Capitulo 11: Doble vida


Mi garganta estaba tan seca que sentía como se iba agrietando poco a poco causándome un dolor inexplicable, un ardor insoportable y juntandolo con las fuertes puntadas que sentía en mi estomago, como si pequeñas agujas se estuvieran incrustando en el; convertían mi estado en un tortuoso calvario que perduraría hasta que me alimentara.

Lamentablemente, Marón era la única cosa capaz de satisfacer mi vital necesidad. No dude ni un segundo en abalanzarme sobre el al ver como la sangre brotaba de su brazo y se le escurría entre los dedos.

Por desgracia el muy bastardo no quiso colaborar y antes de poder morderlo me dio una tremenda patada con ambas piernas haciendo que me estrellara con la pared.

— ¡Contrólate!— Grito mientras me ponía de pie, no se si sera por el hambre o por la patada de Marón pero me estaba empezando a doler el cuerpo.— ¡Zack, tu eres mas fuerte que esto! ¡puedes resistir!

 Si este cabrón no se calla mis tímpanos van a explotar.

— ¡Cállate!— Grite, mala idea. Sentí como toda mi garganta se agrietaba aun mas, el dolor fue tanto que caí de rodillas rodeando mi cuello con las manos.

— ¡Zack!— Grito Marón acercándose a mi.

Esta era la mejor oportunidad para atacarlo, había bajado la guardia, cuando iba a hacerlo mi cuerpo simplemente no me lo permitió... Por alguna extraña razón, una parte de mi no quería hacerle daño.

El fauno se coloco a una distancia de mas o menos un metro y se arrodillo.

— ¡Zack, resiste un poco mas! ¡Nikolai no puede tardar mucho mas! 

A esa distancia no pude resistirme, sentía el aroma de la sangre llamándome, estaba tan cerca que casi podía saborearlo. En un veloz movimiento lo tome del cuello mientras me ponía de pie, los cascos de sus patas no tocaban el suelo, buscaba deshacerse de mi agarre pero lo podía, intento patearme pero al darme cuenta lo lance hacia entrada, sus peludas piernas chocaron con el mostrador y comenzó a dar vueltas hasta caer cerca del pasillo. Salte sobre el mostrador y pude ver que tenia una pierna rota, incluso se podía ver el hueso salir entre todo ese asqueroso pelo café, la sangre no tardo en hacer aparición, su aroma invadía toda la tienda. 

¡No aguanto mas!, escuchaba miles de voces en mi cabeza.

 ¡MÁTALO! ¡DÉJALO SECO! ¡ACABA CON EL! ¡BEBE SU SANGRE! ¡COME! Repetían en un coro diabólico que estaba haciéndome perder la cordura.

Rápidamente baje del mostrador y con grandes y rápidas zancadas me fui acercando a el, Marón pedía ayuda entre gritos de dolor pero no había quien los escuchara, lentamente se arrastraba a la entrada tiñendo de rojo el suelo por donde pasaba. 

Estaba tan cerca de acabar con todo cuando la puerta se abrió de golpe causando un gran estruendo, Nikolai había llegado y traía un pequeño bolso con el. Alternaba la vista entre Marón, que seguía arrastrándose cual gusano, y yo que me había detenido a observarle.

— Esta fuera de control... Es extremadamente fuerte para ser un novicio.— Le dijo Marón mientras me miraba completamente horrorizado.

Lentamente comencé a caminar hacia Marón que inmediatamente empezó a arrastrarse hacia la entrada... 1, 2 pasos; pero antes de poder dar el tercero Nikolai estaba frente a mi tomándome del cuello con una fuerza demencial, mi garganta se resquebrajaba violentamente, aquel dolor me estaba volviendo loco. Tal como hice antes con Marón el bastardo de Nikolai me levanto hasta el punto que mis pies no cocaran el suelo, el dolor, el ardor, y su agarre no me permitían respirar ¡el maldito me estaba ahorcando!.

 Como fuera posible tenia que zafarme así que le propine un tremendo puñetazo a la altura del pómulo, el sonido del impacto fue algo sin precedentes, era como si una enorme piedra hubiera caído. Sin embargo Nikolai no me soltó, vi como parte de su mejilla se había desprendido quedando pegada a mis nudillos, levanto la mirada y sus ojos eran negros, completamente negros, su ceño estaba ligeramente fruncido, estaba entrando en pánico la visión se me estaba poniendo borrosa, clave mis uñas en su mano buscando aflojar el agarre pero hizo todo lo contrario el muy bastardo apretó aun mas, sentía mi garganta apunto de estallar, con dificultad logre ver como metía su mano en el pequeño bolso de cuero que tenia amarrado a la cintura y de el sacaba un extraño bulto color vino con una especia de boquilla, me miro, giro un poco la cabeza y luego me levanto aun mas de lo que ya estaba  solo para estrellarme de nuevo contra el suelo, sentí como este se agrietaba a mis espaldas, estaba empezando a perder el conocimiento, el dolor se estaba desvaneciendo poco a poco, note como el aire llegaba a mis pulmones y luego como un liquido bajaba por mi destrozada garganta.

Era sangre.

Pude sentir como mi garganta se iba recuperando de todas las lesiones, como mi estomago dejaba de doler, como todo volvía a la normalidad. Nikolai sostenía el bulto plástico y lo apretaba suavemente para que el liquido saliera por la boquilla que yo tenia en la boca, sus ojos ya eran normales, pero seguía con el ceño ligeramente fruncido y una mirada fría, tome el bulto con mis manos mientras me sentaba, pude ver que mis manos también habían vuelto a la normalidad, mis uñas estaban del tamaño de siempre, en menos de un minuto ya me había bebido toda la sangre, rodé la mirada por todo el lugar y no pude evitar sentirme fatalmente culpable por todo el destrozo, busque a Marón con la mirada y lo halle recostado a la pared del pasillo con la cabeza hacia atrás, estaba respirando lentamente y veía como grandes gotas de sudor recorrían su cuello. Tenia la mano puesta en la herida de la pierna, por lo visto había logrado detener el sangrado.

— M-Marón... ¿Estas bien?— Pregunte, toda esta mierda es mi culpa.

— Ahg, si...— Contesto mirándome con una sonrisa ladeada.— No te preocupes, no fue tu culpa.

— ¡No! ¡claro que fue mi culpa!... ¡Maldición casi te mato!

— Marón tiene razón.— Hablo Nikolai.— No fue tu culpa, no fuimos lo suficiente precavidos... Debí haber buscado la sangre apenas llegamos.

— Yo... Yo no se que me paso... Yo quería matarte, ¡quería hacerlo!, ¿que mierda me pasa?

— Hambre.— Soltó Nikolai en seco.— Nos pasa a todos los vampiros si no comemos como debe ser, a los novicios como tu tras convertirse tienen lo que nosotros conocemos como "la prueba".

— ¿"La prueba"?— Pregunte.

— Veras...— Se dispuso a responder.— Después de convertirse en un vampiro, no mucho tiempo después, por lo normal un día, los novicios presentan un hambre muy diferente a la de los vampiros un poco mas viejos, es la mas dolorosa y atroz de todas, pueden llegar a matar incluso a su propia familia con tal de alimentarse y salir de ese dolor.

— ¿Un día?... Pero si han pasado como dos horas. 

— Eso es lo que no entendemos.— Hablo Marón.— Tu eres muy distinto al resto de novicios.— Agrego mientras se colocaba de pie. Nikolai fue de inmediato a ayudarlo.

— Y necesitaras mas que solo ese paquete para quitarte el hambre de hoy, por lo menos.— Soltó Nikolai lanzándome otro bulto de sangre.

— ¿Tendré que matar personas para poder sobrevivir?— Musite con lagrimas en los ojos. Me había convertido en un monstruo, un maldito monstruo, un riesgo para todos los que conozco, un riesgo para mi padre.

— Eso no es necesario.— Hablo Marón.— En esta ciudad se entiende y vela por las necesidades de todas las especies que conviven aquí. Los vampiros no son la excepción.

Le di una falsa sonrisa y procedí a beber la sangre. En este momento ninguna palabra de apoyo serviría, esa hija de puta me convirtió es esto, me dio un poder el cual yo no deseaba... Y estoy completamente decidido a usarlo contra ella.

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Ya van 2 meses desde aquel día, cuando Alice se entero lo tomo bastante bien pero se opuso rotundamente a la idea de dejarme ir a la superficie, como ya no era un humano los cazadores me tendrían el la mira pero todos insistieron que lo mejor era que me quedara en mi casa y no volviera a bajar hasta que la situación se normalizara, ya tenían muchos problemas como para estar atendiendo a un novicio problemático. Mi papá nunca sospecho nada, ahora siempre estaba en casa y prácticamente el único lugar al que iba era a la preparatoria.

Alice venia a mi casa a diario para traerme sangre y así no volverme loco de nuevo cuando mi papá aun estaba en el trabajo, la sed era algo verdaderamente frustrarte, ¡me bebía cuatro litros al día!, Marón  me había dicho que mi caso era muy extraño, desperté convertido en un vampiro como unos 30 minutos después de que Sheela me mordiera, lo normal, es incluso mas de una semana en estado de coma hasta despertar, ademas de que comía demasiado en comparación a otros novicios. Todo esto era muy raro, me pregunto si el hechizo de mi madre tendrá algo que ver. 

Hoy tuve un día normal, solo que salí mas temprano de la prepa. Cuando llegue a la casa cerré la puerta, lance mi bolso en el sofá de la sala y fui a la cocina por un poco de jugo, como soy mitad humano también tengo que comer comida normal y se diferenciar bastante bien entre el hambre humana y el hambre de vampiro. 

Abrí el refrigerador y al hacerlo me percate de un olor, era el de Alice, cuando me voltee la vi bajándolas escaleras con mucho cuidado para que no la escuchara.

— Pensé que no te darías cuenta.— Dijo y comenzó a bajar las escaleras con normalidad.

— Pues, mi olfato mejoro mucho y ahora puedo oler ese perfume barato desde un kilómetro de distancia.— Solté sirviendo jugo en dos vasos.

— No te atrevas a criticar mi perfume traído directo de Osiris... ¡Fue muy caro!— Hablo haciendo énfasis en "muy".

 — Entonces, puedes sentirte muy estafada.— Refute haciendo énfasis en "muy".

Alice me miro con cara de pocos amigos y tomo el vaso de jugo que le ofrecí, evidentemente, gane esta contienda.

— ¿Como entraste?

— No quieres saber.

— No, de hecho si quiero saber.— Dije mirándola fijamente.

— Use un hechizo en la cerradura, soy una bruja, Zack.

— Buen punto.

Estuvimos hablando un rato en la cocina sobre las cosas que habían pasado en Terranova después del ataque, Marón ya se había recuperado de su pierna rota, con ayuda de Alice y sus raros menjurjes, el ejercito seguía entrenando, esta vez mucho mas duro que antes y la cantidad de reclutas disminuyo muchísimo luego de aquella masacre. Dos días después de aquello, se retiraron los cadáveres para sepultarlos, en el proceso se busco a Mikey y a Brooke, pero no encontraron nada, en los pasadizos oscuros y penumbrosos de las alcantarillas se colocaron muchas velas en forma de luto. 

A estas alturas tanto Brooke como Mikey deberían de estar muertos, si Mikey escapo a la superficie no les tomaría mucho tiempo a los cazadores dar con el para matarlo, en cuanto a Brooke, no se que pensar pero una cosa es segura, ella no nos traicionaría. Alice me dije que Leneo quería que comenzara a entrenar cuanto antes y yo no iba a decir que no, a pesar de todo lo que conlleva ser un vampiro y el saber que puedes ser un riesgo para las demás personas... ¡Es increíble!, soy mas fuerte, mas rápido, mas ágil, mis sentidos mejoraron a niveles fascinantes, ¡joder me sentía como un maldito superhéroe!.

Alice y yo seguíamos hablando mientras yo me cambiaba para irnos a Terranova, ya teníamos un nivel de confianza bastante alto por lo que ya no se sonrojaba ni siquiera al verme en boxers. Me estuvo diciendo algo sobre un escuadrón de brujas o algo por el estilo pero hablaba tan rápido que no le entendía mucho, hacia eso cuando estaba muy emocionada por lo que ya había hecho una técnica infalible para cuando se ponía así: Mirarla, asentir y sonreír. 

Caminamos todo el trayecto desde mi casa hasta Terranova, pasando por el parque Eros, eran como 2 kilómetros, no mucho la verdad. Entramos y lo primero que vi al pasar por los oscuros caminos fueron las derretidas velas que en algún momento dieron luz para conmemorar a los soldados caídos.

Tras llegar a la ciudad las cosas no habían cambiado mucho, criaturas cuchicheando por aquí y por allá, niños jugando, mercaderes ambulantes, lo normal de la ciudad, pero me di cuenta que en algunas casas habían altares con flores y cosas de religión de varias culturas, algunas tenían estatuillas de Odín, otras de Zeus y otras de dioses distintos pero con el mismo propósito. En esas casas vivían o solían vivir los soldados que habían muerto en lo que las demás criaturas llaman "La Masacre", y creo que ese nombre le queda pequeño.

Tras llegar al campo de entrenamiento me cambie y salí al área de practica, estaba peleando en ese momento Leneo con otro fauno, note como todos me miraban de una forma incluso intimidarte pero no preste mucha atención y seguí mirando la pelea. Evidentemente gano Leneo por knockout, apenas termino fue a mi lugar, al parecer me había visto mientras peleaba. 

— Por fin vienes a entrenar, renacuajo.— Hablo Leneo levantando la barbilla.

— Si, ya me hace falta una pelea.— Asentí.

— Pues, ¿que crees?— Soltó Leneo con una sonrisa que no me inspiro nada de confianza, algo tramaba el cabrón.— Haakon quiere pelar contigo desde hace tiempo ahora que sabe que eres un vampiro.

— Oh, vaya...- Admito que quería retroceder el tiempo y no decir nada, pero aun si lo hiciera aquello seria inevitable.— B-bueno, búscalo.

— Ya estoy aquí, escoria.- Hablo una ronca voz detrás de mi y yo sentí como se erizaban los bellos de mi nuca en un escalofrió.

— Bueno, el área es suya... Duro y sin piedad.—Hablo Leneo mientras se apartaba para darnos paso a Haakon y a mi.

— Camina.— Dijo el orco empujándome y ante esto todos los soldados que se encontraban al rededor comenzaron a gritar eufóricos llamando la atención de los demás soldados que se encontraban entrenando e incluso de otras criaturas ajenas al ejercito.

Camine tratando con todas mis fuerzas que mis piernas no temblaran hasta llegar mas allá de la mitad del área, escuchaba muchas voces distintas pero toda esa euforia era porque como ahora era un vampiro seria mucho mas fuerte de lo que era antes, escuchaba personas decir que ganaría yo, otras que ganaría Haakon, ¡incluso llego un mercader  comenzó a hacer apuestas!, esto se estaba saliendo de control. 

Antes de poder hacer algo Haakon me dio un golpe tan fuerte que me saco del área volando sobre la multitud, la caída fue dura, no tenia ningún hueso roto pero si serios raspones que para mi sorpresa comenzaron a sanar a una velocidad fascinante, rápidamente me levante y corrí en dirección a la multitud que se aparto dándome paso de nuevo al área, estaba corriendo a una velocidad impresionante, en menos de lo que pensé estaba en frente de Haakon y le devolví el golpe esta vez con una potente patada en el pecho. Para impresión de todos Haakon salio volando pero no tanto como yo, cayendo unos metros después, todo se quedo en un silencio agobiante hasta que los gritos llenos de euforia y jubilo se hicieron presentes de nuevo, todos miraban exaltados la contienda entre el experimentado orco y el novato vampiro.

Haakon se levanto y de inmediato fue a mi encuentro, cuando lo tuve en frente lanzo un golpe descendente que recibí con ambos antebrazos deteniendo el golpe para luego tomar su muñeca con una mano y con la otra la correa de sus pantaloncillos, contra todo pronostico y dejando a todos boquiabiertos levante a Haakon y lo estrelle contra el suelo.

 Todos volvieron a gritar asombrados yo no podía creer lo que estaba sucediendo ¡me había vuelto fuerte! ¡mucho mas fuerte!, mire mis manos buscando algún cambio en ellas pero seguían iguales que siempre nadie se esperaría que yo tuviese tal fuerza. De repente sentí como la mano de Haakon roseo mi pantorrilla para luego levantarme y estrellarme contra el suelo repetidas veces con una fuerza brutal, no podía hacer nada, sentía como con cada golpe se me rompían los huesos provocandome un inmenso dolor, todo se fue poniendo oscuro hasta que finalmente perdí el conocimiento.

Desperté en casa de Alice, no me dolía nada, estaba empezando a amar ser un vampiro, pero de seguro quede como idiota al descuidarme así.

— ¡Despertaste!, que rápido.— Hablo Alice desde el marco de la puerta.

— ¿Cuanto tiempo ha pasado?

— Como media hora.

— Si que fue rápido.

— Demasiado, ¿te duele algo?

— No, para nada, ¿no es increíble?

Alice me miro con el ceño fruncido.

— No, da miedo.— Hablo acercándose a la cama.

Yo me reí sin gracia ante su comentario y me puse a detallarla. Tenia un suéter negro que tapaba ligeramente la palma de sus manos, el cabello suelto y unos shorts blancos, iba descalza pues estaba en su casa. La apariencia de Alice como sea que estuviera me parecía siempre hermosa, me dolía que en todo el tiempo que tenia conviviendo con ella y con toda la confianza que nos teníamos yo no había hecho ningún avance, pero nada de nada.

— Zack...— Me llamo la rubia.

— ¿Si?

Se sentó en el borde de la cama, yo estaba recostado. Se quedo mirándome fijamente un rato hasta que hablo.

— ¿Por que aun quieres besarme?

Habia olvidado que podía leerme la mente. Mierda.

— ¿Por que?— Volvió a preguntar acercándose mas a mi.

— Eh... Yo... Solo me paso por la cabeza, nada mas.— ¡Joder! entre en pánico.

— ¿Si?, estas muy rojo, vampirito.- Soltó acortando cada vez mas la distancia entre nosotros.

No era la primera vez que Alice se ponía así de fastidiosa, al contrario, lo hacia siempre, por eso nunca sabia si iba enserio o solo me estaba fastidiando. Sin embargo, estaba nervioso porque era la primera vez que lo hacia estando solos.

— T-tu no escapas de eso, estas igual de sonrojada que yo.— Era cierto, Alice también se notaba sonrojada, yo seguía recostado en la cama, quería levantarme pero mi cuerpo me lo impedía.

— Jaja... Eso es posible.— Alice estaba cada vez mas cerca de mi rostro y yo del de ella.

La rubia se acomodo en la cama, acomodo su pierna entre las mías y sus manos a rededor de mi cara, ¡¿que esta pasando?!.

— Creo que... Voy a complacerte.— Dijo para luego unir sus labios con los míos.

No podía creer lo que estaba pasando, Alice me había besado, ahora no sabia si sus bromas habían ido demasiado lejos o era algo totalmente distinto. No quise analizar mucho mas y simplemente me deje llevar por los acontecimientos. La sensación era algo que simplemente no podía describir, los pequeños hormigueos que sentía en el estomago se descontrolaron esparciéndose por todo mi cuerpo y terminando en mi cabeza sintetizando todo en dos sensaciones fijas: Deseo y placer.

A pesar de ser solo un beso, debo decir que sin duda era el beso que mas había deseado toda mi vida, estaba perdidamente enamorado de Alice pero lo disimulaba bastante bien. Rodee su cintura con mis brazos y comencé a acariciarla suavemente, ella mantenía sus manos en mi rostro y no las movía para nada, sentía su lengua juguetear con la mía, su respiración agitada y como de vez en cuando se le escapaba un gemido, todo en aquel momento era, perfecto.

Pasaron mas de 10 minutos y Alice y yo seguíamos en ello, solo se escuchaba el tic-tac del reloj y el chasquido de nuestros labios al unirlos y separarlos constantemente, admito que tenia una gran erección desde hace rato y rogaba por que ella no se diera cuenta, de pronto se detuvo y se quedo mirándome a poca distancia.

— ¿Por que hiciste eso?— Pregunte.

Ella ladeo la mirada, se volvió a mi y me dio un corto beso.

— ¿Necesitas saber?— No respondí.— Tienes que irte.

— ¿Por que?

— Porque si, Zack.— No entendía por que ese cambio tan repentino pero no podía desobedecerla 

— Esta bien.-

Alice se levanto y se recogió el cabello, yo por mi parte me cambie la ropa del entrenamiento y me puse la que tenia anteriormente, estaba doblada al pie de la cama. Tras esto me despedí de Alice que se encontraba leyendo un libro sobre vampiros sentada en el sofá de la sala. Cuando me disponía a salir me detuvo.

— Oye, Zack, ¿te digo un secreto?.— Hablo sin despegar la mirada del libro.

— Emm, ¿si?

Alice me miro por encima del libro y me dedico una sonrisa llena de picardía.

— Nadie... Mejor dicho, yo no puedo leer la mente.

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Me fui caminando a casa pensando seriamente en lo ultimo que me había dicho Alice, ¿acaso soy tan obvio?, no me quise matar mucho pensando en eso. Cuando llegue a la casa me di cuenta de que papá había llegado, su auto estaba estacionado afuera.

— Llego muy temprano.— Pensé en voz alta.

Subí las escaleras que conducían a la puerta, introduje la llave y la abrí, deje mi bolso en el mueble como lo había hecho cuando llegue de la preparatoria y fui directo a la cocina como de costumbre, sentía que un olor raro provenía de ahí  así que apresure el paso para ver lo que era. Al darme cuenta de donde provenía el olor, quede paralizado.

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Jejepalee ¿como están?

Por fin, después de mucho tiempo, actualice. Me costo hacerlo pero lo hice que es lo importante xd

Por si no lo has visto agregue una parte después del prologo con el nombre de "Personajes. N° 1" ahí están los rostros en carne y hueso de varios personajes, no son definitivos, es solo para dar una idea mas clara de como son, aun faltan muchos mas, si te gusta alguno y te gusta dibujar, se aceptan fanarts :)

¿Que habrá visto Zack? ¿de que o de quien sera ese olor?

Lo veremos en el capitulo 12. Adiós, se me cuidan el dulce ;)




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