BT 14 | Desahogó
Desahogó.
—Gracias —digo al entrar.
Camino por el lugar y las flores a mi alrededor me hacen sentir como una abuelita adoradora de las plantas. Tengo unas ganas de venir un día de noche que no haya nadie y llevarme unas cuantas para mi casa. Los colores tan llamativos enserio me hacen sentir bien, es como si iluminarán de cierta manera alguna parte de mí.
—Entiendo porque te gusta venir aquí, las flores son hermosas.
Mi amigo Cristhian vino conmigo al vivero ornamental, ya tenia un rato que no me asomaba por acá y me gusta caminar alrededor y ver las flores, como las cuidan y siembran.
—Si, todo es tan lindo.
En eso una chica se nos acerca y de manera muy amable, nos dice que ella nos va a mostrar el lugar de una mejor manera —. Mi nombre es Elis y con gusto les daré un mejor recorrido por el lugar —yo ya conozco la verdad todo el lugar pero siempre es bueno tener a alguien que sepa más a profundo. Así que aceptamos encantados.
Noto como la joven se le queda viendo a mi a amigo y yo sonrió por ver la reacción de la chica. Mi amigo no es nada feo, así que esto no ha de ser raro para el. Aunque creo que ni lo ha notado.
—Elis ¿cuánto tiempo tiene este el lugar de existir? —pregunta de repente mi amigo.
Ella se sonroja y lo queda viendo con unos ojos.
—Este lugar ya tiene más de 50 años joven, para ser exactos, 53 años de existir —ríe ella un poco.
Yo solo sonrió por ver dicha escena.
—Gracias Elis.
—A usted joven.
El recorrido continúa, la chica nos ha mostrado plantas hermosas, nos explica cómo mantienen el cuidado de las flores, el procedimiento para que estas crezcan de la manera más saludable, en general nos explica todo, ella enserio ha sido increíblemente una ayuda. Aprendimos mucho.
Cuando el recorrido termina nos despedimos de la chica, sin antes agradecerle por el recorrido tan lindo que nos ha regalado.
Mi amigo hace igual.
Cuándo ya estamos fuera, ataco a mi amigo.
—Esa chica babeaba por ti, Christian.
Me queda viendo sonriente —. ¿Que chica no lo hace?
Volteo los ojos.
—Es enserio Christian.
—¿Y que con eso? —me dan ganas de pegarle un buen golpe.
—Ella es linda Cristhian, por lo menos le hubieras pedido el número.
—Ahorita no estoy para eso Madison, tengo otros intereses en este momento.
Mi amigo, siempre dejando de lado sus deseos (y con esto me refiero a el amor) por sus responsabilidades. Algo que admiro pero que no viene mal un día que otro, meter un poco el pie.
—Pero bien que te gusta ir de fiestas.
—A quien no.
—Sabes que, mejor vayamos a comer algo y haya seguimos hablando —Cristhian es un chico muy lindo y bueno pero siempre he sentido en él un cierto temor a enamorarse, se que suena ridículo pero cada quien con lo suyo, no.
—Me parece tu idea.
Entramos en un restaurante que nos llamó la atención, los colores y dibujos qué hay en sus paredes nos fascinó. Creo que el lugar ha de ser nuevo, porque no recuerdo haberlo visto antes.
Nos sentamos en una mesa y si por fuera es lindo por dentro es más bonito. Los adornos y todo es increíble.
—Primera ves que veo este lugar —comentó.
—Lo mismo digo.
Miramos el menú y sirven una buena variedad de sándwiches. Así que ambos nos decidimos por un sándwich, pero sándwiches diferentes para después compartirlo.
En eso un joven sonriente se nos acerca.
—Bienvenidos a Catrinas, ¿desean ordenar ya? —el joven amable nos pregunta.
—Hola, la verdad que si queremos pedir ya.
—Yo quiero un sándwich de ternera marinada —mi amigo habla.
—Y yo un sándwich de ensalada de pollo.
—Perfecto, ¿Algo de beber?
Quedo viendo a Cristhian y sin pensarlo tanto nos decidimos.
—Nos trae dos gaseosas —el apunta y se retira.
Me quedo viendo a mi amigo y déjenme decir que a este le esta pasando algo. Lo he notado muy distraído.
—Cristhian, ¿como has estado? —es momento de averiguar qué le sucede.
Me voltea ver con el seño fruncido —. ¿Porque Madison?
—¿Es que no puedo preguntar acaso? —digo.
—Bueno, pues he estado bien.
—¿Seguro?
—¿Porque la pregunta Madison?, ¿que quieres saber?
—Te he notado algo distraído Cristhian desde la fiesta.
Cristhian sonríe.
—Nada, una tontera solamente.
—Pues que tontera eh —lo quedo viendo y algo me esconde, no quiero ser tan entrometida pero lo conozco, cuando algo le afecta se aísla y cuando eso pasa, lo que más quiere es sacarlo —. Cristhian, sabes que puedes confiar en mí, cierto.
Me queda viendo y en sus ojos se nota que algo quiere hablar —. Madison, a ti no te puedo ocultar nada, me conoces demasiado —sonríe. Lo quedo viendo y lo tomo de la mano —. Fue por algo qué pasó en la fiesta —dice.
—Cuéntame, de aquí no sale nada y tú lo sabes.
—Si, lo se —sonrió y espero a que empiece —. Bueno, no se como empezar —esta nervioso.
—Tranquilo —le sonrió.
—En la fiesta hubo un momento qué pasó algo, bueno, nadie se dió cuenta porque estaba solo, bueno solo no —a mi amigo le está costando hablar —. Cuando tu te fuiste con Ulises, yo estaba con el amigo de él.
—Con Fabián —digo.
—Si él, bueno, resulta que tenemos muchas cosas en común y eso hizo que empezáramos a hablar y creo que el alcohol ayudo también, aunque él lo sabe dominar bien.
—¿Y qué pasó?
—Hubo un momento que nos quedamos viendo fijamente —el pone su mano sobre su rostro, enserio le está incomodando hablar —. Lo bese Madison.
Yo abro mis ojos.
—¡Que! Tu y Fabián se besaron.
Me queda viendo y su rostro esta rojo.
—Bueno al inicio pensé que le había gustado porque de cierta manera me correspondió pero después de algunos segundos solo sentí su puño en mi rostro.
—¿Te golpeo?
—Si pero por suerte no fue tan fuerte o sino tuviera la cara morada.
—Me sorprendes la verdad, nunca lo hubiera imaginado —digo y rápidamente me doy cuenta que no estuvo bien haber dicho eso.
—Se que lo arruine —dice.
—No, claro que no, andaban borrachos y se les pasó la copa y ya.
—Madison, pero yo si quería besarlo. Me mentiría a mí mismo si intento poner de excusa a el alcohol.
Ahora estoy entendiendo, Cristhian se siente mal porque beso a ese chico porque tal vez supuso que había alguna química entre ellos pero terminó golpeado.
—Cristhian, esta bien. Tú sabes que yo siempre te entenderé. Te guste una chica o un chico, yo siempre estaré aquí para darte mi apoyo.
—Gracias Madison pero lo que me preocupa es haber perjudicado a Fabián. No quiero ser el causante de algún tipo de inseguridad.
—Tu no te preocupes por eso, que él ya está lo suficientemente mayor como para saber entender que todo fue algo del momento.
—Madison, te digo algo.
—Claro que si Cristhian.
—¡Creo que me gusta ese chico! —tapa su rostro con sus manos en eso acerco mi silla a él y lo abrazo.
Que bueno que no hay mucha gente aquí.
—Tranquilo, esta bien si te gusta. No tienes porque ponerte de esa manera.
—Gracias Madison.
—Cuál gracias, sos como mi hermano Cristhian, siempre estaré para ti.
Me vuelvo a acomodar y este me voltea a ver con una sonrisa en su rostro.
Después de unos minutos el joven llega con nuestra orden de sándwiches, después de desahogarnos un poco, creo que el aumento de nuestro apetito se elevó.
—Gracias —decimos al joven y él con un gesto amable se retira.
—Bueno a matar el hambre se ha dicho —digo.
—Comencemos entonces.
Este momento con Cristhian enserio lo aprecio mucho, no me gusta verlo dominado por sus pensamientos, por eso siempre trato de que saque todo eso que lo perturba.
Jamás en la vida le haría daño a este chico.
Lo quiero mucho.
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Cuando el amor se enciende, tu garganta empieza a doler ✨
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