a ella también le había gustado cuando se vio en el baño, aquella marca, le cubría todo el lado derecho justo donde se ahuecaba el cuello y los hombros, la imagen de un dragón negro magnifico, en pose de estar en pleno vuelo perfectamente tatuado en ella.
Ambos se volvieron a recostar en la cama viéndose el uno al otro seguido por unas cuantas risas, entonces Sting cómodamente tomo aquella posición que había tomado la primera vez que se acostó a su lado, recargando su cabeza en el estómago femenino y abrazándola dulcemente.
-Cuando llegue a Magnolia... nunca creí que todo esto pasaría, pero... me alegro de haberte encontrado Juv-
-A mí también-
-Juv...-
-¿Si?-
-Cuando todo se aclare, cuando vuelva por ti y puedas irte conmigo, tu... ¿Te casarías conmigo?- Él se aferró a ella de tal manera que no notara lo sonrojado que estaba ante tal cosa, Juvia se sentó de golpe sorprendida, notando de pronto en la mesita de noche una bonita sortija de oro blanco con un pequeño cristal, se tapó la boca sorprendida, dejando salir sin querer una lagrima de alegría.
-¿Cuándo lo compraste?-
-Cuando fui a la capital, ¿Qué respondes?-
-¡SI! Si, si, si y mil veces sí, pero tú, no me dijiste nada ayer-
-Bueno, era mi idea sobre que tuviéramos algo que nos asegurara volvernos a ver, pero tu tuviste una mejor idea linda- Sonrió socarrón causándole un sonrojo a ella, sentándose junto a ella y colocándole muy formalmente la sortija.
-Entonces teóricamente Juvia le pidió matrimonio a Sting primero, Yukino-san dijo que la marca era como una boda drago nial, entonces por ley drago nial ya estamos casados-
-Exacto, pero sería un bonito recuerdo una boda como las otras ¿no?- Sting la abrazo con algo de fuerza, causando que Juvia lo volteara a ver a forma de reproche, pero solo le sonrió recordando algo muuuuuy importante...
-Gajeel-kun te matara-
-Por ti mi vida, todo vale la pena-
El sol ya se estaba poniendo en un punto alto, siendo aún temprano la brisa fresca de la mañana refrescaba el ambiente, todo en esos momentos era despedidas y palabras de aliento, deseándoles un muy buen futuro a aquellos que llegaron como visitantes y ahora partían como amigos y a la vez rivales, Miraje en especial los llenaba de buenas palabras.
-Ya solo esperan a que llegue Sting para irse ¿Verdad?-
-Sí, le dejamos un mensaje en la recepción de que lo esperaríamos aquí- Yukino sonrió aun algo preocupada por no saber lo que había pasado con sus amigos, y más por aquel "inocente" comentario de parte de Minerva, aunque claro... ella tampoco se había librado.
-Parecen cansados, ¿Seguros que hoy se irán?- Lucy se acercó a ella tentándole la frente comprobando que su sonrojo no fuera por fiebre, pero en ese momento sintió como la peli blanca acercaba su boca a su oreja.
-Es que Lucy-san... los Slayers son muy exigentes y no se cansan- Susurro algo divertida la chica y más cuando la rubia se sonrojo al tope, causando la risa poco percibida de Rogue que recién descubría que tan traviesa era su pareja, seguramente eso también era culpa de la influencia de Juvia.
-Debemos irnos hoy, ya nos deben estar esperando, si ya vamos tarde por culpa de ese rubio coqueto- Minerva estaba ya molesta ya que llevaban bastante tiempo esperando a esos dos tortolos ridículos.
En un rincón del Gremio se encontraba el solo pensando y esperando con paciencia a que los dos magos buscados llegaran, estaba triste y deprimido, ahora era cuando se daba cuenta de todos los errores que había cometido con la chica, pero ya era muy tarde, estaba consciente de ello, ella que tanto lo había amado y apoyado ya no lo aria más, el que tardo tanto tiempo en darse cuenta de lo que sentía por ella, la noche anterior ya había dejado que sus emociones fluyeran libremente y se desahogó, ahora, pese a que dolía, ya no lo mostraría exteriormente, lo había aceptado, Juvia ya estaba enamorada de otro y con mucha más fuerza de lo que estaba de él, y no solo eso, si no que él era incluso mejor... era guapo, atlético, un fuerte mago y ahora maestro de un gremio, en definitiva era mucho mejor y seguramente cuidaría a Juvia como el ya no podría hacerlo.
-¡Ese Cabrón!- Natsu levanto la voz con una sonrisa mientras reía contento, llamando la atención de todos, pero no fue el único, después de él, Gajeel golpeaba la mesa con enfado y maldecía muy fuerte mente siento o bueno con Levy tratando de calmarlo, Wendy se puso toda colorada, mientras Rogue reía con un suspiro resignado, inclusive Laxus se levantó asiéndose el desentendido.
-¿Qué pasa?- Lucy miro a su novio confundida, pero antes de que este respondiera las puertas del gremio se abrieron de par en par dejando ver a los dos magos tan buscados, de luz y agua, ambos venían con una hermosa sonrisa y sus manos entre lazadas.
Tal vez no era cosa de otro mundo, pero en cuanto Lucy miro bien a su amiga los ojos se le volvieron blancos.
-¡TE MARCO!- Grito a todo pulmón causando un shock grupal, en cuanto la parejita la escucho ambos se sonrojaron fuertemente y Juvia se lanzó a taparle la boca bastante tarde por cierto, en ese momento, un fuerte golpe se escuchó, Gajeel ya había llegado a su límite.
-Date por muerto- Dijo fúnebre y se dirigió directamente al rubio, y...
-Entonces deben de irse- Miraje les sonrió a los viajeros, mientras terminaban de calmar a un muy encabronado (disculpen la palabra) dragón de hierro, a Sting casi se le salía el alma pero afortunadamente Titania estaba de su parte, paso un pequeño rato donde la recién pareja Drago nial se ponía al tanto de todo y donde Sting ya había hablado como dios mandaba con todos los del gremio sobre su relación con Juvia, inclusive hablo con el maestro Makarov y Gajeel sobre su unión.
-Esfuércense mucho- Juvia abrazo a sus dos amigas con fuerza mientras derramaba unas cuantas lágrimas, las extrañaría, pero nunca dejó de sonreír, también se despidió contenta de Rufus y Orga, y aplasto a los Exceed, miro a Sting con algo de dolor, pero con mucho amor, dándole un corto beso en los labios y lo abrazaba.
-Dentro de un año ¿Si?-
-Dentro de un año, o menos si se puede- Eucliffe sonrió cariñosamente mientras la abrazaba y devolvía al lado de Lucy, donde miro a todos los amigos de ella, que ahora también serían personas importantes para el- Cuídenla por mí-
Ese día, ambos se separaron, era imposible que después no lloraran, pero era un dolor sano, lleno de amor y cariño y esperanza, uno donde se hicieron nuevas amistades, se conoció gente, se participó en muchas increíble misiones, porque tal vez físicamente estaba separados, pero tenían un lazo inquebrantable que los mantendría juntos por siempre, porque ella era su princesa de la Juvia, y él era su Dragón Blanco, una relación que tal vez Lucy utilizaría en un futuro para una historia, o quizás... alguien como yo lo aria.
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