Encuentro Inesperado...
Capitulo XV
Se removió un poco en su suave y mullida cama que parecía no querer dejarlo ir, tenía el cabello rubio revuelto, con solo un pantalón para dormir y la cara contra la almohada y el colchón negándose rotundamente a admitir que el sol ya estaba sobre el cielo y le decía que se levantara, pero no, estaba deprimido y mucho, si tuviera la misma habilidad que su novia seguramente estaría nublado y lloviendo a cantaros, y todo era culpa de ella, si SU culpa y de nadie más.
Ya habían pasado 2 días desde que él había recibido aquella carta tan tétrica y dolorosa para él, al día siguiente fue con Juvia temprano para decirle todo, desde la carta hasta lo que ellos planeaban, pero la chica se había negado rotundamente a seguir escuchándolo mientras le exigía fuertemente que aceptara, pero ella no lo sabía todo y por no querer escucharlo hasta el final ella solo con un puchero le había dicho que ella no aceptaría que dijera el no.
Estúpida Juvia...
Flash Back
Era temprano aun, por lo que estaba más que seguro de que ella seguía en su habitación preparándose para ir al gremio y tal como lo había previsto ella estaba arreglándose con una muy bella sonrisa en su rostro para después voltear a verlo y corriendo a donde el (que había entrado por la ventana) le planto un dulce y corto beso de bienvenida para luego invitarlo a estar con ella en lo que se arreglaba. Charlaron una minutos de cosas rutinarias, hasta que el vio la oportunidad de hablar de ese tema tan importante que tenía que decirle pero... ¿Qué le iba a decir? "eh Juvia el consejo me nombro maestro permanente y me iré en 7 días para no volver en meses y por eso te llevare conmigo"
No eso no él no era tan cínico aun.
La miro algo preocupado pensando en cómo reaccionaría la peli azul al saber de la noticia ¿Se iría con él? ¿Le rechazaría y se quedaría con su "Familia"? ¿Se sentiría un tanto herida o molesta? Miles de incógnitas cruzaron su mente por unos instantes hasta que ella lo abrazo y le pregunto sobre qué era lo que lo tenía tan preocupado, rio un poco... Esa mujer sabía leerlo como a un libro abierto.
-El consejo me quiere como Maestro permanente, y estoy pensando rechazar la oferta- Contesto sonriente para él esa era la mejor opción- Planeo disculparme con todos y salir del gremio, tal vez en mi lugar se quede Rogue y yo... tratare de unirme a Fairy Tail para estar más contigo- Él sonrió ante su resolución rápida era lo mejor que se le había ocurrido para estar con ella pero en vez de la mirada llena de amor que esperaba recibió una de total negación, enojo y un tanto de decepción.
-Si Sting hace eso la que se alejara será Juvia, ella no va a ser una excusa para que usted se salga, no, Sting debe de tomar en serio su puesto y aceptar la oferta, Juvia estaría muy orgullosa-
-Pero no tendría tiempo y nosotros...-
-él "nosotros" puede esperar, Sting debe aceptar la oferta y tomar su lugar como maestro, a Juvia no le molesta-
-Pero Juv, aun no te lo eh dicho todo, el consejo...-
-Eligio al mejor candidato a sí que no aceptare que des una negativa, deberás ser maestro y punto-
-Juvia escúchame si acepto ser maestro entonces...-
-Nada de nada, Sting debe aceptar, hasta que ella este segura de que ya acepto lo volverá a recibir, por lo mientras fuera que tiene que ir a decir su si-
Ella casi lo avienta por la misma ventana por la que había entrado con una sonrisa no sin antes darle su beso de despedida y dejarlo caer al suelo completamente atónito ante la negativa de su amada para escuchar las razones del porque no quería aceptar, pero ella nunca se mostró dispuesta.
Y a la mañana siguiente desde temprano se había ido, estaba muy resuelta a no acercarse a él hasta que el ya fuera maestro permanente, pero a él todo lo que le preocupaba era ella, pero por su tonta aberración a que fuera maestro no se dejaba ver por él. Eso lo deprimió bastante ya que no la tenía a su lado y por otra parte si quería volver a tenerla entre sus brazos tendría que firmar aquel documento que lo obligaría a estar mucho tiempo lejos de ella. No sabía qué hacer.
Fin Flash Back
Y aun no sabía qué rayos hacer con aquella extraña situación, se le estaba escapando de las manos todo aquello que él quería, su gremio y su amada, 2 cosas a las que consideraba muy especiales pero ahora le pedían que escogiera solo a una. Y ella misma le dijo que escogiera al Gremio, era patético al no saber qué hacía en esa situación.
-Sting-sama, hoy no abrirá la biblioteca por lo que... bueno, yo y Minerva nos iremos con... este, estaremos con Juvia, y hablaremos sobre el tema de la carta, tal vez a si arreglemos las cosas, usted debería ir a caminar o algo, no nos agrada verlo deprimido- Yukino lo miro con preocupación, se podía dar una idea de que tantas cosas pasaban por la cabeza de su rubio maestro, pero no podían hacer nada para animarlo, el tenía que recuperarse.
-Bien, salúdala de mi parte, creo que yo iré a caminar- contesto el con una pequeña sonrisa claramente deprimida, Yukino sonrió preocupada y salió de la posada encontrándose con Minerva quien ya estaba lista para ir a poner cuentas claras con su rival peli azul.
Ambas caminaron con paso lento pensando en que iban a decir exactamente, ya que ellas también deseaban que la chica decidiera irse con ellos pero tampoco querían presionarla, por lo que escoger las palabras adecuadas era un punto clave.
Llegaron a su punto de encuentro, la pequeña cafetería del centro que tanto frecuentaban pero al llegar notaron algo que no estaba entre sus planes, Lucy Heartfilia estaba con la maga de agua, por lo que sus planes de persuadir a la chica quedaban desplazados, no podían dejar que los miembros de Fairy Tail se enteraran y trataran de impedirlo, cuando Juvia las noto las recibió con una sonrisa alegre pero algo decaída, al parecer Sting no era el único deprimido por la falta de su pareja, las dos magas de Sabertooth rieron por debajo al percatarse de que tan cursi pero linda era la pareja de esos dos.
-Entremos, Juvia quiere que le ayuden con algo- La peli azul les sonrió nuevamente pero esta vez con notorios nervios, y es que el tema que quería tratar con ellas era algo muy vergonzoso pero que tenía que enfrentarlo tarde o temprano, y en sus planes, esperaba que fuera pronto.
Camino un buen tramo hasta llegar a la estación de trenes, donde sin mucho pensarlo tomo un tren a la ciudad vecina necesitaba relajarse y perderse al menos por esa tarde, no tardó mucho en llegar a esa ciudad comercial tan llamativa y sin muchos ánimos termino entrando a una cantina cerca de la estación donde sin prisa pedía algo para que su cerebro se dejara llevar al menos por un rato.
Paso un largo rato donde pensaba en todo lo que había vivido al lado de aquella mujer que había logrado meterse en su corazón, todas aquellas sensaciones que había experimentado teniéndola a su lado, toda la alegría de tenerla cerca, la tristeza de pensar que ella amaba a otro, el enojo que sentía por sí mismo al no armarse de valor y dejarse llevar, el completo estasis cuando ella lo eligió, el coraje de ver a Gray nuevamente reclamando lo que ya no le pertenecía y sobre todo la frustración que lo abrumaba al saber que ya no podría tenerla cerca si daba un sí, no podía saber qué hacer y el licor no lo estaba ayudando mucho.
-Pero miren a quien tenemos aquí- Una voz femenina bastante sensual y parecida a un ronroneo lo trajo de nuevo a la realidad, volteo sin muchos ánimos para toparse con un grupito de chicas demasiado llamativas para esa hora del día, ya tenía bastantes copas encima pero aun podía detectar el olor a zorra a 25 km de distancia- Hace mucho que no se sabía nada de ti Sting-kun pero es extraño verte tan solo ¿Por qué no te juntas con nosotras?-
-Disculpen mis bellas damas pero estoy bien así- Respondió volviendo a la que era su décima copa del día.
-Vamos, todas sabemos que te encanta jugar, y somos las suficientes para complacer a un hombre de... tu dimensión- Se escucharon risitas llenas de lujuria y deseos de atacarlo allí mismo, el chasqueo la lengua con asco y algo de nauseas, tal vez por el alcohol en su sangre o simplemente por los comentarios que hacían a sus espaldas el grupo de hembras urgidas.
-Eh dicho que no gracias-
-Vamos no te niegues, lo disfrutaras-
Podría ya no estar en sus 5 sentidos, podía haber bebido de mas, podía tener la reputación más mal hablada de todo Fiore, pero estaba lo bastante enamorado como para que aun borracho la sola idea de tocar a una mujer que no fuera la maga de cabellera azulada y ojos color noche le causara un terrible dolor de cabeza y que se le revolviera el estómago.
-Siendo honesto no tengo la más mínima intensión de tener de compañía a un montón de zorras urgidas como ustedes-
¡PLAFFF! El tremendo cachetadon que le soltó la que parecida la líder del grupo retumbo por toda la cantina la cual a más de uno tan bien le dolió solo con verlo, Sting no dijo nada simplemente paso las yemas de sus dedos por la zona rojiza y rio, rio como nunca lo había hecho, recordando claramente que el día que conoció a la linda maga de agua, ella también le había plantado un golpe igual o todavía peor.
-Serás...- La mujer notablemente molesta no logro completar la frase ni efectuar el siguiente golpe por que una mano masculina, fuerte y fría le sostuvo la muñeca, el hombre traía una capucha y era seguido por otra figura encapuchada pero más pequeña.
-Le sugiero dejar esta rabieta hasta que aquí señorita, le recuerdo que Eucliffe-sama no es un mago cualquiera si no el Maestro de Sabertooth, por lo que si quiere evitarse problemas será mejor retirarse-
La mujer solo maldijo por debajo y con todo su orgullo por los suelos ella y su grupo se alejaron, el hombre encapuchado dirigió su mirada a el rubio maestro de Sabertooth, el seguía riendo un poco pero también con lágrimas en los ojos, no por la escena de la mujer si no por recordar algo era muy notable eso, para después dejar la risa de un lado y simplemente el rubio comenzó a llorar en silencio, y luego termino inconsciente en la barra, al parecer el alcohol había hecho su trabajo, suspiro él no era de mucho meterse en lo que no le importaba, pero de alguna manera sentía que debía ayudarlo.
Por lo pronto lo saco de aquel lugar y junto a su acompañante se quedaron con él en una posada cercana, ya decidiría que hacer cuando el hombre despertara.
La tarde entraba con fluidez, luego de tomarse un par de cafés y unos pastelillos, entre risas y una que otra compra habían pasado un buen rato pero para Lucy, Yukino y Minerva el tiempo pasaba muy lento ¿Por qué? sencillo, la maga de agua aun no les había dicho nada con respecto a lo que quería hablar, con toda la curiosidad y las dudas carcomiéndolas todas se habían dirigido a la habitación de Fairy Hills de Juvia, donde esta les había servido más de uno de sus experimentos para la clase de cocina con Iriie-sensei, la tarde-noche no tardaría en caer, las 4 se encontraban en completo silencio mientras se miraban impacientes.
Juvia por su lado miraba su taza de té como si fuera la cosa más interesante del mundo, suspiro, realmente tenía mucha curiosidad por el tema pero al mismo tiempo le daba mucha vergüenza, y es que no era un tema de todos los días, su mirada azulada termino por posarse en su amiga peli blanca, específicamente en su cuello de esta, esta aun acostumbraba a usar su enorme y esponjosa capa pero debajo ya no traía aquel llamativo vestido, en vez traía el conjunto de ropa que había comprado junto con ella en su primera salida de compras (capitulo 5) y cuando estaban solas la maga celestial se quitaba aquella capa dejando al descubierto aquella marca oscura en el lado izquierdo inferior de su cuello.
-¿Qué es la marca Slayers?- Pregunto por fin, las tres magas restantes la miraron por unos momentos parpadeando sin comprender lo que acababa de decir, para después dar paso a un sonrojo colectivo, Minerva solo sabía lo más básico debido a Yukino pero eso era suficiente para saber que la chica no había formulado una pregunta sencilla, Lucy sabía todo del tema ya que su pareja le había explicado bastante bien, y aun que fuera solo de forma oral y todavía no estaban listos el tema la ponía muy nerviosa, y por ultimo Yukino simplemente se permitió atragantarse con su té ya que para su desgracia, ella era la única que ya había llevado tanto la teoría como la práctica de aquel tema y era la que le tendría que explicar.
-¿Qué?- fue lo único que pudieron articular las tres al unisonó rogándole a Dios que fuera solo una broma mal gastada de su mente.
-Juvia quiere saber qué es la marca que tiene Yukino-san en el cuello- Contesto como si nada, instintivamente la peli plateada mencionada toco con las yemas de sus dedos la mancha oscura, un pequeño dragón negro perfectamente posicionado en su cuello de manera un tanto imponente, Minerva miro a sus amigas y noto que como solía pasar, ella tendría que ser la que le comenzara a explicar con manzanitas a la maga de agua dejando la vergüenza a un lado.
-Es la marca que deja un Dragón Slayers en su pareja para dejar en claro que esta le pertenece, podría decirse que es como una marca de propiedad- Contesto estoicamente la morena sorprendiendo un poco a las demás, Juvia la miro curiosa era notable que esa respuesta no le satisfacía.
-Es más que eso, es un lazo- Corrigió Yukino, Minerva estaba bien en eso, la vergüenza debía ser dejada a atrás para poder explicarle las cosas a Juvia- superficialmente es para mostrar la propiedad pero también muestra el inicio de los 4 meses de apareamiento del Dragón, al principio de una relación el Mata Dragones te marca con su olor, eso quiere decir que con abrazos o roses su aroma natural de él se mescla con el tuyo para dar a conocer que estas en cortejo con él, pero cuando la relación ya es lo bastante fuerte se forma la marca en el cuello y durante 4 meses están por decirlo así "conectados" sintiendo donde está el otro y su estado emocional, esto forma un lazo sentimental fuerte y duradero-
-Es como una boda al estilo Dragón- Minerva prefirió sintetizar todo el discurso de la maga celestial en una frase recibiendo una mirada un poco indignada de esta.
-Podría resumirse a si-
-¿Y cómo se forma la marca? Gajeel-kun ya le había dicho a Juvia de las mescla de aromas y eso, Juvia quiere saber cómo se forma- Juvia miro a las tres buscando con insistencia una respuesta, las tres se miraron en blanco, ¿Cómo iban a decir algo así nada más? Tenía que haber una forma sencilla de hacerlo.
-Te tiene que morder el cuello en una ocasión "especial" solo eso- Yukino movió las manos en señal de que le restara importancia, rogando que se conformara con eso no le iba a decir lo otro por nada del mundo.
-¿Y cuál es esa ocasión "especial"?- Juvia miro con algo de impaciencia a sus dos amigas magas celestiales quienes parecían negarse con toda su alma a decirle.
-Deben tener S-E-X-O-
Las tres mujeres miraron a Minerva con los ojos en blanco, por Dios, lo había dicho, e inclusive le había dado énfasis y deletreado cada letra de aquella palabra que a ellas tanto apenaba, por su parte Minerva solo se alzó de hombros ¿Había dicho algo malo?
-¿Juvia?
-Etto... Juvia está bien solo que... se sorprendió un poco pero ella ya estaba lista para ese tipo de respuestas, ella ya no es una niña- contesto con calma y un claro y algo salvaje sonrojo, las tres magas la miraron un tanto sorprendidas ya que se esperaban una reacción un poco más... al estilo Juvia.
-Momento, Juvia ¿Ya habías imaginado algo así?- Lucy pregunto sin pensar causando que ambas se sonrojaran aún más pero que las otras rieran nerviosas, por su parte, la peli azul solo mostro una tímida sonrisa, ya no eran niñas y claro que se había fijado en lo atractivo que era su novio, no estaba loca ni tenía 5 años como para no pensar en una que otra cosa, y valla que su imaginación era muy... muy realista.
-Pervertida- Murmuro Minerva lo suficiente alto como para que todas empezaran a reír mientras la peli azul solo se sonrojara aún más (si eso era posible).
-Bueno, ya no somos unas niñas- Intervino la maga celestial peli blanca con una sonrisa- Yo ya llevo 3 meses en el emparejamiento-
-Entonces a hace 3 meses dejaste de ser virgen-
-No-
-¿No?-
-El formar la marca es algo muy serio para ambas partes, porque no es una simple "boda "ya que de esta no se pueden separar, es un lazo muy fuerte, en la pareja causa que sean muy posesivas y que sean muy afectivas al mismo tiempo, pero en el Dragón Slayers es muy serio, en cuanto se forma la marca une su vida a su pareja y eso significa... no volver a amar a nadie más, incluso si pasan mucho tiempo sin su pareja, un año más o menos, son capases de morirse de tristeza- Yukino miro a las dos futuras parejas de los Slayers con una sonrisa comprensiva, tenía que dejar toda su pena y vergüenza de lado para poder explicarles todo lo que conlleva, minutos antes Minerva se había ido a la cocina a quien sabe que, mientras las otras solo se miraban algo intimidadas.
-Es algo... muy serio, Natsu ya me había dicho una que otra cosa pero... nunca me dijo que podría morirse de tristeza sin mi luego del apareamiento- Lucy miro algo pensativa el suelo, debía comenzar a tomar todas las notas mentales que pudiera para estar preparada por que de una cosa estaba segura... ella estaría con el peli rosado sea como sea.
-Sí, Rogue y yo lo decidimos después de hablar mucho y pensarlo bien, para ese momento no era nuestra primera vez pero ya estábamos seguros de querer estar juntos hasta el fin de nuestros días- Sonrió, pasando por su mente muchas de las charlas que tuvo con el serio Dragón de las Sombras para llegar a la simple conclusión de que no estarían con nadie más. En ese momento iba regresando la morena con una gran botella de sake, ellas ya se habían divertido entonces ahora ella le sacaría provecho a tan extraña situación porque si a ella la arrastraron a una conversación tan vergonzosa y en la cual no tenía ni por qué entrometerse entonces las molestaría, sería una noche divertida.
-Bueno, ahora que ya saben lo más importante, es hora de hablar de otro tema relevante, querida Yukino, ahora te toca explicar cada detalle de la primera vez, ¿mejor estar preparadas no?-
Oh sí que iba a ser una noche divertida.
Con el cuerpo pesado bastante adolorido se despertó poco a poco motivado por la luz de una vela en la cercanía, con una fuerte punzada de dolor en su cabeza logro colocarse de manera que quedara sentado en lo que parecía una cama, lo cual pudo averiguar debido a la suavidad de la superficie, parpadeo un par de veces antes de empezar a adaptarse poco a poco a la luz de aquella habitación, inmediatamente se dio cuenta de que no estaba en la cantina, ¿Cómo había llegado hasta allí? No lo recordaba, algo acelerado y nervioso se dio cuenta de que era la habitación de una posada, para dar paso a revisarse de pies a cabeza, estaba vestido, suspiro aliviado, más de una vez ya había despertado en una habitación así y siempre era desnudo al lado de una chica, pero parecía no ser el caso, lo último que pasaba por su memoria fue como aquel hombre encapuchado le decía sus verdades a la zorra urgida.
-Por fin despiertas- Escucho una voz masculina dirigida a él, con un poco de incomodidad al enfocar su vista en la figura recargada en el marco de la puerta, se percató de que era el mismo sujeto encapuchado de la cantina, para luego pasar su vista por el resto de la habitación algo mareado.
-¿Dónde estoy?-
-En una posada cercana, te trajimos luego de que te desmallaras en la cantina, deberías cuidar ,mejor tu reputación como Maestro- Esta vez se acercó una figura encapuchada notablemente femenina, entregándole con cuidado una taza de café bien caliente, lo mejor para la resaca tan traumante que traía encima, la cual el acepto con gusto.
-Solo quería despejarme por hoy un rato-
-Lo sabemos, estuviste murmurando muy fuerte muchas cosas mientras dormías ¿Tienes una cuestión bastante pesada encima verdad?- El hombre fue el que hablo esta vez, también acercándose con calma y sentándose a su lado, Sting desvió la mirada apenado.
-En pocas palabras ya saben todo lo que me pasó y me está pasando ¿no? Je sí, me siento en un hoyo donde no puedo hacer nada para salir- Sting sonrió mientras miraba su taza de café, reconociendo a las dos figuras por fin, pese a que nunca habían estado cara a cara como ahora, Juvia ya le había comentado mucho sobre ellos, eran personas de confianza, tal vez solo necesitara una opinión más para resolver su problema.
-Nunca pensé que Juvia-chan terminara siendo novia de alguien como tú, siempre creí que terminaría con Gray, por algo no lo mate- La mujer puso un ligero puchero de molestia en su rostro recordando todo lo que les había ocurrido a ella y a Juvia,, eran amigas y conocía muy bien que su amiga siempre había amado a Gray, pero al escuchar todo lo que había escuchado en los delirios del rubio descubrió tres cosas: 1.- Gray era un idiota, 2.- Ella debió matarlo cuando pudo, 3.- De alguna manera, el romance del maestro Eucliffe y Juvia era sincero y verdadero. Podía estar tranquila, su amiga había encontrado a alguien que si valía la pena.
-Si, por eso mismo no quiero separarme de ella, tengo miedo-
-Deberías confiar en ella, Juvia-chan es muy leal-
-Sí, pero no es ella quien me preocupa, si no Fullbuster, el idita ara cualquier cosa para recuperarla-
-Solo di que si- El hombre intervino esta vez, sorprendiendo con su comentario a los otros dos, ya que no se esperaban esa sugerencia mientras un claro ¿QUÉ? Grabado en su frente- Al final es solo decisión de Juvia ¿no? Acepta el puesto y luego háblalo con ella, si realmente su amor es fuerte entonces encontraran una solución juntos, no trates de resolverlo todo tu solo-
Sting miro a las dos personas que lo ayudaban, y sonrió, muchas personas, en especial los del consejo, podrían hablar muy mal de ellos, pero su novia y el gremio de esta tenían razón, esas dos personas frente a él, eran dos de los mejores magos de Fiore.
-Bueno, tenemos un camino que seguir y tu una resaca que curar, ya pagamos la noche, duerme aquí y regresa mañana a Magnolia para solucionarlo todo, no creo que puedas mantenerte en pie en estos momentos- La mujer mostro una encantadora sonrisa satisfecha mientras se despedía y retiraba, dejando solos a los dos hombres, y antes de que el hombre saliera también de la habitación Sting lo llamo.
-Gracias por todo- Sonrió carismático, mientras el hombre le devolvía la sonrisa- Cuando gusten Sabertooth los recibirá con los brazos abiertos, díselo también a Meredy-san por favor - El rubio sonrió dejando el café en el mueblecito al lado de la cama, mostrándole que hablaba en serio, el hombre peli azul lo miro y con una ligera y fina risita cerró los ojos.
-Entonces espero nos veamos en un futuro no muy lejano... Maestro Eucliffe- Jellal miro bien al hombre en la cama, aun no en sus 5 sentidos el hombre rubio era muy maduro, llegaría a ser un gran maestro, y quizás, tomaría en cuenta su oferta, después de todo, tal vez sería bueno estar en un gremio como ese para luego, cuando estuviera listo y se hubiera perdonado a sí mismo, regresar al lado de aquella mujer que era lo único que lo sostenía y quizás entrar a su gremio. Si, sería bueno, y su maestro Eucliffe Sting, era un gran mago y compañero, y pese a que ahora tenía un gran problema entre manos, conociendo a la extraña Juvia Lockser y al coqueto Sting Eucliffe ahora formando una singular pareja todo era posible.
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