Luz y Lluvia

Llovía fuertemente, el cielo era de un color morado negriso, y la lluvia era fuerte y tupida, el viento era apacible, pero daba un ligero escalofrió en los huesos, mientras las calles silenciosas de Magnolia lucían desoladas, nadie quería andar debajo de tan deprimente lluvia, lo único que se escuchaba eran los apresurados choques de cada gota de agua cristalina contra un ya muy inundado suelo, y todo era culpa de él.

No, en realidad no era así, era culpa de ella, lo sabía, después de todo, era ella quien se había hecho ilusiones, siempre pensando que con insistencia el finalmente le correspondería, que tonta había sido, él no era de esos, lo conocía demasiado bien para por fin darse cuenta de la realidad, él no la amaba, ni lo haría, y no porque él quisiera a alguien más, solamente era que el NO la miraba de esa manera, porque, después de todo, ¿Quién quisiera estar con la deprimente lluvia?.

Varias veces ya la había rechazado indirectamente, pero aquella vez estando ya en Fairy Tail, después de los juegos mágicos, teniendo el ambiente de siempre, a sus amigos se les había ocurrido molestarle con ese tema "¿Cuándo es la boda?" escucho burlonamente a uno por detrás, y un encendido Natsu que no comprendía del todo la situación (ya saben cómo es el) le soltaba ataques al azar y a los demás todavía fastidiándolo, lo hicieron enojar y de pronto se escuchó su potente "¡YO NO SIENTO NI SENTIRE NADA POR ELLA!" grito enfadado, recibiendo una paliza por parte de una furica pelirroja por hacerla llorar.

Claro, él era caballeroso, así que inmediatamente se fue a disculpar por si había dicho algo demás, le susurraron varios un sigiloso IDIOTA, pero ella volvió a sonreír con un estruendoso "GRAY-SAMA", sabía que él no se daba cuenta (o no quería darse cuenta) de lo que sentía por él, aunque había hecho de todo por llamar su atención, pero no quería rendirse, o eso se había dicho, ese día su corazón dolió más de lo común, y termino encerrada en su cuarto en Fairy Hills.

Después de eso, al día siguiente él se fue de misión junto con su habitual equipo, enterándose por medio de Lucy, su "rival del amor" había ido muy temprano para ver cómo estaba y despedirse, ya que estarían dentro de una misión que duraría poco más de 2 meses, y con la sonrisa brillante de la rubia, comprendió que aún le dolía el corazón.

Y ahora allí estaba, encerrada en su habitación ya habiendo pasado cerca de 1 mes, y aun le dolía mucho, cada día la visitaban sus amigas, y fingiendo que estaba enferma, se excusaba para no ir al gremio, sabía que todos estaban preocupados, por kami, hasta Gajeel había ido a verla, pero no podía aceptar la realidad, la cruel realidad de que él y ella nunca estarían juntos, de que ella ya no soportaba más, de que por fin... se había rendido.

-sonríe Juvia-chan-Levy miro con cierta intranquilidad a la peli azul, se veía perdida, apagada, con los ojos hundidos de tanto llorar, y la tez más blanca, de la que ya tenía, parecía una aparición de esas que se te cruzan en las pesadillas, con el cabello revuelto y ropa de casa, se notaba que ya no salía de su cama, suspiro hondo- Es un idiota- Dijo en voz alta causando que Juvia la mirara con sorpresa, pero no la contradijo- Debes superarlo, sé que me contradecirás si te digo que hay mejores que él, pero si se esto, él no es el único, Juvia, eres hermosa, fuerte y siempre optimista, sé que tú tienes a alguien esperándote allá fuera- Dijo con dulzura, mientras miraba con coraje (en el buen sentido) los ojos azul marino de ella.

-Gracias Levy-chan, pero Juvia sabe que no puede olvidar a Gray-sama, él le mostro el sol a Juvia y por eso no dejara de hacerlo- Sentencio con la voz cancina, triste, desolada, pero se sorprendió al notar como Levy le tomaba del cuello de la camisa con furia.

Ella no era agresiva, pero no podía dejar que su amiga se hundiera en su propia soledad, si no podía convencerla por las buenas, le haría entrar en razón con un poco de enojo- Y ¿él se merece no verte?- Hablo con su voz suave pero con tono de enfado, Juvia no entendía de quien hablaba- Ya te dije... allá fuera alguien está destinado para ti, y ha de estarte esperando, ¿es justo que solo por Gray no le des la oportunidad de conocerte? O peor aún... ¿Crees que tu corazón merece no volver a amar? ¿De que alguien te amé por ti misma?- Levy la miraba con cierto grado de tristeza, por no poder ayudar a la triste peli azul, todo lo que podía hacer, al igual que las demás, era tratar de reconfortarla con palabras.

-Juvia no puede dejar de amar a Gray-sama- Contesto sin mirarla a los ojos, escucho como Levy suspiro cansada, y la soltó, pasaron un rato en silencio, hasta que la come libros se disculpó por su actitud y con un intercambio de sonrisas y dulces palabras, se despidieron y Juvia volvió a su estado cotidiano, acostada bajo todas las cobijas de su cama.

Pero varias preguntas empezaron a molestarla durante el resto de la tarde y toda la noche, ¿y si era verdad? ¿Qué tal si realmente estaba destinada a ser feliz con alguien? Se imaginó a sí misma, feliz junto a alguien, sonriendo, rodeados de luz y sintiéndose completa, pero el recuerdo del pelinegro exhibicionista volvió a su mente tan pronto como pensó que podía ser feliz, miro a través de su ventana y noto las grandes gotas que azotaban el cristal, sonrió con tristeza, en realidad, siempre le había perturbado la misma pregunta.

¿Alguien se podía enamorar de la triste y deprimente Juvia?

La lluvia caía a torrentes, a pesar del terrible mareo y la insistente nausea, podía escucharla, alzo un poco la vista hasta confirmar sus sospechas mirando a través de la ventana del tren, de alguna manera se sintió triste y preocupado al verla, nunca había sido fan de la lluvia, era deprimente, como si alguien estuviera llorando, le causaba molestia, mucha molestia.

-¿Sting-sama?- Yukino, quien se había unido de nuevo a ellos poco después de los juegos mágicos, como parte del nuevo Sabertooth, miro extrañada al rubio, que parecía más molesto que de costumbre, miro a donde él y lo entendió, aquella lluvia no era normal, era lastimosa, solitaria y sobre todo deprimente, miro a Rogue quien tenía la misma actitud y el mismo malestar que el rubio.

-La lluvia es muy fuerte, tal vez no debimos venir- Opino Lector sentado a un lado de Sting, dándole su apoyo, como de costumbre, mirando también hacia afuera.

-Fro piensa lo mismo- Menciono el lindo gato verde con traje rosa, mientras miraba triste a su dueño, el dragón de sombras ya sabía más o menos como controlar el malestar del transporte, pero aun así, el viento frio y la lluvia tupida no lo ponía mejor.

-No, debíamos hacerlo, es un buen trabajo, aun no sé porque Fairy Tail no lo tomo todavía, como es aquí en Magnolia pensé que ellos lo tomarían- Esta vez Yukino mostro una pequeña sonrisa mientras veía como se acercaba lentamente la estación de Magnolia, Lector y Fro sonrieron con un brillo especial y empezaron a animar a sus compañeros, al llegar, los hermanos Dragón Slayers bajaron con ayuda de sus compañeros, mientras recuperaban un poco la compostura.

-Dulce- Susurro Sting al recobrarse por completo, mientras aspiraba el aroma del ambiente, era un aroma dulce que mesclaba el olor salado del mar con la fragancia de los lirios, un aroma embriagador y adictivo, se acercó buscando al dueño, o dueña de aquel aroma, pero termino topándose solo con la salida de la estación, donde no había nadie, solo aquella lluvia tan extraña, por un momento pensó que estaba loco, pero después de un momento comprendió, el aroma era de aquella lluvia, cada gota traía impregnado ese perfume tan delicioso.

Había experimentado varios aromas, en especial femeninos, durante su vida, pero aquel era diferente, busco entre todas con las que un día había amanecido, pero ninguno se le comparaba, tenía la sensación de conocerlo, aunque hubiera sido de legos, sabía que ya lo había percibido pero ¿Dónde?

-Sting- Lo llamo Rogue al encontrarlo, Lector y Yukino iban de tras, mientras Fro descansaba en los brazos de la albina, el dragón blanco sonrió y empezaron a tomar su camino, dirigiéndose a la posada donde ya habían reservado, pero en vez de cubrirse como ellos, Sting se dejó empapar por la lluvia, sintiendo con cada gota un tibio contacto, no era lo que esperaba, no era una lluvia fría y deprimente, era una cálida y dulce, que a pesar de ser fuerte, no dejaba de ser gentil.

Al llegar a la posada, Yukino se quedó en la misma habitación, y mientras se preparaba para ir a dormir en el baño, Rogue le pregunto por qué se había quedado bajo la lluvia – lo notaste ¿no?, tenía un aroma adictivo- Confeso rápidamente, el pelinegro lo miro con cierta extrañes, sin duda había sentido que la lluvia emanaba un aroma agradable, pero escuchar a el maestro de su gremio diciendo que era adictivo era algo no muy apto de él.

-Si era agradable, pero no puedo decir que adictivo-Dijo con cierto extrañamiento en su voz, para luego mirarlo con un poco de asombro- Tal vez... ya sea tu hora- Se dijo a sí mismo, pero el rubio alcanzo a escucharlo, y lo miro con desconfianza, tratando de negar lo que acababa de escuchar- Tal vez ya sea hora de que escojas una pareja fija, sabes que como Dragón Slayers tenemos tendencia a amar a una sola con todo el corazón y marcarla, pero si te la pasas de una a otra, solo te sentirás vacío- Dijo Rogue con un tono serio, Sting volteo asombrado- Quiero decir, eres el único, por ejemplo Natsu-san tiene a su compañera rubia, y Gajeel-san a la pequeña de cabello azul- Sting no daba crédito a lo que oía, el pelinegro le daba un discurso de cómo manejar su vida sentimental, eso era nuevo, pero lo volvió a mirar desafiante.

-Solo porque tú caíste ante los encantos de Yukino, no significa que yo necesito tener una pareja- Murmuro ya enfadado, o por lo menos fingiéndolo, para después mirar a la albina mencionada que lo veía confundida y posteriormente acostarse y dormirse junto a Lector.

Aquella noche no pudo dormir del todo, lo hablado con el Dragón Slayers de las sombras lo dejo inquieto, él ya lo sabía, como un asesino de dragones estaba destinado a eso, a enamorarse, y ser feliz con la mujer marcada por el, pero no era de ese tipo, o por lo menos aun no, de esos que pelean por un amor, son felices y tienen una familia, eso era demasiado cursi para el ¿No?, realmente no era así, se iba más por la diversión del momento, pero imaginarse con una sola durante su vida le dio mucha risa, eso era ridículo, y hasta cierto grado lindo ¿lindo? !NO! Esa no era la palabra que buscaba, se removió un poco, incomodando a un muy dormido Lector, miro la ventana, seguía lloviendo, la miro durante un rato, notando como caía gota por gota, y en cuanto el olor de la lluvia comenzó a entrar al cuarto, aquel aroma lo envolvió embriagándolo, mientras disfrutaba de ese aroma agradable a su olfato, callo profundamente dormido, a un pensando.

Tal vez... no sea tan malo tener a alguien especial.

A la mañana siguiente sintió su cuerpo entumecido y adolorido, era típico caerse de la cama teniendo pesadillas, donde su amado Gray-sama la rechazaba y humillaba, se levantó sin interés alguno en hacerlo, miro a la ventana y seguía lloviendo, no era para menos, sabía que su propia tristeza la invocaba, busco el sol, pero no lo encontró por ninguna parte, era de esperarse, tomo un ligero desayuno y volvió a la cama, pero las palabras de Levy le volvieron a la mente, y no logro calmarse, por lo que, después de un mes de estar encerrada, decidió dar un corto paseo bajo la lluvia, se dio una buena ducha, se puso su ropa cotidiana, y tomo aquella sombrilla rosa que pensó no volver a usar, cerrando la puerta con llave tras de sí.

Se removió en la cama cansado y agobiado, mientras se levantaba con pereza, noto a Lector aferrado a su pecho, sonrió con dulzura, mirando la cara angelical de su mejor amigo, del otro lado de la habitación, se encontraban Rogue y Yukino, con un tierno bultito rosa entre ellos, completamente dormidos, de alguna manera, él se había despertado temprano. Bostezo con pesadez, se dio una ducha y se arregló, decidió salir, seguía lloviendo, pero con calma, una lluvia ligera, sonrió para sí, no tendría que llevar paraguas y salió dispuesto a caminar.

Noto como todo el lugar estaba animado, había poca gente en las calles, pero cada uno seguía con su vida normal, sin importarles la lluvia, al detenerse a desayunar en un pequeño local, descubrió que la lluvia había durado ya un mes completo, y parecía no querer irse, pero nadie se desanimaba, todos mantenían una gran sonrisa, a el rubio le pareció extraño, pero siguió caminando, admirando todo a su alrededor, coqueteando con la primera que se la acercase, hasta que, mientras charlaba con una castaña voluptuosa (una chica cualquiera, no la que piensan), el aroma que llenaba el aire aumentaba y de pronto se desvanecía, sin prestar atención a la chica, empezó a correr siguiendo ese aroma, la sal de mar y los lirios, cada paso que daba aumentaba la intensidad del aroma.

Siguió corriendo, en busca de... bueno, no tenía certeza, pero algo perseguía, y así lo aria, hasta que por fin, encontró el centro donde emanaba más fuerte el aroma, llegando a una pequeña parte de una bella plaza, completamente vacía debido a la lluvia, pero de pronto, noto como una bella figura femenina se alejaba del lugar, era un poco más baja que él, y tenía un hermoso y ondulado cabello azul, abrió los ojos con sorpresa al descifrar que aquel aroma tan embriagador y adictivo era de ella.

Quería detenerla, quería ver su rostro, pero sus piernas no se movían, se lo pensó un poco, y parecía un desquiciado haciendo todo eso, se dio la media vuelta y empezaba a alegarse...

Nunca se había imaginado que el lugar estuviera tan vacío, pero era comprensible, nadie quería mojarse bajo la lluvia, sonrió débilmente, aquel lugar en el que siempre reinaban las sonrisas, se veía desolado por culpa de ella, por culpa de sus emociones, afectaba a muchos, pero el ver como la mayoría seguía con sus trabajos y optimismo, sonrió fugazmente, mientras trataba de aclarar su mente, aún tenía que tratar el tema, camino un largo rato, notando como todo el paisaje se notaba diferente debido a las nubes en el cielo, llego a una pequeña plaza en la que no solía haber gente, y que por la lluvia estaba sola, allí, se relajó un rato jugueteando en los charcos mientras pensaba.

"y si... ¿Levy-chan tenía razón? Tal vez después de todo, Juvia podría tener un final feliz, tal vez si lo buscaba con detenimiento, pero... ¿y si Juvia volvía a caer en lo mismo? Realmente Juvia ya no quiere sufrir más, el corazón de Juvia esta harto de que lo lastimen, pero... también puede que la amiga de Juvia tenga razón, pero esta vez Juvia quiere que su príncipe sea diferente... tal vez...hmp... Gray-sama tiene el cabello negro, tal vez el enamorado de Juvia se el contraste, tal vez... ¿Rubio? Pero Juvia no conoce a nadie rubio, tal vez..."

-¡Hey!-Al escuchar una voz masculina detrás de ella volteo con rapidez, encontrándose con los ojos azules del apuesto rubio tras ella, no dijo nada, solo lo observo, empapado de pies a cabeza, con solo un chaleco azul sobre una camiseta color crema corta que dejaba ver su bien entrenada figura, una pequeña cicatriz sobre su ceja derecha, y un ligero pantalón crema que poco a poco se le pegaba, tenía que llegar el, justo cuando estaba pensando algo importante.

No planeaba acercarse, había decidido irse, entonces, carajo ¿Cuándo fue que la llamo? No había sido él, su cuerpo había actuado solo, y ahora solo parecía un idiota allí parado y de repente, ya estaba perdido en los ojos de la chica, era realmente bonita, no exagerando pero era bonita, de unos grandes ojos azules oscuro rosando lo negro, su cabello era azul ondulado, y valla que tenía bonita figura, que a pesar de vestir recatadamente, podía notarlo claramente, vestía de un azul un poco más fuerte que su cabello, un sombrero estilo ruso y traía una graciosa sombrilla rosa, fue entonces cuando recordó donde había sentido aquel aroma, fue en los juegos mágicos, cayó en cuenta, ella era una de sus rivales, y aun ese día, lo era, Fairy Tail era su rival amistoso, pero aun así su rival.

-¿Qué necesita de Juvia?- Pregunto sin muchos rodeos después de salir de su trance, mientras se ruborizaba ante la imponente mirada del rubio, el también salió del encantamiento y volvió a mirar a la chica, ¿Juvia? Se había llamado a sí misma, pero en tercera persona, lo cual le causo gracia.

-Disculpa, en realidad no sé qué iba a decir, pero entonces ¿Te llamas Juvia? Es algo gracioso como te llamaste a ti misma- Rio encantadoramente, mientras se acercaba a la chica, quien lo miraba de una forma extrañada, lo cual lo hizo reír aún más, las mujeres siempre caían ante él.

-No se burle de Juvia- Demando la peli azul mostrando un claro y a su manera, adorable, enojo, mientras hacia un puchero algo infantil, lo cual causo aún más la diversión del rubio, y que Juvia se enojara más, y tratando de meterle el golpe que se merecía por burlarse de ella, resbalo y cayó al suelo, no completamente, pero la parte inferior de su ropa termino empapada y su rodilla lastimada.

-Pero valla que eres torpe- Él sonrió autosuficiente, mientras le tendía la mano, pero se sorprendió al ver como ella le daba un buen manotazo, levantándose ella sola, mirándolo con enfado y alejándose a paso largo, acaso... ¿le había rechazado?, o no, su orgullo de hombre se sintió dolido y se paró con rapidez frente a ella.- Hey preciosa, no hay porque enfadarse-

-A Juvia no le agrada estar cerca de personas groseras como usted- Dijo ella claramente molesta, mientras trataba de pasarlo de largo, y como no podía, dio la media vuelta y camino en esa dirección, Sting la miro empezando a encabrarse, no podía ser más amable, y simplemente aquella torpe solo le dijo que no le agradaba y se iba, el tenía un perfil perfecto como rompecorazones, y no iba a permitir que aquella necia le hiriera el orgullo, la tomo de la muñeca y la acerco a él, recibiendo una mirada llena de ira e indignación, lo cual causo que se soltara a reír sin percatarse, y de repente, BAM, ya tenía bien marcada la mano de la chica en su mejilla- ¡No se acerque a Juvia! - Sentencio ella ya molesta, y empezó a alejarse nuevamente, mientras la lluvia empezaba a hacerse más fuerte.

-Está bien, tu ganas, me disculpare por mi actitud, si me dejas compartir paraguas contigo hasta que llegue a un lugar en el cual esperar a que la lluvia sea menos fuerte- Él sonrió al notar como ella se sonrojaba, sus ropas empezaban a pegársele de más.

Juvia se lo pensó unos momentos, no entendía a aquel rubio egocéntrico, pero ella tenía la culpa de que él estuviera empapado, así que no lo pensó más y ahora ella era la que le tendió la mano, pero el rubio la cogió de la cintura y tomo el paraguas, como todo un caballero, él lo llevaría- Suelte a Juvia- Dijo viéndolo a los ojos, el pereció no escucharla, entonces, le tendió un buen codazo y logro separase de él, aunque no le quito el paraguas.

-Soy Sting Eucliffe de Sabertooth- Sonrió el coquetamente, pero no logro la respuesta que quería, aquella mujer simplemente pasaba sus encantos de largo, valla, sí que era torpe, debía de sentirse afortunada por estar a su lado, pero la chica iba en sus pensamientos.

-Si lose, eres el que perdió contra Natsu-san en los juegos mágicos y al final lloro, ¿me equivoco?- ella lo miro esperando una respuesta, en cuanto el negó con la cabeza, ella volvió su mirada al frente mientras caminaban a paso lento, mientras el fruncía un poco el ceño, no solo era torpe, sino que lo recordaba con momentos humillantes, ¿Quién era aquella despistada?

Ahora que recordaba, él había escuchado sobre una maga muy fuerte del antiguo gremio Phantom Lord, una de los 4 elemet, y ahora era miembro del gremio de Hadas junto con Gajeel, si no mal recordaba, era...

-¿Juvia Lockser?-pregunto con un poco de inocencia, ella lo miro y asintió, entonces era verdad, ella era la que había estado en los juegos mágicos, y la que había declarado su amor públicamente por... ¿Cómo era?- era Gray Fullbuster- Dijo en voz alta, de pronto sintió como ella se tensó a lado suyo, y el cielo se oscurecía más, sin duda, había hecho un mal comentario

Y de pronto algo hizo CLIK dentro de él, ahora entendía el porqué de esa lluvia tan extraña, había escuchado que cierta maga de Fairy Tail controlaba el clima con sus emociones, y también pudo relacionar el por qué la lluvia y ella tenían el mismo aroma, la chica que tenía a su lado, era la causante de ese mes de lluvias, pero si estaba lloviendo, y se tensó justo con su comentario, entonces ella... estaba triste y dolida, siempre pensó que la lluvia era triste porque la relacionaba con alguien llorando, entonces cada gota, era una lagrima que se estaba guardando.

-Es un idiota- Dijo en un tono más serio, causando que ella volteara a verlo –Mira que dejarte aquí hecha un mar de lágrimas, no sabe cómo tratar mujeres- No la miro, pero podía imaginarse su mirada dolida y a la vez sorprendida por sus palabras.

-Juvia es la idiota- Susurro, entonces sí que volteo a verla, mirando sus ojos un poco rojizos e hinchados, no lo había notado, pero de seguro, había llorado toda la noche- Juvia nunca dejo en paz a Gray-sama, y nunca tomo en cuenta lo que él sentía, Juvia solo fue egoísta, y causo que él se enojara, nunca le dio a entender sus sentimientos como debía, entonces nunca la tomo en serio, Juvia solo esta triste porque se rinde- Ella no sabía porque, pero quería decírselo a alguien, y aquel rubio era el único en ese momento, aunque esta nunca espero que la abrazara protectoramente, rodeándola completa con sus grandes brazos.

-Él es el idiota, mira que no pudiste ser más directa en los juegos mágicos, además, yo creo que también está ciego, eres una mujer preciosa y amable, incluso fiel, ni siquiera caíste en mis encantos, cualquiera se enamoraría de ti- Sonrió, incluso el mismo se sorprendió de sus palabras, pero no digo nada, solo la siguió abrazando, noto como la lluvia empezó a llover más fuerte, mientras que sentía empapado el pecho, ella estaba llorando.

-Juvia ya no quiere sufrir más, por lo que ha decidido olvidar a Gray-sama, pero simplemente no puede sonreír- El Dragón Slayers la miro a los ojos, y le sonrió sinceramente, mientras aquel aroma que lo drogaba lo envolvía, tal y como él la envolvía a ella.

-Entonces yo te obligare a sonreír, voy a quedarme aproximadamente un meses aquí para una misión, entonces, prometo que te are sonreír y divertirte mucho en ese tiempo- Él no era de esos, pero ver la fragilidad y la vulnerabilidad de la maga de agua, le movía el corazón a hacer lo que hacía, ella era diferente, entonces no tendría que ser el Sting que solía ser, solo tenía que ser el mismo- Entonces nos vemos mañana en la plaza, a las 2:00 pm, tengo que ir con mi equipo- El soltó el abrazo, y con un leve beso en la mejilla de ella se despidió, ella solo le despidió con un ademan de manos, ya se había alejado un poco, cuando volteo, le sonrió enormemente y grito "TE PROMETO QUE TE ARE FELIZ" pudo notar como los ojos de la maga de agua se iluminaban y le dedicaba una gran sonrisa, casi se quedó ciego con la luz que ella irradiaba.

Aquella tarde, las nubes nunca desaparecieron, seguían en el cielo cubriendo al sol y a Magnolia, pero en ese instante, dejo de llover...

Mientras tanto en el gremio de Fairy Tail, era el mismo alboroto de siempre, pero esta vez faltaban los más peleoneros, pues estaban en misión, incluso Gajeel estaba en misión, por lo tanto, había un tanto más de tranquilidad, Levy revolvía una taza de té que le había dado Miraje para que se calmara, aun se arrepentía por su arranque con Juvia, incluso Lisanna quería apoyarla pero a todas se les habían acabado las ideas para alegrar a la maga de agua.

-Sé que estará bien, Juvia-san siempre se mejora después de un tiempo- Argumento Wendy con una tierna sonrisa, mirando a la maga de runas con cariño, la cual también le devolvió la sonrisa.

-Por supuesto, en cuanto llegue Gray la veremos de aquí para allá con su inigualable (imitando la voz de Juvia) GRAY-SAMA, GRAY-SAMA- Dijo Kana divertida, que para su suerte aún no estaba borracha del todo, todas las presentes rieron, tenía razón, pero a Charle le molestaba algo, no sabía qué, pero tenía un mal presentimiento, y entre risas, Wendy miro hacia fuera, sin duda está nublado pero...

-Dejo de llover...- Fue casi un susurro, pero todas voltearon al instante, incluso los demás presentes, pararon su pelea y notaron el cambio, no llovía, está nublado, pero en cambio el aire era cálido, pero por alguna razón, a todos les recorrió un escalofrió en la espalda baja...

ALGO NO MUY BUENO ESTA POR PASAR.

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pues esta historia ya la había publicado en fanfiction y fanficslandia, en amos soy isavett449 por si las dudas, soy la autora correspondiente y agradezco a los que ya me conocen y a los que me están leyendo.

bonita noche mis estrellas.

atte.- su humilde escritora Isa-chan

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