BT 11 | Perverso deseó

Perverso Deseó.

Matías Millán.

—¡Me encanta jugar cariño! —le comentó pero ella ni siquiera me presta atención.

¡Que tienes Madison, que me atrae tanto!

Mi corazón en este momento se encuentra en un estado de aceleración, es como si cuando se acercara empezara a rebotar por todo mi pecho dejando mi respiración un poco débil.

Sonrió, por que enserio esta chica es más ruda de lo que creía. ¡Me sorprendes Madison! Todavía siento el ardor en el rostro.

Camino a la cocina y lo que veo me sorprende, el amigo de Madison se encuentra tirado en el suelo con una mejilla roja y Fabián muy nervioso.

—¿Pero que esta pasando? —me acercó a ayudar a Cristhian, creo que ese es su nombre y lo levantó —. ¿Estas bien? —volteo a ver a Fabián y su rostro se encuentra algo diferente, como si no fuera él.

—Si estoy bien —dice sin importancia alguna.

Camino a donde Fabián y cuando estoy cerca de él se tensa —. Fabián ¿Te encuentras bien? —preguntó y sin voltear a verme, asiente.

Al parecer se pelearon o algo así, aunque la manera en que se comporta Fabián es extraña.

—¿Cristhian quieres bailar? —la voz de Mía nos saca de la casilla a los tres. Ella se acerca a Cristhian y rapido nota que tiene su mejilla roja.

—¿Que te sucedió? —comenta.

—Nada, solo un accidente —comenta Cristhian pasando su mano por todo su rostro. Lo veo tragar fuerte y eso solo confirma lo nervioso que se encuentra.

Algo sucedió aquí y no quieren hablar.

—Deberías tener más cuidado —dice y lo toma de la mano. Y antes de llevárselo a la fuerza voltea a ver a Fabián y una mirada triste se refleja en sus ojos.

Se van rápido y yo solo decido regresar a la sala, dejo a Fabián solo para que se pueda calmar un poco, creo que para él será mejor así.

Salgo y cuando voy en camino, una Madison bien alegre se aproxima con mi hermano Ulises agarrados de la mano, ellos pasan rápido y ni siquiera me notan. Suben escalera arriba y simplemente se pierden, paso mi mano por mi cabello y sacudó un poco mis ojos.

No sé porque esto tenía que ser así.

No sé porque yo soy así.

Yo mismo me considero una basura.

Muchas veces pensaba que el destino era un poco cruel conmigo pero ahora me doy cuenta de que es peor de lo que creía.

Cuando conocí a Madison en el baño de mi casa yo me sorprendí mucho por la inocencia que refleja su rostro pero cuando la empecé a conocer un poco más, no solo me sentía sorprendido sino que también me sentía emocionalmente atraído.

Se que es la novia de mi hermano.

Y me gustaría decir que evitare todo contacto con ella por que es mi cuñada pero la verdad es otra, cuando estoy cerca de Madison todo se me olvida y es como si solo estuviera ella a mi alrededor donde solo nosotros dos respiramos.

¡MADISON!

Ese nombre no se me sale de la puta cabeza, es como si explotara dentro de mi mente cada segundo que pasa. Pienso un poco en lo que estoy asiendo y aunque no lo crean me siento miserable por haberme enganchado con ella.

—¡Mierda! —digo a mí mismo, golpeando un poco la pared.

Me pongo serio y mejor camino a la sala para preguntarle a Mía sobre el baño, ya que no lo veo y desde hace media hora que quería ir. Cuando la veo me le acerco. Esta muy alegre hablando con Cristhian, no se ustedes pero este chico no me convence del todo, algo en él, me hace desconfiar.

—Mía, quería saber ¿donde quedaba el baño?

Ella sonríe —. Sube las escaleras y casi al final vas a ver un puerta azul, ese es el baño.

Hago caso y camino, subo las escaleras y me aproximó rápido y al ver la puerta a, abro y entro.

Me abro el zipper y empiezo a sacar todo lo que estaba reteniendo. Al acabar me lavo las manos y me hecho un poco de agua en el rostro para así quitar la pesadez y cansancio.

Cuando salgo y camino un ruido me llama absolutamente la atención. Yo me asombró por lo que escuchó es en uno de los cuartos de adelante.

Me acercó más para saber en cuál habitación es rápidamente me doy cuanta de donde viene el ruido y es uno de los cuartos con la puerta decorada. Acerco mi oído a la puerta y leves gemidos se escuchan, sonrió porque se de quien se trata.

De la abeja reina, Madison.

En eso escucho la cama rechinar y eso solo me indica que están teniendo sexo. En este momento estoy por irme pero hay algo que me detiene, Madison.

Quiero escucharla gemir más.

Así que intento algo tonto.

Lentamente tomó el cerrojo y empiezo a dar una pequeña vuelta para que se abra la puerta. Por un momento pensé que no abriría ni soñando la puerta porque lo lógico es cerrar en momentos así.

Pero adivinen, el alcohol nos nubla la mente. Y talvez me veré como alguien enfermo que trata de vigilar a dos personas teniendo sexo, el cual uno de ellos es mi hermano y la otra la chica que me atrae.

Soy un degenerado, talvez sí.

Se abre un poco, solo para medio ver lo que esta sucediendo en momentos. Al ver la escena, me pongo nervioso porque aunque no lo crean es la primera ves que vigiló a personas teniendo relaciones.

Mi cuerpo empieza a reaccionar por lo que mis ojos ven y aunque me gustaría evitarlo, no puedo.

¡Mierda!

Es mi hermano y creo que no es normal tener esta reacción por verlo tener sexo con una chica. Es demasiado enfermo.

Tengo mi pene erecto.

Gemidos salen de la boca de Madison y el solo escucharlos me encienden mucho. Con mi mano hago algo de lo que arrepentiré después pero ya que mi mente perversa me controla en estos momento.

La manera en la que Ulises penetra a Madison me sorprende, nunca pensé que él tuviera esa capacidad y no es que piense que nunca podría solo que creo él es muy menor para conocer mucho sobre eso.

Y porque mierdas pienso en eso.

A mi no me interesa si él sabe o no.

Me doy cuenta que esta muy mal esto que estoy haciendo y mejor cierro la puerta y camino. Vuelvo a entrar al baño y rapido abro la llave del agua y tomo un poco en mi mano y la restriego en mi rostro.

Si me pase esta ves.

Me doy cuenta que mi pene aún no se ha bajado, así que hago lo que desea.

Me masturbo.

La imagen de Madison se presenta en mi mente, una imagen donde el que la está penetrando soy yo.

Sus gemidos.

Sus súplicas.

Sus gritos.

Esto es increíble.

Siento que voy a explotar, pocos gemidos salen de mi boca avisando que pronto acabaré. Acelero mi movimiento y de pronto siento la sensación ligosa en mi mano.

Respiró rápido y solo cierro mis ojos.

¿En que me estás convirtiéndo Madison?

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Tu piel y la mía son la combinación perfecta 🔥

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