•Capítulo 3: Culpa•
Narra Izuku
—¡¿Q-qué me pasó?! ¡¿Ya terminó la prueba?! —pregunté levantándome de golpe, pero al hacerlo un dolor punzante se hizo presente
—Es mejor que te recuestes. —me sobresalté al notar la presencia de Recovery Girl
—¿Eh? P-pero necesito saber si... —me callé a mí mismo al recordar que no había logrado derrotar a ninguno de esos robots, bajé mi mirada y sentí mis ojos llorosos
¡Ya no podría entrar a la UA y el entrenamiento con All Might fue en vano!
—Izuku, ¿ya despertaste? —mi mamá entró preocupada, simplemente asentí con lentitud
Recovery Girl nos explicó de mi estado y me dio recomendaciones. Por mi parte, yo solo asentía a lo que me decía.
Al llegar a casa mi mamá comenzó a consentirme para subirme el ánimo, trataba de parecer el mismo de siempre manteniendo mi rutina diaria, pero aún así me sentía algo decaído. Llevaba todo un día encerrado en casa, por lo que decidí salir al parque.
—¿Kacchan? —pregunté al verlo
—¿Ah? ¿Acaso me estás siguiendo maldito nerd?
—N-no es así. —negué con las manos repetidas veces— S-sólo quise despejarme un momento y por eso vine al parque.
—¡Ja! ¿Acaso planeas despejarte de la culpa?
—¿Culpa? ¿A qué te refieres Kacchan?
—¡¿QUÉ ME PREGUNTAS A MÍ?! ¡AVERÍGUALO TU SOLO!
Sonreí nervioso y me aparté de su camino.
Era mejor no confrontarlo cuando estaba molesto.
—Al estar ahí no solo ocasionaste problemas, también una estudiante salió herida por tu culpa. —soltó un chasquido con su lengua y se fue con las manos metidas en sus bolsillos
¿Una estudiante salió herida por mi culpa?
Rápidamente llamé a All Might para que me informara, al descubrir quién era corrí para el hospital.
Hablé con una de las enfermeras y me indicó el cuarto de la paciente, al llegar ahí me sentí indeciso si en tocar o no la puerta, pues imagino que ella no me recuerda, o peor aún, que me haya confundido de habitación.
Solté un suspiro para aliviar mis nervios y decidí dar tres toques suaves en la puerta.
—Adelante. —escuché una voz adormilada del otro lado
Pasé tímidamente por haberla despertado.
Ya llegué, ya vi que está bien, pero... ¡¿Ahora qué hago?!
—H-hola. —saludé esperando para que me recordara
—Ah, Izu... Digo, eres el chico al que ayudé, ¿no?
—M-mas bien al que salvaste, casi muero aplastado. —añadí sentiendo mis mejillas calentarse debido a la vergüenza— Pensé que no ibas a recordarme.
—¿Ah? Bueno, de acuerdo a las circunstancias en las que te conocí... ¿Cómo olvidarte?
—T-tienes razón. —desvié la mirada al suelo mientras jugueteaba con mis dedos
No tenía un tema de conversación del cual me sintiera seguro de hablar con ella, pues creo que se aburriría apenas escucharme.
—L-lamento lo que te causé, pero en verdad tenía que hacerlo... No podía solo quedarme de brazos cruzados viendo.
—Comprendo, yo también hice lo mismo.
—E-en serio lamento que por mi culpa ahora estés en la enfermería. —hice una reverencia
—Hey, no hagas eso. —pidió incómoda, me puse recto al escucharla
—¡L-lo siento! No quería incomodarte. —me disculpé entre tartamudeos, ella rió con las mejillas sonrojadas levemente
¿Por qué se sonrojó?
—Emmm, bueno... ¿Quieres quedarte un rato? Así podemos conocernos más.
—¡¿E-en serio?!
—Claro. —respondió con una sonrisa— Puedes preguntarme lo que quieras.
—¿Lo que quiera? —ella asintió en respuesta— Es que... No quiero aburrirte...
—Entonces yo preguntaré primero. —propuso calmada— ¿Cuál es tu nombre?
—Izuku Midoriya. _me acerqué a ella con más confianza
—Yo soy Tn Shuzenji.
—¿QUÉ? ¿ESE NO EL APELLIDO DE RECOVERY GIRL? —grité asombrado— ¡Ah! Lo lamento, n-no debí gritar.
—Pensaba que sabías todo sobre los héroes.
—¿Eh?
—¿Eh? No, nada. —desvío la mirada— ¿Seguro que no tienes preguntas?
No le digas... No digas que tienes curiosidad por su particularidad... ¡No lo digas!
—Q-quería saber cuál es tu kosei. —hablé tímidamente
Y... Ya lo dije... ¡¿Qué tipo de determinación es esa, Izuku Midoriya?!
—¿En serio? Vaya, pensaba que nadie me iba a preguntar de mi particularidad, ya que no es la gran cosa.
—¿En serio vas a decirme? —pregunté con un brillo en los ojos, olvidándome de que hablaba con una casi desconocida
—¿Por dónde quieres que empiece? —preguntó con el mismo entusiasmo
Comencé a hacerle varias preguntas, cegado por la emoción, ya que mayormente las personas decían que mis charlas eran aburridas porque solo hablaba de los héroes y sus particularidades.
Traté de no agobiarla con mis preguntas, aunque al principio me sorprendí cuando me contó sobre su kosei, en verdad tenía uno muy sorprendente y fuerte.
—¿Y tú? ¿Qué kosei posees?
—A-ah, bueno yo...
—Tn, acabo de ver tu análisis y creo que te quedarás por tres semanas más... —interrumpió Recovery Girl— Oh, tenías visita. Mejor vengo más tarde.
—... —un silencio incómodo se formó cuando Recovery Girl se fue
—T-tendrás que quedarte aquí varias semanas por mi culpa, lo siento. —bajé la cabeza culpable
—No es tu culpa, tonto. —se levantó para darme un golpecito en mi frente— Estoy bien, sólo he agarrado un resfriado y por eso mi dolor de cabeza aumenta.
—Pero-
—¿Ese rubio te lo dijo, no? Agh, parece una vieja chismosa.
—¿V-vieja chismosa?
—Da igual. Lo que trato de decir es que, al igual que tú, tampoco me arrepiento de haberte salvado, Izuku. —cubrí mi rostro lo más que pude, para que Tn no notara mi sonrojo
—Gracias —le dije en un susurro
—¿Por qué?
—Gracias por protegerme... —Tn abrió sus ojos sorprendida, dejándome contemplar sus orbes color violeta
Nunca había visto ese color, son... Muy inusuales.
No podía evitar quedarme embelesado viéndola. Negué con la cabeza rápidamente ante esos pensamientos.
—¿Vas a volver?
—¡S-sí! —respondí entusiasta
—Entonces te estaré esperando. —me regaló una sonrisa. Se levantó y se acercó a mi parándose en puntillas, retrocedí nervioso por su cercanía, pero ella volvió a acercarse y dejó un beso en mi mejilla
Me quedé en shock, no sabía cómo reaccionar o qué decir.
—¡H-hasta mañana! —me despedí rápidamente, huyendo de la habitación
Solté un suspiro y recargué mi espalda en la puerta. Toqué mi mejilla caliente y noté que nuevamente estaba sonrojado.
¿Cuántas veces me he sonrojado hoy?
Sonreí de manera inconsciente al recordar nuestra charla.
—¿Qué me pasa? —me regunté en voz alta
Conforme los días pasaban iba a visitarla como lo prometí, incluso aveces me quedaba a dormir en el hospital debido a que cuando conversaba con Tn no me daba cuenta de la hora.
Pese a las circunstancias en las que entablamos nuestra primera conversación, me alegraba haberla conocido ese día.
Pasadas las semanas, esta vez me levanté más temprano de lo usual, pues me había llegado la notificación de que había sido admitido en la U.A.
Me alisté y me despedí de mi mamá, avisándole que iría al hospital para ver a Tn.
—¿Por qué tan alegre? No has dejado de sonreír en toda la conversación, hasta le sonreíste a tu pescado. —agregó divertida. Solté una pequeña risa nerviosa
—Lo que pasa es que... ¡Me admitieron en la UA! —exclamé alegre, sin poder evitar darle un abrazo debido a mi emoción
Ella sonrió leve y me correspondió el abrazo, luego se separó de mi regalándome una sonrisa.
Estábamos muy cerca... ¡Demasiado cerca!
Mi cuerpo comenzó a temblar debido a los nervios y mis mejillas se calentaban cada vez más, hasta que llegó mi mamá.
—Oh, hace tiempo no te veía, Tn.
—¿Inko-san?
—Me alegra que te sigas acordando de mí, aunque sólo hablamos una vez. —le sonrió amable— Y por favor, sólo dime Inko.
—Está bien, Inko.
Ellas se quedaron charlando unos minutos, por lo que fui a traer unas sodas para los tres. Al llegar encontré a mi mamá hablando con Tn acerca de mi aceptación en la Yuuei, por lo que decidí quedarme detrás de la puerta para no interrumpirlas.
—Te haz hecho amiga de mi hijo en menos de dos semanas... Nunca había visto ha Izuku tan entusiasmado por venir a un hospital. —agregó
Ay, mamá...
—También me alivia que seas una buena persona, confío en que lo cuidarás.
—Izuku también es una buena persona, tiene muchas cualidades que lo convierten en alguien admirable.
Ella... ¿Me admira?
—Por eso estoy segura de que algún día logrará su sueño de convertirse en el héroe número uno.
Di una sonrisa. En serio no puedo dejar de agradecer el haberla conocido.
—¿Qué opinas de hacer una pequeña celebración?
—¿Celebración?
—¡Por supuesto! Eres bienvenida en nuestra casa, ¿verdad Izuku?
Salí detrás de la puerta avergonzado.
¿Cómo se dio si nisiquiera hice ruido? ¿Me habrá delatado mi respiración o algo así?
—S-sí. —respondí avergonzado
—Entonces será mejor ir preparando mis cosas. —mis ojos se iluminaron al oírla— Pero antes, le mandaré un mensaje a Recovery Girl.
—¿Recovery Girl? —preguntó mi madre
—Tn es la nieta de Recovery Girl. —aclaré
—¡Es sorprendente! No todos los días te encuentras con la familia de un héroe muy conocido.
—Disculpe, pero es hora de que revisemos el estado de la paciente. —dijo una enfermera
—Oh, adelante. ——respondió mi mamá— Nosotros ya tenemos que irnos, aunque dentro de un rato regresaremos.
—No hay problema, para entonces ya habré terminado.
—Espérame un rato. —me dirigí a Tn— Mi mamá y yo iremos a conversar con la recepcionista para sacar el permiso.
—Aquí los espero. —me sonrió leve, haciéndome sonrojar. Espero que mi mamá no se haya dado cuenta de eso
—M-mamá... ¿P-por qué sonríes tanto? —pregunté con temor
—No es por nada, Izuku... No es por nada —repitió, pero eso sólo me dio más miedo
Terminamos de sacar el permiso fácilmente, gracias a que Tn ya casi cumplía la mayoría de edad.
—Bueno, yo los esperaré acá. Ten. —mi madre me entregó una bolsa— Llévale estos chocolates a Tn y cómelo uno tú.
—¿Eh? —ladeé la cabeza sin entender
—Sólo dile a Tn que ya puede venir con nosotros.
—¿Q-qué está planeando? —fue lo primero que me pregunté al ver una sonrisa ladina en su rostro
Nunca vi esa expresión en ella, así que preferí mejor no enterarme lo que estaba planeando y opté en irme.
—¿Hiciste este manual tú solo? —me reguntó Tn apenas entré a su habitación
Solté un grito al verla con la libreta que siempre llevaba para todas partes.
—¿Por qué yo no estoy aquí? —preguntó indignada
—¡L-l-lo siento! ¡No escribí sobre ti porque pensé que te incomodaría!
—Ah, pues no me incomoda. —respondió sonriente— Ven, yo te corregiré lo que apuntes mal sobre mí.
Asentí tímido y opté por traer una silla al lado suyo. Tn me corregía y agregaba nuevas observaciones en mis apuntes y cuando terminamos le expliqué acerca de los apuntes que hacía en mi libreta.
Miré la hora en el reloj de la pared y vi que ha había pasado más de treinta minutos.
¡Dejé a mi mamá sola en la sala de espera!
Narra Tn
—¿Izuku? —pregunté cuando vi las muecas exageradas que hacía
—¡Ah! Se me olvidó decirte que ya conseguimos el permiso para que salieras del hospital por al menos un día. —habló a la vez que me entregaba una bolsa
—¿Tan rápido? —asintió— Bueno, necesito que te des la vuelta para cambiarme.
—¡S-sí, lo siento! —Izuku se dio la vuelta de manera casi automática
Comencé a cambiarme, sin inmutarme en vigilar que Izuku no volteara, pues confiaba completamente en él.
—Eh, ya está.
Simplemente me vestí con un pantalón negro suelto y una camisa de tirantes blanca, que dejaba al descubierto la parte de mi ombligo, junto con el collar que Izuku me regaló hace unos días atrás.
— T-te ves... B-bueno, ya sabes... T-tu luces... No quiero s-sonar... —tomó aire— T-te ves linda.
Se demoró minutos en decir solo tres palabras. Supongo que no es de extrañar viniendo de Izuku.
—Gracias —susurré en voz baja
—Izuku, ¿ya están listos? —Inko entró de imprevisto— Se demoraron mucho y por eso vine a verlos.
—¡Y-ya estamos listos! —respondió nervioso
—Me dan mareos algunas veces, prefiero no arriesgarme en caerme —Izuku entreabrió su boca para preguntar porqué decía eso, pero lo interrumpí al colgarme de su brazo, poniéndolo rojo como un tomate
Al salir de la habitación Inko nos dijo que tenía que firmar unos papeles más y sólo se fue.
—S-si quieres podemos sentarnos en una de las bancas.
—Bueno.
Al sentarme en uno de los sillones, tomé entre mis manos el collar de media luna con una pequeña estrella en el centro.
—Izuku, tienes un poco de chocolate en tus labios. —le dije tranquila
—Ay, no tengo nada para limpiarme. —vio para los lados de manera desesperado
Saqué uno de mis tantos pañuelos que guardaba en una cartera parecida a una mochila, pequeña y de color pastel. No me gustan los colores claros, pero mi abu me la había regalado.
Limpié la comisura de sus labios con suavidad y doblé el pañuelo para después botarlo.
—Lamento haber gastado uno de tus pañuelos.
—No es para tanto, estaba dispuesta a sacrificar mis pañuelos. —Izuku sabía que odiaba la suciedad y se lo hice saber cuando presenció el día de limpieza en mi habitación
Narrador omnisciente
—G-gracias Tn. —te respondió el peliverde
—Ella tal vez no lo sabe aún, pero tengo el presentimiento de que se quedará con mi Izuku. —habló Inko con orgullo
—Señora, el micrófono está encendido... —le susurró la enfermera con una gotita de sudor bajando por su sien
Todos miraron a Inko expectantes, para después voltear a verte sonrojada y también a un Izuku apunto de desmayarse.
Al llegar a la casa de Midoriya, te sentiste algo nerviosa.
—N-no es necesario que te quites los zapatos, Tn-chan.
—No utilices honoríficos, ya sabes que no me gustan.
—E-es verdad, se me olvido. —sonrió igual de nervioso— ¡No puedo creer que Tn está en mi casa! ¡Tengo una amiga y ella está en mi casa! —pensó
—Puedes ponerte cómoda, Tn. —te dijo Inko— Nuestra casa no es tan grande y sólo tenemos tres cuartos, pero el de invitados está muy sucio, así que...
—No hay problema, puedo limpiarla. —estabas apunto de sacar tus pañuelos, pero Inko te detuvo
—¡N-no es necesario! —exclamó con nerviosismo— No quiero que pienses que sólo te traje para que limpiaras.
—No pensaría eso nunca.
—Eres nuestra invitada, no puedo dejar que limpies. —añadió intentando convencerte
—¿Por qué insiste tanto? —te preguntaste— Está bien, no limpiaré. —respondiste para tranquilizarla
—Bien, entonces voy a preparar la cena. —sonrió— Pueden ir hablando en el cuarto de Izuku.
—Claro.
—E-es por aquí. —el peliverde te guió hacia su habitación, hecho un tomate andante
—Después de todo dormirás en la habitación de Izuku. —susurró Inko
—¿Eh? ¿Dijiste algo, mamá?
—¡No, no dije nada! —respondió al instante
—Bueno. —el peliverde si había logrado escuchar, pero se hizo el desentendido
Te guió hasta su habitación, repitiendo en su mente que iba a estar a solas con una chica por primera vez.
Apenas entraron viste los pósters, fundas, almohadas, cuadernos y muchas cosas más que tenían la imagen de All Might.
—E-emmm... ¡Ahorita vengo! —avisó yéndose a guardar la poca dignidad que le quedaba, ocultando sus ropas interiores de All Might
—Por alguna razón no me sorprendería que tuviera un toalla de All Might. —pensaste en tus adentros— Oh, si tiene una... ¿Debería romperla? —te preguntaste, viendo la toalla de manera macabra— No, mejor no... Eso lastimaría a Izuku.
Te acercaste a la mesita de noche y contemplaste el póster de tu tío All Might.
—¿Por qué se demorara tanto? —cuestionaste mientras te sentabas en la cama de Izuku tímidamente
—Lamento haberte hecho esperar. —fue lo primero que te dijo al llegar
—Ah, no hay problema. —te levantaste de la cama de un brinco— ¿Dónde dormiré?
—A-ah, b-bueno eso... Yo no... M-mi mamá... —trató de hablar correctamente, pero como estaba nervioso no pudo articular una oración completa— ¡N-no puedo dejar de tartamudear! —pensó llorando internamente
—Soy tu amiga, Izuku. —hablaste seria— No tienes que sentirte tan nervioso, no te haré nada que no quieras.
—Lo sé... ¡¿Espera q-
—Oh, no tengo una ropa para dormir. —cambiaste de tema— Se me olvidó alistarla.
Izuku: Puedo pedirle a mi mamá que te preste algo cómodo
___: No es necesario -negaste ya que no te sentías muy cómoda usando la ropa de su mamá cuando apenas y se conocieron hace dos días
Izuku: Entonces puedo prestarte la mía -propuso sin pensarlo, hasta que repitió en su mente lo que dijo y el sonrojo subió hasta sus mejillas
___: Ya que insistes..., está bien
Izuku: (¿AHORA QUÉ ROPA LE PRESTO? ELLA ES MÁS PEQUEÑA QUE YO Y LO ÚNICO QUE LE QUEDARÍA SERÍA MI SUDADERA DE ALL MIGHT)
___: ¿Todo bien? -preguntaste ladeando tu cabeza
Izuku: ¿N-necesitas cambiarte ahora?
___: Emmm, no
Izuku: -Suelta un suspiro de alivio-
Inko: ¡Izuku, ___! ¡La cena ya está lista! -avisó desde la cocina
Ambos salieron de la habitación y agradecieron por la comida que Inko se había esforzado en hacer por ser la celebración de que Izuku entró a la U.A., seguido de eso, comieron la cena y tu postre favorito.
Al terminar, finalmente Izuku tuvo que prestarte su sudadera de All Might ya que eran más de las once.
Izuku: (Que bien le queda) -pensó con un rubor en sus mejillas al verte
___: Puedo dormir en el sillón -propusiste
Izuku: -Abre la boca para hablar pero es interrumpido-
___: No es necesario que ofrezcas que duerma en tu cama, porque no lo haré
Izuku: Pero-
___: A no ser que quieres que durmamos los dos juntos -diste una sonrisa inocente
Izuku: ¡¿A-Ah?! -suspira rendido- No lograré convencerte, ¿verdad?
Negaste aún manteniendo una sonrisa inocente.
Izuku: Es tan tierna
___: Gracias
Izuku: ¡¿Eh?! ¡¿No lo pensé?! -volviste a negar. Izuku se quedó mirando un punto fijo, con la mirada ida
___: (Oh no, otra vez se descompuso.) Izuku- llamaste preocupada, agitando tu mano delante de su cara, pero él aún no reaccionaba
Izuku: ...
___: ...Sabes, no traigo nada debajo de la sudadera, ¿seguro que no quieres dormir junto a mí?
Isuku lanzó un grito de desconcierto al escucharte, asustando a Inko, quien ya estaba por conciliar el sueño.
___: (Bueno, al menos funcionó mi única idea)
Izuku: N-no j-juegues con eso _-___ -hizo un pequeño puchero provocando que te sonrojaras mínimamente
___: Aunque en verdad no traigo nada debajo -murmuraste
Izuku: ¿Dijiste algo? -te preguntó confundido
___: Eh, no, no dije nada. -desviaste la mirada, agradeciendo internamente que la sudadera de Izuku te llegara cinco dedos más arriba de las rodillas, así siquiera cubría tus muslos- Tengo hambre -soltaste de la nada para desviar el tema
Izuku: Yo igual, pero seguro mi mamá ya debe estar dormida...
___: Vayamos a la cocina a buscar algo
Izuku: Está bien
Ambos fueron descalzos hasta la cocina para así no hacer ruido.
Inko: Alto ahí estómagos ambulantes -ambos se tensaron al oír la voz de Inko a sus espaldas
___: I-Inko
Izuku: M-mamá -tartamudeo al igual que tú
Inko tuvo que darles una pequeña charla acerca de las horas de comida, y como castigo por intentar asaltar la nevera tendrían que limpiar la cocina, cosa que aceptaste gustosa sacando tus auriculares y tu celular último modelo para reproducir música mientras limpiabas.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top