¿Asustada?.

¡Bueno, bueno, bueno! No esperaba nada de esto. Al parecer a Ulises le encanta darme sorpresas y no de las que a uno le gustan.

No me mal entiendan.

No es que odie cenar con la familia de Ulises, ni siquiera los conozco. Solo que creo que en situaciones como estas, donde personas con clase, personas que no conocen la pobreza, que no saben que es quedarse sin ropa.

Estén presentes.

Si hubiera conocido la razón desde un inicio, probablemente me hubiera traído puesto algo mucho mejor o le hubiera pedido algo prestado a Mía. Pero con la ropa que ando, se me nota la pobreza de lejos y no es que me importe verme bien delante de los demás, eso es lo de menos, sino que siempre he pensado que es bueno dar una grandiosa impresión.

Que más da, ya estamos aquí y no nos queda de otra que seguir.

Entramos al hotel con Fabián y personas trabajadoras de dicho lugar comienzan a atenderlo, otro niño rico-pienso.

En eso una muchacha se acerca.

-¿Eres la pareja del joven Ulises? ¿Verdad? -la quedo viendo y yo solo quedo como, tragame carajo, no se si lo han notado pero estos momentos son los que hacen que mi vida sienta desaparecer. Soy muy penosa y me odio en momentos por eso.

-Sí, Ulises es mi novio -sonrió.

La chica radiante me queda viendo como sorprendida. Comienza a ofrecerme cosas y yo solamente niego, no quiero que ella se sienta cargada, se ve que es una mujer trabajadora.

Fabián y yo nos adentramos al ascensor personal de la familia. Yo río un poco porque en mi casa solamente tenemos una escalera que está vieja, hasta ruidos hace pero que aún así atesoramos.

-¿Como es la familia de Ulises? -le pregunto a Fabián ya que aún no los he conocido, solo he visto al papá en fotografías.

sonríe.

-No te preocupes -contesta.

-No lo estoy, solamente quiero saber -me hago la fuerte.

-Son personas modernas -me voltea a ver y sonríe de una manera extraña como que le irrita que le esté preguntando cosas.

Yo volteo los ojos.

-¿Te han dicho que sos un imbécil? -suelto, no me gusta guardarme las cosas, este tipo de chicos ricos que se creen la luz del mundo solo por tener donde caer, me fastidian.

-Varias veces -dice y vuelve a hacer el gesto estúpido de hace poco.

Las puertas se abren y el pasillo a la sala de estar es grande, caminamos y Fabián entra primero y después le sigo yo. Por suerte no hay nadie, seguro están en el comedor, los cuarto o saber donde.

-Espérame aquí -comenta. Ni lo volteó a ver.

Quedo viéndo el lugar que además de ser hermoso también es enorme, adornos increíbles en el techo, muebles modernos así como todo lo que hay acá.

Tal y como dijo el idiota.

En eso Ulises se acerca y no se por que pero como que me esta dando ganas de quitarme la zapatilla y tirarsela en la cara, por no haberme dicho algo.

Me da un abrazo y un beso.

-¿Como estás? -pregunta, como que sospecha de que no me agrado tanto esta idea que tuvo.

-Sabes que me pudiste haber dicho algo. Me hubiera arreglado mejor para una ocasión como esta.

-Pensé que al decirte, te ibas a negar -dice, y aunque fue estúpido lo entiendo. Me conoce lo penosa que soy.

-Bueno como sea, espero que le agrade a tu padre.

Por cierto la madre de Ulises, la señora Millán, lamentablemente falleció en un accidente de avión. Si, así como lo escuchan, tuvo la desgracia de ir en un avión al cual se le arruinó una turbina en medio vuelo.

Y aunque Ulises estaba pequeño cuando eso pasó, el desearía tenerla consigo.

Toma de mi mano y me lleva con él. En eso nos adentramos a lo que parece el comedor pero que tiene el mismo de mi casa. Veo a Fabián, una chica y al padre de Ulises.

Nos acercamos.

-Padre -al escuchar la voz de Ulises voltea -. Ella es Madison mi novia, la joven de la que te hable.

-Hola Madison, un gusto. Soy Alfonso pero puedes llamarme Señor Millán o como tú gustes.

-Un gusto señor Millán.

Empezamos bien. Mis adentros se encuentran más apacibles en este momento. Siento como el aire comienza a estar a mi favor.

-Ella es Amelia, una amiga de la familia.

-Un gusto Amelia -digo sonríente.

Se pone de pie ya que se encontraba sentada y me queda viendo fijamente.

-El gusto es mío -comenta entusiasmada -. Nunca había traído a una chica a la casa y por fin -dice alegre.

-Yo ya estaba pensado que a mi hijo le gusta comer por los dos lados -dice chistoso el señor Millán -. Pero no te preocupes hijo que yo te apoyo -ríe.

Ulises lo queda viendo serio y el papá simplemente se carcajea.

Río.

-Yo he comprobado que es un hombre -digo defendiendo a Ulises, no voy a dejar que me lo dejen abochornado.

-Me gusta escuchar eso -dice el papá.

Ulises me voltea a ver y sonríe. Ni que piense que le voy a dar de comer, no me siento del todo bien hoy y de todos modos esta castigado por lo que hizo, por no hablar.

-Ulises ¿dónde está el baño? -Preguntó.

-Ven te llevo -dice.

-No te preocupes, solo dime por donde ir -quiero evitar malos pensamientos. Ulises entiende rápido y me dice con exactitud la dirección de su baño.

Camino siguiendo las indicaciones y rápidamente llego, como era de esperarse es un lugar del cual no quisieras salir nunca. Me asombro un poco ya que no puedo sorprenderme más, rápido hago mi necesidad y me doy un poco de retoque en la cara.

Veo mi celular y nada interesante, solamente una llamada de Mía pero ya sabe que me encuentro con Ulises.

-¡Hola! -escucho a mis espaldas una voz fuerte pero que daba esa sensación de tranquilidad. Me volteo y al ver el hombre enfrente de mí, me asustó.

-Hola -digo un poco incómoda.

Me queda viendo de pies a cabeza y solamente veo como relame sus labios, yo no se ustedes pero esa acción yo la veo obscena.

-¿Eres la novia de Ulises? -No contesto y simplemente asiento -. Es un gusto conocerla señorita -su mirada la siento penetrante es como un rayo de energía que traspasa, es raro, siento como si con solo verme sabe todo de mí. Es extraña esta sensación.

-Creo que voy a salir -digo poniendo en marcha mis pasos.

En eso toma mi mano y rápidamente lo quedo viendo impresionada.

-Espero no te haya asustado -dice con una sonrisa anormal. Pongo mi mirada firme a modo que mi incomodidad desaparezca.

-Pero ni un poco.

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